Disclaimer: The Lost Canvas no me pertenece.
Paseo por las calles de Rodorio y siento cómo todos me miran. Oigo los susurros de la gente según paso por delante de ellos. Como siempre, sé que hablan de mí. De mi belleza. De mi sangre. De las circunstancias que me hacen diferente. De todo lo que me impide encajar.
La gente se aparta apresuradamente al darse cuenta de que están en mi camino. Se alejan de mí porque saben perfectamente que mi sangre lleva un veneno que podría matarles en apenas unos segundos. Es normal, solo son cautos. No les culpo por ello, de hecho, les animo a que actúen de esa manera. Prefiero evitar el contacto físico y así me ahorro muchas preocupaciones.
Se ha formado un pasillo en la calle por el que solo yo avanzo, como si esto fuera un desfile y yo fuera objeto de exhibición, la atracción principal. Siento cómo sus miradas queman mi piel. Admiran mi belleza mientras lamentan no poder aproximarse a mí. Con un aspecto como el mío se esperaría que siempre estuviera rodeado de personas intentando llamar mi atención. Obviamente, no es el caso. Estoy siempre solo, pero es mejor así. No quiero que el incidente con Lugonis de Piscis se vuelva a repetir. Mi alma llora constantemente, sin dejar de pensar ni por un segundo en cómo mi buen maestro dejó este mundo.
Me gustaría que las circunstancias fueran diferentes. Yo no pedí ser así. No quiero llevar veneno en mi sangre. No quiero tener que tomar tantas medidas de prevención a causa del mismo. No quiero tener que llevar semejante carga en mi conciencia por haber matado a mi padre. No quiero que la gente se aparte cuando paso, susurrando mi nombre con miedo, pena o compasión.
Quiero ser normal, como los habitantes de Rodorio. Quiero tener amigos con los que pasar buenos momentos. Quiero tener un trabajo normal para ganarme la vida y no tener que jugármela batalla tras batalla. Quiero tener pareja, alguien con quien pueda ser feliz. Quiero ser una cara más en la multitud.
No quiero que se me conozca como Albafica de Piscis. No quiero ser el caballero más hermoso de Atenea. No quiero llevar la odiosa carga de ser el caballero de la sangre venenosa.
Quiero ser Albafica.
Solo Albafica.
