Iniciando el año con esta nueva historia, como siempre, de parejas ignoradas dentro del fandom y esta es super crack :'v De hecho ya hasta estoy pensando en ¡otro fic! para otra pareja crack de esa serie pero no les diré queines son para que sea sorpresa y no me ganen la idea xD todo a su tiempo será publicado lol Y bueno no hay musho que decir...las intenciones que me llevaron a escribir esto es
1.- Creo que solo hay tres historias de esta pareja en esta plataforma y
2.- Ninguna de esas historias esta terminada :'v
Asi que bueno, gracias a eso surgió esta idea y no crean que la dejaré botada lololol de hecho ya tengo escritos los primeros cuatro capitulos ;w; Cabe aclarar que en esta historia Wendy es mayor de edad y ademas todo se desarrolla desde antes de la llegada de los gemelos al pueblo. Y sí, creo que es solo eso. Espero que hayan pasado bonita navidad y año nuevo -3-
Wendy Corduroy iba caminando hacia su trabajo en la Cabaña del Misterio. A pesar de que era temprano aun, el sol le quemaba su níveo rostro como si fuera plena tarde en aquel día de verano.
"Ugh, odio este sol, solo me sacará más pecas".- Pensó con fastidio la joven mientras se tapaba la cara con una mano para que los rayos no la siguieran atormentando.
Al llegar al negocio lo primero que hizo fue sentarse tras el mostrador y al igual que cada mañana tomó alguna revista juvenil y la empezó a leer con tranquilidad. Ella misma se cuestionaba porque seguía leyendo esas revistas tontas para adolescentes. Ella ya no era una, bueno, al menos no en el sentido legal. Ahora con la mayoría de edad recién cumplida ya se considerada una mujer adulta. Aun no se acostumbraba a ese nuevo título pero tendría que hacerlo tarde o temprano y tampoco se presionaba a hacerlo más temprano que tarde. Como ella misma decía:
"Sí, podían ser revistas tontas y hasta algo infantiles pero hay que admitir que son muy entretenidas".
Esa siempre es su rutina al comenzar su turno desde que inició en ese trabajo como cajera desde hace tres veranos atrás: Leer revistas hasta que llegara algún cliente al cual cobrarle la mercancía que se llevara.
Cualquiera que la viera así pensaría que era la típica chica americana que odiaba su trabajo y prefería no hacer nada en él, sobre todo con la cara de pocos amigos que se cargaba aquel día. Pero la razón no era esa. Al contrario, Wendy sí tenía amigos y de los mejores en Gravity Falls. Además le gustaba el trabajo. Ya podía llamarse toda una experta en cuanto a contabilizar el dinero se refiere. Su razón de estar tan seria era porque que se encontraba en aquellos días en los que una mujer no desea hacer nada de nada. Pero era quedarse en casa o mejor ganarse su paga. Cualquier joven desea tener su propio dinero en manos y Wendy hace lo justo para ganárselo aunque por dentro sus cólicos la estén matando.
Hay muchas cosas vendiéndose en el mercado justo ahora que a ella le gustaría comprar. Lo típico de los jóvenes. Por ejemplo ese lindo outfit que vio en el súper el fin de semana, o los boletos para esa película. O el libro que se puso de moda hace un mes. Por eso valía la pena ir a trabajar. Si no nuca se compraría todo eso y más.
Ahora mismo las revistas que lee también le ayudan a ocultar la cara tras sus hojas para que nadie vea sus muecas de dolor. Con suerte y la pastilla que tomó hace una hora empezaría a hacer efecto pronto. Mientras tanto Wendy seguía leyendo, intentando concentrarse en el párrafo en el que se quedó. Con la mano izquierda sostenía la parte inferior de la revista sin quitar sus ojos de la página y con la mano derecha se sobó unas cuantas veces el estómago. Cuando le dolía así de fuerte se consolaba pensando que su medicamento ya estaba funcionando.
De pronto fue sorprendida por la voz de su otro compañero de trabajo, Soos.- ¡Hey Wendy, al fin llegas!- Saludó con emoción su regordete amigo con una cara bastante feliz comparada a la suya.
-¡Hey Soos!- Respondió el saludo lo mejor que pudo.- ¿Qué cuentas, amigo?
-Estaba esperándote. Resulta que Stan quiere hablar con los dos en su oficina…ahora.- Dijo cambiando su semblante a uno más preocupado mientras tragó saliva.
-¡Agh!- Se quejó.- Sea lo que sea que se rompió, yo no lo hice.- Respondió siendo cortante.
-No, no creo que sea eso. Nada se ha roto aquí, que yo sepa. Debe ser por otra cosa. Además, aunque algo se haya roto, Stan nunca te culparía a ti. Eres la empleada ejemplar.- Le sonrió.
-¿La empleada ejemplar, yo? ¡Pff! Claro amigo, ni tú crees eso.
-Claro que sí. Vamos, Stan nunca te regaña. Creo que eres su consentida.- Sugirió.
-¡Vamos Soos, tú eres el consentido! Tú eres el empleado ejemplar. A ti Stan te conoce desde pequeño. ¿Y eres capaz de limpiar los baños sin quejarte? ¡Yo admiro eso de ti, es increíble!
-Oh bueno, la verdad no es nada.- Hizo alarde de su virtudes un rato y ambos jóvenes empezaron a carcajearse por lo gracioso de la situación. Soos en serio era el mejor. Wendy no pudo haber escogido otro sujeto que la hiciera pasársela tan bien en sus días laborales.
El jefe se asomó por la puerta de su oficina y les interrumpió la diversión, carraspeando su garganta para llamar la atención.- Si ya terminaron de hacer chistes… ¡A mi oficina, ya!- Dejó la puerta abierta para darles el paso de una vez.
-Ugh, que genio.- Susurró Wendy rodando los ojos y cruzada de brazos.
-Creo que hoy sí está enojado.- Secundo Soos mientras los dos entraban a la oficina.- ¿Pasa algo malo, señor Pines?- Preguntó temeroso el buen chico.
- Sí Stan ¿Cuál es el problema?- Inquirió Wendy.- Relájate. Ni siquiera es medio día y ya estas más gruñón de lo usual.- Tomaron asiento. Soos se sentó formalmente mientras que Wendy se tomó la libertad de cruzar las piernas en actitud serena. Recuerden, en esos días las chicas siempre se cruzan de piernas para evitar mostrar cualquier indicio de estar en su periodo.
-El problema, niña, es que las ventas han bajado un 3% en las últimas dos semanas.- Recalcó Stan usando un tono severo. Señaló unos gráficos. Wendy no entendió mucho. Solo vio que una fecha roja empezaba en los números altos y en algún punto caía en picada.
-¡Un 3%!- Exclamó Soos. Los otros dos presentes no supieron adivinar si lo exclamó en serio preocupado o solo por no quedarse sin decir nada.
-¿3%? Uy sí, gran cosa, en verdad ¡Que tragedia!- Usó sarcasmo la chica.
-Oh, en verdad no sabes lo que es perder un 3%- Stan entrecerró los ojos como si quisiera retarla.
Wendy entonces miró todos esos fajos de billetes, ya contados y bien apilados sobre el escritorio y quedó sorprendía y a la vez pensativa por semejante cantidad.
"Mmm… ¿Qué haría yo con todo ese dinero? Es más de lo que ganaría en todo un año. Obviamente lo gastaría en todo lo que ya quiero pero seguiría sobrando mucho…bueno, como adulta que soy, lo más prudente sería guardarlo en el banco. O tal vez lo usaría para ir de vacaciones o donarlo a la caridad o…"
-¡Wendy!- La voz de su jefe la sacó de sus pensamientos. Stan le estaba chasqueando los dedos para que reaccionara.- Mírame a los ojos, niña, aquí, Wendy.- Y señalo hacia sus ojos.- ¿Escuchaste lo último que dije?
-¿Eh? Oh…uh…no, perdón.- Se disculpó y buscó una excusa rápida.- Es que…estaba pensando que…en serio no creo que sea una gran pérdida porque no se nota.
-Créeme, niña, lo es. Por suerte, se me ha ocurrido algo que puede que nos salve el día de hoy.
-¿Qué es, señor Pines?- Preguntó su empleado.
-Súper-Halloween.- Sentenció.
-¿Súper-Halloween?- Preguntaron los más jóvenes a la vez.
-Así es. Como sabrán, la celebración es hoy. Todos los niños de Gravity Falls estarán disfrazados a la espera de recibir dulces pero ¿Por qué estar perdiendo el tiempo en esa tontería cuando podrían estar aquí? ¡En la Súper-Fiesta-Misterio de la Cabaña del Misterio!- Stan sacó de un cajón un fajo de volantes que le entregó a cada uno.- Quiero que vayan y corran la voz con estos. Repártanlos, péguenlos, láncenlos en el cielo, montados desde un avión… ¡Qué sé yo! Solo hagan que se esparza la noticia.
-Uh…sin ofender señor Pines, yo no creo que esta celebración sea tonta.- Dijo Soos.- Por algo la celebramos dos veces al año, porque es divertida. Pero aun no entiendo cómo hacer esta fiesta nos hará recuperar ganancias.
-Oh Soos, te falta comprender como funciona el negocio de la mercadotecnia.- Dijo Stan.- Los niños no son el público meta para esta fiesta, sino los que les siguen. Hablo de adolescentes y adultos, porque ellos son los que tienen los billetes. Sí, entreguen los volantes a cualquier persona con quien se crucen, sin importar su edad, porque independientemente de que estemos invitando a los más pequeños también, ellos deben acudir con sus padres para pedir permiso. Y los padres nunca pueden negarse a las peticiones de sus hijos y no tendrán de otra más que venir acompañándolos y ya que toda la familia este aquí ¡Ahí es que los haremos gastar! No podrán resistirse a comprar cualquier cosa. Disfrutando de la fiesta se les hará fácil librarse de un poco de peso de sus billeteras.
-¡Cielos señor Pines! ¿Cómo es que usted puede ser tan listo? Necesito aprender mucho de usted todavía.- Hizo una reverencia como si estuviera frente a su sensei, juntando ambas manos e inclinándose al frente.
-Tú lo has dicho, Soos.- Se mostró satisfecho.- Y ya que también dijiste que esta celebración te parece divertida entonces ten…- De todo su dinero sobre el escritorio tomo unos cuantos dólares y se los entregó al joven. Wendy vio como los dejaba en sus manos y ahora Soos los atesoraba como si fueran lo más preciado que le habían dado en el mundo. Oh, como deseaba ella tanto ese dinero.
-Te encargarás de comprar todos los adornos para la fiesta y Wendy se encargara de repartir todos los volantes.- Le quitó los volantes restantes a Soos y se los dio a la chica.
-¡¿Qué?!- Exclamaron ambos en señal de queja.-Um…está bien señor Pines ¡Prometo no defraudarlo en esta misión!- Soos lo saludo como un soldado a sus superiores, dispuesto a cumplir con el encargo recibido.
-Bien muchachos, ya pueden retirarse.- Soos salió de la oficina muy dispuesto a cumplir con el encargo dado mientras que su amiga salió más cara larga que cuando entró.
-¿Lo ves Wendy? Eres la favorita.- Volvió a insistir él.
-¿Soos, de que hablas?
-Stan te dejó el trabajo más fácil. Solo debes repartir volantes y ahora yo debo ir al centro comercial. No me quejo pero es algo que no me gusta mucho hacer. Tardare todo el día en conseguir estas cosas.- Miró hacia la lista que Stan le entregó también segundos antes.
-Uh…si quieres podemos cambiar.
-¿En serio?
-Claro amigo. Dame el dinero y yo te doy los volantes…- Soos pareció aceptar el trato. Wendy ya podía casi sentir la pasta verde sobre sus manos. Tantas cosas lindas de ropa que podría ver…Miró con emoción ese fajo de billetes que casi le era entregado pero a última hora Soos cambio de parecer y volvió a guardar el dinero.
-¿Sabes qué? Ahora estoy pensando que puede ser divertido. Digo, es algo tonto no querer hacer la tarea que Stan me encargó solo por no querer hacer unas cuantas compras. Es una tarea que me confió a mí después de todo y no quiero fallarle en eso. ¡Dijo que lo hizo porque esta celebración me parece divertida! Y hablo en serio Wendy. Imagina cuantas cosas novedosas podré encontrar para el Súper-Halloween de este año. ¡Qué emoción!
-Eh…pero las chicas tenemos más experiencia comprando. Podré tener todo lo que Stan pidió en un santiamén.- Intentó convencerlo.
-Lo sé pero…ahora pienso que si me quedo con los volantes tendré que hablar con las personas y…no soy muy bueno en eso, en cambio tú sí…Qué tal que hablo con chicas y yo…me pongo muy nervioso con ellas. Es decir…contigo no porque eres mi amiga y eres genial. No me importa hacer el tonto contigo pero…con los demás…- Se rascó la nuca siguiéndolo pensando.
-Oh vamos Soos…- Wendy le habló con un tono comprensivo.- No harás el tonto. Eres genial y lo sabes. Esta puede ser una oportunidad de que conozcas a alguien…
-No sé si estoy listo para ese paso…lo…lo siento Wendy. Prefiero quedarme con el dinero…
-Oh…esta…bien.- Dijo un poco decepcionada.
Salieron entonces cada uno a hacer su tarea. Soos tomó su camioneta y se marchó. Wendy por su lado tuvo que caminar.
"Genial".- Refunfuñó.- "Aunque supongo que prefiero hacer esto a estar en la cabaña. No hay clientes de todas formas…" Luego pensó que entregar volantes no era tan malo. Podía ir en busca de sus amigos y pasar el rato. Además para ese momento sus cólicos se habían marchado y eso la puso de mejor humor.
Los reto nombrar otro fic donde mencione en alguna ocacion que la prota o cualquier otro personaje femenino esta en sus dias :v
