Salí de mi casa , aguantándome las lagrimas, mis tacos negros hacían un notable eco ante la casa vacía, quería llorar estaba a solo y paso de hacerlo, pero me contuve, tenía que ser fuerte, fuerte por ella, el único ser que ha impedido que me tire de la punta de un edificio y el ser por el cual lucho día a día por salir adelante : Mi hija.
-Marie!, Marie cariño!-Llame dulcemente, ella llego y se puso delante mío con esa típica sonrisa que solamente por herencia puede hacerla tan idéntica, no pude evitar soltar una pequeña carcajada al verla, tenia los pelos parados y chambuqueados, y la ropa ligeramente agujereada. No me sorprendería para nada que Tom este de la misma manera-Marie, podrían seguir con su invento en el patio de Ferb por favor?, tengo que irme.
-Claro mama, Tom!, almacena el proyecto!, vamos a tu casa, mama tiene que salir!
-Tu tío Ferb ya los esta esperando!-le grite a Marie que se estaba adelantando al paso de Thomas-Ah!, Marie!, ven un momento!-Ella se volteo, me miro un segundo y se regreso donde estaba antes-Marie-Le dije poniéndome a su altura-Por favor, solo porfavor…-Le dije como suplicándole.
-No explotes nada…-Dijo ella rodando los ojos, la mire molesta, ella se percato de eso, y me volvió a sonreír preocupada-Si mama…
-Bien-Le dije con una sonrisa forzada dándole un beso en la frente-Nos vemos luego princesa- Ella se fue y a mitad de camino se giro.
-Adiós mama!-Me despidió con la mano y entro a la casa de Ferb, lo mire, si sabía a dónde iba pero el tanto como toda la familia y amigos habían ido en la mañana y sabían que me gustaba estar sola. Me miro y me dio una sonrisa cálida y cariñosa. Leí que sus labios me decían " suerte", le sonreí como diciéndole que no se preocupara, pero para que?, era demás, me conocía demasiado bien, mas bien de lo que me conoció mi marido alguna vez y sabia que tarde o temprano terminaría quebrada. Me quede parada esperando que su puerta se cerrase del todo y me encamine a mi destino.
No quería usar auto, no quería, el me lo había regalado a cumplir los 20, era muy avanzado para su época por lo que ahora sigue siendo un auto de última generación, ese auto me traía mucho recuerdos que quería bloquear de mi mente, ahora eran recuerdos demasiado tristes para el presente. El cementerio estaba a unas 40 cuadras de distancia, pero que importaba?
Que importaba el dolor de pies, que importaban las abundantes ampollas que se que me saldrán por caminar tanto?, que me importa que me tengan que vendar por la misma razón?, que me importa?, sinceramente me importaría una mierda que un camión viniera, me atropellara en este instante y me dejara invalida o cuadripléjica, y sabes por qué?!, porque…no estás aquí.
No estás aquí para abrazarme y decirme que todo está bien, no estás aquí para cuando me den ataques de desesperación y quiera mandarlo todo al diablo me beses y me mire a los ojos tranquilizándome, no estás aquí para ver como Marie explota todos sus inventos, no estás aquí para contestarle donde estas…
Deje caer una lagrima de mis ojos, otra mas y otra mas "Vamos Isabella, si puedes contenerte un año entero vas a poder hacerlo unos minutos más", me dije a mi misma dándome fuerzas sin mucho resultado.
Todo el mundo en la calle ya me conocía, era la misma rutina desde hace ya 11 años , asi que ya a nadie le sorprendía ver a una mujer cuarentona vestida de negro en su totalidad en verano caminando por las calles con la mirada baja, todo el mundo sabía a dónde me dirigía y eso , le dejo de interesar al mundo entero 2 meses después de su muerte.
Llegue, tanto había caminado?, me quede parada unos segundos, si definitivamente, mis pies, me dolían. Suspire y entre al cementerio, di unos leves golpecitos a la ventana a la recepción.
-Disculpe yo…-Me hizo una señas con las manos para que dejara de hablar y me abrió la puerta-Gracias…- La ancianita me sonrió, ella había perdido toda su familia de la misma manera en la que yo lo perdí a el , ella me enseño a ser fuerte.
Me encamine hacia su respectiva tumba, estaba en un lugar apartado de las demás, yo misma me encargué de eso, estaba en un claro iluminado constantemente por el sol y su lapida estaba escrita a mano, en letra cursiva.
PHINEAS FLYNN
2000-2024
GRAN HIJO, HERMANO, ESPOSO
Y SEGURAMENTE TAMBIEN BUEN PADRE.
-Hola Phineas, Que estas haciendo?- Me arrodille a un costado de su lapida y roce las letras con los dedos, sonreí melancólicamente mientras dejaba que las lagrimas corrieran libremente por mi rostro-Siento no haber podido venir a visitarte en tanto tiempo, pero el trabajo y Marie no me dejaron venir hasta ahora…ella volvió a explotar otro de sus inventos…,sabes?, ella me esta empezando a preguntar muchas cosas y yo…no puedo responderlas-Me quede en silencio unos segundos mientras mas lagrimas salían de mis ojos, me quede mirando la lapida, como pidiendo una respuesta que se que no llegaría-No puedo decirle que su padre fue asesinado!, ella es…es…idéntica a ti!, tu sonrisa, tu forma de hablar, de pensar…no puedo vivir con eso!, todos y cada uno de mis días despierto con una niña diciéndome "mama!, ya se lo que voy a hacer hoy" o "Y Perry?" ,te das cuenta que en cualquier momento voy a colapsar y a ponerme a llorar en frente de ella?, que le voy a decir?, que simplemente me dio ganas de llorar de la nada?!, claro que no!-Me apoye en un árbol que había cerca mientras lloraba descontrolada, ese era el único lugar donde podía dejar de aparentar de ser quien era realmente, el único lugar que podía ser yo misma sin estúpidas reglas sociales que me lo impida- Te necesito Phineas-le dije a la tumba entre sollozos-Te necesito conmigo…-Suspire y cerré los ojos y pase mi mano por mis labios, mi cuello y mi pecho extrañando tus caricias y besos y mi ojos se detuvieron en mi vientre-Y pensar que ya nunca mas podre sentirte de nuevo…-Susurre antes de romper al llanto más fuerte que antes.
