POV GIDEON

Hoy es un grandioso día, mi papá el Sr. Alegría ha decidido cerrar temprano la cabaña de la telepatía y ha pasado un tiempo en casa junto conmigo y mamá, también mi mejor amiga y compañera de aventuras Pacífica, va a venir a casa debido al maratón que van a sacar de pato-tective, ¡NO LO PUEDO CREER! ¡ESTE DÍA SERÁ GENIAL Y LO APROVECHARE AL MAXIMO! ...Oh! ya llegó pacífica, no puedo hacerla esperar, me despido ya que nos espera un largo día a nosotros dos.

POV NORMAL

El pequeño de cabellos plateados fue animosamente a abrirle la puerta a su amiga, dejando a la vista a una hermosa jovencita de apariencia humilde y cabellera dorada recogida en una coleta de caballo.

-Estás listo Gideon- dijo la joven animadamente mientras le hace una seña levantando el pulgar esperando su aprobación.

-Por supuesto-dice el joven llevándola a la sala, para encender el televisor.

Los jóvenes tomaron asiento en un cómodo sofá de color magenta oscuro que tenía Gideon en su casa mientras disfrutaban de las botanas que la mamá de Gideon se había molestado en traerles para que disfrutaran mejor su maratón. La estaban pasando muy bien los jóvenes; comida, una buena serie y la compañía de su mejor amigo, que les podía faltar.

Pato-tective había tomado un lapso de comerciales, el cual habían aprovechado Gideon y Pacífica para poder conversar acerca del programa, estaban completamente entusiasmados cuando de repente, un extraño comercial llama su atención.

En la pantalla de la televisión se pudo observar una extraña propaganda en un fondo azul, que anunciaba la llegada de una casa del misterio que llegaba a gravity falls, anunciando verdaderos relatos y criaturas inimaginables junto con la aparición especial de los gemelos misterios que se encargará de cambiar la forma en la que ven la vida a los que los visiten, apareciendo al final un extraño triángulo que anunciaba la zona y los horarios donde podías ir a asistir a esta casa.

Ese comercial le llamó la atención a los dos jóvenes, al grado de que quisieron ir a ver qué era lo que les sucedería si iban a visitar a esos tales gemelos misterios.

-¿Y tú qué piensas acerca de ese comercial? eh, ¿Pacífica?-le preguntó Gideon a su amiga que se veía igual de interesada en ese comercial que él.

-será cuestión de verlo con nuestros propios ojos- dice Pacífica con una sonrisa socarrona.

Antes de que pudieran salir de la casa, el Sr. Alegría los detiene.

-¿Adónde creen que van?- el sr. Alegría en esos momentos estaba en frente de la puerta cortando el paso entre los jóvenes y la cabaña- no puedo permitir que vayan a esa supuesta cabaña, donde no conozco absolutamente nada de ella- los jóvenes estaban pensando que el Sr. Alegría a causa de la falta de información no los iba a dejar ir a asistir a la inauguración, sin embargo cuál fue su sorpresa al escuchar la propuesta del papa de Gideon-o al menos no pueden ir solos- en ese momento el Sr. Alegría les dedicó una sonrisa cómplice para que luego todos se fueran a la cabaña del misterio.

...Ya en la cabaña del misterio...

Cuando llegaron, lo primero que observaron fue a un gran cúmulo de personas que se encontraban haciendo fila para entrar a la cabaña.

-Parece que no fuimos los únicos- dice Pacífica un poco sorprendida por la gran cantidad de personas que habían venido.

-En ese caso, no perdamos más tiempo Pacifica-Y antes de que pudiera quejarse Pacífica, Gideon corre seguido por su padre en dirección a la entrada.

-Oigan, espérenme-Justo cuando Pacífica iba corriendo tras sus amigos pudo notar la presencia de dos jóvenes que iban a la misma dirección que ella, pudo observar levemente que eran dos jóvenes de cabellos castaños, con trajes de color azul que si no le engañaban sus ojos eran de la misma edad.

Sin embargo, Pacífica por andar tan distraída observando a los emblemáticos jóvenes no prestó atención a donde pisaba ocasionando que se estrellara contra el suelo.

Nadie se había percatado de la existencia de la pobre joven que se había lastimado la rodilla al caer; sus amigos estaban en la entrada consiguiendo los boletos, mientras que los jóvenes que estaba Pacífica observando no hace mucho se encontraban rodeados de fanáticos que los abordaron con preguntas, sin embargo a pesar de todo el alboroto en el que estaban los hermanos, uno no pasó por alto la escena del accidente y mucho menos la extraña mirada que les estaba dedicando a ambos antes de que se cayera.

El joven aprovechó el momento en el que todos abordaban a su hermana como si fuera la única estrella del show, para poder escapar de la multitud.

La joven estaba adolorida, sentía en cualquier momento que una lágrima traicionera iba salir de sus ojos, sin embargo antes de que pudiera mostrar algún tipo de debilidad, pudo observar una mano que le ofrecía apoyo. Cuando dirigió su mirada a quien se ofrecía a ayudarla pudo encontrarse con el mismo joven que estaba observando hace rato, solo que ahora lo tenía de frente, sin saber que hacer la joven solo atino a extender su mano y aceptar la ayuda del misterioso joven. Hubo un momento de silencio donde ambos jóvenes solo se miraban sus manos que seguían sostenidas a pesar de que la joven ya estaba de nuevo en pie; por su parte la joven solo tenía un leve rubor en sus mejillas que trato de disimular mostrando su característica sonrisa mientras que por su parte el joven mantenía su expresión seria, lo cual ponía todavía más nerviosa a la joven. Cuando decidieron por fin soltarse las manos el joven solo se sacó la rosa roja que traía puesta en su saco y se la entregó a Pacífica para solo dedicarle una leve sonrisa.

-Mademoiselle, ninguna dama debería de llorar y menos por una herida como esa- después de decirle esas palabras el joven se retira regresando a donde se encontraba su hermana quien lo estaba viendo molesta debido a que la había dejado sola con toda esa gente.

-Dipper Pines, se puede saber porque rayos me dejo abandonada con toda esa plebe- Grita una muy molesta Mabel.

-Mabel, no seas dramática, se veía que no estabas molesta en lo absoluto antes de que me fuera, de hecho creo que estabas contenta de que me largara ya que podías ligar a tus anchas-Comenta Dipper sin perder su cara seria que lo caracterizaba mientras ignoraba a su hermana, lo cual parecía que la molestaba aún más.

Antes de que se perdieran de la vista de Pacífica, la joven solo logró a reaccionar liberando esa pequeña lágrima que quería salir desde hace rato para luego sonreír dulcemente sosteniendo la rosa que le había dado ese misterioso joven, que si había alcanzado a ir bien se llamaba Diper.

-Con que Dipper Pines...eh?

Sacándola de sus pensamientos aparecieron de repente Gideon y su papá con las entradas a la función, solo para encontrarse a una completamente sonrojada Pacífica con una rodilla lastimada.

-¡PACIFICA! ¿¡QUÉ FUE LO QUE TE PASO!?- gritó un exagerado Gideon mientras que el Sr. Alegría se encargaba de revisar la rodilla de la joven.

-Tranquilo Gideon, no fue nada grave- Dice el Sr. Alegría mientras le ponía una bandita en su rodilla Pacífica (como buen padre debe de estar preparado para todo).

El comentario del padre de Gideon, tranquilizo un poco al joven, o al menos lo suficiente para que se le bajara el drama y pudieran ir en dirección al show. Cuando tomaron sus respectivos asientos en la primera fila, Gideon logró percatarse de la rosa que traía Pacífica en manos.

-oye Pacífica, ¿quién te dio ese lindo detalle, eh?- dice Gideon de una forma picarona ocasionado el sonrojo de la joven.

-No sé a que te refieres, Gideon- dice la joven tratando de sonar indiferente poniendo una expresión de ofendida que a causa del sonrojo no le salió, provocando solo que la curiosidad de Gideon aumentará.

-Anda Pacífica, ¿cuéntame? ¿SI...?-La curiosidad de Gideon estaba comenzando a irritar a Pacifica.

-¡Gideon! deja de molestarme.

-Pero Pacífica...

Sin embargo, antes de que pudieran comenzar una discusión el Sr. Alegría los detiene avisándoles el comienzo del espectáculo.

Durante la función pudieron observar un montón de espectáculos como; Wendy la domadora de Wendigos, y la presentación de criaturas sorprendentes por el señor misterio acompañado de su asistente Soos.

Todos los presentes se encontraban maravillados por el espectáculo, inclusive Gideon y su padre estaban incrédulos por lo que observaban hasta Pacífica pero cada que Gideon le preguntaba acerca del espectáculo, ella se hacía la desinteresada o al menos lo intentaba hasta que llego el número de los gemelos misterio.

Al principio Pacífica se quedó anonadada ya que no sabía que el mismo Dipper que la había ayudado era el mismo que se presentaba en la cabaña del Misterio, inclusive el mismo Dipper se quedó sorprendido al ver a la misma joven de cabellos dorados entre la multitud, sin embargo el joven solo le dedico una pequeña sonrisa y junto a su hermana dieron inicio al espectáculo principal que eran ellos...LOS GEMELOS MISTERIOS. Si los espectáculos anteriores fueron maravillosos, el espectáculo de los gemelos misterio los dejo a todos sin palabras, ya que su presentación era la muestra genuina de la combinación de la videncia con la esencia de Gravity Falls.

Cuando terminó el show, toda la multitud se fue a alabar a los jóvenes hermanos, Dipper Pines lo único que hizo fue ignorarlos y dirigirse a su habitación mientras que Mabel Pines disfrutaba de la atención de todo el público, sin embargo ella estaba esperando encontrarse a cierto pequeñín de cabellos plateados que había llamado su atención desde el inicio de su espectáculo, aunque cuál fue su sorpresa al no encontrarlo entre la multitud que la observaba encantados sino más bien, visualizarlo saliendo de la cabaña acompañado de una joven de cabellos dorados.

-mmm interesante...Quiero a ese pequeño solo para mi- después de decir esas palabras la joven Pines mantenía una mirada lasciva acompañada de una sonrisa macabra en su rostro, decidió seguir atendiendo a su club de admiradores.

Mientras con Gideon y Pacífica...

-viste todo lo que hicieron ahí, ese espectáculo fue tan... ¡WUSHH! fue simplemente ¡Asombroso!- Gideon se encontraba todo emocionado, y se le notaba ya que andaba brincando de un lado a otro.

-Eres fácil de impresionar- Dice Pacífica con una sonrisa burlona mientras solo observaba como se comportaba su amigo.

-si tienen razón-después de ese comentario los dos jovenes acompañados del decidieron tomar rumbo a sus respectivas casas, sin saber sobre la sombra que los vigilaba.

Al día siguiente en la casa de la familia Alegría.

Era otro día normal en la casa de Gideon, mientras su padre se encargaba de atender la cabaña de la telepatía, Pacífica había ido a acompañará a Gideon a su casa, sin embargo lo único que hacían cuando no estaban viendo la televisión era tratar de resolver algunos de los misterios detrás de un libro con una enorme mano de seis dedos dorada con el número 2 escrito que había encontrado Pacífica hace unos cuantos días, aproximadamente una semana antes de la llegada de la cabaña del misterio.

-Gideon, por favor ¡DEJA DE TRAGAR TUS PAPITA! Estás dejando borunas en todas partes

-no es para tanto Pacífica, tranquila- dijo Gideon completamente despreocupado mientras comía otra de sus adoradas papitas y Pacífica sólo pudo responder resignada para volver a prestar atención en su libro.

Mientras se encontraban absortos en lo que estaba escrito en ese libro, empezó a sonar el timbre de la casa desconcertando a los dos jóvenes, ya que era extraño recibir visitas tan temprano. Estuvieron discutiendo un rato acerca de quién iría a abrir la puerta y al final "decidieron" que sería Gideon debido a que Pacifica estaba muy ocupada, de muy mala gana Gideon se dirigió a abrir la puerta para ser grande su sorpresa al encontrarse con...¿¡Mabel Pines!?, ¿qué hacía Mabel en su casa?.

-¿Mabel Pines? Vaya, ¿qué hace usted aquí? -pregunta un inocente Gideon al ver a una famosa estrella (o al menos como el la categoriza) en la puerta de su casa.

-Estaba aburrida de la monotonía de mi hogar y vine a visitarte- dice con una sonrisa picarona.

-¿enserio? ¿Y porque a mí?- pregunta confundido sin comprender el tono con el que le estaba hablando Mabel.

-digamos que tu presencia me atrajo desde ayer- pero antes de que pudiera alguno de los dos decir otra palabra más, se oye en el interior la voz de Pacífica.

-Oí Gideon... ¿quién era?

-nadie, no te preocupes Pacífica.

-gracias por tu discreción Gideon- dice Mabel colocándole un dedo en la barbilla y dedicándole una sonrisa que solo Mabel puede hacer, provocando un leve sonrojo por parte de Gideon.

-no tienes nada que agradecer-dice Gideon ya actuando con normalidad.

-oye dime, ¿te gustaría visitar un lugar conmigo?- estas palabras se las susurra en el oído dándole un tono de misterio que parece que atrapó a Gideon.

-¿Qué lugar? - la curiosidad era tan notable en sus ojos que Mabel se dio cuenta de que él había caído en su trampa.

-sígueme y lo sabrás- tras decir esas palabras Mabel solo se planeaba ir, pero al ver que Gideon no reaccionaba- ¿vienes o qué?- después de que dijo eso ella tomó camino mientras era seguida por un pequeño albino que solo alcanzó a despedirse de su amiga rubia con un rápido... ¡Nos vemos, luego Pacífica!, para luego salir corriendo detrás de la joven Pines.

Mientras en el caso de pacífica, ella se encontraba concentrada en la lectura acerca de un triángulo misterioso que era el encargado de todas las anormalidades que sufría Gravity falls, sin embargo cuando sentía que estaba a punto de descubrir algo importante, el grito de su pequeño amigo la regresa a la normalidad, debido al susto que le había provocado el grito casi tiraba el libro que en su opinión era muy valioso; después de acomodar todo en su lugar proceso las palabras de Gideon causando un desconcierto en ella...¿cómo que nos vemos luego? Para empezar esa era su casa, ¿a dónde diablos se iba a ir? Y l más importante de todo...¿con quién?

Ella decidió salir a donde estuvo por última vez Gideon para ver si encontraba alguna pista acerca de su paradero, pero lamentablemente no encontró nada.

-no seas tonta Pacífica, ¿a poco creías que una visita iba a dejar una evidencia? Por favor ni que fuera una escena del crimen.

Después de auto reclamarse a sí misma, pudo observar no muy lejos unos restos de las patatas fritas favoritas de su amigo.

-no puedo creer que ni para salir con alguien deje esas mugrosa a papas-dice Pacífica con la vena resaltando le en la frente, debido a que muchas veces le ha recriminado a su amigo el consumo excesivo de esas papitas, sin embargo ahorita estaba un poco agradecida de que hípico era mandado su opinión por un tubo debido a que gracias por el rastro de papitas podría saber a dónde se fue su amigo. Decidió ponerse manos a la obra, tomó su libro, lo guardó en su mochila y decidió tomar rumbo en dirección a dónde se encontraba su amigo.

Gideon y Mabel estaban caminando rumbo a una fábrica abandonada que se encontraba retirada del resto de la civilización debido a que había cerrado por razones misteriosas.

-Mabel ¿porque nos dirigimos a la fábrica abandonada?- la duda estaba carcomiendo por dentro al curioso Gideon, sin embargo no hubo respuesta de parte de su acompañante, ella solo dio a responderle con una sonrisa y continuando el camino, lo cual desconcertó un poco al joven pero prefirió no dudar de su "amiga" y la siguió sin vacilar.

Siguieron avanzando hasta que se encontraron en la entrada de la fábrica. Gideon como buen integrante del equipo misterio, entró sin vacilar dentro de la fábrica para inspeccionar a detalle parte de la misma con gran entusiasmo como si de un niño en una tienda de dulces se tratara, sin embargo no sabía el pobre la sorpresa que le aguardaba.

Mabel entro después de él, cuando los dos jóvenes se encontraban reunido en un mismo punto, tras una seña de parte de la joven Pines las puertas se cerraron dejando a los dos jóvenes encerrados. El impacto que tuvieron las dos puertas al cerrarse sorprendió mucho a Gideon, a tal grado que corrió en dirección a ellas con la intención de poder abrirla; Mabel solo podía sonreír triunfante al ver como la desesperación lo invadía.

-no...No puede ser... ¡esto no abre MABEL! ¡¿QUE VAMOS A...hacer!?- el pequeño Gideon estaba al borde del llanto, no sabía que hacer; por lo general en esos momentos dependía mucho de Pacifica pero ahora ella no estaba con él, la única que podía ayudarlo ahora sería Mabel pero en realidad en ese momentos ella no se veía tan alterada como el, de hecho ella estaba manteniendo muy bien la calma.

Mabel al darse cuenta de la situación decidió dar inicio a su plan.

La joven Pines se dirigió a donde se encontraba el pequeño Gideon y con un tierno abrazo trato de consolarlo, parecía que el abrazo estaba funcionando por que correspondió gustoso el mismo mientras dejaba salir unas lágrimas traicioneras.

-tranquilo, todo estará bien-decía Mabel mientras consolaba al joven sin ocultar esa sonrisa macabra de su rostro-además-en ese momento lo fuerza a verla directamente a los ojos-yo podría hacer que la espera no fuera tan larga-en ese momento Mabel poseía una mirada lasciva que le estaba provocando un poco de miedo a Gideon.

-Ma...Mabel que estas...-antes de que pudiera formular otra palabra, Mabel se lo impide colocando su dedo en los labios. En ese momento la distancia que los separaba estaba siendo acortada por Mabel, Gideon intentaba escapar, gritar, moverse tan siquiera pero "algo" se lo estaba impidiendo, él estaba completamente aterrado no sabía que iba a pasar mientras que por su parte Mabel parecía disfrutar del momento.

-vas a ser mío, mi pequeño rey- le susurro Mabel en el oído provocando que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo, el único pensamiento que logró surcar sus pensamientos en esos momentos fue...

SALVENME...

Justamente en ese momento las puertas de la fábrica se abren de sopetón, dejando ver a contraluz a una joven de larga y alborotada cabellera dorada de tanto correr, que en esos momentos poseía una mirada poco amistosa para cierta castaña.

PACIFICA...

Gideon al ver a su salvadora no pudo reprimir más sus lágrimas y logrando zafarse del agarre de Mabel, va en dirección de su amiga para abrazarla con todas sus fuerzas, sin embargo la joven de ojos celestes y cabellera castaña solo podía ver con envidia y enojo la escena que se producía enfrente de sus ojos.

Pacifica solo podía observar cómo estaba su amigo, el pobre se encontraba temblando del miedo, la escena que tenía enfrente solo provocaba que una gran ira invadiera a la joven. ¿Pues quien se creía ella para hacer sufrir de esa manera a su amigo? no sabía exactamente qué fue lo que paso antes de que ella llegara pero de lo que sí estaba segura era que iba a hacer que esa castaña se arrepintiera del miedo que hizo pasar a su amigo.

Pacifica retiró delicadamente a su amigo para poder encarar a la joven Pines que pareciera que en cualquier momento iba a estallar.

-Escúchame versión pirata de Merlín el mago desde zona rosa, no se quién te creas ni mucho menos me importa solo te advierto que no permitiré que dañes a mi amigo y mucho menos si yo puedo hacer algo al respecto-Las palabras salieron con tal brusquedad que espantaron a Gideon y colmaron la poca paciencia que le quedaba a la joven Pines.

Después de escuchar esas palabras de parte de pacífica, Mabel no se contuvo más y en ese momento una extraña aura de color azul celeste rodea a la joven y todos los vidrios que se mantenían intactos de la construcción reventaron de inmediato mientras la expresión de ira de la Pines no desaparecía. Gideon al ver que la extraña aura emanada por Mabel estaba elevando en el aire a Pacífica al mismo tiempo que la estaba estrangulando trato de ir a ayudarla pero antes de que pudiera hacer algún movimiento otra aura apareció rodeándolo y atrayendo al lado de Mabel, sin tener ninguna forma de liberarse.

-No sabes con quién te acabas de meter, eh rubia oxigenada- en ese momento Mabel le dirige una mirada despreciable a la joven Pacífica-escúchame, puede que tengas más tiempo aquí pero te aseguro a que no conoces absolutamente nada de este pueblo, o al menos...no lo mismo que yo-en ese momento le surge a Mabel una mirada socarrona en su rostro.

Sin embargo, mientras desde la cabaña del misterio, un pequeño triangulo de color celeste veía a través de una bola de cristal espantado todo el caos que estaba provocando la joven Pines.

-o...oye dipper- pregunta un poco temeroso el triángulo al pensar en la reacción que podría tener su dueño al interrumpirlo de su lectura.

-qué quieres Will-pregunta Dipper sin despegar su mirada del libro.

-este...perdone que lo interrumpa pero es que...Mabel-el pobre triángulo estaba que se lo comían los nervios y no lo ayudaba el hecho de que Dipper lo interrumpiera.

-sabes que lo que hace Mabel no me incumbe, así que..-dejando por un momento su lectura le envió una mirada seria al pequeño triángulo que solo podía ponerse cada vez más nervioso-¿porque me tendría que interesar a partir de ahora?

-bueno... es que la joven está... causando estragos en la fábrica abandonada y...

-¡y eso que tiene que ver conmigo, Will!- podría parecer por su rostro inexpresivo que seguía calmado pero Wills mejor que nadie sabía que estaba comenzando a perder la paciencia el joven Dipper.

-es que... como usted a diferencia de su hermana es más amab..- Will al ver que esa palabra podría enfadar al Pines debido a la expresión que él puso al ver notar que esa palabra tan solo iba a ser mencionada, el triángulo prefirió callar y cambiar todo su discurso-es que usted y el sr Ford son tan parecidos, pueden parecer que no tienen emociones pero en el fondo no les gusta el desastre que ocasionan sus hermanos por eso, pensé que...

-¡pues pensaste mal Will!- eso último se lo dijo como un regaño que aunque a Wills espanto sabía el triángulo por el tiempo que lo conocía que en parte iba para el mismo.

Dipper había vuelto a su lectura, sin embargo una palabra bastó para que reconsiderara el asunto.

-además... la joven Pacífica está ahí-esto último lo dijo casi en un susurro que fue perceptible al oído del joven Pines.

tras escuchar esas palabras salir de la boca de Will, lo único que atino a hacer fue cerrar si libro, como el cuarto estaba vacío el sonido provocado por el libro espanto al pequeño triángulo a tal grado de que terminó escondiéndose en algún rincón del cuarto dejando al joven Dipper con sus pensamientos.

Mientras tanto en la fábrica abandonada se podía observar cómo una joven se estaba quedando sin fuerzas mientras que la otra reía triunfante al ver lo que sus actos estaban provocando mientras el único varón solo podía observar aterrorizado la escena que se estaba produciendo en frente de él.

-¡MABEL POR FAVOR DETENTE!-gritaba desesperado el joven Gideon viendo como poco a poco su amiga estaba quedando sin oxígeno.

Mabel solo atino a darle lascivamente y fingiendo lastima solo atinó a contestarle.

-lo siento mi pequeño rey, pero no puedo dejar que nadie se interponga entre nosotros, por eso...

Tras decir eso, comenzó a quitarle el poco oxígeno que le quedaba a Pacifica.

-tienes algunas últimas palabras, ricitos-la sonrisa socarrona que tenía en ese momento tenía Mabel lo único que provocó fue que la ira que trataba de contener Pacífica estallara en esos momentos.

-eres una...-Mabel quería escuchar las palabras de la rubia pero al ver que sus cuerdas vocales eran muy apretadas decidió aflojar un poco el agarre, solo para escuchar de la boca de Pacífica-eres una ARPÍA ESTAFADORA QUE APUESTO QUE SOLO QUIERE A GIDEON COMO SU ENTRETENIMIENTO DE LA SEMANA, zorra- la sonrisa burlona que en esos momentos tenía Pacífica sólo provocó que el poco aire que había logrado recuperar desaparecieras en ese mismo instante.

-BIEN, AHORA SI TE HAS CONDENADO RUBIA-mientras la mano de Mabel se iba cerrando poco a poco la cantidad de oxígeno que le quedaba a Pacífica se iba agotando.

PACIFICA, NOOO!

Cuando creían que sería el final de la Pacífica, de repente aparece de una mano detrás de Mabel, la cual era inconfundible para la joven Pines.

-hola Dipper-en ese momento Mabel libera un poco el agarre en el cual mantenía a pacífica permitiendo que sus pulmones pudieran respirar un poco más. Mientras que por su parte tanto Pacífica como Gideon se preguntaban qué estaba haciendo Dipper Pines ahí, y lo que más les angustiaba ¿había venido a ayudarlo?

No pacífica, cree en él, él no es igual a su hermana, él es diferente o...¿tal vez no?...

-¿Dipper?- la voz le salía un poco entrecortada, no solo por la falta de aire sino también porque tenía unas ganas de llorar por el simple hecho de pensar en que él no había venido a ayudarlos.

Dipper tras haber escuchado de parte de Will que Pacifica estaba con su hermana, algo muy dentro de él tuvo miedo de pensar en lo que podría estar ocurriendo así que decidió cerrar inmediatamente el libro que estaba leyendo y decidió salir a ver como se, la estaba pasando su hermana, sin embargo no se esperaba ver tal espectáculo por parte de su hermana.

Cuando Dipper escucho su nombre, dirigió su mirada a donde se encontraba la joven de cabellos dorados solo para encontrarse una escena que realmente lo sorprendió, la joven que había conocido se encontraba muy pálida y por si no fuera poco se le veía los ojos cristalinos, no solo por el dolor que le estaba ocasionando su hermana sino por el miedo que en esos momentos les estaba teniendo a ¿ambos jóvenes?, bueno en fin no era ninguna novedad para el joven Pines, de por sí ya estaba acostumbrado a estar en esa situación así que lo único que podía hacer en esos momentos era detener a su hermana.

-Mabel, por favor detente- su hermano mantenía la calma sin embargo su hermana no le estaba haciendo mucho caso.

-¡¿QUEEEE!? Acaso me estas pidiendo que YO alguien de tan alta categoría deje a esta libre.- el tono egocéntrico y colérico en el que estaba diciendo estas palabras Mabel parecían como si de veneno se tratara lo cual están comenzando a cansar a su hermano.

-Mabel, cálmate te estoy pidiendo que...-sin embargo, sin importar cuánto tratara de mantener la situación Dipper lo más calmada posible su hermana se lo estaba complicando demasiado.

-Dipper, nosotros no tenemos por qué rebajarnos a actuar como simples mortales, tú sabes perfectamente que debemos eliminar a las plagas y está de aquí-volviendo a aplicar fuerza impidiéndole otra vez el oxígeno a Pacífica mientras la señalaba- debe ser nada más que Eliminada-Mabel tenía una sonrisa macabra en su rostro lista para aplicar el último golpe, sin embargo una extraña liberación de energía la alteró al grado de que no realizara su último ataque.

Cuando Mabel dirigió su mirada a la extraña muestra de energía, pudo observar que como había pasado antes con ella, ahora se encontraba su hermano cubierto de un aura azul celeste, con llamas del mismo color brotando de sus ojos y resaltando esa peculiar marca que había heredado el día de su nacimiento, que tenía lugar en su frente. Eran muy pocas veces las que su hermano llegaba a explotar de esa manera y sabía perfectamente que sin importar cuánto poder llegar a tener ella nunca igualará al que poseía su hermano, desde que había nacido ella sabía perfectamente que el más poderoso de los dos era él y justo ahora no solo por la aura que estaba soltando su hermano también por la expresión de irritación que poseía ahora sabía que lo mejor sería obedecerle, caso seguido decidió liberar a los dos jóvenes provocando que estos azotarán con el piso y su hermano solo llegará a recriminarle con la mirada.

-ahí eres un aguafiestas Dipper

-Mabel, sabes perfectamente que...-sin embargo antes de que pudiera recriminarle más, Mabel solo depositó una mano en el hombro de su hermano y le dijo.

-ya tranquilo, no pasó a mayores, no tienes porque armar un escándalo jeje- despues de darle ese comentario, Mabel Pines se retiró del establecimiento con una sonrisa triunfante en su rostro sin antes decir...

Parece que esto será muy interesante

Dipper al ver que la actitud de su hermana nunca iba a cambiar, prefirió volver a calmarse y regresar a la normalidad. Una vez ya estaba tranquilo de nuevo, decidió dirigir su mirada a donde se encontraban los dos jóvenes, por su parte observó a un joven de cabellos plateados que se encontraba al lado de su amiga, la cual estaba tratando de recobrar sentada en el suelo el oxígeno.

-¿te encuentras bien?

Esas palabras desconcertaron a ambos jóvenes y todavía más les sorprendió ver de quien salían aquellas. Por su parte Gideon no podía dejar de ver al joven como una amenaza mientras que Pacifica no sabía cómo dirigirle la mirada, lo acontecido esa noche la había puesto a dudar acerca de ese joven. Dipper al ver que la joven solo atinaba a desviarle la mirada solo pudo soltar un suspiro de resignación y a extenderle la mano en muestra de paz.

-déjame ayudarte-Pacífica solo estaba sorprendida por el gesto, aunque antes ya le hubiera ofrecido la mano antes, esta ocasión tenía algo diferente que la joven no podía responder, la joven se había quedado perdida en sus pensamientos mientras que el joven Pines al ver como la cara se le estaba empezando a poner roja de tanto pensar a Pacífica por primera vez no pudo contener una carcajada, Pacífica regreso en si al escucharlo reír y cuál fue su sorpresa al ver al joven que siempre traía ese ceño fruncido mostrar ese lado suyo, lo cual solo provoco que toda la angustia que traía Pacifica dentro desapareciera inmediatamente.

Pacifica le dedico una tierna sonrisa la cual el joven al recobrar la compostura devolvió. Pacifica aceptó que el joven le ayudará a levantarse ignorando completamente las miradas de desconfianza que estaba liberando Gideon en esos momentos. Cuando Pacífica ya estaba reincorporada hubo un extraño momento de silencio que ninguno supo romper hasta que Dipper decidió tomar la iniciativa.

-Hasta luego-Ya tratando de regresar a su semblante serio de siempre, que por alguna razón le estaba costando trabajo mostrar ahora. Pacifica solo podía observar como el joven se iba mientras que en su mente recorrían las siguientes preguntas... ¿debería decirle algo? ¿Tal vez un gracias? ¿O debería quedarme callada?, sin embargo mientras estaba distraída en sus pensamientos el joven Pines ya se había retirado dejando un sentimiento de vacío en el lugar, o al menos así le había parecido a Pacífica que trato de ocultarlo con una sonrisa de agradecimiento que sin su consentimiento se había mostrado en su rostro, sin embargo Gideon solo podía agradecer que ese momento ya hubiera terminado.

Cuando Dipper regreso a su cuarto, pudo observar como Mabel ya había caído dormida a los brazos de morfeo.

Cómo demonios es que Morfeo la aguanta

Regresando a sus asuntos, Dipper decidió volver abrir su libro para volver a analizar algunos misterios acerca de este peculiar pueblo, sin embargo cuando estaba listo para abrir ese pequeño libro con el número tres puesto, recordó todo lo que ocurrió el día de hoy y prefirió dejarlo para otro día dejando libre una pequeña sonrisa, después de todo este mundo está lleno de sorpresas que él se encargaría de resolver tarde o temprano. el joven decidió acompañar a su hermana para luego caer rendido en su cama y dejarse llevar por las manos de morfeo al mundo de los sueños, donde cierta joven estaría en la mayoría de ellos brindándole esa sonrisa que era una de las mejores bienvenidas que hubiera pedido. Mientras cierto triangulo solo podía ver entiendo cómo es que el corazón del joven se estaba ablandando con su llegada a Gravity Falls.