Hola a todos, como algunos saben está historia estaba online hace un par de años 2012 y se quedó estancada porque no sabía como seguir con la historia
Estaba en un proceso de mejoras y reedición pero preferí arriesgarme a borrarla y comenzar de nuevo dejando sólo el 1er capítulo
Pido muchas disculpas a las personas que dejaron rws, alertas y comentarios en esta historia! Prometo que volverá, pero al igual que los personajes en esta historia, he madurado como persona y escritora; me gusta tanto la base de esta historia que espero que esa evolución se note en esta nueva versión de la historia
Akane será más empoderada ;) que era la idea inicial, Ranma sufrirá un poco más que en la original pero como dicen el amor es de dulce y agraz.
Como siempre, todos los derechos de Ranma ½ y sus personajes le pertenecen a la gran Rumiko y las compañías que llevaron a cabo su animación, esto es sin fines de lucro y espero que disfruten sex apppel 2.0
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Capítulo 1: caminos que se separan, y se vuelven a encontrar
Habían pasado unos meses desde la boda fallida y las cosas en el dojo Tendo entre Ranma y Akane no iban muy bien. Las peleas se volvían cada vez más constantes entre la pareja y claramente ambos deseaban cosas distintas y se notaba a la distancia. Es por esto que hartos de la situación Genma, Nodoka y Soun habían decidido juntar a los adolescentes para comenzar a forjar el camino que determinaría su futuro, enfocándose particularmente sobre lo que pasaría después de terminar el colegio, el funcionamiento del dojo, pero sobre todo concretar su matrimonio.
Una tarde después del colegio, cerraron las puertas del dojo y obligaron a ambos jóvenes a sentarse y conversar para comenzar a aclarar sus intenciones, uno con el otro pero también sobre sus responsabilidades impuestas por sus padres.
''chicos, como saben los hemos citado aquí porque la situación no da para más y hay que solucionarlo lo antes posible. Ranma tu que deseas hacer después de terminar el colegio?'' preguntó el dueño del dojo con la mirada fija en el luchador. El aire solemne y tenso hacía muy incómoda la situación para ambos adolescentes.
''siendo sincero, mi prioridad es encontrar la cura para mi maldición por sobre todo, y luego obviamente dedicarme a las artes marciales y supongo que al dojo'', comentó Ranma con la vista perdida en el vacío evitando ver a una Akane, quien bastante tensa y apretando fuertemente los puños sobre su uniforme escolar aguantaba las ganas de llorar. Se sentía despreciada, desdichada y derrotada. Los sentimientos de Ranma eran tan confusos y desconocidos para ella aunque su declaración en China parecía tan sincera. Era un hipócrita, ella siempre le había demostrado que no le importaba su maldición, que lo aceptaba con sus cosas buenas y las toneladas de cosas malas pero al parecer para él seguía siendo más importante dejar de ser Ranko que contraer matrimonio con ella y eso le dolía.
''Papá, yo no tengo ningún deseo de casarme con una persona para que no soy prioridad. El supone que quiere mantener el dojo pero no está seguro. '' Lanzó con despecho y rabia mientras su aura seguía creciendo cargada de dolor. Pero la bomba vendría a continuación '' Y yo por mi parte tampoco estoy tan segura de querer dedicar mi vida a las artes marciales. Tengo buenas calificaciones y deseo seguir estudiando. Ser una dueña de casa nunca ha sido una opción para mí y no pienso amarrar a este idiota egoísta. '' El oji azul se dignó a verla mientras era ella quien permanecía con la vista perdida en el vacío y los ojos cristalinos. Las declaraciones de su ¿prometida? Le habían dolido y bastante. Las artes marciales eran un lazo que compartían en silencio y gran parte de su identidad y existencia. No es que no quisiera hacerse cargo del dojo, era que no se sentía lo suficientemente hombre ni maduro para asumir dicha responsabilidad. Apenas tenía 17 años por Kami! Amaba profundamente a la terca chiquilla pero sentía que aún le quedaban muchas cosas por vivir antes de comprometerse tan profundamente.
Genma y Soun suspiraron derrotados, mientras que sus ojos eran unas pequeñas cascadas. Sus deseos de unir sus escuelas parecían cada vez más lejano sobre todo ahora que la menor de las Tendo parecía cada día menos interesada en las artes marciales y eso era preocupante para su padre ya que ella era la única heredera del estilo libre Tendo, sí su hijita perdía su amor por el arte, su herencia también desaparecería.
Nodoka los miraba fijamente sabiendo que ambos mentían por orgullo, suspiró pesadamente. Nuevamente se volteó para quedar frente al par de hombres que lloraban amargamente. Dentro de su insistencia, los 3 adultos sabían que estaban presionando a sus hijos hasta el límite y que tarde o temprano esa burbuja explotaría si ellos no hacían nada al respecto. Ella era la más consciente que ese par de niñatos se amaban profundamente aunque ninguno fuera capaz de admitirlo abiertamente pero sabía que si seguían por ese camino, no sólo las escuelas no se unirían, pero aún peor, ellos podían terminar odiándose.
Fue por eso que con voz firme les propuso ''tengo una idea, dijo despacio la mujer, estoy segura que funcionará; pero confíen en mí y no me interrumpan'' le murmuró a los patriarcas mientras que la tensión se podía cortar con un cuchillo de mantequilla. Un plan perfecto se ingeniaba en su cerebro y estaba segura que sería la mejor solución para todos.
Una sonrisa casi maliciosa se posó en sus labios, sus ojos se empequeñecieron y les ofreció una oferta que no podrían rechazar. ''Les tengo una proposición, y creo sinceramente que es lo mejor para todos. Desde hoy, tienen 1 año para cumplir su sueño sin la intervención de ninguno de nosotros, por primera vez en mucho tiempo gozarán del libre albedrió. En tu caso Ranma tendrás la oportunidad para encontrar la cura para tu maldición, mientras que tú Akane, tendrás la oportunidad de evaluar si la vida universitaria es lo que realmente deseas o incluso otros caminos. Si encuentran a otra persona o si se dan cuenta de que realmente mantener el dojo no es su mayor anhelo ya buscaremos una solución. Si no, en 1 año estarán oficialmente casados y sin posibilidad de divorcio. ¿Aceptan?''
Los chicos se miraron sabiendo que dentro de todo no tenían más opción, habían alcanzado un callejón sin salida a pesar de que un año parecía mucho tiempo, sabían que se les esfumaría de las manos en un segundo aunque era la única oportunidad que tenían para definir ellos mismo su propio destino. Fue por esto que resignados suspiraron y ambos miraron a Nodoka directamente a los ojos, ''Acepto'' dijeron ambos al unísono.
''Ranma mañana iremos a comprar los pasajes para China para que te vayas lo antes posible. '' Mirando a su hijo con melancolía, sería difícil no tenerlo cerca durante tanto tiempo. '' Mientras que tu Akane, ya sabes que pronto comenzará el papeleo para la universidad. Estoy segura de que tus notas podrás optar a una beca. Pueden retirarse. '' expresó solemnemente la kendoka quien se levantó con elegancia seguida por los patriarcas de ambas familias quienes la seguían en completo silencio.
Akane taciturna y silenciosa, subió a su habitación si siquiera mirar a su prometido una vez. Su mente daba vueltas, mientras seguía meditando sobre la tentadora oferta de su suegra. Amaba a Ranma con toda su alma pero sentía y sabía que no era correspondida. Muchas cosas podrían cambiar en un año, podría conocer a una hermosa mujer en China y no querer volver nunca más o tal vez concretar el compromiso con alguna de sus otras prometidas que siempre habían sido más dulces, hermosas, hábiles y buenas cocineras, incluso la loca de Kodashi. Suspiró pesadamente mientras se lanzaba en silencio a su cama y las lágrimas comenzaban a caer. Aun así, a pesar de que la solución le rompía el alma, él tenía derecho a ser feliz y ver lo que realmente quería hacer con su vida pero ella también y eso representaba una luz de esperanza en el incierto camino que la esperaba.
Últimamente había encontrado una nueva pasión, una en la que era realmente buena, la música. Asistía constantemente a karaokes con sus amigas donde era ovacionada. En el escenario se sentía tan segura de mi misma, de que ella valía también podía ser una chica sensual y llamativa, al mismo tiempo había comenzado a escribir para tratar de apaliar un poco su dolor y frustración. Pero ese era un secreto para su familia. Se levantó pesadamente de la cama, se limpió las lágrimas con la manga de su jersey color menta y sacó un pequeño cuaderno que estaba escondido en su escritorio y comenzó a garabatear frases liberando su frustración.
Por su lado el joven de ojos cobalto subió al techo a pensar. Tenía apenas un año para llegar a China y ser un hombre de verdad, para ser digno de casarse con la muchacha de cabellos azulados. Realmente quería hacerse cargo del dojo y retribuirle a los Tendo todos los años de comida y alojamiento pero aún no se sentía listo, quería volverse más fuerte y comenzar a ganar torneos para aportar con dinero al hogar. Ranma sabía que los estudios no eran su fuerte y tampoco una posibilidad en su vida, por lo que si quería mantener a una familia tenía que ser a base de su fuerza y habilidad. Miró al cielo estrellado y cerró su puño con fuerza como si hiciera una promesa con el infinito. Era un hecho, mañana se iría a China en búsqueda de una solución, su camino a la redención para convertirse en alguien digno de devolver al dojo Tendo a su mejor época. Dejaría de ser un chiquillo estúpido, desde mañana comenzaba su camino para ser un hombre del cual su madre estaría orgulloso.
Descendió del techo y tocó la ventana de la muchacha para anunciarle su decisión. Ella escondió el pequeño cuaderno y se paró al escuchar el ruido en su ventana, abriendo sin mirar a Ranma. Se volvió a sentar en su escritorio. Odiaba tener la vista clavada en el piso, pero sabía que si miraba a sus ojos color mar no podría aguantar las ganas de lanzase en sus brazos y ponerse a llorar suplicándole que no la abandone. Por segunda vez en el día, el aire se podía cortar con un cuchillo de mantequilla. Él por su parte, entró silencioso y con delicadeza como pocas veces lo hacía con una pesadez en el pecho por culpa de la angustia que lo estaba matando, sabía que su destino estaba a pasos de dar un giro en 180° y no estaba tan seguro si quería dar ese paso
''Akane, vengo a anunciarte que mañana parto a China y quería despedirme.'' murmuró cabizbajo mientras estaba de cuclillas en su escritorio, incluso él intentaba contener sus ganas de llorar, sus ojos cristalinos ocultos bajo su flequillo ocultaban su dolor, su incertidumbre pero sobre todo su deseo de abrazarla, de pedirle que no lo olvide, que lo espero pero sobre todo de prometerle que la vuelta el sería realmente digno de ella. Decirle que la amaba a pesar de ser una marimacho, su marimacho.
La mujer que permanecía sentada en su escritorio murmuró muy despacio ''que tengas suerte y que encuentres la cura para tu maldición'' su voz estaba totalmente quebrada, tratando de aguantar las ganas de llorar, su respiración era cada vez más agitada. '' y si te casas con alguna de tus hermosas prometidas durante ese año; no te molestes siquiera en regresar'' finalizó con un evidente rastro de celos en su voz.
El hombre sonrió ante sus palabras confirmando que ella sentía lo mismo que él, se acercó a ella con delicadeza y le susurró al oído, ''no te preocupes, regresaré siendo un hombre de verdad'', ella se tensó pero a él no le importo ya que en un acto sorpresivo, le tomó la cara para darle un dulce beso en la mejilla antes de desaparecer nuevamente por la ventana.
Akane aún un poco atónita, sonrió ante el dulce gesto, llevando su mano a su mejilla como queriendo capturar ese momento en la eternidad, casi como si tuviera la certidumbre que no se volvería a repetir, mientras que nuevamente las traviesas lágrimas acumuladas comenzaban a correr libremente por sus pómulos níveos.
La mañana siguiente fue un caos y la casona Tendo estaba repleta, mientras que Ranma partía rumbo a China luego de despedirse prometiendo traerles agua a todos los malditos. Kodashi, Ukyo y Shampoo lloraban desconsoladas suplicándole que las dejaran partir con él, pero se rehusaba constantemente. Ya estaba un poco harto de sus lágrimas, eso lo sacaba de control y lo ponía nervioso e incómodo. Fue por eso que las dejó en Nerima, no sin antes hacerles prometerle que si lo seguían se olvidaran de él para siempre, ya que no les volvería a dirigir la palabra en lo que les quedaba de vida. Akane no quiso ser parte del circo, además que se había podido despedir de su prometido en privado. Le dedico una tímida sonrisa antes de desearle nuevamente un buen viaje.
El tiempo se pasaba volando y se comunicaba con su madre, su única confidente a través de cartas. Desde que había logrado llegar a China, apenas en 2 meses logró llegar al manantial de Yusenko, que para su alivio y satisfacción estaba en perfecto estado, aunque no por eso había sido más fácil volver a la normalidad. Ya que por su torpeza múltiples veces estuvo a punto de caer en un nuevo manantial maldito. Con una maldición era más que suficiente pensaba el luchador. Al encontrar el pozo de la mujer ahogada, sonrió con nostalgia en pesar que nunca volvería a ser la exuberante pelirroja Ranko y que dentro de todo había logrado sacarle buen provecho y también le había dado la oportunidad de proteger a su prometida en múltiples ocasiones. Aun así estaba feliz de poder disfrutar del mar y las piscinas sin tener que preocuparse de su apariencia, lo único que lamentaría es que ahora tendría que afrontar las heladerías como un hombre y eso era un poco vergonzoso, pero era el precio a pagar.
Agradecía a su madre haberle dado la oportunidad de emprender el viaje ya que gracias a esto había vuelto a ser un hombre normal y sabía que su felicidad sería total cuando viera a Akane nuevamente. Se llevó suficiente agua para curar a todos quienes quisieran. Sonrió satisfecho; aún tenía mucho tiempo los que aprovechó para conocer un poco más del país y participar en unos cuantos campeonatos locales de artes marciales además de aprender nuevas técnicas y hacerse cada vez más poderoso.
Habían pasado 8 meses cuando el joven luchador volvió a pisar el suelo de Nerima. 8 meses de estar alejado e incomunicado del mundo. Ocho meses de aprendizaje espiritual y maduración. Estaba satisfecho, más adulto y seguro de lo que quería. Entró a una florería para comprar un ramo de flores para su prometida y su madre. Hasta que de la nada paró en seco frente a un kiosco de revistas. Reconocía ese pelo azulado y esos ojos chocolate en cualquier parte. Las flores se cayeron de sus brazos y su boca se abrió enormemente. ¡¿AKANE TENDO, SU PROMETIDA, EN LA PORTADA DE LA REVISTA PLAY BOY?
Continuara…
Que les pareció? =) ya sabrán que fue lo que pasó con Akane :B espero que me sigan leyendo ;) besos BUBU30
PS 2016: Se que han pasado 5 años desde que comenzó esta historia, 5 en que no escribía y no es que la haya abandonado (odio cuando hacen eso) es sólo que las musas son malvadas y traviesas, pero he vuelto a las pistas en todo mi esplendor, primero reeditando y pronto reviviendo esta historia que siento tiene un par de lectores fieles. Espero que les gusten estas modificaciones y que no abandonen sexappel ;)
