LOS PERSONAJES SON DE YUSEI MATSUI SAMA

LA HERMOSA PORTADA NO ME PERTENECE.

Advertencia: Yaoi, lemmon, muerte de personaje.

Capítulo 1

Nagisa pov.

Había pasado un tiempo desde que nos graduamos y de la muerte de koro sensei, todos fuimos a escuelas diferentes y aunque a veces nos reunimos, solo eh mantenido contacto con tres personas: sugino, kayano (me acostumbre a llamarla así) y karma.

Yo nunca pensé que mi vida daría un giro igual o más grande desde que conocí a koro-sensei pero al parecer el destino nunca deja de sorprendernos y de demostrar que nos equivocamos.

Era un día común y corriente me encontraba en clase con mi celular mandándole mensajes a karma a escondidas del profesor.

El me comentaba que volvió a ganar el primer puesto de calificaciones dejando que Asano tuviera el segundo lugar. Me reí un poco al imaginar la cantidad de burlas que sufriría el pobre de Asano.

- Procura no burlarte demasiado de el -

- No prometo nada -

Con una sonrisa voltee hacia la ventana y fue cuando sentí que algo andaba mal.

Se veía humo a lo lejos entre los edificios y me sentí inquieto, en ese instante recibí otro mensaje de karma

-Busca algo para defenderte, encuentra un refugio en tu escuela y espérame ahí -

Ese mensaje solo termino de alertarme, sé que karma es bromista pero sentí que esto era muy en serio.

Tal vez era una exageración, tal vez no era nada, pero decidí hacer caso.

Me puse de pie y aunque sé que no serviría de nada grite en medio de la clase.

- ¡CORRAN DEBEN SALIR DE AQUÍ! -

Como lo pensé solo se burlaron de mí y el profesor me dijo que me sentara, sin hacer caso salí corriendo del salón.

Dos de mis compañeros me siguieron, me llevaba bien con ellos, uno era un chico algo robusto de pelo castaño oscuro muy corto, era muy gracioso y siempre me hacía reír se llama shin.

El otro chico era un poco más delgado pero más alto que shin (y los dos eran más altos que yo) tenía ojos verdes y pelo negro un poco largo, era muy inteligente es alguien en quien confías sin darte cuenta, su nombre era Dai.

Me alcanzaron rápidamente.

- ¿Nagisa que pasa? - Pregunto Dai

- ¿Te sientes bien? - Dijo Shin

-¡Ahora no tengo tiempo de explicarles, solo síganme! - Respondí un poco apurado y seguí caminando deprisa.

Ellos guardaron silencio supongo que nunca antes me vieron tan serio.

Tal vez por curiosidad, solo se limitaron a hacer lo que les pedía.

Me dirigí al salón de economía doméstica, ese sería el único lugar donde encontraría con que defenderme rápidamente, pero al llegar.

- La puerta está cerrada-

- Espérenme aquí - les ordene, me parece que querían decir algo pero se arrepintieron y solo asintieron.

Entre en el salón de al lado, estábamos en el tercer piso…era un altura considerable,salí por esa ventana, me agarre fuertemente de la cornisa y deslizándome con cuidado entre por la ventana del salón de economía doméstica.

Me alegra no haber dejado de entrenar, aunque nunca espere que tuviera que hacer esta clase de cosas.

De inmediato me puse a buscar en todo el salón y me lleve algunos cuchillos, tome otra bolsa y me lleve la comida que había aunque solo era poca.

Abrí la puerta por dentro y mis amigos se sorprendieron, les di las bolsas y seguí mi camino con ellos siguiéndome en silencio.

Recuerdo esa enorme guía que koro sensei nos dejó al final,…. en la que había un capitulo en específico de que hacer en caso de desastres o grandes crisis.

Debíamos asegurar la comida tener con que defendernos y un lugar para refugiarnos.

Es por eso que al recibir el mensaje de karma no dude ni por un segundo de que fuera en serio y seguí sus consejos inmediatamente.

Estábamos bajando por las escaleras de emergencia y al mirar hacia abajo.

Solo se veía el caos, personas comiéndose a otras, profesores abandonando a sus alumnos y salvándose ellos mismos, al igual que los alumnos que antes eran inseparables ahora sacrificaban a sus amigos por su propio bien.

Esto era más serio de lo que pensaba, si karma me hubiera dicho que esto estaba pasando definitivamente no le creería, después de todo parecía una película de terror o una broma muy mala.

Pensé de inmediato si karma estaba bien y al pensar que tal vez algo le había pasado me asuste tanto que sentí perder mis fuerzas de repente.

El pánico y el miedo me invadieron con rapidez ante ese pensamiento.

Lo único que quería era ir a buscarlo pero debo confiar…

Sé que karma estará bien, él es muy fuerte y me dijo que esperara por él, así que…. eso hare, no importa cuánto tiempo espere.

Al mirar al frente un alumno venia rápido hacia nosotros, tenía una mordida enorme en el rostro del lado derecho, incluso podía ver sus dientes a través de su mejilla y estaba cubierto de sangre.

Me seguía sintiendo como en una especie de película, pero el olor a sangre y la adrenalina que no dejaba que me relajara me traía la realidad, ya no había ninguna duda esa cosa… ya no era un alumno, yo no podía leer su estado de ánimo ni tener ninguna sensación que me brindara aparte de un poco de terror.

Así que usando mis habilidades con el cuchillo sin dudarlo atravesé su ojo hasta el cerebro saque rápidamente mi cuchillo y tome otro de la bolsa de Dai, elimine a dos más que se nos acercaban por el patio y al girar vi el almacén,… pensé en usarlo como refugio temporal.

- ¡CORRAN AL ALMACÉN AHORA! -

Dai y Shin corrieron todo lo que podían supongo que estaban en shock por que no habían dicho ni una palabra desde que empezó todo y agradezco eso, si entraran en pánico sería difícil ponernos a salvo.

Esto es más cansado de lo que pensé, mi fuerza no es mucha y tengo que esforzarme en atravesar los cráneos de esas cosas.

- Porque nada es tan fácil como en las películas- dije en voz alta sin querer

Casi llegaba al almacén del patio donde guardan las cosas del club deportivo, mande un mensaje a karma antes de que la señal de mi celular desapareciera por completo.

- Estoy en el almacén del patio de mi escuela no tardes y cuídate -

Entre al almacén cerrando la puerta con ayuda de mis compañeros, la atrancamos con un estante.

Me senté en una colchoneta, suspire cansado, mire a mis amigos y les pregunte.

-¿Tienen hambre? - Con una sonrisa.