Disclaimer: Los personajes pertenecen a S.M aunque amaría si Edward fuera mío. La trama es de mi procedencia.

Summary: Bella vuelve a Forks después de dos años para enfrentar las heridas del pasado ¿Podrá superar el dolor de la decepción? ¿Qué dirán los Cullen cuando vean que su amiga del pasado ha regresado? Una amistad rota ¿Puede repararse?


Habían pasado 2 años, 2 malditos años de aquel fatídico día que cambió mi vida. Había aprendido a vivir con el dolor y a sobreponerme, pero volver al lugar donde todo empezó, volvía a abrir la herida de mi pecho, tenía que ser fuerte, no hubiese vuelto sino supiera que podía superarlo.

Flash Back

—Vamos Bella, será divertido, la pasaremos de ma-ra-vi-llas —Dijo Alice, una de mis mejores amigas, separando en sílabas la última palabra.

—No lo sé Alice, sabes como es mi padre, lo más probable es que se oponga —Esperaba tener razón, amaba a los Cullen, a todos, eran mis amigos, pero ir de excursión con toda la familia a la montaña, no era buena idea para mí.

— ¿Por qué debería oponerse? Somos tus amigos, irán mis padres, Tanya también, vamos Bella, inténtalo —puso cara de niña buena e hizo un puchero.

—Está bien, lo intentaré, solo deja de poner esa estúpida cara, Alice Cullen.

— ¡Bien, lo sabía! Siempre funciona —Alice comenzó a dar saltitos de alegría.

Conocía a los señores Cullen desde que nací, eran compañeros de mis padres en el instituto y siempre fueron muy buenos amigos. Esme y Carlisle se casaron y tuvieron 3 maravillosos hijos, que eran mis mejores amigos, Emmett, Alice y Edward.

Mis padres también se casaron, pero solo tuvieron una hija: yo. Al poco tiempo se separaron por diferentes ideales y visiones de la vida. Decidieron que me quedaría con mi padre, así este tendría ayuda de los Cullen con mi crianza. Veía a mi madre todos los años, me iba con ella todo un mes, además de eso, venía muy seguido a visitarme, teníamos una buena relación.

Así como mis padres y los Cullen eran amigos, sus hijos también lo fuimos, ellos eran mis mejores amigos junto con Tanya, que también era la novia de Edward, el menor de los Cullen. Hacían una pareja perfecta, esperaba de todo corazón que su amor durara para toda la vida.

Emmett es el mayor con 16 años, le siguen Alice y Edward que son mellizos con 15 años, pero Alice nació 5 minutos antes, por lo que Edward era el menor. Todos ellos eran hermosos.

Emmett era alto y fornido, con el cabello rizado de color negro, unos hermosos ojos azules y cuando sonreía se le marcaban unos tiernos hoyuelos en las mejillas. A simple vista parecía algún tipo de matón, pero era solo una impresión errónea, él es lo más tierno que hay. Alice era bajita, como un duende, con la piel blanca y su nariz respingona, tenía el pelo liso hasta la cintura, color negro, como Emmett, sus ojos eran de color verde, delgada pero con su pequeño cuerpo bien definido, con una personalidad extraordinaria, alegre y efusiva, amaba ir de compras y todo lo que tenga que ver con la moda. Edward era alto y delgado, con el pelo de un hermoso color cobrizo, pómulos y mandíbula marcada, un verdadero Dios del Olimpo, enviado donde los mortales para hacernos notar lo insignificantes que somos, tenía unos profundos ojos color verde que te invitaban a perderte en ellos, amaba tocar el piano, para él, hacer música era el mayor placer de la vida y yo lo entendía, me encantaba verlo tocar, era como si se desconectara del mundo para ir a un lugar donde solo había espacio para él y su piano.

Los Cullen lo tenían todo; dinero, belleza e inteligencia, la envidia de cualquier familia. También estaba Tanya Denali, una de mis mejores amigas junto con los Cullen, bueno mi única amiga además de los Cullen, ella era realmente hermosa, otra Diosa bajada del Olimpo, alta, con un pelo liso color rubio rojizo, y unos ojos celestes hermosísimos, un cuerpo que para sus 15 años era más que perfecto, la envidia de cualquiera. Era una persona tierna y dulce, amaba ver a las personas que quería felices, si de sus manos dependiera, ella haría todo lo posible para que nada, nunca le faltara a ninguno de nosotros. Siempre escuchaba cuando teníamos algún problema, era realmente un amor de persona, por eso amaba que fuera la novia de Edward, ellos eran perfectos, el uno para el otro.

Y aquí estaba yo, desencajando completamente con mi grupo de amigos. Yo era como el patito feo del grupo, quiero decir, no era horrible, pero al lado de estos dioses quedaba muy por debajo, era tan normal y simple, como la tabla del 1, no en el otro sentido. Era baja, pelo y ojos color marrón chocolate, piel pálida y traslucida. Nada fuera de lo común.

—Papá, necesito hablar contigo —dije apenas entré a mi casa.

—Claro hija, dime ¿Qué sucede?—Charlie me miró expectante.

—Los Cullen me han invitado a una excursión a la montaña el próximo fin de semana, se supone que hará buen clima y todo eso, así que ¿Qué dices, puedo ir?— Rogaba que dijera que no, aunque moría de ganas de ir, temía por mi salud física. Siempre se me ha dado muy fácil lo de los accidentes.

—Claro que puedes ir, pásalo genial. Aprovecharé ese fin de semana para ir a pescar con Harry —Charlie se veía realmente entusiasmado. Estaba perdida.

La semana había pasado realmente rápido, era viernes y estaba en casa terminando de empacar mis cosas para la excursión.

Había terminado cuando escuché una bocina, Emmett había llegado por mí. Él pasaría a buscarnos, junto con Tanya, para llevarnos hacia la mansión de los Cullen, luego desde ahí nos iríamos con sus padres a la montaña.

— ¿Cómo estás Bells, lista para la diversión total?— Emmett parecía un niño de lo entusiasmado que estaba.

—Sí, nada fuera de lo normal —contesté.

—Oh ¡Vamos! No seas aguafiestas Bella, lo pasaremos increíble y lo sabes —me dijo sonriendo.

—Si digo que estoy ansiosa por empezar pronto la excursión y que será lo mejor de la vida. ¿Dejarás de decir: Será lo mejor del mundo?—Sonreí —porque eso ya lo sé.

—Eres la mejor Bella, lo juro.

Llegamos a la casa de los Cullen y todos estaban listos para partir, así que nos pusimos en marcha.

Llegamos a un lugar de la montaña donde había una hermosa cabaña de dos pisos, estaba rodeada por arboles y me hizo recordar el cuento de la caperucita roja, solo que aquí no había ningún lobo. El resto del día lo dedicamos a ordenar las cosas e instalarnos en nuestras habitaciones. Tanya, Alice y yo compartiríamos una, mientras que Edward y Emmett otra. Además de la que ocuparían Esme y Carlisle. Nos acostamos temprano, ya que como dijo Emmett "Mañana comenzará la diversión total".

—Bien, es hora de ir a dar un paseo por los alrededores —Dijo Edward a eso de las 11 de la mañana.

— ¿Tan temprano?—No lo pude evitar. Aún era temprano, según yo, para salir.

—Bella, no es temprano —Edward me miraba burlón —Será divertido.

—Sé que será divertido, no han dejado de decir eso en todo el tiempo que hemos estado acá —comenté riendo

—Exacto. —agregó Alice —Así que señorita "es muy temprano para salir" vamos moviéndonos, porque es la hora —Canturreó.

—Y ¿Qué se supone que haremos?—Tanya preguntó.

—Ir a dar un paseo, ver el hermoso paisaje —respondió Emmett para luego mirarme con malicia —Divertirnos —dijo y explotó en unas contagiosas carcajadas.

—Emmett Cullen, eres un idiota —dije contagiándome de su risa.

Todos acabamos riéndonos. Luego salimos a dar un paseo, todo era hermoso, había nevado hace poco, por lo que aun había nieve por los alrededores, sobre las copas de los pinos, simplemente hermoso. Alice y Emmett estaban discutiendo muy enojados el hecho de que nadie llevase una cámara fotográfica, así que decidieron ir a buscar una a la cabaña.

—Chicos, con Emmett iremos a la cabaña a buscar una cámara, nos tardaremos alrededor de 30 minutos —dijo Alice — ¿Nos esperan en este mismo lugar?

—Está bien, pero traten de no demorarse demasiado —respondió Tanya.

—Solo será media hora, no nos pasará nada —Emmett respondió riendo.

Luego de eso se fueron, a los 5 minutos que se marcharon, me fijé en el cielo, unas nubes negras estaban comenzando a cubrirlo con rapidez.

— ¿No se suponía que haría buen clima?—pregunté señalando las nubes.

—Eso decía el tiempo —Tanya respondió fijando su vista en las nubes.

—Demonios, creo que va a llover —Maldijo Edward, levantándose de la roca en la que se encontraba sentado.

—Edward ¿eres idiota?—pregunté completamente sorprendida.

— ¿Qué? ¿Por qué me dices eso?—respondió incrédulo.

—Estamos en la montaña amor, aquí no va a llover, va a nevar. Las bajas temperaturas al encontrarnos a una altura considerable congelaran el agua antes de tocar el suelo —Explicó Tanya, preocupada, ya se podía sentir el frío, las nubes habían se habían apoderado de todo el cielo para ese momento.

—Creo que deberíamos volver.

—Pero ¿Alice y Emmett?—Dijo Edward.

—Los encontraremos por el camino —respondí.

—Creo que Bella tiene razón —Tanya habló cuando los primeros copos de nieve comenzaban a caer.

Se suponía que si regresábamos a casa, nos encontraríamos con Emmett y Alice o si es que estos se habían percatado del clima, nos esperarían en la casa. Ya llevábamos 15 minutos caminando y no encontrábamos ni a Emmett y ni a Alice, ni la casa, pensé que Edward se sabía el camino, pero al parecer estaba equivocada.

Había comenzado a nevar más fuerte, una tormenta, ¿Cómo mierda nos agarra una tormenta de nieve en la puta montaña? Esto es mala suerte. No se podía ver demasiado lejos y no había ningún lugar cerca para refugiarnos y cada vez tenía más frio.

A Tanya le castañeaban los dientes, sin duda se estaría congelando, no creo que su parca fuera lo suficientemente gruesa.

—Edward, creo que estamos perdidos —dije. Esto no era nada bueno, si nos perdíamos en medio de la tormenta… todos íbamos a morir.

— ¡Mierda! No sé —Se tomaba el cabello claramente nervioso, demonios, Edward estaba nervioso, definitivamente estamos perdidos.

—Creo que deberíamos avanzar y ver si hay algún lugar donde podamos refugiarnos —dijo Tanya, a quien aún le castañeaban los dientes.

— ¿Hay algún lugar cerca donde podamos refugiarnos?—pregunté a Edward.

—Bella, no sé donde mierda estamos, no me preguntes si hay algún lugar cerca —me gritó Edward.

—No es necesario que grites —Dije —Entonces deberíamos ver si podemos encontrar la cabaña.

Nos pusimos en marca, tenía demasiado frío, pero no quise decir nada, en la situación en la que nos encontrábamos no creo que fuera lo mejor el empezar a quejarme, tenía que ser fuerte.

Caminamos alrededor de una hora, en la que juro que cada minuto que pasaba, sentía que estaba más cerca de la muerte.

—Ahí parece haber algún tipo de cueva —dijo Tanya con ánimo.

—Eso parece, vamos.

Al menos habíamos encontrado un "refugio". Una pequeña cueva en cuyo interior no había nieve, no mucha. Tanya parecía un maniquí pintado, estaba blanca como la misma nieve, con los labios de un color morado intenso. Edward también tenía los labios morados, pero nada en comparación con Tanya, tenía que hacer algo, si a ella le sucedía cualquier cosa yo moriría, ella era mi amiga, la persona más dulce que alguna vez he conocido y además la novia de uno de mis mejores amigos, si a ella le pasaba algo, ninguno de nosotros lo superaríamos, mucho menos yo. Por lo que decidí pasarle mi parca, que era enorme.

—Tanya, ten, toma esto, tienes demasiado frio, necesitas entrar en calor aunque sea un poco —Le dije extendiéndole mi parca que ya me había sacado. No sentí demasiado frío así que supongo estaba bien.

—Pero Bella —Tanya me miro con terror—Tú necesitas la parca, morirás de frio, no puedo aceptarlo.

—No te preocupes, no siento frío —en realidad no sentía nada, ni la punta de mis dedos —Cuando tú entres en calor me la puedes devolver —le dije con una sonrisa.

Tanya aceptó a regañadientes, sabía que así estaría mejor, ella era una persona extremadamente frágil. Edward se acercó a ella para abrazarla, así también la ayudaría. "Gracias" me dijo en un movimiento de labios, yo solo le sonreí.

No sé cuantos minutos u horas pasaron, pero para mí fueron días, no sentía absolutamente nada y estaba aterrada, me podía hacer una idea de lo que eso significaba; mi cuerpo se estaba congelando y cuando el frio congelara mis órganos vitales, estaba perdida. Solo esperaba que alguien nos encontrara antes de que eso pasara, al menos así estaría segura de que mis amigos iban a estar bien.

—Bella —Dijo Edward con voz entrecortada — ¿Te encuentras bien? No has dicho nada por un buen rato, además no llevas tu parca, no quiero que te pase nada —el tono de su voz demostraba la preocupación que sentía.

—Estoy bien Edward, no te preocupes por mí. ¿Cómo está Tanya?—pregunté

—Creo que ya está mejor —Tanya se había quedado dormida hace unos 30 minutos, no lo sé, el tiempo es relativo.

—Eso es bueno, no sé qué haría si le pasara algo.

Escuchamos gritos y movimiento cerca de la cueva, era gente, nos estaban buscando, podía escucharlos gritar nuestros nombres, miré a Edward y me levanté más que rápido para salir de la cueva. "Estamos aquí" grité al menos unas 5 veces para que me escucharan. Llegaron donde estábamos, era un equipo rescatista junto con Carlisle.

— ¡Edward, Bella, Tania!—Gritó Carlisle —Dios, pensé que jamás los volvería a ver.

—Papá —Edward abrazó a su padre, se veía aliviado, como si él también pensara que jamás lo volvería a ver —No te preocupes por nosotros, estamos bien, pero creo que deberían llevarnos al hospital de todas formas ¿Cómo están Emmett y Alice?—preguntó preocupado Edward.

—Están bien, se fueron a Forks junto con Esme, nos esperaran allá, estaban muy preocupados por ustedes, me costó un mundo convencer a Emmett de no venir —

—Carlisle —hablé por primera vez —Gracias por venir por nosotros —las lágrimas corrían por mi rostro.

— ¡Bella por Dios! ¿Estás bien?—Carlisle preguntó alarmado.

—Sí, estoy bien, pero creo que deberíamos ver a Tanya, no sé si ella lo esté—respondí

Nos llevaron al hospital de Forks, cuando nos bajamos de la ambulancia vi como se llevaban a Tanya de urgencia en una camilla, seguida por Edward.

—Bella, vamos, tienes que subir a la camilla, sé que decidiste venir sentada en la ambulancia, pero de todas formas necesitamos revisarte —dijo Carlisle.

—Estoy bien — respondí como autómata, ya estábamos a salvo, ellos estaban a salvo.

—Bella, Bella, ¡Bella!—podía escuchar los gritos de Carlisle a lo lejos — Necesito ayuda, oxígeno urgente. ¿Bella me escuchas?—preguntó Carlisle.

De pronto todo se fue a negro, no escuche ni sentí nada más.

Fin Flash Back

Los recuerdos de aquella vez aun dolían, a pesar de que habían pasado 2 años. Una lágrima traicionera corrió por mi mejilla, la limpie rápidamente, la herida de mi pecho aún no sanaba por completo y aquellos recuerdos ni siquiera eran los peores.

—Tranquila Bella, todo va a estar bien —sentí como él apretaba mi mano y me dedicaba una sonrisa.

Todo tenía que estar bien, nadie podía ver lo frágil que me había vuelto desde aquella vez, no dejaría que me volvieran a dañar de esa manera.


Hola Chicas/os. Esta es mi segunda historia, espero que les haya gustado y ams, no sé que más decir. Eso jajaja.

dejenme sus comentarios, criticas, teorías, etc, etc.

Esta historia será de varios capitulos y la he tenido en mente hace muuucho tiempo.

Le dedico esta historia a mi queridisima Amiga Anita "Blanca Shied" que edita mis historias y me ayuda a que las escriba mejor y todo eso. Te quiero Loca loca. Gracias también a mi nueva Beta Isa por darse el tiempo y llenarse de ganas para revisar y arreglar mi historia, porque me ayudaba una amiga "Ana Banana" pero se enfermó, así que la reemplacé Jajajaja entonces encontré a Isa. Muchas gracias.

Gracias por Leer ^^