Legend of Zelda no me pertenece ni nada relacionado a, sólo la idea de este fic.

Su cuerpo entero quedo petrificado cuando fue súbitamente atrapado por los desesperados brazos del chico más bajo. Sus manos tocaban su espalda mientras sus dedos tiraban de la tela, parecía querer aferrarse con todo su ser a él, parecía que nunca le soltaría, y le llegó extrañamente un cúmulo de sensaciones justo al corazón; aquel abrazo estaba lleno de carencia, lleno de tristeza, lleno de alivio, y amor y desesperación y deseo y necesidad, una necesidad física de su cuerpo estrechándole así… así y por siempre.

El tiempo se detuvo para ambos y cuando se reanudó fue sumamente lento, tan lento como la reacción del albino, que pasó de tener los brazos en el aire a rodear con ellos el cuerpo menudo del rubio pegado a él, cuando éste sintió que era correspondido se acercó aún más, como queriendo fundirse en el otro, se puso de puntillas para besar su cuello, sus mejillas, su frente, su barbilla y cada centímetro del rostro grisáceo con excepción de los labios, cuando llegó a ellos se detuvo y respiró entrecortadamente.

El albino había quedado tan extasiado con la forma en que era tratado, con el anhelo que le transferían sus caricias y el encanto de sus besos que fue él quien se decidió por tomar la nuca del ojíazul y acercarlo así para permitirse aquel beso tan ansiado. Fue profundo y duradero, como una danza lenta, romántica; se besaron como los amantes que se reencuentran después de mucho tiempo, como los amantes separados por la guerra.

Finalmente volvieron a ser dos personas, aunque abrazadas, el rubio depositó sus talones devuelta al suelo y se miraron mientras todo a su alrededor comenzó a aparecer nuevamente, se escuchaba a las personas conversando alrededor, la música vibrando por todo el bar, el tono azulado del lugar iluminado débilmente. El mundo cobraba sentido nuevamente. Los orbes azules estaban totalmente perdidos en un extraño trance, los cafés también pero denotaban algo de lucidez, la suficiente para preguntar.

-¿Te conozco?

El chico rubio tuvo ganas de llorar en ese momento pero su alegría era tan grande que el resto pasó a segundo plano.

-Si no entonces me aseguraré que lo hagas –cerró los ojos y volvieron a fundirse. El albino no quiso protestar en lo más mínimo. No sabía por qué pero creyó que justo cómo y dónde estaba era como debía estar.

La idea es que reencarnan y Link reconoce a Grahim y se lanza a sus brazos. Grahim no lo reconoce pero siente algo. Su mente no lo reconoce pero su corazón sí *u* jajajaja xD Reviews?