Crepúsculo no me pertenece, tampoco la canción.


A diez centímetros de ti.

Respiro profundamente. Abro la vieja y sucia llave del lavamanos, cojo agua con mis dos manos y me la hecho a la cara. Respiro profundamente.

Esta aquí de nuevo, como cada viernes por la noche. Como cada viernes por la noche me repito que está mal, y aun así lo amo cada vez un poco más.

Salgo del baño, y lo veo. Sus ojos verdes, su piel sedosa, el rebelde cabello cobrizo.

—Se han peleado otra vez, —no fue una pregunta.

—Ya ni preguntas ¿verdad Bella?—me encogí de hombros.

— ¿Te sirvo lo de siempre? —Pregunto.

—No, hoy solo quiero desahogarme, ya sabes charlar, me gusta charlar contigo Bella, —sonrió y me sonroje. Sabía que me había dejado prendada con su sonrisa, como siempre.

—Tengo cara de ser tu psicólogo—Bromee, nunca diría eso de verdad, amaba demasiado su aterciopelada voz.

—No, tienes cara de mi mejor amiga— Escondí mi decepción y la cambie por una sonrisa. Lo escuche hablar.

— ¿Es un nuevo percing? —señalo mi ombligo.

—Si, lo hice la semana pasada en la tienda de Rose, —

La alarma de mi celular sonó.

—Termino mi turno. —Me quite el mantel y lo deje en el suelo.

—Aun no entiendo como terminaste sirviendo tragos en un Bar— Dijo mientras yo me salía de la barra, esperando que Emmett empezara su turno.

—Bueno, cuando no tienes padres y el orfanato te desecha es lo mejor que puedes conseguir, —No le puse demasiada importancia, me gustaba mi trabajo, sin él nunca lo hubiera conocido.

—Lo siento no debí preguntar eso, fue insensible de mi parte, — Se lamento.

—Hey, no hay problema. —Lo anime. Ya tenía suficiente con ver cada viernes sus ojos tristes.

El me tomo por los hombros y temblé—Sabes, Bella. Tú siempre me animas, me fortaleces, eres una gran persona Bella y definitivamente no mereces esta clase de vida, necesitas algo mejor, —Te necesito a ti.

Lentamente se acerco, a diez centímetros de mi rostro, de mis labios. Poso un inocente y delicado beso sobre ellos, mis rodillas dejaron de temblar y mi corazón empezó a palpitar aun más fuerte, tan solo ese sutil toque, me hizo sentirme como si estuviera flotando, en las nubes, en el cielo.

—Siento eso, —Dijo rápidamente.

—Yo también, —

Despues de todo a el le esperaba su esposa en casa.

—¿Quieres que te lleve a casa?, —Pregunto, con lagrimas silenciosas de mi corazón asentí.

Me abrazo por los hombros, casi rodeándome por completo.

—Ojala te hubiera conocido antes, —

Así, aunque estuviera solo a diez centímetros de mi rostro. Mi amor era tan lejano como diez años luz.


Bueno, esta viñeta esta basada en la cancion de la Oreja de Van Gogh con el mismo nombre.

PD- Mi amiga Marla (Marly asi le llamo, -la misma chica que me rompió el tobillo ) fue tan amable de escribir esto en la compu, ya que estoy enferma y me arden los parpados, por lo que solo puedo escribir en la libreta y no tengo nada que hacer.

Atte. Meriba