los personajes de RE no me pertenecen, pertenecen a CAPCOM
ADVERTENCIA: LEMMON¡,
este primer capítulo está basado en lo que sucedió después de RE: DAMNATION
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
HOLA ATODOS ESTE ES NUESTRO NUEVO FIC LO CREE EN COOPERACION CON LIRIONEGRO 1
GRACIAS AMIGA POR ACEPTAR TRABAJAR CONMIGO..
Y PARTICIPAR EN ESTA IDEA TAN DESCABELLADA CONMIGO XDDDDD
SIN MAS PREAMBULOS DISFRUTEN DE LA LECTURA
AMOR EN EL INFIERNO
CAPITULO 1: TE TENGO… TE PIERDO.
Una vez más todo el circo se había acabado y el show se vino se vino abajo, como siempre… al final lo único que quedaban eran miles de vidas destrozadas por un sueño de poder enfermo, una sociedad colapsada que tenía que luchar por resurgir de las cenizas que las llamas del fiero dragón de la inhumanidad y la locura habían creado.
Al final sólo estaba Él de nuevo, una vez más arrastrado por la mierda de su gobierno y sus compatriotas, usado y destrozado por aquella mujer que siempre parecía burlarse de su persona, apareciendo y desapareciendo a su antojo, llevándose una parte de él cada vez que la veía.
Aburrido de tanta escoria decidió irse a su hotel para darse un rico y merecido baño. Sin saber que en ese mismo lugar se encontraba su espía; misma mujer aficionada al color rojo que le provocaba mil sensaciones con sólo una mirada de sus ojos de jade.
.-
Ada estaba sentada en el pequeño escritorio de su habitación, esperando la hora exacta para contactar con su jefe e informarle su inminente éxito. En cuanto el reloj digital marcó las 9 en punto, prendió su PDA y la video llamada apareció inmediatamente.
_ ¿Tienes la plaga?_ preguntó sin rodeos el jefe.
_Así es todo fue un éxito _ decía Ada mientras enseñaba la capsula con el parasito con su característica sonrisa arrogante.
_Bien tienes 2 días para salir del país y entregarme un informe por escrito
_ ¿2 días? Pensé que me iría hoy para llegar mañana _ le dijo algo extrañada
_ No, debes desviarte, Belikova dio aviso de tus actividades y tienes un pedido de captura internacional; todos los agentes de la DIPOL,INTERPOL, FBI, sin contar a todo el ejecito norte americano e incluso la BSAA buscándote. Aquí tienes la ruta nueva de escape, deberás salir a pie hasta la frontera del país_ decía mientras en la PDA se mostraba un mapa _ de ahí cogerás un avión hasta nueva México y saldrás en un auto hasta llegar a la frontera de Estados Unidos, tu último viaje será en el avión privado que te estará esperando allí para traerte a la base.
_ ¿Y no puedes hacer nada para ayudarme?_ preguntó rodando los ojos.
_Ya lo he hecho
_Bien, entonces me iré de inmediato
Su jefe asintió y corto la transmisión. Ada guardó sus cosas y coloco su arma en el muslo como de costumbre, jamás se sabía que podría pasar a la vuelta de la esquina y ella era muy precavida en ese aspecto, cargo los datos del mapa en sus gafas de última tecnología, se las coloco y salió de su habitación para dirigirse al ascensor que quedaba enfrente de las habitaciones.
.-
.-
Kennedy salía de su habitación para tomar un poco aire fresco, la noche había caído sobre la ciudad más el sueño se ausentaba en él, quizás porque gracias a ella, estaba hecho un mar de dudas; definitivamente, esa mujer era la única capaz de ponerle la vida de cuadritos. Leon pensó que su mente le estaba jugando una broma cuando la vio entrar en el ascensor, esta vez el quiso seguirla… tenían que arreglar de una vez por todas esa maldita situación entre ellos; ya se había hartado de que se comportaran como un par de adolescentes que compartían un amorío de verano. Aunque eso era exactamente lo que eran… al menos eso era él para ella, sólo una visita cad meses solo para tener sexo y para satisfacer sus deseos carnales, y aunque no le molestaba al principio, ya no quería seguir así, Leon quería tenerla con él, a su lado, como en sus sueños donde él poder decir que ella le pertenecía y no asustarse o sentirse gravemente afligido al despertar y solo encontrar un montón de sabanas revueltas producto de la pasión de la noche anterior y del carente cuerpo caliente de su amante. Él amaba a Ada Wong… intentaba decírselo muchas veces pera ella se lo impedía pues lo callaba con un beso o simplemente lo dejaba con la palabra en la boca, pero esta vez era diferente, tomaría el riesgo definitivo, era todo o nada. Cuando las puertas metálicas se cerraron, el rubio bajo las escaleras tan rápido como pudo y la siguió por toda su ruta entre los escombros de la ciudad.
.-
.-
Ada sabía que la estaban siguiendo, muchas personas lo habían hecho tantas veces antes en estúpidos intentos por matarla o saber algo de ella… todos ellos estaban ahora con una bala incrustada en su cerebro.
Pese a su nueva compañía Wong decidió seguir con su ruta normal puesto que quien fuera el pobre idiota que le estuviera dando caza, no podría decirle nada a nadie. Ella sonrió para sus adentros mientras se felicitaba por llevar siempre a mano su preciosa arma, caminó según lo planeado unas calles más y divisó en el mapa de sus gafas un callejón cercano; ese era un buen lugar para dejar ese cuerpo, con suerte las ratas y otros animales famélicos de la zona se darían un festín con su víctima antes que alguien siquiera pudiera reconocerlo o inclusive encontrarlo.
.-
.-
La espía se movía como una sombra y al agente le costaba seguir su apresurado y armónico ritmo, pero no se dejaría vencer… no otra vez, él realmente se preguntó si ella sabría que la estaba siguiendo, se imaginó que sí aunque esperaba que la verdad fuera otra. Ada giró hacia la izquierda y él la siguió sus pasos, las taconeadas de la mujer resonaban en el silencio de la noche… luego, cesaron. Leon la buscó con la mirada pero no la encontró.
_Elegiste a la persona equivocada_ dijo desde la oscuridad su voz tan calmada y seductora, su melodiosa voz llegó acompañada de una fuerte patada que encontró destino en su rostro, haciéndole perder el equilibrio. Kennedy se quejó más de sorpresa que de dolor, no esperaba que ella fuera atacarlo de ese modo.
_ ¿Guapo?_ preguntó algo sorprendida al reconocer su voz.
_ ¿Dime?_ respondió él recuperando el equilibrio y levantando sus manos en señal de rendición. Ella se acercó un poco más a la luz y él pudo ver que llevaba gafas simples, quizás serían una trampa similar a la de España y pensó que lo mejor sería mantenerse alejado de ellas… aunque le daban un toque aún mayor de sensualidad.
_ ¿Qué haces siguiéndome?
_ ¿Me vas a golpear?
_Responde_ no lo mataría ni en un millón de años, pero tampoco se lo haría saber.
_ Ada, necesito hablar contigo_ dio un paso más cerca de ella aún con las manos en alto. La mujer se mantuvo quieta y en silencio, estudiándolo… un par de pasos más y estaban a menos de un metro.
_No es el mejor momento para hacerlo
_Tendrá que serlo
.-
.-
Ada rodo los ojos, no tenía el tiempo para darle explicaciones ni tampoco quería hacerlo; sin más que pensar dio media vuelta y decidió irse como si nada dejando a Leon con la palabra en la boca una vez más. Ella debía continuar su huída antes que fuera tarde pero el agarre del rubio la detuvo.
_No te irás hasta que hablemos_ ella sonrió
_ ¿Desde cuándo acato tus reclamos guapo?_ le dijo con tono de burla
_No te hagas la tonta Ada, ¿Porqué siempre me abandonas? _ Sus hermosos ojos azules comenzaban a tomar el brillo de las lágrimas y a Ada se le hacia un nudo en el estomago, odiaba hacerle eso, pero no tenía alternativa.
_No sé de que hablas _ respondió desviando su mirada
.-
.-
_Ada, quédate conmigo. Wesker está muerto, no hay motivos por los que debas seguir alejándote de mí_ le dijo mirándola con fervor, y en un arranque desesperado por hacerle entender lo que ella significaba para él… la abrazo contra su cuerpo con afán, dispuesto a no dejarla ir_ ¿Es que no entiendes que eres lo mas importante en mi vida?... te quiero conmigo… siempre
_Leon…_ lo que fuera que ella quisiera decirle no lo dijo ya que las palabras fueron detenidas en su boca por los labios del agente que se movían sobre los suyos deseosos, hambrientos, desesperados por enseñarle su punto, su amor, su importancia.
La fémina respondió al acto del rubio con la pasión que se había guardado por años, estaba más que segura que lo amaba pero también sabía que era un peligro para Leon, quería estar con él pero eso no era posible, al menos no por ahora. Ada reacciono e intento alejarlo pero las manos del agente comenzaron a moverse en su cuerpo, desesperadas por sentir su piel nuevamente su piel.
_Leon _dijo entre suspiros ahogados y forcejeos para soltarse de su fuerte amarre _ no, ahora no… no es el momento…
_ ¡No!, Ada no te dejare que te vayas de mi lado de nuevo, esta vez no _ la apretaba contra él cada vez más .
_ ¡Ya basta! _ grito empujándolo _ ¡¿Qué no entiendes que no podemos estar juntos?! ¡¿Por qué tienes que hacerlo tan difícil?!
_ ¡NO! ¡JAMAS TE ENTENDERE SI NO ME HABLAS CLARO! YO TE AMO, CARAJO ¿PORQUE NO ENTIENDES ESO? _ grito por último y sus miradas se cruzaron. Después de esto el agente ya no se detuvo, volvió a ella y reclamo sus labios con fuerza y pasión, una de sus manos recorrió el muslo de su amada con devoción y deseo mientras que la otra acariciaba su rostro con ternura para que ella sintiera todo lo que él tenia en su pecho desde hacía ya mucho tiempo.
.-
.-
Ada no sabía qué hacer, tenía que huir rápido o expondría a Leon a un peligro, pero su cuerpo y sentimientos eran más fuertes que su razón y su misión; hubo una pelea grande en su interior que se debatía entre irse o no; y por primera vez la victoria fue del corazón quien le advirtió que si no se quedaba se arrepentiría de no estar con ese hombre que la había cautivado y por el cual se había trasnochado tantas veces y ni hablar de las veces en las cuales arriesgo su misión y su propia vida para salvarlo. En ese momento, nada importaba, ella apagó su razón entregándose a los besos y caricias de León que le hicieron perder la cabeza para responderle con la misma devoción y pasión que él le dedicaba; sus brazos pasaron a la espalda del agente y sus cuerpos se presionaban el uno al otro, como si quieran volverse uno. Ella lo abrazo fuerte mientras su beso se intensificaba a cada momento, la falta de aire en sus pulmones se hacía cada vez más notoria y molesta; muy a su pesar ambos rompieron la muestra de cariño para abrir paso a un pequeño suspiro. La espía sutilmente llevo su mano a las gafas y las retiro, Kennedy se sorprendió… si había algo que su experiencia en España le había enseñado era a desconfiar de cada objeto que esa mujer tuviera a mano, por lo que tomó su muñeca antes que ella pudiera hacer algo, se las quitó y las arrojó, los lentes cayeron al suelo y no pasó nada. Ada sonrió divertida.
.-
.-
_ Tranquilo guapo no son de las explosivas _ le guiñó un ojo, recordando sus propias acciones en aquel castillo.
Leon se rió por lo bajo mientras jalaba a la mujer para tenerla de nuevo acorralada entre sus brazos, sólo para volver a unir sus labios contra los de ella, una vez más, Ada le correspondió el beso intensamente. Los dos amantes siguieron con su beso apasionado que ponía a sus lenguas en una batalla campal por dominio y placer. Kennedy disfrutaba de cada movimiento que su amada realizaba, oficialmente él era esclavo de la pequeña boca de fresa que su amante poseía.
.-
.-
Por su parte Ada se derretía con cada roce del agente, disfrutaba de sus labios carnosos que la volvían loca. Él era el único capaz de provocar que ella perdiera de la razón y el autocontrol que la caracterizaban; definitivamente ella amaba perderse en sus labios, en sus brazos, lo amaba y quería todo de ese ojiazul.
Un mordisco seductor hizo que el rubio gruñera complacido; la dama sonrió para sus adentros al escuchar esa melodía y continuó con el profundo beso, cargado de cariño y lujuria. Mientras los labios de ambos estaban ocupados las manos de la espía lo despojaban de su chaqueta.
.-
.-
Leon sintió que su interior era lo más cercano a un volcán a punto de hacer erupción, tomó a su espía por la cintura y la ciñó a su cuerpo para llevarla a la pared más cercana. Él cortó el fogoso beso para poner sus manos sobre la pared, a cada lado de su cabeza, manteniéndola prisionera entre sus brazos para que no fuera capaz de escapar como tantas veces había hecho en el pasado. Kennedy no reanudó el beso, quería verla directamente a sus ojos verdes, para hundirse en ellos, para decirle todo lo que sentía… sólo con una mirada. Pero, para su pesar profesarle su amor a través de una simple mirada, por muy hermosa que fuera, no era suficiente, no… Leon lo quería todo, quería hacerla suya una vez más y para siempre, sólo suya.
Un nuevo beso de parte de la mercenaria rompió el momento íntimo que sus ojos estaban teniendo; pero ese beso no distraería a Leon de su objetivo, por lo que llevó su mano al muslo descubierto de su compañera, allí encontró su arma sujeta a unas correas bastante cerca de su entrepierna; se atrevió a sonreír pícaramente cuando su mano rozó ligeramente su, ya húmeda, ropa interior al soltar el molesto accesorio. La fémina contuvo un gemido ante las acciones del hombre sobre ella, ese sonido no hizo más que alentarlo a ir por más; uno de sus dedos se apoyó en su cavidad femenina arrancándole un suave quejido de placer y provocando que él le dedicara un suave mordisco en su labio inferior como señal y advertencia de la excitación que se apresaba en su pantalón.
.-
.-
Wong sonrió luego de la señal de su amante, odiaba jugar a ser sumisa, y este caso no era diferente en ningún aspecto; ella profundizó el beso poniendo una de sus manos en su cuello, presionándolo contra sus labios, mientras que su otra mano recorría su espalda por debajo de su camisa, sintiendo el ardiente contacto de su espalda y disfrutando de cada uno de sus músculos; Ada agradeció internamente al gobierno por haber tallado a tan perfecto Dios de la belleza.
La espía lo trajo más cerca de ella y sonrió al sentir la creciente hombría del rubio contra ella; la mujer suspiró levemente y rompió el beso para movilizarse sobre el cuello de Leon, donde, con una succión dejó una de las marcas que tanto le gustaban a Kennedy, quien, como era de esperarse, se excitó más al sentir el pequeño dolor que su amada acababa de darle y decidió que era el momento para dejar de jugar. Sus hábiles dedos hicieron a un lado la ropa interior de Ada para encontrarse con su premio; algunos rápidos movimientos sobre su zona más sensible hicieron que la mujer gimiera y se aferrara más a él, hundiendo su rostro en el cuello de su amado, expulsando su fresco aliento sobre su piel.
_ Hoy te tienes mucha confianza, guapo_ le susurró al oído luego de morder su lóbulo suavemente
_Contigo siempre la tengo_ le dijo en respuesta para deslizar dos de sus dedos en su interior. Ese simple acto hizo que ambos suspiraran de placer. Para Ada, resultó un alivio recibirlo ya que su cuerpo comenzaba a desesperarse; y Leon disfrutó del cálido abrazo que sus paredes internas, calientes y estrechas le ofrecían.
La fémina recorrió en descenso el torso del rubio hasta llegar a la protuberancia entre sus piernas. El agente suspiró al sentir la mano de la morena en su hombría; ella sonrió levemente y lo acarició sobre la tela, para luego volver a subir hasta la hebilla de su cinturón y deshacerla rápidamente.
.-
.-
Kennedy aumentaba su ritmo dentro de ella con cada movimiento que ella realizaba, como si intentara advertirle que su placer estaba estrictamente ligado a sus acciones, cosa que la mujer entendió rápidamente pues bajó su bragueta y liberó su virilidad, tomándola en su mano, sintiendo el calor irradiar de su piel. Leon ahogaba gemidos cada vez que la mano de Ada subía y bajaba por su eje mientras el intentaba mantener un ritmo estable sobre sus propios movimientos; ella hundía el rostro entre su cuello y su hombro, sintiendo las oleadas de placer y lujuria que se apoderaban de ella.
El agente dejó su tarea inconclusa provocando que la mujer diera un pequeño gruñido de molestia, él le sonrió y dio un rápido y simple beso en sus labios, bajó por su cuello lentamente mientras abría su chaqueta al mismo ritmo, dejando ver cada vez más la línea de la línea de su escote que llevaba directamente hasta la unión de sus perfectos pechos; acarició uno por encima de su camisa roja arrancando suspiros de su amada, suspiros que para él eran el inicio de la más hermosa de las melodías. Sin más, se puso de rodillas frente a ella, tal y como siempre estaba con esa mujer que desde hacía años lo tenía a sus pies. Levantó su falda para volver a encontrarse con su fastidiosa ropa interior y decidió que era el momento para quitarla de una vez por todas; con un simple movimiento guiado principalmente por la lujuria y la locura, rompió la tela y ésta cayó al suelo.
Leon, como siempre, se tomó un segundo para admirar su femineidad, para dejarse tentar por aquella visión privilegiada y hasta para agradecer a los dioses por tener tan delicioso banquete frente a sus ojos.
.-
.-
Ada simplemente adoraba el trabajo de Leon, él siempre sabía cómo arrancarle gemidos sinceros y enloquecidos, sabía cómo encenderla, cómo hacer que se sintiera una mujer devota que se entrega al ser amado en todas las formas posibles… claro, ella nunca lo había demostrado, pero así era, ella lo amaba y le entregaba todo de sí cada vez que se veían en esas noches aisladas, donde sus cuerpos se fundían en uno solo.
La lengua de Kennedy conocía la rutina que hacía que ella perdiera la razón, unas corrientes eléctricas la recorrían con cada movimiento, haciendo que su cuerpo se tensara y se relajara, que se retorciera… sólo de placer. Los dedos de la espía se entrelazaban en las doradas hebras del cabello de Leon, alentándolo a no parar y excitándolo con cada de sus palabras de súplica. Wong se sentía cerca del límite, su orgasmo estaba a punto de llegar y Leon lo sabía perfectamente por lo que aumentó ligeramente el ritmo de su tarea para permitirle a su amada llegar por primera vez a la meta.
La espía dio un último y sonoro gemido antes de caer sobre sus rodillas, vencida por el placer. Cuando logró recobrar el aliento, abrió los ojos y se encontró con un sonriente Leon que la observaba divertido y orgulloso de su proeza, él sólo le dedicó un simple y corto beso para indicarle que nada había terminado, acto seguido se puso de pie y le extendió una mano a su amada para que ella pudiera hacer lo propio, sin embargo, la mercenaria decidió quedarse en su lugar y disfrutar por completo del manjar de virilidad frente a ella; sin el más mínimo rastro de pudor lo engulló tanto como pudo, humedeciendo cada centímetro de él con su saliva, disfrutando de cada rincón que pudiera alcanzar.
.-
.-
Leon se derretía internamente con cada dulce movimiento de los labios de su espía, y sabía que ella simplemente era la mejor en lo que estaba haciendo… bien… en realidad era una diosa sexual que lo volvía completamente loco con cada pequeña acción que realizaba; él presionaba fuertemente sus puños víctima del placer que Ada le provocaba.
Wong se detuvo al escuchar los gemidos del agente hacerse más sonoros y al sentir su cuerpo tensarse debido a las indiscutibles oleadas de placer que le recorrían. Ella volvió a ponerse de pie, quedando una vez más frente a frente con Leon quién en un arranque de lujuria volvió a abalanzarse sobre ella haciendo que la espalda de su compañera impactara con la pared una vez más; sus manos se dirigieron directamente a sus muslos para subir su falda dejándole a sus piernas una completa movilidad que Ada utilizó para subir su pierna a su cintura, dispuesta a recibirlo en su cuerpo.
El agente ingresó en ella completamente, sintiendo su ardiente interior que lo hacía suspirar, que lo hacía gemir, que lo volvía completamente loco y vulnerable; tomó la otra pierna de su amada y la subió a su cintura ciñéndose en un abrazo que sólo hacía la penetración más profunda y placentera.
.-
.-
Los gemidos ahogados de ambos se fusionaban y se perdían en el helado aire que golpeaba contra sus rostros y contra cada porción libre y expuesta de su cuerpos, pero eso no era importante para Ada… a la mierda el aire, a la mierda el frío, lo único que importaba era que estaban juntos, que hacían el amor en un callejón oscuro y lleno de escombros en un país desconocido que apenas podía pensar en resurgir de sus cenizas; allí, ellos continuaban con su propia historia de amor imposible, con su tira y afloja de sexo desenfrenado, orgasmos y sentimientos que ambos tenían en la punta de la lengua y que siempre se tragaban con lágrimas de una pesada soledad que no podían combatir más que en esos momentos, cuando al fin eran uno sólo, cuando sus cuerpos se unían profesándose las palabras que para ella eran simplemente impronunciables.
Leon controlaba el ritmo de las embestidas sosteniéndola de sus firmes glúteos, ella sabía que, aunque fuera trillado, eran una de las partes de su cuerpo que al agente le encantaban y Ada no tenía absolutamente ningún problema con ello. La infame mercenaria disfrutaba el momento de tener a su hombre dentro de su cuerpo, se relamía con la música de sus gemidos y se sentía en el cielo cuando de los dulces labios de Leon se desprendía su nombre en un susurro suplicante cargado de miles de sentimientos a los que ella correspondía de manera silenciosa.
.-
.-
El rubio se sentía en el mismísimo paraíso… cualquier lugar donde estuviera con ella, amándola, bebiendo de su respiración entrecortada y de sus solitarias palabras que lo alentaban a seguir con la tarea que no pensaba parar hasta que su cuerpo dijera basta. El placer que vivían era como siempre, único e inigualable; cada vez se sentían más cerca del clímax y lo único que podían hacer era aumentar el ritmo de sus movimientos.
.-
.-
Mientras los amantes se perdían en su apasionado baile, un pequeño grupo de la BSAA hacia una excursión de reconocimiento con el único objetivo de hallar y capturar a la mercenaria conocida con el nombre de Ada Wong, quien estaba acusada de matar y hacerse pasar por uno de los sus miembros.
Este grupo era encabezado por Angela Miller quién bajo su propia petición e insistencia se unió a su caza; al enterarse del objetivo ella simplemente no podía quedarse de brazos cruzados, odiaba a Ada desde el fondo de su ser, esa mujer le había arrebatado y hecho sufrir al único hombre que había amado, Leon S. Kennedy; Angela lo amaba, amaba cuando se perdía en los ojos azul cielo de aquel hombre , en su sonrisa, y en sus facciones, absolutamente todo de él le encantaba y fue por eso mismo que se sintió morir con su frío rechazo que dejó la pregunta incrustada en medio de su pecho … "¿Qué tenía la maldita perra de Ada que ella no?", si Leon se lo permitiera ella le daría todo lo que su "capricho" no le podía ofrecer, si un capricho, solo un capricho, eso era Ada Wong para el agente o al menos eso creía.
Como fuere, el punto era que una vez con la mercenaria fuera del juego ella tendría perfectamente el camino despejado para conquistarlo.
.-
.-
Angela se encontraba a unos cuantos metros del callejón en donde la pareja se amaba, unos gemidos la hicieron percatarse de movimiento. Cerró su puño dándole a su equipo la orden de no y ella avanzó sigilosamente hasta el lugar de donde provenían esos sonidos.
Miller sintió que iba a vomitar su corazón cuando vio al amor de su vida gimiendo de placer mientras le hacía el amor a esa mujer. Su respiración se corto y por unos momentos pensó que moriría por asfixia, odiaba la escena, lo odiaba a él y aún más a ella, de sus ojos empezaron a salir gotas salinas, una parte de su ser deseaba salir corriendo y no ver más aquello pero sus extremidades no se movían ni respondían a sus impulsos, intentó cerrar sus ojos pero estos se negaban y fue así como se quedó estática, presenciando la cumbre de placer entre los amantes.
Escuchó a Ada dar un último grito de placer pronunciando el nombre de su acompañante; por su parte, Leon dio su último empuje gruñendo guturalmente mientras esparcía su semilla dentro de su amante.
_ te amo Ada, te amo _ Le susurró al oído mientras la abrazaba fuertemente, aún sosteniéndola contra la pared.
_ Leon…. _ Ella le correspondió el gesto con una ternura que creyó olvidada.
Angela apretaba los puños iracunda, sin dar un completo crédito a lo que sus ojos veían y a las palabras que sus oídos recibían.
_Vas a caer Wong, lo juro_ Gruñó furiosa, humillada y herida. Miller hizo la señal para que su equipo se acercara, el objetivo había sido encontrado.
.-
.-
El sonido de unos pasos sigilosos arrancó a Ada de su momento con Leon, algo no estaba bien y lo mejor era salir lo más rápido posible, se soltó de los brazos de su agente favorito para acomodarse su desalineada vestimenta.
_ ¿Pasa algo?_ susurró preocupado, al mismo tiempo que él también volvía sus ropas a su lugar.
_Shh_ chistó Ada llevando su mano a su muslo para buscar su arma instintivamente y se maldijo cuando no la encontró allí. Se odió a su misma aún más cuando escuchó el martilleo de varias armas de asalto… todas apuntando a ella.
_Bien hecho agente Kennedy_ una voz femenina resonó en el lugar y la sangre de Ada hirvió… todo había sido una maldita emboscada.
_ ¿Qué?_ preguntó Leon sorprendido. La espía lo fulminó con la mirada_ ¿Angela?
_Me alegra que haya podido capturar al objetivo, debo decir que no esperaba que su plan funcione, pero me ha sorprendido_ dijo acercándose al hombre y abrazándolo; él estaba atónito y Ada apretaba sus mandíbulas, llena de odio e impotencia, un movimiento y estaría muerta_ Arréstenla
Los otros miembros del equipo se acercaron a Ada sin dejar de apuntarle y dos de ellos la sostuvieron para ponerle las correspondientes esposas.
_ ¿Qué demonios es todo esto?_ Leon no entendía que carajo pasaba.
_Ya sabes que sucede Leon_ sonrió la mujer mientras le daba un beso rápido beso en los labios_ esta… mujer… es una reconocida criminal, tiene un pedido de captura internacional, y tú has ayudado a capturarla.
_No… no… Ada…_ las palabras que salían de la boca del rubio no tenían el más mínimo sentido; Miller se acercó a la mercenaria esposada y se disfrutó la imagen de ella, furiosa y vulnerable.
_No eres muy fuerte ahora… ¿verdad, Wong?_ se burló… la verdad era que no se habría acercado a una de las mujeres más peligrosas del mundo a menos que esta estuviera inmovilizada como estaba y ella con un equipo armado hasta los dientes.
_No sé quién seas… pero asegúrate que nunca salga de prisión, porque si lo hago… y sé que lo voy a hacer… un concejo, quítate la vida, ya que moveré cielo y tierra hasta encontrarte, cuando lo haga rogarás que te mate y cuando finalmente mueras, haré que tu corazón vuelva a latir y te mataré de nuevo. Tenlo por seguro_ Ada le dijo en un tono bajo pero lo suficientemente claro y feroz como para que Miller sintiera un escalofrío recorrer su espina.
_Llévensela_ ordenó y así lo hicieron; la mercenaria fue llevada a una camioneta blindada, mientras esos hombres armados la empujaban ella cruzó su mirada con la de Leon quién por primera vez notó dolor en sus ojos verdes. El agente se acercó corriendo a su espía quien lo miró con dolor y rabia, él podía decir lo que pasaba por su mente, los ojos de Ada no lo engañaban, ella estaba pensando que la había engañado y que todo sólo había sido un juego para mantenerla allí, a la espera de la inminente emboscada
_Ada no... no es lo que estás pensando yo ...
_Cállate_ siseó Ada, lo último que quería era escucharlo, por primera vez en demasiado tiempo tenía ganas de llorar pues el amor de su vida la acababa de traicionar, se sentía estúpida por creer en alguien por primera vez en su vida. Lo miró una última vez.
_Excelente trabajo, agente _escupe al suelo de rabia _ cuando salga de prisión asegúrate de no volverte aparecer delante de mi
_ya métanla al auto _grito Angela exasperada… las acciones de Leon no hacían más que continuar humillándola
Al final, la camioneta blindada arrancó y Leon quedo aturdido, confundido y triste… ¿Qué demonios había pasado? en ese momento Kennedy se sintió víctima de una pésima y cruel broma del destino… acababa de pasar uno de los más hermosos minutos con su amada, para luego perderla.
El vehículo se perdió de vista en la distancia y con él la oportunidad de estar con su espía, con su mujer, con su Ada.
