Café instantáneo

El café instantáneo, como la mayoría de las cosas 'para plebeyos', le daba asco. Renge no sabía qué demonios le encontraba de delicioso el príncipe falso, ni mucho menos por qué todos (clientas incluidas) lo tomaban a cada rato. Parecía agua sucia, flotando sospechosamente en las delicadas tazas de porcelana sobre los coloridos manteles. De hecho, parecía fuera de lugar.

Haruhi-kun también lo tomaba. Pero él estaba acostumbrado desde antes, y es difícil sacarse una costumbre cuando está muy arraigada. A ella misma le había tomado su tiempo acostumbrarse a que no todos comprendían y apreciaban su genialidad.

Ese día, Renge estaba dispuesta a probarlo. Pero, ya que la experiencia no era demasiado amena, decidió endulzarla de una forma peculiar. Esperó, acechando a su presa, a que tomara un largo sorbo. Entonces, se abalanzó, rodeándole el cuello para evitar que escapara.

Al separarse de sus labios, sólo pudo notar dos mejillas terriblemente sonrojadas enfrente suyo. Luego, un ruido distrajo su atención, y vio como Tamaki caía, casi en cámara lenta, al suelo. Su alma parecía querer salirse de su cuerpo.

-Renge-chan...-murmuró Haruhi. Por una vez en la vida, no sabía qué decir.

-¡¿Estás loca?!-exclamaron Hikaru y Kaoru a dúo.

-No hagan tanto escándalo-replicó la otaku, moviendo la mano como si quisiera espantar moscas. Un par de moscas pelirrojas y molestas, para ser exactos.

-Pero...pero...-Tamaki fingía agonizar en el suelo, levantando débilmente su mano derecha-Haruhi es...

-Un host-lo cortó Kyoya, tapándole la boca. La mirada asesina que le dirigió hubiera sido suficiente para callarlo, pero prefería estar seguro-. Y, si alguien te viera...acosarían mucho a Haruhi-kun. Más de lo normal.

Renge suspiró con tristeza.

-Bien, no lo haré de nuevo. Volveré a mi puesto.

Mientras la plataforma descendía y Tamaki murmuraba algo sobre 'escándalo' y 'mi hija', Renge pensaba que los plebeyos habían inventado algo bueno.

FIN

Notas: me ha quedado algo raro, pero lo alargué lo más posible XDU.