Hola de nuevo
Esta es una nueva historia que será larga (si me lo permiten), con temas y mitos griegos que explicare si hace falta al final de cada capitulo
Este es el prologo y una pequeña prueba.
Si les gusto díganme y la sigo ;3
Aclaraciones: Hetalia no me pertenece ni tampoco sus personajes
Advertencias: Esto es un S. Italia x fem! España.
En la ciudad de Piera, situada en la antigua tracia, el rey Piero, había engendrado nueve bellas hijas, en cada una de ellas reinaba una belleza sin igual. Pero lo que más destacaba en aquellas princesas, no era la belleza de afrodita, sino la armoniosa voz que albergaban en su interior, digna incluso de una diosa del Olimpo.
Las jóvenes, orgullosas y egocéntricas de su propio don, se embarcaron en un viaje hasta la tierra sagrada de Helicón, donde las nueve hijas de Zeus residían, diosas de la inspiración para la insaciable humanidad.
Las nueve princesas de tracia, retaron a las musas inspiradoras en un duelo de canto, para demostrar a cuál de ellas pertenecía la voz más hermosa. Las musas, divertidas de aquel acto de insensatez de las humanas, aceptaron aquel reto.
Las pieredes entonaron al unísono un canto maravilloso que hizo enmudecer el canto de las aves, espectadoras en aquel duelo.
Toco, entonces, el turno de las diosas que de sus gargantas se creó la más bella melodía, haciendo temblar a la madre Hera y conmoviendo a todo ser que las rodeaba, incluso las fuertes e inertes rocas.
Las pieredes, derrotadas, fueron castigadas por sus actos y por la arrogancia representada aquel día.
Las musas, molestas por la osadía de las jóvenes dictaron su sentencia.
El castigo a pagar por sus actos, seria despojarles de su apariencia humana, convirtiéndolas en simples urracas. Y el preciado don impuesto por los dioses se les seria arrebatado, cambiando sus voces por graznidos.
Nadie podía competir con las musas. Ellas eran las madres de todas las artes, inculcadas a los mortales para dar belleza a su existencia.
Una mujer, de cabellos oscuros cerró la portada del anciano libro que reposaba en su regazo. Miró el rostro del pequeño niño que se agarraba a su costado. El pequeño de cabellos caoba oscuros y de ojos ámbar, observaba ilusionado la cubierta polvorienta del libro. La mujer le encantaba ver a su hijo de esa manera, puesto que pocas veces mostraba otra expresión que no fuera frunciendo el ceño. Acaricio los cabellos del niño, sacándolo de sus pensamientos de fantasía.
-Es hora de dormir cariño
-Pero no tengo sueño…. ¡cuéntame otro mama!
-Pero ya es tarde de mi vida…
-mamiiii, por favor
La mujer miro a su hijo que la miraba expectante, deseoso de más. Suspiro, volviéndose a sentar y abrir de nuevo el libro que tanto le gustaba al pequeño.
-Pero este es el último ¿de acuerdo?
-¡Gracias mama! te lo prometo, el ultimo -El joven se recostó en su cama, abrazándose a su madre.
- ¿Cual quieres que te lea ahora?
-mmm ¡el de las musas y el trovador!
-jajajaja si que te gustas las musas hijo mío…bueno, empecemos.-la mujer abrió el libro y busco el relato- las musas, fuentes de inspiración para los mortales, eran una reliquia para el hombre…
El joven miraba fascinado las imágenes de aquel relato, mientras ponía atención a cada palabra escrita y dicha. Amaba la cultura griega, se le hacía muy interesante, amaba todas y cada unas de sus leyendas y mitos. Pero más que ninguna otra, amaba los relatos respecto a las nueve creadoras de las artes.
Las musas.
Y no podía remediar pensar en ellas como entidades reales. Era demasiado bello para ser nada más que un mito. Solía pensar el castaño.
Pero esto solo era el pensamiento de un chiquillo de tan solo seis años de vida.
¿Quién iba a pensar que tan locas ideas tuviesen la realidad de su parte?
Este es el primero. Espero que les haya gustado mucho.
Si quieren que siga esta historia comenten por favor.
Byesssssss.
