Declaimer: los personajes no me pertenecen si no a Tomoko. Sama

Mi querido vecino.

Llevaba varios días viéndolo desde el balcón de su segundo piso. Sunako se sintió mal, como si hubiese cometido alguna falta---"eres una pervertida"—se dijo—pero no podía dejar de mirar el patio de la propiedad vecina y la piscina que había pertenecido a su mejor amiga, donde tantas veces se había bañado, sin embargo, ahora era de ese molesto vecino.

El joven que ahora disfrutaba del agua era alto, delgado pero musculoso, y nadaba con gran precisión, lo observo detenidamente y a la distancia le pareció muy atractivo, pero lo odiaba con todas sus fuerzas. Si, el y su familia eran los culpables de que Noi-chan, su mejor amiga, haya abandonado la vivienda y que ahora vivía en un departamento—"prácticamente encerrada"—comento para si—y ya no podría gozar de aquella piscina en este caluroso verano, ella también había quedado sin los refrescantes baños y las fiesta en la piscina que organizaban a menudo.

El tipo, en cambio, tenia la piscina para el solo, "esto es muy injusto, ese patán disfrutando y yo aquí, muerta de calor" protesto en su mente, alzo su puño mientras maldecía a su vecino.

--¡Puedes irte a la porra!—le había gritado inconscientemente, de inmediato se escondió al darse cuenta de lo que había dicho, el joven, que había escuchado, se giro y amistosamente le hizo señas de saludo. Sunako entro a su habitación rápidamente, su ira desapareció para luego sonreír divertidamente.

--¿Qué se habrá creído?—exclamó con algo de amor propio lastimado, pero de buen humor--¿Acaso quiere que seamos amigos? ¡No sabe con quien esta tratando!

--¡vecina! ¡Vecina!—la voz de el, sensual y varonil, llego a gritos desde el exterior--¡Oye! ¡Asómate a la ventana!

Se puso seria y salió nuevamente al balcón, el estaba sentado al borde de la piscina y le hacia señas.

--¿Porque no vienes a refrescarte un poco?—la invitó, sonriendo.

--¡Ni aunque estuviera loca me bañaría con una criatura brillante como tu!—y entro en la habitación, cerrando el ventanal y corriendo las cortinas.

--¿criatura brillante?—se pregunto—que chica más interesante.

El ruido de una moto sorprendió a Sunako cuando intentaba ver a través de la pared, el patio de su vecino, cuando volteo se asusto y cayó de espaldas, era aquel molesto y apuesto vecino que aceleraba sin piedad haciendo retumbar las ventanas de la casa.

--¡Te invito a dar una vuelta!—exclamo, ella se levanto sorprendida—vamos.

--¡¿quieres apagar ese ruido de una buena vez?!—le grito, el apago el motor y se disculpo por el ruido.

--por cierto, me llamo Takano Kyohei, quisiera que me acompañaras—dijo extendiéndole la mano y sonriendo, dejando cegada a Sunako.

--no, gracias—replico con indisimulado desprecio—tengo cosas más importantes que hacer como para estar con una criatura brillante como tu.

Y le dio la espalda para evitar que viera su sangrado nasal, "que ser tan brillante, me derretiré sino me voy ahora mismo"—dijo para sus adentros, el chico dijo algo inaudible y acelero, por l que ella se volteo y vio como la moto estaba apoyada solo por la rueda trasera, salió disparado como un rayo, ella se llevo las manos a la boca y lo vio alejarse por la calle.

--si te matas, estúpido, es tu decisión—murmuro intentando no parecer preocupada, en esos momentos pensó que, aunque guapo, era un irresponsable. "espero que no le pase nada".

Pasó varios días reflexionado y al fin comprendió que su vecino no tenia la culpa de nada y que ella se estaba comportando como una cría. Miro a sus maniquíes y la tv, que estaba pasando una película de terror, quizás lo invite algún día.

--oye, chica tenebrosa—llamo el chico, odiaba ese sobrenombre, lo miro con enfado--¿quieres salir conmigo?

--ni loca, criatura brillante—respondió, la semana pasada la vio venir de la escuela con su disfraz de bruja, estaba encantada de mostrar su vestimenta ya que todos se asustaban al verla pasar, pero el fue el único que se rió, fue algo bochornoso, a partir de ese momento la nombro "la chica tenebrosa".

--¿y si me preparas esos ricos camarones fritos que tanto me gustan? Me muero de hambre—comento, ella no podía negarse, estaba claro que amaba cocinar, no importaba para quien era siempre y cuando le gustara.

--Pero será la ultima vez que te lo prepare—dijo, entro a la casa seguido por Kyohei, quien no le sacaba un ojo de encima.

Habían pasado toda la tarde juntos, entre comentarios y burlas de parte del rubio y regaños de Sunako, no se dejaban de mirar y pareciese que se comerían a besos.

--Nakahara Sunako—dijo de repente--¿sabes una cosa?—acomodándose en la hamaca de la terraza—Tu eres la única chica por la cual me siento atraído.

--¿eh?—se sonrojo—para serte sincera, te odiaba—confeso—por tu culpa mi mejor amiga se tuvo que mudar.

--se te notaba por tu mirada de maldad, aunque me hacia gracia—dijo, puso un semblante serio—mi familia tuvo que trasladarse de Okinawa porque mi padre tenia asuntos en Tokio y por las constantes chicas que me acosaban, pero me han dicho que regresaran.

--¿te iras también?—pregunto temiendo la respuesta, ya se había acostumbrado a pasar tiempo con el ser brillante sin desangrarse por la nariz ni desmayarse, veían películas de terror juntos, comían cuanto plato se les ponía al frente, jugaban video juegos e iban a ver lucha libre. Estaba consiente de que no era un mujer muy femenina pero a Kyohei no le importaba.

--no lo creo—fingió una sonrisa pero Sunako lo noto, el intento evitar el tema, si bien no era una dama, para Kyohei, Sunako era lo más importante en su vida y aunque nunca lo admitiría, la quería y mucho. Ella sintió un vuelco en el corazón y un dolor punzante atravesó su pecho, quizás nunca lo volvería a ver…

Y estaban, dos semanas más tarde, en la hamaca de la terraza, balanceándose como solían hacerlo, ella tenia una perspectiva diferente del, siempre tan atento, fuerte, valiente y poseía un aire de libertad infinito que se hacia notar cuando montaba su moto y corrían en dirección a la playa, entonces ella se aferraba a su espalada y pretendía tener miedo para poder estar más cerca de el.

--Sunako—le llamó Kyohei.

--mph—emitió medio adormilada, apoyada en el hombro de Kyohei.

--¿te gusta pasar tiempo conmigo?—pregunto con una mirada triste, observando el horizonte.

--¿Por qué lo preguntas?—mirándolo a los ojos, noto que algo andaba mal.

--solo responde—pidió.

--por supuesto que si—contesto alegre, pero cambio su cara al ver pararse a Kyohei.

--¿Qué te pasa criatura brillante?—asustada—estas raro.

--no es nada—y bajo la cabeza, desviando la mirada.

--yo esperaba que hoy…--se atrevió a decir, tomando la mano del joven, pero este la rechazó suavemente—tu y yo…--se sonrojo a pesar de que el saco su mano.

--…--el no dijo nada, simplemente se quedo parado viendo el atardecer.

--es mejor que te vayas—Sunako se sintió muy mal, se levanto de la hamaca –es muy tarde—desviando la mirada triste para que Kyohei no la viera.

--si, creo que si—se puso pálido y temió ver a la pelinegra a la cara, no quería verla triste o no lograría contenerse.

Y creo...que no deberíamos volver a vernos—sentía tanta rabia, había hecho el ridículo, ella queriendo confesarle sus sentimientos y el la rechaza.

--si quieres, si—dijo sin interés, ella enfureció aun más, ¿pero es que acaso estaba fingiendo? Creía que ellos tendrían una relación muy estrecha pero se había equivocado. Solo se burlaba de sus sentimientos y jugaba con ellos. No pudo contener más su ira.

¿Sabes que más?—le grito con furia-- ¡vete al demonio!

Pasaron varios días antes de que lograra controlar su furia, pero el dolor aun seguía, recordó con tristeza cuando le confeso sus sentimientos a ese chico y lo que recibió como respuesta fue un "odio a las chicas feas" desde entonces se encerró en su mundo de oscuridad hasta la llegada de su vecino, pero las cosas no cambiaron, Kyohei también le había rechazado, no quedaba nada más que sumergirse nuevamente en la oscuridad y las películas en compañía de sus amigos maniquíes.

--Sunako, te buscan—dijo su mamá.

--ya voy—respondió, aunque realmente no estaba de humor.

--hola—dijo el rubio cuando Sunako se asomo a la puerta--¿damos un paseo?—le paso el casco que ella recibió con aparente indiferencia.

Recorrieron el camino a la playa lentamente viendo el ocaso del atardecer, Sunako no se aferro a Kyohei, miraba con tristeza el paisaje y se preguntaba por que el chico era así. Mientras que el pensaba en como disculparse con la chica.

---Sunako—le llamo—siento lo de la otra vez, ella levanto su vista.

--no importa—y sonrió como no lo había echo en días, se aferro a su espalda apoyando su cabeza en ella, el rubio sintió la calidez de Sunako y le miro con ternura.

Apago la moto y se apoyo en ella mientras veía hacia el mar, Sunako empezó a templar y el le abrigo con su chaqueta, se miraron por un instante que pareció ser una eternidad para ellos.

Se sentaron en la arena, en silencio observaban el mar, disfrutando la compañía del otro, ella recargo su cabeza en el hombro del chico, y el con timidez la rodeo con sus fuertes brazos.

--Kyohei—murmuro, el la miro sorprendido y sonrojado, nunca le había llamado por su nombre—te vas, ¿cierto? Por eso actúas así—sin dejar de mirar al frente, sintió la tensión del chico a través de su brazo.

--si—respondió amargamente—mi padre me ha dicho que teníamos que volver por unos negocios—comento, la miro pero ella estaba cabizbaja—no quiero irme.

--…--lo miro sorprendida con lágrimas a punto de salir--¿Por qué?

--porque te quiero—confeso finalmente.

--¿me quieres?—pregunto un tanto nerviosa—pero el otro día…

--estaba molesto porque me dijeron que teníamos que irnos—declaro—disculpa si me desquite contigo.

--no…no tiene importancia—sollozo un poco, el rubio le limpio las lagrimas y lentamente se acercaba a ella, sus miradas se cruzaron y sintieron que no había nadie a su alrededor—te quiero Kyohei—susurro, cerraron sus ojos y sus labios se rozaron sintiendo una gran corriente eléctrica, miles de sensaciones se acumularon en su interior, Kyohei la tomo de la cintura y profundizo el beso, mientras que ella rodeaba su cuello y acariciaba su rubio cabello.

--Sunako—la abrazo—mañana me voy—anuncio--no quiero separarme de ti—dijo, su mano acaricio el pelo de la chica y esta se sintió protegida y amada.

--yo tampoco—sollozo escondiéndose más en el pecho de Kyohei.

--no llores, no me gusta verte así—poso su mano el la cara de la chica y la acarició.

--s...si—trato de contenerse, lo miro con ternura y una sonrisa apareció en su delicada faz.

--es hora de irnos—se paro—esta haciendo frio—le ofreció la mano y ella acepto.

A la mañana siguiente Sunako se había levantado muy temprano para prepararle camarones fritos a Kyohei, pero cuando los fue a dejar se dio cuenta de que la casa estaba vacía, entonces vio una nota en la puerta que decía:

Sunako: No quería despedirme así de ti, pero no tengo otra opción, espero que me olvides como yo lo hare, desde el principio sabíamos que esto no funcionaria, lamento si esto te hiere, pero es lo mejor para los dos, suerte y espero que encuentres a alguien que te quiera….

Te quiere, Takano Kyohei.

--Kyohei, eres un tonto—se arrodillo y sollozo un largo rato hasta que decidió irse a casa, como el había dicho, lograría olvidarse de el.

--no te preocupes—dijo su mamá—ellos volverán, lo se. Ella la miro esperanzada, miro por la ventana y creyó ver la silueta de Kyohei. "te volveré a ver, de seguro…mi querido vecino" Una lagrima corrió por su mejilla y empezó a llover.

Fin primera parte.


Bueno, que les pareció??? La segunda parte la pondré muy pronto, este fic esta dedicado a haji92, gracias por leer mi fic