¿Dónde está mi memoria?
Capítulo 1
Abrió los ojos lentamente, al principio su vista era un poco borrosa, pero poco a poco se fue aclarando. Miró a su alrededor, estaba en una habitación pintada de blanco, había unos ventanales y unas cortinas grises medio abiertas que dejaban pasar la luz de un claro sol matutino que iluminaba todo el cuarto. Y en ese momento pensó: ¿Qué rayos ocurrió, y/o qué pasaba que estaba en un hospital?-. Un ligero ruido la sacó de sus pensamientos y giró su cabeza hacia la puerta.
En ese momento entró a la habitación un doctor con una carpeta en sus manos.
-Oh, ya veo que despertó, señorita...- Desvió la mirada a la carpeta y siguió- ... Señorita Rose.
-Doctor, ¿qué me pasó, por qué estoy aquí?- Preguntó Amy con cara de preocupación.
-Rose, ¿no recuerda nada de lo ocurrido?- Preguntó el doctor desviando la mirada hacia la carpeta donde hacía anotaciones.
Amy trató de recordar, pero no tuvo recuerdo alguno- No recuerdo nada- Respondió la eriza decepcionada.
-Bueno señorita Rose...- Dijo el doctor- Un joven la trajo en sus brazos, estabas inconciente, nos dijo que te había encontrado en un campo no muy lejos de aquí y que te habías golpeado la cabeza.
-Entiendo... ¿Y recuerda quién fue el que me trajo?-
-Lo siento- Respondió el doctor mirando a un punto "x" del suelo- Yo no estaba en ese momento en que la trajeron... Esto me lo contó una enfermera.
-Y, ¿me podría decir quién es ella?-
-Claro que podría, pero no podrá ir a preguntarle-
Antes de que la eriza preguntara la razón, el doctor prosiguió.
-La chica se ha casado, y desde ayer agarró vacaciones- concluyó.
-¡¿Se casó? - Exclamó casi gritando - ¡¿Entonces, desde cuándo estoy aquí?
-Lleva tres días inconciente, pero ya tus heridas sanaron y te daremos de alta esta misma tarde - Diciendo esto el doctor se retiró de la habitación.
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Ya había salido del hospital, estaba alegre de haber salido, hasta se propuo buscar al chico que la había llevado al hospital, pero eso era imposible, ya que no lo podría reconocer ni que se tropezara con él en la calle. Así que descartó la idea y de la alegría empezó la preocupación, porque solo sabía que su nombre era Amy Rose y que vivía en pequeño departamento en Central City.
Así es, solo recordaba eso. Y se deben de estar preguntando... Y la respuesta es ¡Sí!. ¡Amy Rose se había olvidado hasta de su mejor amiga Cream, se olvidó de Tails, Knuckles, Rouge... Hasta se olvidó de que estaba perdidamente enamorada de Sonic the Hedgehog!.
Se dirigió a su departamento y sacó la llave de uno de los bolsillos del vestido que tenía puesto. Entró y una sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro. Lo único en que pensó fue en darse un baño, cambiarse de ropa, por supuesto de comer, e irse a dormir.
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La eriza salió de su casa la otra mañana. Estaba preocupada, ya que sabía que después de aquel golpe en la cabeza se le fue casi que la mitad de la memoria. No recordaba a nadie, absolutamente a nadie que puediera ayudarla. No había nada que hacer, así que pensó en buscar un empleo, ella no quería estar vagueando por las calles como una sin oficio.
Recorrió varios establecimientos, pero en todos le negaban el trabajo... Hasta que llegó a una oficina de correo donde se veía una cartel en la ventana, solicitando a alguien para entregar el correo.
Entró a la oficina, allí vió a un señor mayor organizando algunos archivos. Ella se acercó a la barra donde se atienden a los clientes y llamó la atención del señor.
-Buenas - Saludó amable la eriza, pero no recibió respuesta alguna - ¡Buenas! - Dijo otra vez alzando un poco la voz, pero la respuesta fue la misma... - ¡BUENAS! - Gritó ya sin paciencia la pelirosa.
El señor se dío cuenta y como si nada dejó a un lado lo que hacía y miró a la eriza sonriendole.
-¡Oh!, buenos días pequeña - Dijo el mayor, Amy frunció un poco el seño por llamarla "pequeña", dejó su señal de molestia y apuntó la mano al cartel de la ventana.
-Ah... Veo que solicitas el empleo - Dijo el viejo - No dudaré en dartelo, hace mucho que lleva ese cartel ahí, pero nadie viene... Dime, ¿cuál es tu nombre?-
Amy se impresionó de lo rápido que accedió a darle el puesto - Me llamo Amy, Amy Rose, señor -
-¡Que bueno!, yo me llamo Alberto... - se presentó - Empiezas a trabajar YA, entra por esa puerta... - Dijo señalando una puerta a su derecha - ... Y escoje una de las bicicletas y un bolso para el correo.
Amy asintió y fue... Regresó un minuto después, y Alberto le dió unas cartas que debía entregar. La pelirosa salió de la oficina y se puso en marcha.
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Entregó las cartas a muchas casas y entre esas llegó a una en particular. Dejó su bicicleta tirada en el cesped y se dirigió a la puerta a tocar el timbre, mientras caminaba iba leyendo para quien iban las cartas...
-Hmmm, el señor Miles Prower dice esta carta y la otra es para un tal Sonic the Hedgehog - A Amy le parecieron conocidos esos nombres, pero no le dió mucha importancia y tocó el timbre.
Esperó un minuto hasta que abrieron.
-Entrega de unas cartas para el señor Miles Prower y Sonic the Hedgehog - Dijo Amy sin levantar la vista de las cartas
-¡¿Amy? - Exclamó sorprendido el erizo azul
