Lanzándonosalaaventura

Antesdenada,osdejoconunapequeñadescripcióndelospersonajesprincipales:

Matt Ishida(Matt): tiene una irresistible belleza ,de la que está orgulloso. Es alto, de 1,90m y de complexión fuerte. Tengo un cuerpazo gracias a la cantidad de deporte que practica, aunque sin pasarse como su amigo Tai. Tiene una espalada ancha y musculosa que, junto con sus marcados abdominales, vuelven locas a todas las chicas de su escuela (y de fuera también). Su cara es de rasgos aristocráticos, estilo Adonis griego, con facciones levemente afiladas, la nariz recta y pómulos y barbilla marcados por la elegancia y la sensualidad, además de sus labios finos y seductores. Sus ojos, de un azul índigo son como una tormenta, y cuando se enfado o está furioso( o ambas cosas), se vuelven negros como una noche sin estrellas. Su pelo es su mayor orgullo. De color rubio claro no muy largo y con el flequillo cayéndole suavemente sobre la frente, con un toque despeinado que le daba un aire rebelde. Lleva un aro en la oreja.

Mimi Tachikawa (Meems): aunque por fuera parece el vivo retrato de la inocencia con su belleza clásica, sus gestos y movimientos sensuales la delatan. Mide 1, un rostro ovalado, de facciones finas y armoniosas, muy delicadas, como de muñeca de porcelana; con una nariz pequeña levemente respingona, la curva suave de sus pómulos y barbilla, su frente amplia y sus labios finos y perfectamente curvados en un exquisito corazón. Posee unos ojos grandes y almendrados del color de la miel, enmarcados en un sinfín de largas y negras pestañas, que esconden un profundo fuego apasionado en su interior. Es de tez pálida que asemeja al terciopelo, cubierta graciosamente por multitud de diminutas pecas en la zona de la nariz y las mejillas; dándole un aspecto adorable y rebelde al romper con el canon de belleza clásico. Su cabello, antes castaño y por las caderas, es rubio como el trigo cayendo en suaves y gráciles ondas hasta más allá de los hombros. Es voluptuosa, de cintura de avispa y de piernas largas y esbeltas. Su ombligo va decorado con un precioso pircing de un conejito playboy.

TaiKamiya(Tai): Es alto, de 1,85 m y de complexión fuerte. Es el más corpulento de todos, con una amplia espalda musculosa, un tórax marcado y trabajado y unas piernas y brazos fuertes. Sus rasgos eran sumamente atractivos y varoniles, de modelo de Calvin Klein: nariz recta, frente amplia, pómulos altos y mandíbula marcada. Sus ojos enormes y almendrados eran de un color marrón azulado, y su pelo castaño oscuro corto estaba peinado en una pequeña cresta. Siempre llevaba pintada una amplia sonrisa amistosa pintada en sus finos labios.

MeganTakashiro(Meg): Es más bajita que Mimi (1,65m). Es delgada, pero muy voluptuosa, con unos pechos grandes de talla 95. Tiene unos ojos bastante grandes, de color negro enmarcados por pestañas espesas muy largas y de apariencia sedosa; y el pelo rubio, largo hasta la cintura y muy brillante completamente liso, con un degrafilado hasta las puntas combinado con un ligero flequillo recto; aunque a veces se lo tiñe de castaño oscuro y se lo riza en ligeras ondas. Su cara es la de una muñeca, de hecho, mucha gente la llama la Barbie, cosa que a ella le molesta infinitamente Su cara es ovalada, de pómulos altos y suaves , con una nariz ni grande ni pequeña ligeramente respingona y una boca muy bonita, de labios bien definidos, con una ligera elevación de las comisuras superiores. Lleva un pircing en el ombligo de dos bolas verdes, un secundario en la oreja derecha, dos secundarios en la izquierda y arriba un aro.

TakeruTakaishi(TK): es el hermano pequeño de Matt, pero a pesar de eso, es de la misma altura que él. Tiene la cara ovalada y la tez pálida, de rasgos más suaves y elegantes, pero sobre todo, muy sensuales y masculinos: su amplia frente, sus pómulos marcados, su fuerte mandíbula, sus almendrados ojos de un azul oscuro apagado, casi gris, una nariz recta y sus labios carnosos y seductores. Su pelo corto, de distintos tonos de rubio, dejaba caer el suave flequillo sobre su frente, peinado hacia la derecha. Le encanta el deporte, sobretodo el baloncesto, por lo que posee una complexión fuerte, una espalda ancha, un torso bien trabajado con marcados abdominales y unas piernas y brazos fuertes, aunque no tanto como Tai.

KeshaCooper(KeshoCop"Cup"): esta atrevida, desenfadada y guapa californiana viene de New Port. Es la más alta del grupo con su 1,75m. Todos la llaman la princesa de New Port. Sus rasgos son los de la típica modelo californiana. Cara ovalada, frente amplia, pómulos altos y suaves, nariz recta levemente respingona cubierta por pequeñas pecas al igual que sus mejillas, y cejas finas levemente arqueadas. Tiene unos grandes ojos almendrados de color gris azulado metalizado, enmarcados por largas y sedosas pestañas; y unos labios muy bien definidos y carnoso que le dan un toque seductor. Su pelo es ligeramente ondulado de color castaño muy claro y brillante, aunque suele tenerlo teñido de rubio dorado. Lo lleva con la raya en medio o a un lado, cortada a capas desde los pómulos y le llega a media espalda. Su cuerpo es esbelto y con un mar de curvas. Su piel es suave de un color melocotón claro. Tiene un tatuaje de una mariposa en la cadera izquierda y una pequeña rosa en el hombro derecho.

Edades:

Matt , Tai, y Sora: 18

Mimi , Izzy y Megan: 17

Yolei:16

Kesha, TK, Davis, Kari, y Ken: 15

Cody: 12

Mimi'sPov

- Rasssshhh…- Terminó de cerrar la última maleta con cierto esfuerzo. Se había despedido de sus padres el día anterior, por lo que ya no le quedaba nada más que hacer en esa casa. Se dirigió por última vez al enorme espejo de cuerpo entero de su habitación, que la había acompañado en los buenos y en los malos momentos y al que no vería hasta dentro de una semana, cuando terminaran de enviar sus cosas al piso que compartiría con sus dos mejores amigas en Odaiba, demasiado lejos de su hogar. Le pareció muy solitario parado ahí, en el medio de su habitación y sintió cierta tristeza al verlo vacío, sin vida al haber quitado todas las fotos y pegatinas que antes había en él.

La imagen que me devolvió el espejo era la de una joven exuberante de 17 años, de estilo clásico, elegante y sofisticado, con un vestido ajustado al cuerpo, hasta la mitad del mundo, azul marino y con un cinturón blanco para acentuar la pequeña cintura. Iba abrochado por delante, con grandes botones azules a un lado y escote en pico hasta el nacimiento de los pechos, de estilo de marinero y de manga corta. A juego llevaba unos ligeros guantes blancos con puntos negros, unos zapatos de tacón negros y blancos abiertos por delante y un pequeño pañuelo verde anudado al cuello. El pelo rubio caía en gráciles ondas por debajo de los hombros decorado con una pequeña pamela marrón con un lazo azul marino. Mis labios llevaban un suave gloss rojo que junto con un leve rubor y un poco de rímel y eyeliner, era todo mi maquillaje.

- Toc-toc-toc. ¿Me permite entrar, señorita Tachikawa?- Llamó uno de los mayordomos para terminar de llevar mi equipaje al coche.

- Por supuesto, pase- dije yo cogiendo mi bolso de mano rojo y saliendo de la habitación. Una vez fuera, una limusina negra me esperaba lista para salir a recoger a mis amigas y poder ir al aeropuerto todas juntas. Di un último vistazo a mi hogar y me metí en la limusina.- A casa de los Takashiro, por favor. En menos de cinco minutos nos encontrábamos delante de la casa de mi amiga Megan, una enorme mansión de construcción moderna y jardines pintorescos llenos de extrañas flores de todos los colores.

Megan esperaba sentada con cara aburrida encime de una de sus maletas, con cara de aburrimiento que se iluminó nada más ver la limusina. Inmediatamente cuatro mayordomos empezaron a cargar su equipaje en el coche. Llevaba una camiseta de tirantes azul turquesa, holgada dejando ver gran parte de sus pechos; recogida por una falda a la cintura con un leve tul naranja con estampados azules, amarillos y negros; un chaleco suelto azul rey y unas sandalias de jaula plateadas con un inmenso tacón. Su pelo larguísimo y rubio lo llevaba recogido en un coleta alta, dejando que el flequillo cayera libre por su frente, dejando a la vista unos preciosos pendientes de gota. Llevaba un suave gloss rosa, un poco de rubor, eyeliner, rímel y sombr azul. Abrió la puerta con un bolso marrón de piel estilo mochila.

- Buenos días Meems- me dijo con una alegre sonrisa a la que yo correspondí. Una vez acomodadas, el conductor se puso en marcha en busca de Kesha.

Kesha vivía en una lujosa mansión de estilo californiano, a la que se había mudado a penas dos años atrás. Me encantaba oírla hablar con ese acento tan característico. Era la niña buena del grupo con sus quince años. Su estilo era inocente pero tentador. Llevaba un vestido verde oscuro con estampado de flores amarillas y rojas, atado al cuello dejando la mitad de la espalda libre y una pequeña abertura a la altura del pecho. A partir de la cintura caía suelto. Lo llevaba con unas sandalias marrones romanas largas hasta las rodillas. El pelo lo llevaba teñido de color chocolate a mitad de la espalda, completamente liso y a capas con la raya en medio. Un suave rubor rosa a juego con el gloss y un poco de raya y eyeliner eran todo su maquillaje. Llevaba unos pendientes que colgaban en pequeñas lágrimas verdes y un bolso marrón pequeño.

- Buenos días- dijo con entusiasmo.

- ¿Y el pelo?- dijimos Meg y yo.

- Me lo teñí al principio de las vacaciones. Aunque creo que pronto me lo volveré a teñir.

- Tú piensa que la que es guapa está guapa de todas las formas.

- Señoritas hemos llegado al aeropuerto. Jim, Jb y yo facturaremos vuestras maletas. Vosotras id ya hacia la terminal que apenas queda tiempo para que despegue. -Con eso nosotras nos metimos entre la multitud del aeropuerto, siendo empujadas por cientos de personas. Cuando ya estaban a punto de llegar, un chico que iba corriendo chocó contra Meg, haciéndola perder el equilibrio, pero por suerte Kesh y yo conseguimos sujetarla a tiempo de evitar un buen golpe.

- Lo siento- dijo él sin detenerse.

- ¡Eres un auténtico estúpido además de tener unos modales pésimos!- gritó Meg con todas sus fuerzas.- ¿Para esto se empeñó papá en que fuéramos en un turismo en vez de en el jet?

Varias horas después, se habría ante nosotras una maravillosa vista aérea de Odaiba.

Al bajar del avión, nos dimos cuenta de que no teníamos a nadie para ayudarnos a descargar y llevar todas nuestras maletas y tuvimos que recurrir a nuestros encantos con un grupo de chicos japoneses.

En la puerta del aeropuerto, tuvimos que tomar un taxi. Cada vez me daba más cuenta de la mala idea que habían tenido nuestros padres al pensar que podríamos sobrevivir aquí en Japón solas. El taxi nos dejó delante de un exuberante edificio de 20 plantas. Tanto mis amigas como yo sonreímos al vernos de nuevo rodeadas de tanto lujo. Unos cuantos botones empezaron a subir nuestras maletas a el que sería nuestro piso, mientras nosotras nos encargábamos de llevar a cabo los últimos retoques en recepción.

- Aquí tienen la llave de su piso. Su padre ya ha pagado el alquiler de los primeros meses. Espero que lo encuentren todo a su gusto, pues su madre envió a vuestros diseñadores de interiores privados para decorarlo. Si tienen algún problema o avería solo tienen que llamar a este número- dijo entregándonos una tarjeta de visita- y subiremos a solucionarla lo antes posible. Espero que disfruten de su estancia en Odaiba.

- Nosotras también- soltó Kesh sin querer, dejando al recepcionista con cara de pocos amigos.

Cuando abrimos la puerta, nos quedamos impresionadas. Era como una mezcla de nuestras tres casas combinadas, con una cocina pequeña pero completamente moderna, un salón enorme con una pared ocupada únicamente por una enorme televisión de plasma y tres cuartos enormes con un baño para cada una. Todas las habitaciones tenían un armario que era como una pequeña habitación por sí solo, una chimenea, una cama de matrimonio con sabanas de seda, un escritorio y un rincón con dos sofás y una mesita de café.

Cada una cogimos nuestras maletas y fuimos colocando nuestra ropa, nuestros zapatos y todos los artículos de belleza. Acabé completamente agotada, al igual que mis amigas. Era la primera que tenía que hacer tanto esfuerzo por mí misma. Cansada, me puse mi pijama, consistente en unos pequeños pantaloncitos bombachos azul marino con lunares blancos, una especie de camisón de seda con encajes negro que cubría parte del pantalón y una bata de seda finísima ocre hasta el suelo; me quité el maquillaje y me senté frente a mi tocador a cepillar mi pelo cuidadosamente para irme a acostar. Inmediatamente caí en brazos de Morfeo.

Megan'sPov

Me desperté cuando, por la cortina que se me había olvidado cerrar la noche anterior, se empezaron a colar unos tenues rayos de sol, danzando grácilmente por mi cara. Me senté en la cama y miré en la mesilla de noche la hora que era.

- ¡Madre mía! Ya son las 7:00. Mañana alguna debe preocuparse por poner el despertador. - Me dirigí a la habitación de Kesha, y toqué suavemente a la puerta.- Kesh, despierta, ya es hora de prepararse para ir a clase.

- Voy- me respondió su voz levemente enronquecida por acabar de despertarse.

Despierta tú a Mimi, ¿vale?- y con eso volví a mi habitación. Llené la bañera con agua templada y unas cuantas sales aromáticas, y me sumergí en ella. A los 20 minutos, salí enrollada en una toalla y con el pelo aún mojado me puse mi uniforme, aunque su uso no fuera obligatorio. El mío consistía en una falda de novata, demasiado corta debido a que yo había crecido pero ella no, a cuadros verdes y azules marino con rayas rojas, botas mosqueteras negras hasta las rodillas, con un trozo de media sobresaliendo por arriba, a juego con el color rojo de las rayas de la falda; una blusa blanca por fuera muy ajustada y a medio abrochar por arriba y por abajo, una corbata estrecha con un alfiler plateado a medio anudar, una chaqueta de piel que me da un aire de Brooklyn. Me puse a juego una pulseras de plata cuadradas y un anillo dorado con forma de hoja. Me eché un poco de blush y gloss rosa y cepillé mi pelo, dejándolo liso y suelto con la raya a un lado. Cogí mi bolso marrón con todos los libros y salí disparada hacia la cocina para preparar un café con leche y azúcar y un tazón con cereales.

- Buenos días- Me dijo Kesh pasando por mi lado para alcanzar el frigorífico. Llevaba un un vestido de tirantes a cuadros escoceses verdes y azules y con la falda plisada a medio muslo, con la camisa de mangas cortas abullonadas perfectamente abotonada y ajustada, una corbata cruzada azul marino, bandas de pelo a modo de pulseras o brazaletes, un lazo de zapato atado a la muñeca, gabardina roja estilo vintage y unas manoletinas azules. Su pelo caía suelto y liso hasta la mitad de la espalda y llevaba el mismo maquillaje que yo.

- ¿Y Meems?

- Arreglándose, ya sabes cómo tarda.- Dijo mientras cogía el brick de leche y se hacía un cola-cao con galletas.

- Dios, ¿también me tengo que hacer yo el desayuno?- chilló Mimi. Venía maquillada igual que nosotras, con su pelo cayendo en ondas perfectas sujeto por una diadema amarilla. Llevaba un blazier azul marino con un cordón de tela al estilo de la corbata, un broche de lazo dorado una corbata cruzada de color azul marino, debajo una camisa de corte victoriano, y cubierto todo de lentejuelas estilo Argyle, un anillo con un corazón de tipo sortija, pulsera dorada con tachuelas rojas, falda plato azul marino con un lazo a la izquierda, tipo los años 50, con un broche de lazo encima del nudo del lazo de la propia falda rosa. Como siempre iba con un bolso rojo colgado del brazo.

- Me temo que sí.

- Da igual, ya compraré algo por el camino. Vámonos o llegaremos tarde.

Caminamos por la calle hechando profundamente de menos nuestras limusinas. Por el camino Meems se cogió un capuchino y un trozo de bizcocho en un Starbucks. Un cuarto de hora más tarde se presentaba ante nosotras la enorme Preparatoria de Odaiba.

- Guau…- dijo Mimi.- Está exactamente igual que como recordaba…- Mimi estuvo viviendo durante 8 meses en Odaiba debido a un traslado temporal de su padre a la ciudad cuando ella apenas contaba con 11 años.

Entramos como a nosotras nos gusta, llamando la atención. Moviendo las caderas sensualmente pero sin perder nuestra elegancia, como queriendo decir: aquí llegan vuestras reinas.

La Preparatoria de Odaiba era el colegio más prestigioso de todo Japón y ya solo el poder pagar la matrícula era una referencia del nivel económico que poseías. Había algunas excepciones, que eran 6 becados por cada curso. Cada clase estaba formada por un máximo de 20 alumnos y había un total de 4 clases por curso (A, B, C y D).

- Buenos días- dijo Meems en recepción. Somos las alumnas nuevas de este curso, todas extranjeras. ¿Podría indicarnos cuál es nuestra…?- Pero la secretaria ni siquiera la dejó terminar. Le hizo una seña con la mano indicando unas listas colgadas de la pared sin siquiera levantar la vista del periódico que estaba leyendo.

- Vaya educación que tienen por aquí- solté con desagrado.- Después de 5 minutos buscando nuestros respectivos nombres, al fin dimos con ellos. Con sorpresa, vimos que Megan y yo estaríamos en la misma clase.

- ¡Qué suerte tenéis, podéis estar juntas! Yo en cambio no voy a conocer a nadie.

- Verás cómo no es tan…- de pronto un chico castaño que venía corriendo me llevo por delante, lanzándonos a ambos al suelo. Quedé tumbada en el frío suelo con él encima, nuestros labios casi rozándose y nuestros cuerpos sin espacio entre ellos.

- Lo siento mucho, yo…

- ¡Tú otra vez!- él la miró extrañado hasta que cayó en la cuenta y comenzó a enrojecer.- ¿Es que siempre tienes que ir corriendo y golpeando a todo el mundo?- estaba roja de rabia por haber vuelto a hacer el ridículo delante de todo el mundo por su culpa. Pero mi furia desapareció al ver que sus ojos estaban levemente enrojecidos e hinchados, como si hubiera estado llorando.

Tai'sPov

Llevaba un día horrible. Despertarme por la mañana había sido un auténtico delirio porque solo se me venía a la cabeza que hoy volvería a ver a Sora después de su rechazo de ayer.

FLASHBACK

Por fin estaba en casa después de tres largos meses de verano y por fin le diría a Sora todo lo que sentía por ella. Sora siempre había sido mi mejor amiga, la chica con la que jugaba al fútbol, con la que gastaba bromas… hasta este año, cuando empecé a pensar en ella como en una mujer y no como mi simple mejor amiga. Me empezó a llamar su figura esbelta y espigada, de pequeños pechos, cintura fina y caderas anchas que daban paso a unas largas piernas; Sus enormes ojos de un color rubí, sus finos labios, sus facciones un tanto duras pero aún así femeninas, su nariz recta y su pelo suave y corto de color rojo claro, casi naranja. No sabía cómo había pasado, pero me había enamorado de mi mejor amiga, de Sora Takenouchi.

Después de casi perder el vuelo que me traería de vuelta a Japón y de haber atropellado a una chica, por fin estaba en Japón y había podido quedar con ella.

Sora venía hacia mí con una bonita sonrisa en su cara, su pelo lo llevaba un poco más largo, casi por los hombros, con un leve maquillaje rojo en sus labios y mejillas y venía con unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta ajustada blanca de I love NY, lugar donde había pasado ella las vacaciones.

- ¡Bienvenido a Japón Tai!- me dijo después de darme dos efusivos besos que hicieron que me sonrojara. Empezamos a hablar de las vacaciones de cada uno hasta que al final me lancé.

- Sora, tengo algo importante que decirte.- Ella me empezó a ver asustada.- Me gustas, no, no… te quiero.

- Pero Tai qué estás diciendo. Deja de decir tonterías.

- No son tonterías te quiero y me gustaría salir contigo.- dije ilusionado.

- Lo siento, Tai, pero solo te veo como un amigo… no hay química entre nosotros. Te quiero, pero como querría a un hermano.- Sentí como algo se desgarraba por dentro ante esa declaración.

- ¿No puedes darme siquiera una oportunidad? Te prometo que puedo hacer que te enamores de mí. Déjame intentarlo.

- Lo siento, Tai, no puedo. Después de lo de Matt no soy capaz de salir con ningún chico, al menos por un tiempo.

- ¡Pero lo de Matt fue hace meses! Además sabes que yo sería incapaz de hacerte eso…

- Pues aún no lo he superado. Lo siento Tai, mañana nos veremos en clase.- dijo levantándose.

- Sora…- susurré mientras notaba como mis ojos se habían humedecido. Con rabia, me quité las lágrimas de los ojos y volví a mi casa.

Esa noche fui incapaz de cenar nada y me fui directamente a la cama.

FIN DEL FLASHBACK

Me di una ducha, intentando alejar mis pensamientos del rechazo de Sora pero ni siquiera el agua fría me impidió olvidarme de eso durante más de un minuto. Me puse mi uniforme, consistente en un blazier de corte clásico con botones azul marino, corbata estrecha con un nudo simple a juego con la camisa, una gabardina militar, de tipo rebelde de los años 60 y unas deportivas Vans altas negras blancas y azules. Me puse el pelo en una pequeña cresta y con una sonrisa amarga, salí de mi cuarto a toda velocidad.

- Hola mamá. Hermanita- dije dándole un beso a cada una. Mi hermana Kari va al mismo colegio que yo, y ambos somos becados en deportes, yo como capitán del equipo de fútbol y ella como la de gimnasia. Mi hermana Kari es bajita y delgada, con tipo de bailarina y poco desarrollada. Su cara era ovalada de rasgos finos, con unos enormes ojos chocolates y una nariz respingona. Llevaba el pelo corto, a la altura de la barbilla de color castaño claro, recogido a un lado por una horquilla rosa. Llevaba un vestido de tirantes de su grado a la altura de la rodilla, a cuadros verdes y azules, una camisa abullonada de cuello redondo y una corbata azul a juego con el vestido. Encima llevaba el blazier del colegio azul marino, unos calcetines largos hasta la rodilla y unas converse negras un tanto desgastadas.

Me tragué rápidamente el desayuno y salí disparado con mi hermana Kari para no llegar tarde al colegio. Llegamos justo al tocar el timbre y ambos soltamos un suspiro de alivio. Kari se paró a hablar con sus amigos TK y Davis, sus dos secretos amores mientras yo me quedaba a esperar a Sora y Matt para entrar a mi clase.

Me apoyé en la pared del colegio cuando a mi derecha oí la risa queda de Sora, y cuando giré mi cabeza, la vida coqueteando con Joe Kido, uno de nuestros amigos. Pensé que eran imaginaciones mías hasta que vi como lo besaba apasionadamente, acercándolo más a ella.

Sentí como mis ojos se humedecían y salí corriendo mientras mi corazón se rompí en más pedazos si cabe.

Y volví a chocarme con una chica, pero esta vez tan fuerte que los dos caímos al suelo, yo encima de ella. Me sonrojé como un idiota al ver lo hermosísima que era y por unos minutos, no podía pensar en nada que no fueran esos enormes ojos negros y esos labios tan sedosos. Sentí como su pecho estaba fuertemente pegado a el mío y sin querer mis ojos se desviaron hacia su enorme escote que dejaba a la vista la cremosa piel de sus pechos y un sujetador negro de encajes. De pronto volví a la realidad, fijándome en su expresión de furia.

- Lo siento mucho, yo… -dije intentando disculparme.

- ¡Tú otra vez!- yo la miré extrañado hasta que caí en la cuenta de quién era al fijarme en su maravilloso pelo rubio dorado tan largo, y enrojecí más si eso era humanamente posible .- ¿Es que siempre tienes que ir corriendo y golpeando a todo el mundo?- de repente me miró fijamente a los ojos y su furia desapareció.

- ¡Tai, hermano! ¿Estás bien?- me dijo mi hermana que venía corriendo con TK, Davis, Yolei y Kari.

- Sí, siento haberte preocupado, Kari- dije mientras me levantaba y le ofrecía educadamente la mano a la desconocida, que aceptó mi mano de buen grado. V i como se empezaba a colocar correctamente el uniforme y limpiaba motitas de polvo invisibles a mis ojos.- Soy Tai Kamiya- me presenté con la primera sonrisa sincera en toda la mañana y ofreciendo mi mano para que la estrechara.

- Encantada, soy Megan Takashiro- me dijo ella con una pequeña sonrisa mal disimulada. De pronto, se acercó a mí y noté como depositaba un suave y cálido beso en mi mejilla, dejándome atontado por unos segundos y haciendo sonreír a mi hermana Kari.- Y mis amigas son…- fue entonces cuando se dio cuenta de que sus amigas no estaban.- ¡No me lo puedo creer, me han vuelto a dejar sola! Voy a matarlas…

- No te preocupes, seguro que ahora volverán.- dijo mi hermana con una sonrisa da admiración- soy Kari Kamiya, la hermana de este patoso, aunque deberías verlo jugar al fútbol, te quedarías impresionada. Es el capitán y tiene a medio instituto detrás suyo. - Ah, no, eso sí que no, mi hermana no puede estar pensando lo que creo que está pensando.

- ¿En serio? Me alegro por todas esas chicas, pero me temo que yo no voy a ser una de ellas, no me van mucho los deportistas, demasiado sudor y esas cosas.- dijo disculpándose al ver por dónde iban los tiros.

- Pues es una pena.- cuando quise darme cuenta, las palaras habían fluído de mi boca, dejando a ambas impresionadas.

- ¡Meg, ya sabemos donde están nuestras clases! Unos chicos griegos muy amables se han ofrecido a enseñárnoslas. - gritó Kesh con una sonrisa en la cara mientras Mimi se llevaba una mano a la cara con resignación. - ¡Oh! ¿Estás conociendo gente? Encantada, soy Kesha Kanbara- dijo haciendo un pequeño gesto con la mano.- Y esta de aquí es Mimi Tachi…

- ¿Mimi, eres tú?- dijimos todos impresionados.

Y hasta aquí el primer capítulo. Espero que os haya gustado y que me dejéis muchos reviews, os lo pido. Me ayudan a seguir

Aquí os dejo un pequeño spoiler del próximo capítulo:

¿Esa era Mimi Tachikawa? No era posible.

Me parece que pronto no tendremos que preocuparnos por Davis- me dijo Kari, mientras veía con cara inescrutable como este estaba mirando embobado a Kesha.

Sentí que mis puños se cerraban fuertemente ante su respuesta.

- Es muy guapo- dije después de mirarlo durante unos segundos.

- ¿Te gusta?- me dijo mirándome fijamente a los ojos, intentando descifrarlos.

- No.- dije desviando la cara sonrojada ante la intensidad de su mirada.