Bueno, aquí estoy comenzando un fanfic sobre Fairy Tail. Sé que estoy trabajando en dos historias además de esta, pero no he podido evitar la tentación de empezar a escribir sobre este magnífico Anime xD

Si habéis leído el resumen sabréis que tiene lugar después del salto en el tiempo que tiene lugar cuando empieza Fairy Tail Zero.

Quiero aclarar ciertas cosas antes de empezar. Primera y muy importante, yo no leo el manga pero estoy al día con el anime. De modo que esto es un AU (probablemente, no creo que tenga las mismas ideas que Hiro Mashima , si las tuviese no estaría escribiendo Fanfics sino probablemente ganando dinero con mis historias jejeje). Así que agradecería que evitaseis hacer referencias al manga en los comentarios para evitarme Spoilers, gracias

Sin embargo, hay ciertos detalles sobre lo que ocurre después que sí conozco y que probablemente incluya. Pero no voy a decir cuales. Los que habéis leído le manga los reconoceréis pero los que no, no lo veréis como un Spoiler ya que no sabréis lo que es cierto y lo que no, así que estáis a salvo jejeje.

Nada más que añadir por mi parte, espero que os guste esta nueva locura que se me ha ocurrido xD Vamos con la historia.

El pasado siempre te encuentra

Hargeon, ciudad portuaria

Lucy se despertó, pero no abrió los ojos, casi esperaba encontrarse a Natsu y a Happy en su apartamento, el joven Dragon Slayer sentado en su sofá o incluso metido en su cama mientras que el Exceed rebuscaba en el frigorífico en busca de pescado. Se levantaría como todas las mañanas y recibiría a Natsu con una patada que realmente no le dolería… Siempre se había quejado de las intrusiones tan inapropiadas de aquellos dos, pero en ese momento daría cualquier cosa para que volviera a ocurrir, sin embargo sabía que no iba a ser así.

La maga celestial abrió los ojos, incorporándose en su cama antes de fijar la vista en su mesilla de noche y agarrar un papel arrugado de haberlo hecho una bola y arrojado contra la pared mas de una vez en un ataque de frustración.

"Me voy de viaje con Happy para entrenar. Volveré dentro de un año más o menos, díselo a los demás.

Adiós, Lucy."

Un par de lágrimas cayeron sobre el papel, uniéndose a las ya numerosas marcas que lo adornaban, mientras que la muchacha lo apretaba con fuerza "Idiota…"

Habían pasado ya dos años desde que Natsu le había dejado esa carta en su habitación, Lucy había intentado esperarle el máximo tiempo posible, había querido quedarse en Magnolia, pero simplemente no pudo, demasiadas cosas habían pasado durante el tiempo que el Dragon Slayer había estado fuera… Lucy lo tenía muy claro, todo parecía ir de mal en peor cuando él no estaba por allí.

Fairy Tail ya no existía, el maestro lo había disuelto el mismo día que Natsu se marchó y todos los demás habían emprendido caminos separados. Lucy había tratado de mantenerse en contacto con los demás pero al cabo de tres meses le fue imposible preocuparse de ello.

Tres meses después de la batalla contra Tártaros un grupo armado había atacado el castillo real en Crocus y habían asesinado al rey y a la princesa, tomando el control del reino. Al principio la gente se había revelado, los magos incluidos, pero el líder de aquel grupo, un hombre que siempre llevaba una máscara de color blanco, dejando únicamente visibles su ojos, había convencido a todos los habitantes del reino de que era lo mejor. La familia real anterior había apoyado a los magos y gracias a eso los habitantes de Fiore habían sufrido el ataque de dragones, gremios oscuros y un millar de cosas más, Lucy no lo podía creer cuando por decreto de ley, bajo pena de encarcelamiento y muerte en caso de resistencia, se prohibió el uso de la magia y la existencia de los gremios de magos en todo el mundo.

Al principio pensó que los magos se revelarían y lucharían. Y así fue por un tiempo, pero de alguna forma los soldados del reino desarrollaron una manera de contener la magia por unos instantes, los suficientes para reducir al mago en cuestión. Los gremios Sabertooth, Blue Pegasus y Lamia Scale habían liderado la rebelión, pero tras el encarcelamiento de miembros como Orga, Ichiya, Ren o Lyon y la muerte de otros como Rufus y los maestros Obaba y Bob no tuvieron más opción que dejar de luchar. Muchos otros gremios también sufrieron bajas y al final los magos desaparecieron, se mezclaron entre la gente. Lucy pudo haber ayudado pero no podía luchar, no se sentía con fuerzas para luchar si él no estaba a su lado… Siempre era el que nunca se rendía y estaba segura de que Natsu habría seguido luchando a pesar de todo… Pero ella no era tan fuerte, nadie era tan fuerte como el Dragon Slayer…

Lucy ya estaba acostumbrada a eso, no había día que en el que no pasase unos minutos en su cama pensando, queriendo simplemente no levantarse, pero debía hacerlo. Como cada mañana dejó la carta de nuevo en su mesilla de noche y se quitó la ropa para darse una ducha. Tenía un pequeño apartamento en la ciudad portuaria de Hargeon, cuanto todo aquello empezó decidió que lo mejor era desaparecer, mezclarse entre la gente y empezar de nuevo fuera de Magnolia, donde nadie pudiese reconocerla.

Se vistió y se puso los dos guantes de color blanco que siempre llevaba para cubrir su marca de Fairy Tail, y con un suspiro salió a la ciudad.

Dibujó esa sonrisa falsa que todas las mañanas disfrazaba su rostro y saludó alegremente a todos sus vecinos, se paró en la pastelería a comprar unas galletas para su desayuno y pidió un café de camino al trabajo. No era mucho, pero una pequeña tienda de ropa la había acogido y la matrona era una buena mujer, ya entrada en años, a la que le encantaba la moda pero no podía encargarse sola de la tienda. Había encontrado a Lucy un día buscando trabajo en el bar de al lado como camarera y se apiadó de ella, ofreciéndole un empleo justo incluso recomendándole un bloque de apartamentos con un alquiler razonable.

"Buenos días Lucy" saludó la anciana cuando su empleada entró a la tienda. "Buenos días señora Handers" respondió ella con una amable sonrisa en la cara "Voy a seguir ordenando los trajes de etiqueta mientras espero a que entre algún cliente" anunció Lucy antes de acercarse a uno de los estantes y coger enorme caja llena de ropa. Acababan de llegar unos pedidos de ropa de fiesta, sabían que la iban a necesitar ya que dentro de poco iba a ser el aniversario de la ascensión al poder del nuevo gobierno y la gente solía festejarlo.

"¡Lucy! Tenemos un cliente…" la joven de cabello dorado dejó lo que estaba haciendo y se colocó detrás del mostrador "Buenos días ¿Puedo ayudarle?" Lucy no se fijó en el aspecto del cliente hasta que habló "Sí, gracias, quisiera un traje de sirvienta para…"

De pronto el hombre que había hablado se quedó mirando a Lucy fijamente, y la maga celestial empezó a notar un sudor frío caer por su frente al reconocerle. Era un hombre bajito y gordo, con un enorme bigote marrón que parecía sobresalirle de las fosas nasales, así como un escaso pelo en la redonda cabeza. Era le Duque Everlue, el hombre en cuya mansión Lucy se infiltró durante su primer trabajo con Natsu, en el que consiguió la llave de Virgo. "No, no, no, no… Por Favor…" pensó Lucy, rogando para que no la reconociese como maga de Fairy Tail.

"Eh… Sí, claro, ahora mismo" respondió ella, tratando de alejarse de él lo más rápido posible, si se apartaba de su vista esperaba que no fuese capaz de reconocerla. Fue a darse la vuelta para ir a buscar el vestido que le habían pedido, pero de pronto el hombrecillo volvió a hablar a sus espaldas "Espera… Yo te conozco…"

Aún dándole la espalda Lucy tragó saliva, completamente tensa "E-Eso no puede ser señor… Nunca le había visto en mi vida…"

Intentó alejarse pero al instante sintió la mano del hombre aferrarse a la suya "Espera un momento. Tú eres la chica que se llevó a Virgo… ¡Eres una maga!"

La maga celestial se sintió desesperada por un momento "¡No! ¡Le digo que me confunde con otra señor!" en un último intento Lucy trató de zafarse del agarre del Duque, pero no pudo evitar mostrar una expresión de horror cuando, al hacerlo, el hombre se quedó con su guante, dejando al descubierto la marca de Fairy Tail que resplandecía en un color rosa claro en el dorso de su mano.

Todos los presentes en la tienda se quedaron sin habla. Lucy estaba aterrorizada, el Duque Everlue la miraba con rabia y la señora Handers simplemente no se lo podía creer cuando vio la marca en la mano de su empleada "¡Es una maga! ¡Es una maga de Fairy Tail, cogedla!" les ordenó el Duque a dos hombres que habían entrado en la tienda con él. Uno de ellos era alto y llevaba su pelo negro con un peinado muy curioso en forma de estrella. El otro era más bajo, su cara estaba cubierta de tatuajes rojos y portaba una sartén gigante.

Lucy sabía quienes eran, no les conocía personalmente pero Natsu le había hablado de la ocasión en la que tuvo que enfrentarse a ellos, los hermanos Vanish, unos mercenarios que se jactaban de especializarse en la lucha contra magos. El hombre más alto desapareció de la vista de Lucy y antes de que la muchacha pudiera reaccionar y de pronto Lucy sintió como se le cortaba la respiración al recibir un tremendo golpe en la espalda que la hizo caer al suelo de bruces. Su oponente había aparecido detrás suyo y le había propinado una fuerte patada en la espina dorsal.

"¡Lucy!" gritó la dueña de la tienda, corriendo hacia su empleada, pero el otro hermano Vanish la detuvo colocando su sartén delante de ella "No se acerque señora, es una maga, debemos entregarla a las autoridades" la dijo, más bien como una advertencia. La señora Haster observó con impotencia como la joven que había trabajado tan duramente en su tienda se retorcía en el suelo, luchando por levantarse. "Ábrete… Puerta del León… ¡Leo!"

Ninguno de los dos mercenarios pudo hacer nada antes de que Lucy empuñase la llave del líder de los espíritus del zodiaco. Tras un destello dorado un hombre de cabello marrón anarajado en punta, que recordaba ligeramente a la melena de un león, vestido con traje y con gafas oscuras se materializó frente a ella "No te preocupes Lucy, yo me ocupo de esto." Ella sonrió "Gracias Loke…"

"¿Pero qué…?" el hermano que la había atacado se vio sorprendido cuando Loke dio un paso al frente con la luz de Regulus envolviéndole los puños y "¡Regulus Impact!" tras recibir el duro puñetazo en el pecho por parte del espíritu celestial el hermano menor de los Vanish cayó al suelo de culo.

"¡Vete! ¡Sal de aquí!" le gritó Lucy a la encargada de la tienda, que no tardó en obedecer y salió corriendo del establecimiento.

Leo saltó hacia arriba para esquivar un golpe de la enorme sartén que usaba el otro hermano como arma "¡Regulus Impact!" esta vez el ataque de Leo no alcanzó su objetivo ya que su oponente levantó la sartén y la interpuso entre él y el puñetazo, bloqueándolo.

De pronto tras Loke apareció el otro hermano, dispuesto a atacarle por la espalda, pero no tuvo oportunidad "Ábrete, puerta del toro dorado… ¡Tauros!"

El espíritu con forma de vaca apareció portando su enorme hacha "¡Mooooooo! ¡Déjamelo a mí, Lucy! No dejaré que a ese cuerpazo le hagan daño." Diciendo esto levantó su hacha y golpeó duramente al hombre con el pelo en forma de estrella, que salió volando contra una pared y no se levantó, inconsciente.

Al ver que no podía superar la defensa de aquella sartén Loke usó otra táctica "¡Lion Brilliance!" una luz dorada surgió del cuerpo de Leo, cegando momentáneamente al último de sus oponentes, oportunidad que aprovechó el espíritu del zodiaco para moverse hacia un lado y, esquivando la sartén usó su ataque más poderoso "Régulus… Dame el poder…" cargó por un momento el ataque en su puño y lo lanzó en forma de un proyectil de magia en forma de León contra el mercenario, golpeándole de lleno y dejándolo en el mismo estado que a su hermano.

"¿Estás bien, Lucy?" preguntó Leo, ella simplemente asintió, mirando al suelo, apenada "Me… Me han descubierto… Ahora tengo que volver a marcharme…" una solitaria lágrima se deslizó por la mejilla de la muchacha. Puede que no fuera la vida que ella deseaba pero al menos era algo con lo que podía vivir. Sin embargo ahora se veía forzada a huir, cambiar de lugar y comenzar de cero, y ni siquiera sabía si iba a encontrar una manera de ganarse la vida ahora que no podía trabajar con magia. "Entonces tenemos que irnos…" dijo Loke y antes de que se diese cuenta Lucy estaba en los brazos del espíritu León. "Yo te llevaré y te ayudaré, Lucy… ¡Eso es lo que dicta nuestro amor!"

La maga celestial no dijo nada, simplemente se dejó cargar mientras que Tauros les seguía, pero en cuanto salieron de la tienda se encontraron con un escuadrón de soldados del reino.

"¡Hemos recibido un aviso de magia! ¡La descripción es una joven rubia con la marca del desaparecido Gremio Fairy Tail en el dorso de la mano derecha!" gritó el que parecía ser el líder, ahora los soldados de los escuadrones reales no llevaban armaduras sino que su armamento se había modernizado y portaban artefactos especializados contra los magos "¡Cogedla!"

"¡Mooooo! ¡Leo, llévate a Lucy, yo los entretendré lo más que pueda!" el líder de los espíritus celestiales asintió antes de echar a correr en la dirección contraria mientras Tauros enarbolaba su hacha y golpeaba el suelo para resquebrajarlo y desequilibrar a os que trataban de perseguirlos "¡Tauros!" gritó Lucy, pero Leo la interrumpió "¡Déjalo! ¡Los espíritus protegemos a nuestro invocador, estamos orgullosos de ello!"

De pronto el espíritu celestial frenó al ver que una nueva patrulla se acercaba hacia ellos directamente por delante "Mierda…" Loke dejó a Lucy en el suelo y se lanzó contra ellos. Ella se levantó y cogió de su cintura el látigo de estrellas que Virgo le regaló "Yo también pelearé… ¡Haaaa!" el látigo se extendió y chisporroteó en azul y amarillo, derribando a tres soldados mientras que Leo peleaba con todas sus fuerzas. Pero de pronto Lucy sintió un pinchazo en su espalda "¡Agh! ¿Pero qué…?" giró la cabeza para ver un dardo clavado en su piel, con lo que parecía ser una pequeña lácrima conectada "No…" Lucy conocía bien ese artefacto, era lo que usaban para drenarles la magia a los magos. Esa lácrima portaba una poción que inhibía el poder mágico durante un corto periodo de tiempo una vez inyectada. Y esa poción ya estaba en el cuerpo de Lucy.

Los movimientos de Leo comenzaron a hacerse más torpes y lentos, al fin y al cabo la fuerza de un espíritu celestial dependía el poder mágico de su invocador "Lucy…" un disparo proveniente de uno de los cañones de un soldado atravesó al espíritu zodiacal y éste desapareció en un brillo dorado.

Lucy cayó al suelo, agotada y sin poder mágico para hacer nada más. Se sentía impotente "¿Por qué…?" preguntaba, mientras las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas "¿Porqué nos hacéis esto? Los magos no os hemos hecho nada… ¡No os hemos hecho nada!"

Ante ese despliegue de lágrimas los soldados no hicieron más que reír "Vaya parece que hemos atrapado a una hadita, ahora que lo pienso, recuerdo haberte visto en los grandes juegos mágicos de hace dos años… No es que tuvieras un gran papel, perdiste una pelea y luego te apalearon, fue bastante divertido de ver."

Lucy agachó la cabeza ante esa burla, recordaba perfectamente aquel día, el dolor y la humillación que había sentido, el grito de Natsu, desesperado por ir a ayudarla… Por salvarla… Como siempre había hecho. Hasta que se marchó, y Lucy no podía evitar preguntarse que, si él hubiese estado allí… ¿Estarían en esta situación?

"Bueno, será mejor terminar con esto de una vez, ponle las esposas y se la llevaremos al rey" ordenó uno de los soldados. Lucy no ofreció resistencia cuando se acercó a ella y le ató las manos por detrás de la espalda. Tenía la esperanza de poder vivir una vida pacífica, sin más combates aunque fuese escondiéndose, pero ni siquiera la permitían hacer eso. La muchacha no podía detener las lágrimas que caían sin control por sus mejillas, era horrible pensar en el sufrimiento que los demás magos habían tenido que soportar, y tenía miedo de lo que podía pasar con ella ahora. "Vamos, camina" El soldado que la había atado la empujó sin ningún tipo de delicadeza y Lucy comenzó a andar hacia donde la guiaban.

"¡Mirad! ¡Arriba!" "¡¿Qué es eso?!" los soldados comenzaron a mirar hacia arriba "Parece una… Persona"

Lucy miró también hacia arriba al escuchar aquello "No puede ser…"

"¡KARYÜ NO TEKKEN!" un tremendo impacto hizo saltar a Lucy y al soldado que la apresaba, obligando a la maga celestial a cerrar los ojos. Cayó al suelo con fuerza y sintió un tremendo calor a su alrededor. No lo podía creer, después de tanto tiempo… Abrió los ojos y allí estaba, delante de ella y encarando a los miembros del ejército del rey, tenía su pelo rosado un poco más largo pero era inconfundible "Natsu…" exclamó Lucy, con lágrimas en los ojos. Él giró la cabeza y le dedicó una sonrisa sincera, como si el tiempo no hubiese pasado "¡Hey Lucy! Ha pasado mucho tiempo."

Y hasta aquí el primer capítulo. No tengo la historia completamente construida así que agradezco sugerencias xD Eso sí, si vais a sugerir algo que aparece en el manga no me digáis que aparece , así no sabré que es un Spoiler xDDD

Espero que de momento os esté gustando aunque este capítulo de introducción no sea demasiado intenso, pero ahora que Natsu está aquí podremos tener momentos Nalu :p Soy un romántico ¿Qué le voy a hacer? Nada más que añadir por mi parte, intentaré actualizar lo antes posible pero también me debo a los lectores de mi otro fanfic de Dragon Ball, así que tengo que alternar la escritura Hasta la próxima y sed buenos :P