Bien, Hola, realmente nunca me ha ido bien aquí en fanfiction, pero siempre toca intentar, este fic siento que será un poco largo y tal vez aburrido, pero tal vez sea el más interesante que he hecho hasta ahora, espero les guste y si les confunde un poco; el fic narra sobre la perspectiva en tercera persona de Suzuno.

Espero les guste:

Disclaimer. Inazuma Eleven no me pertenece ni sus personajes. El fic SI es de mi autoría.

Pequeñas Luces.

Capítulo 1.

Se quedó mirando al cielo, caían pequeños copos de nieve semejantes al color de su cabello /aunque este era más grisáceo/ tendido en el piso claro que no iba a llorar, se sentía avergonzado de cuantas personas lo mirasen mientras que él se desvanecía. Había tenido una buena vida, no podía quejarse, pero aun así era joven, tanto como para que las personas fingieran sentirse apenadas por su repentina muerte. Su sangre salía a borbotones de su pecho, la barra de metal que lo atravesó estaba a unos cuantos metros ¿cómo explicar el aparatoso accidente? Si él solo tuvo la mala suerte de estar a pocos metros. Tan cerca de la muerte, pero aun no era hora.

§-seis años después-§

Despertó con los gritos de su molesta vecina, una vez más, su odioso gato había entrado en el departamento, ya se había cansado de tener que devolverlo, poco más y le pondría un nombre convirtiéndolo en su mascota.
Entrego al animal de mala gana y se dirigió a la cocina, no tenía nada que hacer, un sábado al mediodía no era su mejor momento.

-Buenos días- saludo a su "compañero" mientras sacaba la leche del refrigerador.

-¿siempre te despiertas así? Cuando yo estaba vivo me veía mejor- se burló mientras flotaba alrededor del albino. -Si yo pudiera me cogería a la vecina-

-tiene 45 años ¿cuántos años tienes tú? ¿14?- Suzuno se sentó sobre la mesa sorbiendo su café.

-tenia 15, pero llevo unos cuantos años así...mi familia se mudó y no pude seguirles el paso.

-¿ya recuerdas tu nombre?- El lugar se quedó en silencio, algo que rara vez pasaba "burn" /como le había apodado Fuusuke/ siempre hacia una broma o le aprendía fuego al periódico o fotos, pero esa vez tardó en siquiera moverse. -¿recuerdas como moriste? ¿Quién eras? Dijiste que recordabas a tu familia ¿quiénes eran? ¿Cuantos? ¿Porqué...- El pelirrojo prendió fuego a todo lo que pudo, incluyendo la foto familiar del albino. -¿¡qué haces!?- se levantó de inmediato tratando de apagar el fuego, Burn aprovecho para desaparecer.

Después de apagar el fuego y maldecir al "fantasma" decidió salir, despejar su mente, aunque era algo difícil al ver tanta gente "brillar"

Desde que había despertado en el hospital hace años atrás, podía ver más allá de los vivos, personas fallecidas, con una resplandeciente luz en alguna parte del cuerpo, dependiendo de la causa de muerte, pero esta luz solo podía notarse cuando el "espíritu" ya había aceptado su muerte y sabia la causa de esta, solo se quedaban en la tierra por asuntos pendientes o para "visitar" seres queridos. Con el paso de los días, Suzuno había aprendido todo esto, aun había cosas que no comprendía como el hecho de que él pudiera ver una luz en su pecho, su reflejo siempre lo mostraba así, no estaba muerto, eso era seguro, pero era algo que le inquietaba.

Otro hecho que no podía explicar era Burn, él poseía luz por todo su cuerpo y a diferencia de muchas entidades /o de todas/ él podía moverse por todo el mundo si así lo desease, pero permanecía junto al albino, porque él así lo deseaba.

Llego al restaurante de "siempre" estaba a pocas cuadras de su departamento y desayunaba ahí siempre que podía...y comía...y de vez en cuando cenaba. Se sentó en el lugar de siempre, pidiendo lo mismo de siempre "que monótona vida" escucho de fondo, pero decidió ignorar y seguir con lo suyo.

-Cuando vivía, me gustaban los pasteles con fresas, podrías ordenar uno- el pelirrojo apareció justo frente de Suzuno.

-estamos en público- murmuro para segundos después llamar a la mesera.

-Tú lo estas, a mí no me pueden ver- miro a la joven acercándose, sonriendo de medio lado para flotar alrededor de ella y colocó ambas manos sobre los senos de la mujer, proporcionándole un escalofrío.

El albino ardió en ira por la conducta indecente del fantasma, pero Burn sabia jugar bien sus cartas, sabía que Suzuno no podía decir nada, lo creerían desquiciado y problemas es lo que menos quería.

Regreso a su departamento en silencio, ignorando los comentarios groseros y sucios que el pelirrojo hacia sobre cada mujer que pasaba a su lado, le era estresante, pero no le quedaba de otra.

-Burn, es hora- Ordenó el albino que le siguiera hasta la habitación, el fantasma no reclamó, sabía que era algo que tenían que hacer. Suzuno se sentó en el centro de la cama con las piernas cruzadas y el pelirrojo le siguió flotando hasta quedar frente a frente.

-¿este es algún tipo de castigo?- bromeó colocando ambas manos detrás de su cabeza.

-Algo así- sonrió de lado extendiendo las manos hacia Burn, este hizo una mueca de disgusto y extendió la mano derecha, dejando que el albino la tomará con la delicadeza con la que agarraba todo...casi todo. -dime tu nombre-

Otro don descubierto hace algún tiempo; Flashbacks, al tener una conexión física, Suzuno podía ver y ayudar a recuperar recuerdos de la vida que antes llevaban las entidades, y con esto se desenvuelve otro pequeño secreto; Fuusuke es la única persona que no puede atravesar estas entidades, para él eran tangibles, incluso, tiempo atrás llego a tropezar con estas, la demás gente solía atravesarlas llevándose solo un pequeño escalofrío.

-Sabes que no lo sé- respondió de mala gana.

-te gustaban los pasteles de fresa y tienes 15 años...tu familia se mudó, dejaron su viejo hogar.

"Familia"

"-¡un hermanito en poco tiempo!- la señora sonreía dando vueltas con su "hijo" en brazos, la risa del niño se escuchaba.-tu padre y yo estamos muy contentos de poder darte un hermanito- bajo al niño después de darle un suave beso en la frente, dejando ver su vientre algo abultado. -Los amaremos a los dos por igual-"

"Hogar"

"-Haru, serás nuestro hijo- anuncio el señor junto a su esposa tomados de la mano -todos somos pelirrojos- bromeo el señor al ver la timidez del niño quien sonrió de inmediato tomando la mano de quien sería su nueva madre. -Nosotros te daremos un hogar- dijeron los adultos al mismo tiempo, provocándole una sonrisa más alegre al pequeño"

-Haru...- susurro el pelirrojo, Suzuno se apresuró a preguntar.

-¿cuál es tu nombre?

-Haru...- contesto inconscientemente apretando una de las manos del albino.

-Haru...

-Haru...- repitió una vez más, la luz que le rodeaba comenzó a encogerse, tratando de juntarse en un mismo punto -Ha...- trato se repetirlo, pero su luz explotó regresando a su estado natural, lanzando al albino con fuerza directo a la pared. -¡Suzuno!- grito flotando hacia él y tomándolo en brazos, agradeció que pudiera ser tangible con el albino.

Fuusuke estaba inconsciente, pero se encontraba bien. Nunca habían logrado tal avance, pero tampoco había pasado tal cosa, "Haru" seguía brillando pero por lo menos estaba algo cerca de saber la verdad de todo.

Después de llevarlo hasta la cama apago las luces y cerro las cortinas, dejando la habitación casi oscura, a excepción de su brillante presencia, quería que su compañero descansara, así que tenía pensado salir a asustar gente por la calle.

-Gracias- le murmuro al oído, tan sutil que era casi inaudible, pero era tanta la cercanía y silencio que el pelirrojo juraba escuchar los latidos de Suzuno. -Descansa- le tomo levemente de la mejilla para poder verlo de frente y sin dudarlo beso con gran delicadeza sus labios, sintiendo frio...

"Frio"

"-¿no es lindo? -el joven pelirrojo le miraba de lejos -su pelo es tan blanco, sus ojos tan azules...él es tan frio-"

Burn tenía una gran sonrisa ¡había sentido algo! Él estaba muerto, no tenía un cuerpo, por lo tanto no recordaba ningún contacto físico, pero el beso con Suzuno le había proporcionado dos grandiosas sorpresas; sentir frio, algo que no había sentido en mucho tiempo y por otra parte un recuerdo, corto, pero al final de cuentas un recuerdo.

Espero que les gustara, tratare de actualizar cada semana o en su defecto cada mes, cualquier comentario será bien recibido.