*No me había fijado de los errores en el anterior archivo, para mí, que se subió correctamente. Se lo voy a volver a enviar a mi beta junto con los demás capítulos, porque de seguro metí las cuatro y no me fijé * Mientras, ya corregí más o menos el archivo.
Hola! ¡Mirad lo que traje! "Fragmentos de una vida perdida" dónde habrán traiciones, amor, amistad, de todo un poco. Dado que este es mi bebé, porque sí, es mi segundo Thuna, tuve mucho cuidado al escribirlo, ya que con esta historia estaría regresando al mundo del escritor tras 7 años de retiro. Bueno en las notas les tirare el choro mareador jeje gracias.
Me manejo desde el celular así que lamento si ven algunas fallas, agradecería me las hagan saber, mi intención es pulirme y solo con su ayuda lo lograré.
Les dejo la nota de la canción que me inspiró para este songfic.
Letra de la canción: Ecos de amor
Artista: Jesse y Joy
La historia fue beteada por la hermosa María Aguilera. Gracias bella, sin ti, mis ff, no quedarían decentes
Enjoy
Luna
Lo que empieza mal, termina mal…
¿Cuánto de verdad hay? ¿Cuántas mentira se puede disfrazar de bondad?
—Luna, él es Theodore Nott, no sé si te acuerdas…
Aquella chica nos presentó. Tus ojos conectaron con los míos al momento, me tendiste la mano y yo tontamente la tomé. Mi cuerpo se erizó al contacto. De repente a mi mente acudió el mismo sueño de todas las noches, las mismas interrogantes. Te vi fruncir el ceño, quizá debería parecerte una idiota pues llevábamos varios segundos tomados de la mano, pero, necesitaba comprobar si a mi cerebro se le daba la gana recordar, de dónde provenía el sosiego de esta sensación.
—Mucho gusto.
Retiraste tu mano al instante, incómodo. Me sentí dolida mas no le di importancia. Tu novia continuó presentándote a los demás.
Todos parecían conocerte, pero tú, solo mostrabas confusión, cómo si no pertenecieras al entorno. Tae se acercó terriblemente nervioso, lo conozco demasiado bien para notar sus expresiones. Lo miré con curiosidad, no le di importancia, seguimos con lo programado.
Mis labios intentan esbozar una sonrisa, al sinfín de personas que me saludan con familiaridad, y de las cuales yo, apenas recordaba. Sin quererlo me encontré nuevamente con tu presencia. Se te notaba tenso, quise ir a tu lado para brindar una salida a tu contrariedad y al menos entre los dos, sobrellevar la charla con gente que, al parecer, no conocíamos. La idea se fue así como vino. El tiempo pasó y comencé a aburrirme; no tenía tema de conversación y me sentía excluida, aunque todos parecían estar cómodos conmigo, menos tú. Me paré en una esquina de la habitación para observarte. Mi memoria me juega una mala pasada. En mi fuero algo explota: preguntas sin contestar, reclamos sin decir.
Se sentía tan extraño…
Desperté en la oscuridad sin dejarte de pensar. Sigue tu huella en mi almohada.
Estabas ahí, enfrente de mí, ajeno a mi presencia, ajeno a nuestros sentimientos ¿Qué nos pasó? Fue la incógnita siempre presente. ¿En qué momento nos olvidamos? Era la cuestión que, a gritos pedía mi alma responder, pero, yo no conseguía recordarte. ¿Por qué?
Veo tu rostro frente a mí. Siento que aún estás aquí. Todo mi cuerpo te extraña.
"Todas las noches tu rostro acudía a mi encuentro, en unos sueños dónde habían más que besos. Entonces, ¿Por qué otra persona está en mi lugar? ¿Por qué le sonríes así? ¿Por qué tus ojos parecen rehuir de mi mirada? ¿Acaso sientes lo mismo que yo? ¿Acaso te sientes igual de perdido que yo?.
Puedo ver tu sombra en la luna cuando mi memoria te alumbra.
—Luna, ¿estás bien? – me pregunta Ginny, sacándome de la epifanía de mis pensamientos ¿Por qué reclamaba? ¿Qué derechos tenía?
—Eh, sí— respondo a medias, tratando de entender, lo que mi mente quiso decirme minutos atrás.
—Es que de repente te perdiste en tu mente y mantenías tu mirada fija. ¿A quién veías? – intenta seguir el hilo de mis ojos.
—No seas paranoica Hermione. Solo me perdí en mis pensamientos por un momento – desvío la mirada un poco inquieta. Otra vez, esa sensación de que algo no estaba, de que algo faltaba.
Te carcajeas. No puedo evitar saltar al oír tu risa, una que me es muy familiar, cómo un pirata al canto de la sirena, me siento atraída hacía a ti.
Ya están desgastadas todas las palabras. Lo que queda entre tú y yo no le alcanza al corazón.
Me detengo. El corazón me late al mil. No entiendo. ¿Por qué? Esa maldita pregunta no me deja en paz. Observo a nuestros amigos. Están tensos. La reunión de instituto no está marchando bien. ¿A que le temen? Tantas preguntas sin respuestas, y aquí sigo, encandilada por tus ojos.
Y desde mi pecho, suena tu recuerdo. Todo lo que fue de los dos son ecos de amor.
Mis amigos te saludan. Logras conversar y tu cuerpo se siente cómodo. Puedo notar que de alguna manera, el círculo te es familiar. Tus ojos brillan al verlos, pareciera que llevas años sin cruzar palabra con ellos. Les veo volverse hacia a mí, me señalan con la cabeza, me sonrojo al instante. Nunca he podido evitar el nerviosismo ante la gente. Tu rostro ya no sonríe, pareciera que me estudias. Te siento observarme con cada poro de mi piel. ¿Qué me sucede? ¿Por qué aun cuando mi memoria no te reconoce, mi cuerpo te recuerda? ¿Quién eres?
Veo a Hermione y a Draco tensarse. Niegan con la cabeza. Parece que discuten algo. No logro entender qué. La cabeza me duele. Esto viene pasando desde hace unos meses, desde que tu rostro acude cada noche.
Estoy perdiendo la razón. Me hablas en cualquier canción. Tu nombre está en cada palabra
Tu novia te sonríe. Devuelves tu atención hacia ella. Siento una punzada en el corazón. ¿Qué me está pasando? ¿Por qué de repente deseo tirar de ella y alejarla de tu lado, cómo si estuviera usurpando mi lugar?
Estás tan cerca y tan lejos. Me aferro solo a un reflejo. Te pierdo.
No aguanto tanta confusión. Tomo rumbo a la cocina. Sin querer escucho discutir a Hermione, Draco y a Harry.
— ¡Con un demonio, se suponía que Jungkook no vendría!— susurra Draco con tono desesperado.
—No podremos sostener más mentiras, en algún momento tenía que suceder— Harry se oía cansado, resignado a que la bomba estallara.
—Estamos perdidos, jugamos a ser dioses y mira los resultados. Nuestro barco de mentiras está a punto de hundirnos…
Ya están desgastadas, todas las palabras. Lo que queda entre tú y yo no le alcanza el corazón.
La cabeza comienza a punzarme. Miles de recuerdos explotan en mi mente: un cuerpo sobre el mío, ansiando la culminación del placer; unos labios buscando, de manera desesperada, sonsacarme una respuesta; la sonrisa de un rostro que, al fin, tiene un nombre Theodore…
—Vámonos, huye conmigo…
Otra vez esa voz, esa sonrisa seductora, esos ojos que prometen hacer arder tu paraíso terrenal, en el mismo infierno de sus manos. Aquel que está en una esquina de la habitación, sonriendo felizmente, mientras yo, de alguna manera eh dejado de vivir para sobrevivir ¿Cuánto me han quitado? ¿Cuánto he perdido por cuenta propia?
¿Deseaba la respuesta? ¿A cuántos dañaría por un poco de información sobre mi vida?
Necesitaba aire.
Camino sin fijar rumbo, intentando aclarar mi mente sobre mis contrariados sentimientos. El cielo gris y la brisa fría, anunciaban las desgracias. Quizás debería dejar todo en paz y seguir ignorando sobre mi accidente.
Los recuerdos aún estaban desfragmentándose en mi mente. No entendía nada. Todos esos destellos de una persona que parecía ser yo pero que no sentía como tal. ¿Quién era hace tres años? ¿Qué sucedió después? ¿Por qué mi cuerpo sentía la gravedad del espacio arrastrándome hacia él? ¿Estaba alucinando, y las pastillas estaban contribuyendo a mi ya, muy confundida realidad? ¿Por qué diablos me dolió ser ignorada por su presencia?
— ¿¡Qué me está pasando, con un demonio!?—
Entonces lloré. Lloré cómo un niña desesperada porque no sabe la respuesta a un problema matemático. Lloré cómo una niña que le quitan su muñeca. Lloré cómo a quién se le va el ser amado. Y, justo en ese momento, lo entendí. Entendí que me habían quitado algo, que me lo arrebataron sin importar lo que a la Luna de hace tres años, podría sucederle después. Entendí que a la mujer de hace tres años, la mataban en vida.
Las lágrimas volvieron a aparecer amargamente. Me dolía la vida, me dolía el alma, me dolía el corazón. Algo no estaba bien en mí. La memoria perdida iba y venía, y, simplemente, tenía miedo de todas las respuestas. Pero a lo que más temía, era al significado de su esencia rota, reconocida por mi propia alma.
Otro destello, ya no quería recordar.
Hiperventilaba. Toda la maraña de mentiras se estaba cayendo, y, al parecer, las personas en quienes más confiaba, tenían algo que ver. Más recuerdos estallaron en mi mente, dándome la epítome de mi vida. Sus gestos, sus besos, las noches clandestinas, sus ojos llorosos, un coche, un perro, un accidente, una mujer, un arma y luego todo obscuro. Un hospital y una nueva vida para ti… para mí. ¿Qué nos habían quitado y por qué? ¿Qué no encajaba ahí? Más estallidos, tú y yo, sonriendo, viviendo, amándonos...
—Theodore, el punto de venir de camping, era mirar un poco del universo.Él simplemente lo observaba con devoción, no podía negar que ya lo amaba.—Luna, mírame —la aludida dejó de mirar las estrellas y asentó el telescopio, se acercó a él y dejó que la abrazara, Theodore atrajo su rostro y unió sus frentes.— ¿Qué sucede?—preguntó— Nada—suspiró, le dio un beso tierno sin dejar de verlo.— ¿Qué tanto me vez? —la intensidad de su mirada comenzaba a ponerla nerviosa—Me gusta mirarte — respondió con ternura, después de unos segundos de silencio prolongado, añadió — Y no necesito mirar el maldito cielo, cuándo en tus ojos encuentro el universo entero…
Las lágrimas se volvieron incontrolables. No quería más imágenes en su cabeza yendo y viniendo. Tenía ganas de desaparecer, de acabar con el sufrimiento implícito, ocasionando por las buenas intenciones de terceros. Lo que fue, ya no sería más, y tampoco había oportunidad. En ese momento, su yo interno lo aceptó: su vida había acabado en ese accidente y la de él también.
Tan sumida estaba en sus pensamientos, que no oyó los pasos acercarse.
— ¿Qué nos hicieron?— Preguntó con melancolía.
La brisa abrazaba a la vida robada, en espera de una segunda oportunidad.
—Lovegood...
Y desde mi pecho suena tu recuerdo. Todo lo que fue de los dos son ecos de amor.
Espero que les haya gustado (=.
Estará constatado por 4 fragmentos dando paso final a la novela en si, el primero es Luna, segundo Theo, tercero serán las parejas designadas muajajajaajaja .
Por sobre todo, agradeceria que si llegarán a ver errores, me los hicieran saber, ya que deseo mejorar.
Agradezco a quienes leyeron el borrador y me dieron sus opiniones, me gusta tener más de una visión alterna y leer sus diferentes puntos de vista me ayuda mucho Fuera de eso esperen por el fragmento de Theo que estaré subiendo próximamente ️️
