Un nuevo día había llegado y con ello, otra salida al supermercado. Últimamente Sabine llamaba cada vez más seguido a su hija para que la ayudará con las compras, ya que compraba demasiada mercadería y necesitaba de un canasto adicional.

Ellas ingresaron al supermercado y como ya era costumbre, todos las saludaban. El señor parecido a Elvis Presley las vio y las abrazó, les deseó feliz año y les deseó mucha felicidad en sus vidas. Fue tierno. Más tarde se toparon con otro joven, que también las abrazó y felicitó por el nuevo año. Eso alegraba a la joven azabache, ciertamente le gustaba que las personas también se acordarán de ella.

A la hora de ir a las cajas para pagar, Sabine decidió colocarse en la caja de Luka. Luka al ver a Marinette le regaló una sonrisa amistosa, eso fue tierno. Ambos se saludaron y continuaron sonriendo.

—Feliz año nuevo, que sea un muy buen año para ustedes —las felicitó él a ambas. Sabine agradeció, Marinette apartaba su mirada porque se sentía algo nerviosa, tímida más que nada.

Sabine subía los productos y ella ayudaba, lentamente.

—¿Cómo lo pasaron en año nuevo? —preguntó Luka.

—Bien —respondió Sabine.

—¡Ella! —acusó Marinette.

Sabine observó a su hija con los ojos bien abiertos, y Luka también. Luka levantó una de sus cejas y sonrió de modo bromista.

—¿Por qué ella?, ¿por qué tú no? —quiso saber.

—Es que mi mamá se fue de fiesta —la acusó Marinette. Sabine se reía, su hija era muy infantil aunque también un poco tierna.

—¿Dejaste sola a la niña? —Luka fingió sorpresa.

—Y no solo eso —continuó Marinette mientras se cruzaba de brazos —. Llegó a la casa a las cinco treinta y ocho de la mañana —Luka abrió la boca con sorpresa, quizás jugaba o quizás no, nunca lo sabremos —. ¡Y yo la espere despierta!

—¡No! ¡pero qué mala madre! —exclamó Luka.

—Me divertí, fui de fiesta, lo merecía —se defendió Sabine.

—Pero me dejaste sola —se lamentó Marinette. Aunque estaba jugando.

Al principio le dolió quedarse sola en año nuevo, pero después se dio cuenta de que no era tan malo. Pudo ver televisión, leer, chatear con sus amigos. Y también estuvo en su balcón, era agradable. Aunque con toda la sinceridad del mundo: sintió un poco de miedo.

Sabine pagó con tarjeta de crédito las compras, aunque no sabía cómo pagar bien.

—¿Cómo es? —preguntó Sabine confundida.

—Verde, clave, verde —respondieron al unísono Luka y Marinette. Ambos compartieron una mirada y sonrieron.

—Hasta yo sé eso y yo no trabajo aquí —rió Marinette.

—Ya estás lista para ser cajera más adelante.

—¿Yo, cajera? ¡no, gracias! —respondió de inmediato —. Quizás en el futuro sea una reconocida diseñadora de modas —sus ojos brillaban al imaginar que ese sueño se convirtiera en realidad.

Luka sonrió.

Sabine terminó las compras. Luka le dio el vuelto, aunque se lo entregó a Marinette.

—¡Dinero! —exclamó Marinette feliz, le encantaba tener dinero.

—¡Ni lo pienses! —su madre se lo quitó.

—¡Qué mala eres! —se quejó la azabache.

—Toma —Luka le entregó más billetes. Pero su madre se los quitó nuevamente.

—¡Mala madre! —se quejaba Marinette haciendo puchero con sus labios.

Luka le estaba pasando una salsa de tomate a la adolescente, Marinette no comprendió.

—¡Era para que te la robaras! —bromeó Luka.

—¡Soy demasiado lenta! —explicó Marinette.

Ambos adultos se rieron de ella.

Sabine pagó la salsa y estaban listas para irse.

—Qué bueno que hayan pasado un buen año nuevo —dijo Luka.

—¡Ella! —le recordó Marinette.

—Cierto. Ella.

—¡Cuéntale la verdad! Que te enojaste.

Luka la miró con sorpresa.

—Que pasaste el año nuevo encerrada.

—¿Cómo? —preguntó Luka.

—¡No, nada! —respondió Marinette.

—No. Ahora dime la verdad —pidió él.

—Solo me molesté un poco y sentí tristeza, ya sabes, cosas de la vida —intentó restar importancia al tema. Vio como su madre estaba sacando más bolsas y la acusó: —. ¡Mira!, ella hace lo mismo que yo.

—Mientras nadie la vea —respondió Luka.

—No. Recuerda que tú dices: "yo no vi nada" —le recordó ella.

Él rió y le hizo caso: —"Yo no he visto nada" —dijo.

Luka rió, Marinette también. Y finalmente se despidieron todos.

Decidí crear éste libro para no tener que crear distintos one-shots cuando sucedan cosas que quiera escribir, creo que es más cómodo para mí :3