Ella estaba tan emocionada. Pobre niña. Tan perdida en su cabeza llena de pensamientos suicidas, humor frio y sarcasmo. El sofa de cuero se sentia raro en las puntas de sus dedos. Todo a su alrededor estaba cubierto de libros. Sentio esa comezon de curiosidad en su estomago: si pudiera los leeria todos. Estaba concentrada en esa masa de libros polvorientos que apenas noto al Dr Hannibal Lecter entrar. Le parecio el hombre mas hermoso del mundo. Sus ojos marrones la observaban pacientemente, como un leon esperando a su presa. A ella se le erizan los pelos de la nuca. Sintio un repentino calor por su cuerpo. Algo que no sintio antes. Y le encanto. El doctor le hablo suavemente. Como si le tocara entre las piernas ella intento ahogar un gemido. ¿Por que ese hombre la hacia sentir asi? Era la forma en que el la veia. Como si fuera lo mas delicioso del mundo. Le observo el cabello rubio y sus delgadas piernas. Jamas se sintio tan expuesta. Ese hombre la leia como esos libros en su biblioteca. Se levanto unos minutos despues. El era hermoso. Le ofrecio su mano y ella la tomo. Sintio escalofrios por todo su cuerpo. Tuvo la necesidad de tocar al doctor. Poner la mano en su hombro, y bajar a su pecho, ahi donde su traje se ajustaba perfectamente. Quiso quitarle la corbata y hacerle cosas tan inapropiadas que ella misma se sorprendio de pensar. El era hermoso. Al volver a la realidad, ambos se encontraban en la cocina. Estaba perfectamente ordenada y un olor exquisito rodeaba el lugar. El doctor se le acerco. Le tomo la mano examinando sus brazos. Sus ojos se volvieron oscuros, siniestros e intentos. El era hermoso. Se acerco mas hasta poder olerla. Ella sintio los labios de el rozandole el cuello. Sus piernas temblaron. El doctor poso sus labios en la tierna mejilla de ella. Y de pronto clavo sus dientes. Un gran pedazo ds piel quedo entre sus labios. Lo mastico con gusto. El era hermoso. El dolor se extendio por la cara de ella y un grito se atasco en su garganta. La sangre, tibia y espesa bajaba por su barbilla asi que el doctor se acerco a lamerla. Luego poso sus labios en los de ella. Ella se sintio en un torbellino de dolor y placer. Hasta que sintio su boca inundada de sangre. Vio su propio labio colgando de la boca del doctor. La sangre le chorreaba y caia sobre su carisimo traje, pero parecio no importarle. El era hermoso. Tomo un cuchillo mientras la pobre niña intentaba mantenerse en pie. El dolor era horrible. El doctor se le acerco. Ella sintio algo frio sobre su abdomen y que se introducia mas y mas. Y que se movio a la derecha. El doctor saco el cuchillo y lo dejo a un lado. Ella vio algo caer, extendio las manos y sintio algo largo y humedo. Sus intestinos. Miro al doctor, sus ojos volvieron a ser marrones. Marron. Tranquilidad. El sonreia con satisfaccion mientras se relamia los labios. Ella se alegro de ser eso lo ultimo que vio antes de caer inconciente sobre un mar de su propia sangre.
