Ella necesitaba esa caricia, lo sabía desde el minuto antes de adivinar su final. Quería que el mundo se detuviese en la mirada de él, en su mano tibia que contrastaba con su alma helada, en el cielo que se alcanzaba con solo imaginarlo a su lado, diciéndole que la amaba.

Pero para Light, no se figuraba en su mente tales cosas absurdas y estupidas. Jamás.

Misa notaba las crisis de nervios, la ansiedad constante, las una y mil ideas ocurridas dentro de la mente de su amado; pero él se sentía "como un dios" y no podía despegarse de su rol obsesivo-compulsivo nunca.

Así que ese ultimo beso antes de irse, fue el final, aunque se despidiera con un "Nos vemos luego, Misa". Él no lo sabía, pero ella si.

Y todo se confirmo cuando Matsuda le dijo que su amado Light había muerto; pero no lloro porque ya lo sabía, lo imaginaba, lo intuía.

Aunque, sin saberlo ella, la semilla de su amor hacia él crecía dentro suyo…