SasuHinaGaa.
Erase una vez
Hace mucho tiempo existía una princesa que vivía en el lejano Reino de Konoha, un lugar hermoso y próspero. Ella era preciosa, su piel era blanca como la nieve y sus ojos eran perlados como la Luna. Su cabello era de un hermoso negro azulado y era largo y sedoso. Era simplemente hermosa. Su nombre... Hinata Hyuuga. Hija del Rey Hiashi Hyuuga.
Como Princesa, debía ser el ejemplo de toda la familia. Su padre sabía que con su hija podría lograr muchas cosas, dado que era hermosa, podría darla en casamiento con cualquier poderoso príncipe o hasta con un rey, así que se había esmerado en darle el conocimiento necesario sobre todo lo que una mujer debía hacer y saber, y aún más.
-Padre, buen día -hizo una reverencia delante del trono de su padre- espero haya podido descansar bien.
-Sí lo he hecho -Hiashi hablaba con calma y normalidad.- Dime, ¿qué te hace venir ante mi presencia querida hija?
-Me preguntaba si tendría su consentimiento para ir a dar un paseo a caballo por los territorios cercanos.
-¿Estás tan aburrida en casa? Está bien -dijo después de una pausa- puedes ir. Pero tu primo Neji deberá ir contigo.
La princesa salió de allí a paso ligero. Quería, no, necesitaba salir de ese gran castillo y tomar aire fresco, no importaba si para eso debía pasar todo el tiempo siendo vigilada por su primo y guardaespaldas personal y fijo, Neji Hyuuga.
Se encontraban ya en los alrededores del gran castillo, cerca del nombrado "Bosque Encantado" por el terrorífico aspecto que tenía ese lugar.
-Niisan, ¿crees que el bosque esté realmente encantado?
-Hinata-sama debería dejar de creer en tonterías. El bosque no está encantado, son sólo supersticiones de la gente del pueblo.
-Pero han creado tantas historias fascinantes que supuestamente han sucedido en ese bosque, como la niña que fue perseguida por un gigantesco lobo.
-Se lo repito Hinata-sama -haciendo una mueca de fastidio- debería dejar de creer en tonterías. No es propio de la princesa de la poderosa familia Hyuuga.
-Lo que usted diga Neji-niisan. Pero el riachuelo del pueblo pasa también por el bosque, ¿no?
-Me lo imagino, ¿por qué?
-Pues no tendrá entonces miedo de tener una competencia conmigo por el bosque hasta el riachuelo.
-¿De qué está hablando Hinata-sama? Mejor volvamos al castillo. Hoy habrá un baile que su padre, el Rey, hizo para encontrarle un buen esposo.
-¿Eh? -Se retorció en su interior al escuchar esa oración "encontrarle un buen esposo".- Tranquilo, volveremos a tiempo.
Hinata corrió en su caballo a través del bosque dejando a su primo, y guarda, bastante alejado, escuchándolo gritar su nombre varias veces.
Los árboles pasaban rápidamente a su vista. El bosque era oscuro y los árboles sí que eran espeluznantes, comenzaba a pensar que no dejaría de creer que el bosque sí estaba encantado. Seguía corriendo en su caballo, ya llevaba un buen rato andando y no se encontraba con el riachuelo, ni con su frío primo.
-Me duele reconocer esto, pero creo que no fue una buena idea entrar en este espantoso bosque. -Pensó para sí mientras escuchaba un ruido de un caballo detrás de ella.- N-Neji-niisan, ¿eres tú? -Gritó a sus espaldas.
Dejó de correr para esperar a su primo cuando escuchó los galopes más cerca. Entonces apareció de la nada un caballo negro y encima un jinete encapuchado a quien, obviamente, no se le podía ver el rostro. Hinata gritó y dándole la orden a su caballo, corrió lo más rápido que pudo, corría y corría, pero no dejaba de sentir ese peso en su espalda. Era como si de un momento a otro esa cosa que la perseguía con furia saltaría sobre ella. Su piel bajo el vestido lo presentía también, no sabía si era por el pequeño corsé pero ya su respiración escaseaba y su corazón latía muy rápido. Entonces pasó lo que tanto temía, eso que la perseguía la tomó del caballo y cayó junto a ella en el frío y húmedo suelo del bosque.
-¡Suéltame! ¡Auxilio! ¡Un monstruo del bosque me ataca! -Hinata gritaba tan fuerte como podía, "eso" estaba sobre ella- ¡Ayuda!
-¿Quieres callarte de una vez? No soy ningún monstruo y tampoco te estoy atacando -quitando la tela que tapaba su rostro.
-¿Eh? Eres, un chico.
Hinata pestañeó un poco, no podía creer esto. Era un chico muy bien parecido. Su cabello era negro azabache, al igual que sus ojos. Y tenía un aire de misterio. Él la observó por un momento y se levantó ayudándola a hacer lo mismo.
-Sí, soy un chico. ¿Qué hace aquí la princesa? No me imaginaba que eras una chica de esas que son rebeldes y se escapan atravesando el bosque.
-¿Eh? No es eso -sacudiendo sus ropas y poniéndose de pie-. Estaba corriendo con mi primo y me perdí. Además, ¿quién es usted, y qué hace aquí? Y ¿cómo sabe quién soy?
-Demasiadas preguntas princesa. Debería volver a la entrada quizás su primo aún está allá. Es tan cobarde que ni se atrevió a entrar.
-No le permito que hable así de mi primo Neji. Usted no sabe nada -Hinata se apresuró a montar su caballo, ese pelinegro la ponía de los nervios.
-Es usted muy graciosa princesa -riendo estrepitosa y sarcásticamente-. Sé más de lo que usted cree. Venga, la acompañaré a la salida del bosque. Por suerte yo lo conozco muy bien.
Hinata calló. Sabía que iba a ser una pérdida de tiempo hablar con ese misterioso chico, ni su nombre le había dado. Además sabía que en cualquier momento frente a la presencia de el azabache su odioso tartamudeo volvería.
La ojiperla lo siguió por media hora más hasta salir del bosque y allí estaba su primo.
-Fue como él lo dijo, mi primo ni siquiera había entrado -pensó para sí.
-¿Se divirtió allá dentro Hinata-sama? ¿Y qué hace con este idiota?
-Sabes que aunque seas un Hyuuga no te tengo miedo. -Resopló el chico.- Además debería agradecerme, gracias a mí, su valiosa princesa está a salvo. Si hubiera sido por ti se hubiera muerto ahí dentro.
-¡Uchiha! -Neji estaba furioso- Deberías temerme. Lo sabes.
-¡Silencio! -Hinata tenía suficiente-. Parecen niños. ¿Uchiha, eres un Uchiha?
-No soy cualquier Uchiha, Soy Sasuke Uchiha, Conde de la tierra del Fuego, Princesa.
-Te espero hoy en el baile que se dará en el castillo real, puedes ir con la persona que quieras.
-Pero Hinata-sama, es un Uchiha.
-Uchiha o no, él me salvó. Nos habríamos evitado esto si me hubieras salvado. Es una falta de cortesía no invitarlo después de lo que hizo por mí. Es al caer el sol, Uchiha-san.
-Con gusto iré princesa -inclinándose y retirándose con suma calma-.
-Al rey no le gustará esto.
-Lo tendrá que aceptar al escuchar mis razones.
Ambos cabalgaron en silencio hasta el castillo, Hinata fue hasta su padre informándole sobre la invitación del conde Sasuke Uchiha. Su padre rechistó, pero tuvo que aceptar. No por nada se habían ganado el renombre de ser una "Noble" familia.
Las horas pasaron rápido, la princesa no quería estar en ese baile. Odiaba que su padre tomara decisiones como esas por ella. No sabía a cuántos chicos tendría que ver y conocer, y aún peor, bailar con ellos. Sus nodrizas la vistieron con un hermoso y vaporoso vestido color lila claro, haciendo un ligero contraste con sus hermosos ojos. Arreglaron su azulino cabello en un elegante moño y le dieron un ligero maquillaje en su rostro.
-Ya está lista princesa.
-Gracias Tsunade-san, si gusta puede ir al baile, en el closet está un vestido que compré especialmente para usted, vaya y diviértase un poco. Se lo merece por cuidarme todos estos años y enseñarme a abandonar mis miedos y a comportarme como una Hyuuga de verdad.
-Lo hice con gusto. Bien, baje y muéstreles a todos esos jóvenes lo hermosa que es. Yo iré por algo de licor, vamos Shizune -refiriéndose a la otra nodriza.
Hinata bajó hasta el Salón de festejos dejando a todos perplejos con lo hermosa que estaba. Saludó a todos los presentes con una reverencia y se sentó junto a su padre.
-Bienvenidos sean todos los presentes, especialmente los reyes y príncipes que han venido hoy. -Hiashi hablaba con modales extremos tan característicos de los Hyuuga- Espero que este tiempo sea de su agrado. Esta es mi Hija -haciendo con un gesto que Hinata se levantara y ésta obedeció- Hinata Hyuuga, deseo que ella esta noche pueda encontrar entre los presentes un buen esposo para ella. Sin más que decir, que el baile inicie.
Y así fue, el baile inició. Todos bailaban, el rey se levantó de su asiento para saludar a ciertos conocidos suyos, dejando sentada a una hermosa y enfurecida Hinata.
-Buenas noches Princesa, mi nombre es Hatake Kakashi, Rey de las tierras de Los Colmillos Blancos.
-Un placer conocerlo -sonrió forzudamente mientras veía cómo el peliplateado se iba.
-Princesa, Mi nombre, Namikaze Minato...
-"Mmm, otro chico más... no me apetece ni escucharlos, a todos les hago un gesto de reverencia. Han pasado ya varios, un tal Itachi, Sasori, Deidara, Shikamaru, Choji, hasta un chico que según la gente del pueblo dice que está encantado y en las noches de luna llena, se transforma en un zorro gigante.
-Hija no has bailado aún... -su padre se veía algo disgustado cuando volvió de saludar a sus conocidos y encontró a su hija sentada sin siquiera tener ánimos de nada.- Con el próximo que venga bailarás.
-Pero padre, en verdad no quiero hacerlo.
-Lo harás quieras o no. Es por el bien del reino y su crecimiento. Lo sabes.
-Princesa.
Hinata observó al chico, era algo pálido y su cabello era rojo, sus ojos eran de un azul turquesa y su mirada, su mirada era atrayente y desafiante. Su ropa era de un Vinotinto marronizado. Ella quedó prendada, viéndolo absorta.
-Soy Gaara del Reino de Arena. ¿Bailaría conmigo? -sus ojos veían con fuerza a los perlados de Hinata.
-S-sí -"ay no, el tartamudeo no"- Con su permiso padre.
El pelirrojo la tomó con una mano por la fina cintura, y con su otra mano tomó la derecha de ella. Hinata por su parte colocaba su mano en el hombro del pelirrojo.
-Dime Princesa, ¿estás de acuerdo con esto que hizo tu padre?
-En realidad, no lo estoy. Pero es el rey y debo respetarlo. Además, justo ahora estoy disfrutando de las repentinas decisiones de mi padre.
-Me caes bien.
-¿Eh? ¿Cómo dices? –Sonrojándose mientras sus perlados ojos veían a los aquamarina frente a ella.
-¡Sí! Como has escuchado. Eres diferente al resto de las princesas que he conocido, y me agradas. Creo que también disfruto de las repentinas decisiones de su padre.
-Disculpe Señor Pelirrojo, ¿me permite quitarle a esta hermosa princesa?
-¿Uchiha-san? –"Esto no me lo esperaba… y ahora ¿qué hago?
Notas: Ohayo (con voz de Shinigami-sama) espero q les guste este fic q obviamente es OOC demo me encantó la idea. ¿Qué dicen? ¿Reviews? Ahh Ya tengo PC wiiiii
