Summary: ONE-SHOT/ Dean piensa sobre todo lo que les ocurre, sobre todo lo que les ha pasado y sobre todo lo que les puede pasar. Pero sobre todo, piensa en Jo.
Lo que os dejo a continuación ocurre por culpa de las canciones Late Goodbye de Poets of the Fall y Driving Nails de Demon Hunter, al recordarme a mi tan adorada OTP Chestervelle *llora*
Disfrutadlo y no olvidéis dejar una review!
Apretó las manos contra el cuero del volante del Impala, dejando que éste chirriase bajo el sudor que acumulaba en ellas.
Llevaba bastantes horas conduciendo, pero eso no le molestaba.
Siempre le había gustado conducir, incluso de madrugada. De hecho, especialmente de madrugada.
Miró al salpicadero. El pequeño reloj luminoso no marcaba más de las 4, y a juzgar por el estado de la carretera, andarían perdidos a medio camino entre Alabama y Tennessee.
En el asiento trasero solo se oía la tranquila y pausada respiración de Sam. En los viajes nocturnos, no le gustaba dejarle conducir a solas, pero esta vez no había podido competir contra el sueño.
Aunque Dean lo agradecía.
Resopló con una pequeña sonrisa en los labios, mientras volvía la mirada a la oscura laguna de asfalto que se extendía frente a él.
Y por un momento la sintió.
Como si una rafaga de viento helado hubiera entrado en el coche, Dean notó aquella vertiginosa sensación que siempre quería evitar. Sacudió la cabeza, buscando despejarse, pero no lo consiguió.
" Ella no está, y no va a volver"
La voz de aquel fatídico dios egipcio retumbó en su cabeza, repitiendo con un horroroso eco esas palabras que hacían más real aquella terrible pesadilla. Notó que su respiración se le había acelerado, pero no se alarmó.
Nunca se lo había confesado a Sam , pero en el fondo , Dean no había asumido su muerte.
Para él , ella seguía en la Road House con Ellen, sirviendo copas y ganando al póker a cazadores borrachos y con ganas de diversión. Borrachos a los que ella despacharía antes de acabar una sola cara de Led Zepellin.
Dean no pudo evitar sonreir con la vista clavada en la carretera.
''Jo''
Le parecía increible como algo tan pequeño como una sílaba le podía provocar tantas emociones, y tan contradictorias.
Aquella maldita rubia...
Dean comprobó con una mirada rápida que Sam seguía durmiendo, de hecho casi roncando.
-Jo- se permitió susurrar, en un suspiro. Como si fuera un secreto que llevaba demasiado tiempo queriendo gritar.
Habia pocas cosas que Dean había lamentado no hacer a lo largo de su vida.
Una era haber conservado más recuerdos de su madre, otro fue no probar la tarta de aquella gasolinera de Oregón, que luego resultó ser la mejor de América.
Pero la peor y la que más le pesaba de todas era no haberselo dicho Jo.
Aquella noche, con el famoso ''discurso de la última noche'' creía haberselo dejado ver, pero ella no le había defraudado con su testarudez, y le había dejado con las ganas.
Cuando la tuvo entre sus brazos, todo a su alrededor sangre y oscuridad, supo que ella lo sabía, y que sentía la misma impotencia que el al mirarla a aquellos ojos castaños y saber que no volvería a verlos.
Y por último en aquella fría habitación, separados por un fino circulo de sal, supo que le costaría encontrar a alguien así.
O que tal vez no lo encontrase.
Aun asi, una pequeña parte de su mente no descartaba la idea de acercarse a un cruze y tener una charla con algún que otro demonio...
Pero de momento, el mayor de los winchester tenía otros planes.
El Impala rugió sobre el asfalto de una fría carretera a las afueras de Nashville, mientras el sol comenzaba a hacerse ver en el horizonte.
