Reencuentros y reconocimientos

En el andén 9 y ¾ no cabía una aguja de tanta gente que había.

Familias que acudían a despedir a sus hijos para manarlos a la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería.

Una joven pelirroja; con unos preciosos ojos verdes esmeraldas estaba quieta en medio del andén; escudriñando entre la multitud en busca de sus amigas.

Se llamaba Lily Evans; y estaba a punto de empezar su sexto y penúltimo año en el colegio de magia.

Durante el verano; había recibido una lechuza comunicándole sus calificaciones en los TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria); sobraba decir que había sido una de las mejores de su año; pues era muy inteligente.

Una leve sonrisa se esbozó en su rostro cuando vio a una de sus mejores amigas caminando hacia ella; con sus andares sensuales; que la hacían provocar; incluso en contra de su voluntad.

El cabello rubio de la muchacha caía por su espalda recogido en una larga coleta; y tenía sus ojos, verdes azulados, entrecerrados con maldad.

-¡Hola Lils! –dijo saludándola muy contenta.-Este año le vas a hincar el diente a Potter-dijo mirándola de arriba abajo-Estás guapísima.

-No le hace falta estar guapa-dijo una chica que había aparecido a su lado; era morena, y bajita; pero muy guapa; con sus ojos de color miel enmarcaos por su rizada melena castaña oscura.-Él babea por ti, cielo.

Eran sus amigas; Nathaly y Emily. Amigas desde primer año; cuando se habían conocido; el primer día de curso.

---------------------------------Flash-Back-------------------------------------------------

Una niña pelirroja estaba sola en el andén, cuando una chica muy guapa, con una preciosa melena dorada se le acercó.

-¿Estás sola?-preguntó con amabilidad.

-Si-dijo ella un poco avergonzada.

-Pues yo también¿que te parece si vamos juntas?-dijo la rubia-Por cierto; me llamo Nathaly Thomas.

-Yo Lily Evans; encantada.-y se estrecharon las manos.

Habían entrado el tren y habían encontrado a una chiquilla pequeña; llorando.

-¿Qué te ocurre?-preguntó Nathaly.

-Un chico rubio me amenazó con pegarme si no le daba mi almuerzo-dijo la niña.

-Venga, no llores-dijo Lily.-Nosotras estaremos contigo.

La niña las miró y sonrió.

-Me llamo Emily Watson;-dijo secándose las lágrimas.

-Nosotras somos Nathaly Thomas y Lily Evans.

Se conocieron a lo largo de la tarde; y al finalizar el curso ya eran como hermanas.

--------------------------------Fin Flash-Back----------------------------------------------

Se miraron entre ellas. Las tres habían pensado lo mismo. Lo suyo era compenetración total.

-Bueno, entremos en el tren-dijo Nathaly-O a este paso no encontraremos más andén que con los engreídos de Potter y su grupito.

Emily soltó un bufido de gata enfadada.

-Cállate, Naty, que a Emy le mola Remus-dijo Lily sonriendo cuando se sentaron en su compartimiento.

Emily la miró furiosa.

-En realidad, Remus no es tan… tan… tan… Bueno, ya sabéis como los otros dos-dijo Nathaly con una mirada picara.

-Como si ahora me fueses a negar que te mola Black-le dijo Emily a Nathaly con agudeza.

Esta enrojeció hasta las orejas.

-¡Eso no es cierto!-dijo ella furiosa-Hay que reconocer que es guapo…

-Y está bueno-aportó Emily.

-Y tiene buen culo-apuntó Lily con agudeza.

-Pero eso no quiere decir que a mi…-sus amigas la miraron de forma acusadora-Bueno, vale, para que negarlo. Me mola desde primero; pero ya sabéis, es tan cabrón con las tías… Que no quiero nada con él.

-Tu también eres cabrona con los tíos, al fin y al cabo, nunca les has dado mucho corte-dijo Lily sonriendo.

-Ninguno de ellos era Black-dijo ella sonriente-Pero ahora que yo os lo he contado… ¡Reconoce que te mola Potter!-le dijo a Lily.

-¡Nunca!- dijo ella furiosa- Él si que es un cabrón-dijo Lily enfadada.

-A ver, cielo-dijo Emily con calma-Está loco por ti, y reconócelo; tu por él también.

Lily las miró perpleja.

-¿Tanto se me nota?-preguntó en un susurro.

-A ver, no se te nota, pero, por si no lo recuerdas, hace seis años que nos conocemos-dijo Nathaly sonriendo.

-Pero no quiero nada con él; porque ya sabéis como es; es un puto chulo, se cree el centro del universo… Y si cree que con esos humos voy a estar con él…

-¿Si cambiase saldrías con él?-preguntó Emily.

-Pues claro, me mola desde primero-dijo Lily con tristeza.

Las tres chicas se echaron a reír.

En un vagón cercano, se encontraban tres chicos. Se podría decir que eran los más codiciados del colegio; pero sus corazones estaban ocupados; aunque eso no les impedía, a dos de ellos, jugar con chicas como si fuesen objetos; pues no les importaban.

El más alto de los tres, un chico con el pelo negro, y unos ojos asombrosamente azules, estaba recostado en el asiento, con los pies en el asiento de enfrente, hablando con otro, un poquito más bajo, con el cabello negro azabache, de punta, y los ojos castaños. El tercero estaba recostado en otro asiento leyendo un libro; con sus grises ojos fijos en las páginas, y su castaño cabello brillando bajo la luz del sol.

-Cornamenta; ¿Tienes pensado entrarle a Evans este año?-preguntó.

-Sólo si tú le entras a la Thomas-le contestó el otro riéndose.

Remus cerró el libro de golpe.

-¿Qué te pasa?, Lunático-preguntó Sirius preocupado.

-Pasa que a ver cuando os dais cuenta de que esas chicas valen la pena, que no son cachos de carne; no estoy diciendo que ninguna lo sea; pero reconoced que estas os gustan de verdad.

Sirius y James se quedaron pensativos durante un rato.

Sirius no podía creer lo que le pasaba. Sabía que quería estar con la rubia; pues era preciosa; pero no era como las demás; en eso Lunático llevaba razón. A ella la… ¿quería? Debía ser eso; pues de otra forma le habría entrado antes; mucho antes; pero como no quería jugar con sus sentimientos; había decidido esperar a madurar; para poder valorarla como se merecía.

James, por su parte, sabía que Lily era la mujer de su vida, pero ella no quería saber nada de él. A veces, se odiaba a sí mismo, por ser tan arrogante; pero lo hacía para llamar su atención; aunque sabía que eso la desquiciaba. Y aunque había intentado cambiar; no era capaz; cada vez que se le acercaba la pelirroja, se volvía medio loco, e intentaba llamar su atención de cualquier forma.

Remus los miraba inquisitoriamente.

-Si, Lunático, estamos locos por ellas; pero ellas no quieren nada con nosotros-dijo Sirius.

James bajó la cabeza, abatido.

Remus se echó a reír y sus amigos lo miraron con reproche.

El resto del trayecto pasó de manera agradable, hasta que llegó el momento de bajar a la estación.

Las chicas se habían puesto sus uniformes de Gryffindor. Aunque cada una le había impreso su toque personal.

Emily iba, cómo no, con el uniforme impecable; con la camisa por dentro de la falda y las medias correctamente puestas.

Lily, por su parte, iba sin corbata y con las medias envueltas, a modo de calentadores.

Nathaly, sin embargo, tenía un cuerpo escultural; de modelo; y lo sabía; por lo que en diez segundos podía tener a medio Hogwarts embobado mirándola. Se desabrochó los tres primeros botones de la camisa; y la parte inferior se la ató por encima del ombligo. No llevaba medias, y la túnica la llevaba abierta, a modo de abrigo.

Salieron del tren, y vieron a los tres chicos más guapos de Hogwarts, que se habían quedado atontados mirándolas.

Lupin saludó a las chicas con un gesto de la mano; se llevaban bien; pues él y Emily, los más responsables de su año, eran prefectos de la casa Gryffindor, y se llevaban bien… demasiado bien.

Sirius, por su parte, le sonrió a Nathaly, con aquella sonrisa suya que la hacía derretirse.

Y James miró a Lily, con cierto embobamiento, y la chica, sin que él se lo esperase, le dedicó su dulce sonrisa.

Se acercaron unos a otros, y Emily y Remus, ante los asombrados ojos de sus amigos, se saludaron con dos besos en las mejillas.

Y caminaron juntos hacia los carruajes. Remus y Emily en medio, Sirius, que de vez en cuando le lanzaba furtivas miradas a las piernas de Nathaly, y James que todavía se sentía atontado por la sonrisa de Lily, caminaban al lado de Remus; y Nathaly, que era completamente consciente de las miradas que le dirigía el moreno; y Lily, que sentía un mariposeo en el estómago al tener a James a tan poca distancia; al lado de Emily.