Los personajes de BBF no me ´pertenecen.
Hola cuanto tiempo solo me paso por aquí para dejarles este capi de una nueva historia que tenía desde hacía mucho tiempo algo que siempre quise escribir así que por fin me atreví espero les agrade. No olviden comentar.
Para Chisa, gracias por la paciencia y apoyo que siempre me brindas (La banda por fin ha llegado a mis manos prometo aplicarme la próxima semana)
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Redacción en 3ra persona
-diálogo-
-diálogos tomados del volumen 28 del manga Hana Yori Dango paginas 76, 77 y 78- Hana yori Dango pertenece a, ''Hana yori Dango'' Yōko Kamio
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-/- Recuerdos -/-
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El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad.
William Shakespeare
Sentados en una sencilla cafetería no puede dejarla de mirar seriamente mientras se atreve a hablar -Jan Di ¿te has hartado de salir conmigo?- Es lo que Jun Pyo pregunta cuando tienen que ocultarse una vez más de la legión de guardaespaldas que les persiguen -…Tenemos que escondernos todo el tiempo- mira a su alrededor -nopodemos salir a dar una vuelta como hace todo el mundo- le mira seriamente -¿Te apetece dejarlo?- no dice nada más solo la mira en silencio esperando una respuesta, ella desvía la mirada, calla y eso solo es una mala señal. Un silencio incomodo se crea, él ya tiene una respuesta y aun cuando es dolorosa tiene que aceptarla. Lleva tanto tiempo queriendo ignorar el dolor y hastió que debe sentir Jan Di que ahora no puede más.
-Está bien, paremos aquí- habla al tiempo que se levanta de la silla en la que se encontraba sentado. Intenta caminar pero una mano sujeta su muñeca impidiéndole continuar caminando –Supongo que hay algo de cierto en lo que dices- ella por fin habla mirándolo a los ojos –He tenido que agachar los ojos ante los insultos de tu madre… no puedo negarte que a veces me pregunto por qué tengo que soportar toda esta miseria ¿vale la pena?- a él se le dibuja una triste sonrisa es irónico escuchar lo que siempre ha sabido, duele pero es verdad. Debe dejarla ir, lo sabe. –Lo siento nunca quise hacerte daño, prometo no perseguirte m…- no puede continuar ella le interrumpe -Eres un idiota- dice al tiempo que sujeta su mano y le obliga a mirarle, continua hablando –Es cierto, me lo he preguntado- le acaricia la mejilla cosa que a Jun Pyo sorprende –pero también he empezado a necesitarte. Así que no estoy para nada harta de todo esto- Jan Di sonríe alegremente –Debo estar perdiendo la cabeza- finaliza y su sonrisa solo crece y a él la ganas de besarle le sobre pasan que la jala y une sus labios a los de ella mientras la arropa entre sus brazos.
Y cuando creemos todo olvidado los recuerdos acuden a nosotros para torturarnos para recordarnos lo que quisimos olvidar…
Unos suaves labios sobre los suyos la obligan a salir de su profundo recuerdo, abre los ojos ante la sorpresa del tacto y descubre gratamente un par de orbes negros tan oscuros como la noche que le miran dulcemente –Despierta dormilona- le dice al tiempo que roza su nariz con la suya -no estaba durmiendo- se defiende al tiempo que trata de levantarse de la cama en la que segundos antes descansaba plácidamente pero unas fuertes manos sobre sus hombros se lo impiden obligándola a recostarse nuevamente mientras esos suaves labios la besan nuevamente, por fin, de nuevo después de casi un mes vuelve a sentir su aroma, por fin se siente segura, ahora comprende cuánto le extrañó
-Te amo- dice él mientras la mira fijamente, ella no puede evitar sonreír para él siempre ha sido fácil expresar lo que siente mientras que ella aun lucha con su timidez pero solo por esta vez no –Y yo a ti… te amo- dice al tiempo que alza sus brazos y los enreda en su cuello y le jala para besarle. La inevitable necesidad de respirar los obligó a separarse, se recostó junto a ella mirándose frente a frente se permitió acariciar ese bello rostro que tanto extraño, ella dejó que el tome su mano y la lleve a su rostro y luego a sus labios esa siempre es la manera en que le demuestra cuanto la extraño durante su viaje al extranjero, luego como siempre solía hacer la acercó lo mas que pudo a su cuerpo mientras la rodeaba con sus brazos y depositaba un suave beso en su frente para luego abrazarla más (si es que se podía) ella también le abraza fuertemente. –Te extrañe mucho- le dijo al tiempo que le miraba a los ojos y le acariciaba la mejilla, él solo sonrió antes de hablar –Yo también, creí morir si no te miraba un día más- unos minutos más entre sus brazos duerme nuevamente tranquila en un largo mes.
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Unas horas después cuando despierta se encuentra solo en medio de su enorme cama, con voz baja la llama solo para cerciorarse de que esta solo "seguramente me quede dormido" piensa al tiempo que se sienta en orilla de la cama y estira sus brazos para deshacerse de la pereza que siente, suspira con resignación y se levanta va a su armario y coge un cambio de ropa limpia uno mas cómodo que el que lleva puesto pantalón de traje negro camisa blanca y una corbata a medio hacer que desde que se bajo del avión ha querido deshacerse de ella, entra al baño y sin mucha parsimonia se deshace de esa molesta ropa que le ahoga, treinta minutos después cierra la puerta de su habitación con la firme intención de encontrar a su querida y cruel esposa que le abandono en medio de su sueño. -¿La señora?- le pregunta a una de las jovencitas de servicio que accidentalmente se cruza en su camino –En la cocina señor-. -¿En la cocina?- repite a manera de pregunta por si existiera la posibilidad de que ha escuchado mal –Sí señor, ha ordenado a los chefs que no preparen nada, que ella misma se hará cargo de la comida para usted- responde la joven y a él se le ilumina el rostro sabe lo que eso significa –Gracias, puedes retirarte- dice mientras continua su camino a la cocina. –Es maravilloso volver a casa- canturrea mientras camina.
El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti.
Pablo Neruda.
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Gracias por su tiempo.
Shanon17
