Mi primer fic en toda mi vida XD bueno…lo publique aquí, y me gustaría saber que opinan de este primer capítulo con algunos reviews…aunque sea con un review malo ó.o para saber justamente que es lo que opinan…recuerden, sin review, la inspiración del autor se va!! XDD y disfruten…

1.Un muy mal comienzo.

El frío ese año era intenso. La nieve había cubierto las ventanas de la escuela, por lo que el interior del castillo era frío y humedo, solamente iluminado por el fuego de las antorchas.
-Como que no se quedarán para pasar las navidades?!-chilló Hermione, dejando caer la tostada con mantequilla que tenía como desayuno.
-Lo siento, pero mi madre quiere que asista al casamiento de mi tía, y justo es en las vacaciones…-respondió Ron, algo aturdido gracias a los gritos de la chica.
-Y tú, Harry?!-volvió a chillar la castaña.
-Bueno, entiende Hermione-dijo Harry con un tono asustado-me ah pedido que pase las navidades con él, no puedo decirle que no, no se lo ve muy contento últimamente, de hecho, nada contento…además, es el ministro de la magia…solo quiere cuidarme…
Hermione suspiró. No le agradaba para nada tener que quedarse allí en el colegio, sin sus amigos, para pasar las fiestas de su último año en el colegio. Como odiaba que sus padres tuvieran que haber viajado por aquellos asuntos que, según ellos, no eran de la incumbencia de su hija. Si tan solo pudiera volver en el expreso Hogwarts a Londres, junto a Ron y Harry….pero no podía, no, tenía que quedarse allí sola en las vacaciones de invierno.
-Genial, tendré unas vacaciones maravillosas!- dijo sarcásticamente la gryffindor.
Harry y Ron se miraron, con culpa. Siguieron comiendo su desayuno en silencio. Cuando lo terminaron, salieron del Gran Salón, y emprendieron camino a su primer clase del día.

Hermione pasó un día horrible, debido a la desagradable noticia que había recibido en la mañana. Como no le habían dicho antes que se irían a casa para las fiestas? Como habían esperado hasta el día anterior que partiera el expreso Hogwarts , para avisarle que no estarían con ella en las vacaciones? Posiblemente porque pensaron que les volvería locos. Aquello ponía el humor de la muchacha por los suelos, así que prefirió pensar que simplemente se habían olvidado de avisarle, aunque sabía perfectamente que no era así. Estaba realmente triste. Trató de evitar hablarle a Ron y Harry en todas las clases que compartieron, por lo que el día se les hizo largo y pesado a todos. Para colmo, cuando la muchacha caminaba sola por un pasillo hacia su próxima clase, se había cruzado con Malfoy, su peor enemigo, quién por supuesto no le había dicho nada agradable. "Si tuviera que pasar con él más de dos horas, seguro que perdería el juicio. Quién se cree ese, ese ,ese…ese hurón para llamarme 'asquerosa sangresucia'! y para colmo esos dos brutos de sus amigos estaban riéndose de sus comentarios. Par de idiotas!" pensó, y para sentirse mejor, recordó aquella vez en que le había pegado en la cara. Malfoy siempre había molestado a Harry, Ron y Hermione, con comentarios sobre ellos y sus familias bastante desagradables. Siempre que se cruzaban con él en alguna parte, tenían que oír sus insultos.

El trío agradeció que al fin halla llegado la hora de la cena. Las fuentes de plata estaban repletas de exquisitas comidas, que todos los alumnos comían placidamente. A pesar del silencio que había entre ellos, los tres amigos se habían sentado juntos, como solían hacer. Hermione fue quién habló primero, para entablar una conversación.

-Ya, ya han empacado las cosas que se llevarán?- preguntó, tímidamente.

-Si, verdad Ron?-respondió Harry.
El pelirrojo asintió con la cabeza, porque tenía la boca llena de comida.

-Perdonen, no debí haberme puesto así en el desayuno, lo que pasó es que más que enojada, estaba triste,-dijo Hermione, culpable.

-No te preocupes, te perdonamos,- exclamó Ron divertido, que ya había tragado lo que tanto masticaba.
Harry le pegó un codazo en las costillas.

-Nosotros también sentimos no haberte avisado antes, verdad Ron? no es eso cierto?- Harry había puesto una mirada asesina al dirigirse a su amigo.

-Si Hermione, lo sentimos,-Ron se frotó las costillas adoloridas- lo que pasa es que creímos que te volverías loca, y nos pedirías todo el tiempo que nos quedáramos aquí...
Harry le pegó otro codazo, mirando con piedad a su amiga. Hermione puso los ojos en blanco, ignoro el desubicado comentario y rió. Pero por más bien que tratara de sentirse, no lo lograba. No quería que Harry y Ron se fueran con la sensación de haberla dejado en aquellas condiciones, así que durante el resto de la noche puso las mejores ganas que pudo. La cena había pasado muy rápido, y antes de que se dieran cuenta, estaban caminando hacia la Sala Común.

-Detesto caminar luego de haber comido como un animal! -se quejó Ron.

-Que no puedes no quejarte de algo una vez en tu vida?- lo retó Hermione, con los nervios de punta.
Harry escuchaba como peleaban sus amigos, aguantando de reírse frente a ellos. En realidad, a el tampoco le gustaba caminar luego de haber comido grandes raciones en el banquete, pero por desgracia para llegar a la torre de Gryffindor, había que caminar….Cuando se dió cuenta de que sus amigos se habían callado al fin, habían llegado al retrato de la Dama Gorda.

-Hola, como están queridos?- preguntó alegre la gorda de rosa pintada en el retrato.

-La verdad, algo cansados,-respondió Harry, que no había hablado en todo el camino-nos gustaría entrar en la Sala Común.

-Ah,-la Dama Gorda había puesto una voz aburrida, descontenta por no poder charlar con nadie.-de ser así, dime la contraseña…

Hermione, al ver la repentina cara de desconcierto que había puesto el moreno, dijo al retrato viviente: moco de gusarapo. La pintura se hizo a un lado, dejando ver un orificio por el que se entraba a una acogedora sala repleta de confortables sillones. El trío entró en la sala, y se sentó en unos sillones, frente al fuego. Había unos pocos alumnos despiertos, y a la única a la que le habían hablado de entre ellos era a Ginny, que en ese momento estaba haciendo tareas de alguna materia. A los demás solo los conocían de vista.

Antes de acostarse, habían charlado un poco sobre todo. Ron contó que su madre le había prometido que si él llegaba a poner en ridículo a la familia en la boda de su tía, no le dejaría volver. Hermione y Harry rieron tanto, que Ron deseó no haberlo contado.

-Entonces Ron, mañana me despido de ti hasta quién sabe cuando!-se rió la gryffindor.

-Ja, ja, ja, muy chistoso Granger,-dijo irónicamente el pelirrojo, ofendido. Le lanzó una mirada asesina a su amiga.

-Tiembla Hermione, te llamó por tu apellido!- se mofó Harry, fingiendo que temblaba. Hermione se rió, vitoreando aquel comentario.

El moreno, a diferencia de la castaña, que parecía no cansarse de molestar, se había aburrido al rato de esa "conversación", si así podía llamarse. Vio la última edición de El Profeta sobre una mesa y la agrarró. Al ver un anuncio de Honeydukes, pensó en ayudar a Ron, distrayendo a la muchacha para que lo dejara en paz de una buena vez. Se peinó un poco el desastroso pelo negro que tenía.

-Oigan! Escuchen esto!-gritó , callando a los demás- Escuchen este anuncio de El Profeta!-se aclaró la garganta y comenzó a leer-Te gustan nuestros exquisitos dulces, de sabores inigualables? No te cansas nunca de comer nuestras cosas, que deleitan tu paladar? Entonces no dudes en probar el nuevo y asombroso invento que hemos creado! El chocolate de la pasión! Un bombón de un delicioso chocolate en forma de corazón, relleno de un novedoso sabor, el sabor pasión! Al comer uno entero, sentirás pasión y romanticismo, y ganas de ver a quién amas. Ideal para descubrir quién te robo el corazón, y para ponerte romántico con él/ella! Ven a Honeydukes y disfruta de esta nueva aventura para tu boca. A solo un galleon la caja de doce unidades.

-Wow!-exclamó el pelirrojo- los de Honeydukes siempre sorprenden, cada vez crean cosas mejores! Lástima que no tenga un galleon…

-Si, realmente no me vendría mal saber a quién amo, estoy bastante confundida,-dijo Hermione.

-Oooh, hermione esta confundida, no sabe a quién ama!-gritó Ron con un tono burlón, para que lo escucharan todos los alumnos allí presentes. Aparentemente lo logró, porque todos voltearon a ver que es lo que sucedia.-Escuchaste eso, Harry? Hermione no sabe quién robó su corazón! Eres tan cursi…
Harry se rió, mientras Hermione enrojecía rápidamente.

-Ya cállense ustedes dos!-chilló la gryffindor, enfadada.

-Sufre, tú me hiciste lo mismo-respondió de lo más tranquilo su amigo.

-Pues..pues, si, pero yo soy chica!

-Y?-preguntó Ron, temiendo una respuesta lógica, de parte de Hermione.

-QUE NO SE MOLESTA A LAS CHICAS! Si eres un caballero, deberías saberlo…

-Pero si Ron no es ningún caballero…-intervino Harry en la conversación.

-Exacto, pero si quieres que sea caballero, lo seré, y te diré que….eres tan cursi!!-Ron se rió tan fuerte, acompañado con la risas de los demás de la Sala Común, menos las de Harry, Hermione, Ginny y un chico que no conocía.

-Oh, que más da,-Se lamentó la chica. Había simulado toda la noche que se encontraba perfectamente, para que sus amigos no se sintieran culpables, y ahora se encontraba con que también necesitaba aguantar burlas.-vamos, todo el mundo, búrlense de Granger, que no siente nunca nada!

Recogió sus libros, echo una mirada fulminante a sus supuestos "amigos", y subió las escaleras hasta su dormitorio. Pegó tal portazo que todos se dieron vuelta nuevamente.

-Por Merlín! Me olvidé que cuando el trío de Gryffindor entra en la Sala Común, se va la tranquilidad por la ventana!- gritó irritado un muchacho de 5to año, el que no se había reído junto a los demás.
El chico se levantó, y fue a su dormitorio, pegando un portazo similar al de Hermione. Los demás alumnos del lugar, a excepción de Ron y Harry, lo imitaron, nada más que evitando lo de dar portazos. Ginny, antes de entrar en su habitación, pegó el oído a la puerta de la castaña.

-Pero serás idiota, Ronald! La has hecho llorar!-gritó la hermana de este último, enojada.
Ya solo junto al moreno en la habitación, Ron frunció el ceño.

-Pero que le pasa?-gritó, enojado-No es posible que pueda burlarme tranquilamente y yo no a ella!
Harry abrió la boca para decir 'creo que ya se encontraba molesta' cuando lo interrumpió el chico de 5to que se había ido pegando un portazo, desde su puerta, gritando:-Será posible que ni dormir, pueda?!

-Ya cállate y duerme, si es lo que quieres!-chilló Ron.

-Entonces, cállate tú antes!-replicó el de 5to, y entró en la habitación con otro de sus portazos.

-Como estaba por decirte, Ron-dijo Harry, con un tono de irritación en su voz-creo que Hermione ya estaba molesta…

-Porque ah de estarlo, por que nos vamos mañana?-preguntó el pelirrojo, anonado ante la suposición de Harry respecto al comportamiento que tuvo su amiga hace unos momentos.

-No lo sé, en el Gran Salón parecía haberse calmado respecto a eso…

-Cuando Hermione aparenta estar calmada, ay que asustarse entonces?…
Hubo unas risitas, bastante silenciosas para no molestar a los que dormían.

-Mejor nos vamos a la cama,-sugirió Harry-ya es tarde, y mañana tenemos que levantarnos temprano…

-Eres sensato, amigo. Buena idea, vamos antes de que vuelva a salir ese chico…
Ambos se levantaron, y subieron a su habitación, al mismo tiempo en que el muchacho de 5to salía nuevamente para callarlos. Se metieron en sus camas, cerraron las cortinas, y procuraron dormir para poder levantarse la mañana siguiente.'Y disculparse con Hermione' agregó Ron, extrañamente, en sus pensamientos.

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-Ya, me estás asfixiando…

-Oh, lo siento…-Hermione soltó a Harry, y este se alegro al poder hacer circular el aire en sus pulmones nuevamente.-Harry…cuídate mucho! En estos días uno nunca sabe con que se puede encontrar en el camino así que…piensa antes de hacer algo…
La castaña lo estrujo nuevamente. Ron los miro, con algo de envidia hacia Harry.'Vamos, abrazame a mí también!' Rogó en sus pensamientos.

-Amm, Ronald,-la castaña le estrechó la mano al pelirrojo, sin estrujarlo ni abrazarlo-Tu también…tu también, cuídate Ronald, uno nunca sabe y… en fin, ya lo sabes todo, no? Supongo que mi discurso te lo sabes de memoria.
Ron se maldijo a sí mismo, por no haber besado en ese momento tan oportuno a la chica de sus sueños.
-Ya vayámonos, o nos quedaremos atrás!-gritó Harry a su amigo, saliendo por la puerta.

-A-a-adiós…

-Hasta luego Ron, Harry! Procuren pasarlo bien!

La gryffindor saludaba con la mano a sus compañeros, mientras estos se marchaban del colegio, preparados para ver a sus familias y conocidos. Una vez sola, triste, y dentro del castillo, pudo deja escapar aquellas lagrimas que hacían que tenga un brillo peculiar en sus ojos.

Los iva a extrañar…de hecho, ya lo estaba haciendo. Ya extrañaba los absurdos comentarios de su amigo Ron, y la alegría de su amigo Harry, aunque acabaran de saludarse y despedirse…y también sentía las lagrimas rodando por su rostro. Empezó a caminar al Gran Salón, cuando sin más que sintiendo unas frías manos empujándola cayó al suelo.

-Apártate, sangresucia, tengo prisa…

Esa fría voz, que arrastraba las palabras le sonó conocida…Malfoy la había empujado, esta vez sin ser escoltado por Crabbe y Goyle.

-Eres un animal!-gritó Hermione, con el rostro empapado en llanto.
Draco Malfoy la miró. No había notado antes que se encontraba llorando.

-Por..por qué lloras?-pregunto, con desprecio-por que te..te..te empujé?

-No lloro por esas cosas, no soy una niña pequeña !-gritó Hermione, en respuesta.

-Entonces a que se debe que ahora estés llorando?-preguntó el rubio, con una mueca de asco, y un profundo alivio. Detestaba que las mujeres lloraran frente a él, y más si era por su culpa. Ver las lágrimas escapar por esos bellos ojos, tan temerosos y brillosos…le angustiaba. Y más si escapaban de unos ojos como los de la castaña que tenía en frente, tirada en el suelo.

-Se debe, a que Harry y Ron…-Hermione sacudió la cabeza, haciendo que sus rizados cabellos desprendieran un aroma a manzana, que llegó hasta las narices de Malfoy. Le estaba contando a su enemigo por qué lloraba?-Ahora que lo pienso! No te importa porque estoy llorando! Lárgate de aquí y déjame en paz!
El slytherin sintió pena por ella, allí, triste y tirada en el suelo, cubierta de polvo. Casi inconscientemente, le extendió una mano para ayudarla a levantarse. Hermione se quedó perpleja. Malfoy, quién siempre la molestó y la hizo llorar, estaba extendiéndole una mano para ayudarla a dejar el suelo? Aún atónita por aquello, extendió su mano hacia la de Malfoy, y cuando estaba levantándose, el rubio de ojos grises la dejó caer, reaccionando, y mirando lo que estaba haciendo.' Que demonios estaba pensando cuando le presté mi ayuda a esa…esa, esa…a ella! Es una sangresucia, ya me debería asquear el simple hecho de tocarla!!' pensó asombrado.

-Ahora si, eres todo un animal!!-Hermione se frotó la espalda, adolorida.-Vete,VETE!! DEJAME EN PAZ!!
El muchacho la ignoro, y se fue, mirándola por sobre el hombro, asombrado. Que era lo que le pasaba? Acaso había afectado en el, aquel dulce aroma a manzana que desprendía la chica? O había afectado en el, el simple hecho de verla llorando? No lo sabía, pero si sabía que en un momento, había sentido pena por ella…incluso, había pensado que después de todo, no era tan mala…y que era….era…era linda. El pensar lo que había sentido hace unos momentos lo estremeció. Era un Malfoy! No podía permitirse pensar cosas acerca de sangresucias como Granger, más que pensar que son basura! Se volteó a verla. Aún seguía allí, tratando de pararse, adolorida por los golpes. Draco se mordió el labio inferior, eh hizo como si no le importara, aunque era una gran mentira, porque en ese momento, si le importaba como estaba su cuerpo, y mucho. Pensó en que tenía todas unas vacaciones por delante, en las que no desperdiciaría las oportunidades de molestar a Granger solo por unos estúpidos sentimientos que había sentido en ese momento.

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'Idiota! Sucio! Tramposo! Juro que algún día le voy a romper la nariz de tal golpe que le voy a dar!! ' Hermione estaba realmente irritada. Sus sentimientos hacían una mezcla excitante, furiosa, triste, y muchas otras cosas más que jamás había experimentado. Estaba segura de que el sangrelimpia le haría la vida imposible. No soportaría veinte días con ese molestándola todo el maldito tiempo. Dejó de pensar cuando se dio cuenta de que ya era la hora del almuerzo. Había pasado toda la mañana restante luego de lo ocurrido, en el baño, lavándose la cara. Fue hasta el Gran Salón, decorado con árboles de navidad y guirnaldas navideñas. La comida ya estaba servida. Se sentó en su mesa, sola, ya que los únicos alumnos que se habían quedado de su casa eran de 1ro, 2do y 3er año, demasiado chicos como para poder entablar una conversación a su gusto. Las mesas de Hufflepuff y Ravenclaw estaban bastante llenas, con alumnos de todos los años. Eran las mesas más ruidosas, con chicos y chicas brindando y gritando por el "gran" comienzo de las vacaciones, que para la gryffindor, no serían nada maravillosas. Se sorprendió mucho al ver a Malfoy, comiendo solo, echándole una mirada asesina a los alumnos de los primeros tres años que se habían quedado, porque cuchicheaban entre ellos, aterrorizados del rubio. Solo había unos muchachos de 5to año, que aparentemente le tenían su respeto y disgusto a Draco Malfoy, porque no se le acercaban en lo absoluto.
La castaña río ante aquella situación. Por lo menos el estaba en la misma y desastrosa realidad: no tenían a nadie con quién estar ni hablar. Hermione volvió a subir la mirada hacía el chico, y para su disgusto, se encontró con unos fríos, vacíos y asesinos ojos plateados, que la miraban fijamente, con una sonrisa malévola de bajo de ellos. Sintió un desagradable escalofrío por la espalda; parecía que el chico tenía pensado divertirse…con ella. No, definitivamente no serían unas felices navidades.