Disclaimer: ¡Hola! He aquí mi primer fanfic de la saga de Harry Potter, tomando a mi personaje favorito de la serie, y supongo que de la mayoría de ustedes también: el gran Severus Snape.

Esta historia se apega al canon, aunque he de confesar que modificaré algunos detalles para que ajusten con la trama, misma que gira en torno a una relación Severus Snape & OC pero bueno, mi personaje no tendrá ni un pelo de Mary Sue.

Agradezco a J.K. Rowling la creación de este personaje, lleno de ironía y matices que hemos de ir descubriendo. También no debemos olvidar a los demás personajes del universo Harry Potter, que en algún punto estarán haciendo su aparición en esta historia.

Pues dicho todo esto: ¡Comenzemos!


Capitulo 1: Cenizas.

Era una tarde oscura en Gran Bretaña, como es de costumbre el cielo era gris y estaba lloviendo, lo que marcaba la diferencia de este día era que esta vez llovía como si el cielo estuviera desbordándose. A lo lejos se divisaba una gran mansión rodeada de inmensos jardines.

Después de un ruido, un hombre apareció de la nada.

Dos figuras encapuchadas esperaban al joven que acababa de aparecerse frente de la reja. El chico miro más allá de aquella reja con unos ojos que expresaban añoranza y una incontrolable curiosidad de saber lo que sucedía dentro de aquel lugar.

Una de las figuras le sujetó del brazo izquierdo y lo condujo a través de la reja hacia la mansión en silencio.

Al llegar al recibidor, otra figura más se les unió y lo llevaron hacia el salón donde había una gran mesa rectangular con sillas alrededor. En la cabecera se encontraba sentado un hombre, de tez pálida, cabello café oscuro y unos ojos cafés que sin embargo despedían un extraño brillo rojo.

Era él.

- Así que, ¿Te gustaría pertenecer a los mortífagos? – Preguntó aquel hombre con una voz fría y aguda - Dame una razón por la que deberíamos aceptar a un mestizo como tu. Hijo de un muggle... - termino su frase con profundo desprecio.

- Milord, deme una oportunidad para demostrarle mi devoción...

- No me decepciones.

Severus Snape acababa de cumplir 17 años y se dirigía con paso firme junto con 5 mortífagos más hacia una casa en el norte de Gran Bretaña. ¿Su encomienda? Comenzar con el ritual de iniciación.

Era una vieja casa de una familia sangre pura, que había cometido el error de haber protegido y hecho amistad con magos y brujas hijos de muggles y lo que es peor: empezar a mezclarse con ellos. Así que solo era cuestión de tiempo para que su destino los alcanzara.

- Entren y aturdan a cuantos puedan, no les maten... aún. - expresó un Lucius Malfoy que era quien estaba al mando de la operación

- No olvides poner los hechizos anti-desaparición Lucius - dijo Macnair.

- Si tuvieras un poco mas de cerebro y menos músculos, tal vez te hubieses dado cuenta que fue lo primero que realicé llegando – contestó Lucius exasperado.

- Apuesto a que esos traidores, ni se lo esperan eh, Severus? - le susurró con sorna Mulciber a Snape.

El junto con Avery e Ilan, estaban siendo probados para unirse a las filas de mortífagos deseosos de ayudar a su Señor Oscuro a librarse de todos los muggles y sangre sucias.

- Hmm... - fue todo lo que pudo escucharse de unos finos labios que se tensaban en apenas una visible sonrisa - parece que es hora - dijo señalando con un largo y delgado dedo la puerta de la casa de donde salía un joven de cabellos castaños.

- A mi señal lancen el conjuro y entren a la casa - dijo Lucius

Los mortífagos permanecieron quietos e impasibles como la muerte, hasta que Lucius dió la señal a un mortífago cercano quien lanzo un Desmaius que aturdió al joven.

Entraron más rápidos que un rayo y al parecer la familia dormía, así que eso les daba algo de ventaja. Entraron a registrar uno a uno los cuartos realizando una rutina rápida pero precisa que consistía en lanzar un hechizo silenciador a la habitación seguido de un Incarcerous a la victima, ya que aún no los iban a matar. Al menos 8 magos y brujas de todas las edades fueron aprehendidos.

Después de atrapar a 2 magos y a una bruja que ni siquiera tuvieron tiempo de darse por enterados que había alguien en la habitación, Snape entro a otra habitación: era la habitación de una niña pues estaba decorada con fotografías, peluches y muchas flores, - esto será más fácil aun – pensó mientras observaba que al lado de su cama había un regalo y un ramo de Lilis.

Por un momento su cerebro se vio bloqueado, no registraba sus acciones, era como si una fuerza misteriosa le llevara a coger el ramo de flores que llevaban el nombre de su querida Lily... aquella mujer que invadía sus pensamientos a todas horas.

Se dirigió entonces hacia la cama, y en cuanto se disponía a tomar una de las flores se sintió observado. Sin pensarlo dos veces y maldiciéndose por su estupidez lanzó un rápido Incarcerous, cuando volteó sus ojos negros hacia la figura que había interrumpido sus nulos pensamientos, estos se toparon con un par de ojos verdes que le miraban sorprendidos.

- Pero que dem... - masculló Snape, - Por Merlín, esto debe ser una broma... una de muy mal gusto. - pensó.

- ¿Si querías una flor podías habérmela pedido sabes? Aunque no sabía que a los niños les gustaran las flores - dijo la pequeña alzando una ceja.

La cría no podía tener más de 10 años y vestía un camisón de dormir largo color verde, cosa que resaltaba aun más sus ojos: verde como la esmeralda más pura, tenia el cabello castaño amarrado en dos trenzas que hacia que se viera como un pequeño duendecillo al cual solo le faltaba el gorrito, pero era ese brillo en sus ojos el que captó la atención del joven, quien se acercó hasta ella cuando de pronto escuchó un alboroto en los otros cuartos. Al parecer alguien había podido escapar y dio aviso al Ministerio así que grandes cantidades de aurores estaban apareciéndose en las cercanías y entrando a la casa,

- ¡Mátenlos a todos! - exclamó Lucius mientras lanzaba un Avada Kedavra hacia un auror cercano, quien lo esquivó por pelos.

Sin pensarlo dos veces Snape agitó su varita y la niña cayo en un profundo sueño – "Definitivamente creo que he perdido la cabeza" - pensaba mientras rápidamente la transfiguraba en una de las flores del ramo y la guardaba entre su túnica.

Justo cuando salía de la habitación se encontró con un paisaje desolador: al menos 10 aurores estaban, dando una feroz batalla contra los mortifagos.

Podía ver a Macnair y Avery enfrascados en una lucha con 3 aurores, quienes lanzaban hechizos aturdidores, Ilan y Mulciber reunían los cuerpos de los temerosos miembros de la familia que los miraban sin decir nada pero con una cara de determinación en su rostro.

Un auror salió de entre las sombras como si le estuviese esperando, pero tuvo la mala suerte de toparse con los ojos de Severus quien no desperdició ni un minuto en utilizar legeremancia para saber que iba a utilizar un Desmaious contra de el, así que tuvo tiempo suficiente para bloquear su hechizo y además contrarrestrarlo con un Sectumsempra que lo dejo en el suelo con un escandaloso charco de sangre.

- ¿De donde aprendiste ese hechizo? Tendrás que enseñármelo algún día eh – dijo Avery sonriéndole a lo lejos.

- Incendio - susurró Ilan en ese momento y de su varita salieron llamaradas de fuego que empezaron a incendiar la casa.

- Venga vámonos ya, dejen a los traidores aquí. Nos llevaremos a estos sangre sucias – dijo Lucius con malicia, mientras veía la casa arder.

-¡¿Estas loco Lucius, no se te ocurre que puedan escapar? – exclamo Macnair un poco alterado.

- Aquí el que da las órdenes soy yo, además nadie puede salir de esa casa. – expresó un Lucius cada vez mas irritado

- ¿Que haremos con los prisioneros señor? – preguntó Avery – quien junto con Severus llevaban a los prisioneros.

- Oh, sencillo. Verás, ellos les ayudarán con su iniciación. – dijo Lucius con un misteriosa sonrisa en el rostro.

Los mortifagos salieron de la casa que ardía en llamas con los ocupantes adentro.

Severus miro una vez más al interior y lo ultimo que vió antes de desaparecer fue a un mago y bruja adultos junto con 1 pequeño atados en el centro del salón que estaba envuelto en llamas, luchando por zafarse de las gruesas cuerdas que los ataban a una muerte segura.

- Si tan solo hubiesen sabido lo que les esperaría, no habrían apoyado esa causa – pensaba Snape aún recordando a la familia atrapada entre las llamas mientras seguía a los mortifagos hacia un callejón cercano a la casa junto con los rehenes, que habían sido silenciados mediante un hechizo.

- ¿Cuantos sangre sucia tenemos? – preguntó Avery

- Los suficientes para realizar el ritual – dijo simplemente Lucius – volvamos a la mansión.

Y entonces desaparecieron entre las sombras para volver a aparecer justo delante de la reja de aquella lujosa mansión. Esta vez las rejas se abrieron para recibir a los prisioneros y sus captores, pero en vez de dirigirse hacia el interior de la casa, se encontraron que estaban caminando rumbo al enorme jardín donde al parecer ya los esperaban.

Al menos una docena de seres encapuchados portando mascaras estaban reunidas en un circulo, y dentro de aquel circulo estaba aquel hombre de mirada fría y vacía.

- Oh, pero que agradable sorpresa saber que tenemos visitas – dijo el hombre con un leve siseo.

- No tenemos miedo, sabemos que tus días están contados. – le contestó uno de los prisioneros entre forcejeos.

- Aquél que tendrá el poder para desaparecerte aparecerá pronto. – replicó una joven de ojos azules

- ¿Disculpa? – expresó el hombre, volviéndose hacia ella y tomando con su mano la barbilla de la joven, obligándola a mirarlo - ¿Dices que alguien con más poder que yo, Lord Voldemort – la mujer no pudo evitar temblar un poco al escuchar su nombre – aparecerá pronto? Porque lo dudo mucho. ¿O es que acaso lo tienes escondido bajo ese vestido? – dijo en tono burlón al tiempo de que con su varita desgarraba el vestido de la bruja.

- ¡Marion! – gritó furioso otro hombre mientras trataba en vano de zafarse de sus ataduras. – ¡No creas que todos se creen tu falsa! Sabemos lo que eres.

- ¡Por más que intentes no puedes negar el hecho de que no eres otra cosa que un asqueroso mestizo! – exclamó un nuevo prisionero de ojos color chocolate que parecía haber reunido todo el valor para decir su frase.

- Silencio – dijo Voldemort en una voz fría y todos los prisioneros fueron callados. – No cabe duda que cada dia se vuelven mas irrespetuosos, ¿eh? Estos sangre sucia.

Con un movimiento de su varita, un grito silencioso escapó de la boca del joven que había insultado a Voldemort, mientras todos observaban como uno de sus hermosos ojos chocolate caía al suelo.

- Esta noche, es especial. – prosiguió Voldemort, ignorando las muecas y gritos silenciados del hombre – Esta noche tendremos el honor de recibir con los brazos abiertos a jóvenes valerosos que han probado ser lo suficientemente dignos para ser premiados con la marca.

Severus miraba con una adoración que rayaba en fanatismo a aquel hombre, por tantos años estuvo ideando la estrategia perfecta para poder llegar a este momento. Tanto tuvo que sacrificar para poder llegar a este día. Y al fin estaba aquí, frente a aquel hombre al que le era tan fácil deshacerse de sus enemigos, y Severus supo en ese momento que a su lado, todo iría mejor. Todo tenía que ir mejor…

No escuchaba las palabras del lord pero entonces Lucius habló. Era el momento de ser premiado con la marca. No tenía ninguna duda en que Lily cambiaría de opinión al ver lo poderoso que se estaba volviendo. Jamás nadie iba a volver a humillarlo.

Lucius se paró al lado de el, y le murmuró las instrucciones a Severus

- Mátala.

Entonces Severus volvió su vista al frente y ahí estaba aquella joven de ojos azules, su vestido rasgado pero con una mirada intensa que lo hizo volver a la realidad. Entonces, como si su mirada hubiera representado una revelación de pronto supo que si lo quería todo primero tenía que perderlo todo.

Ella sería su primera vez. Su primera victima y entonces él se convertiría en un asesino. Si, debia perderlo todo: hasta un poco de su alma si era preciso. Era un costo que él estaba preparado a pagar.

- ¿Algo que quieras decir? – preguntó Severus con un gesto aburrido a la joven quien seguía mirándolo con ojos intensos mientras negaba con la cabeza.

Entonces Snape metió la mano a su túnica para sacar su varita, al sacarla cayo al suelo la flor que había guardado entre sus ropas.

La mujer pasó su mirada sorprendida de la flor a Severus horrorizada, pero justo cuando abrió la boca para decir algo Snape se le adelantó.

- Sectumsempra - Conjuró Severus mientras blandía como espada su varita, abriendo el cuello de la joven mientras una lluvia escarlata cubría el cielo, aquél cuerpo comenzó a desangrarse.

La mujer cayó al suelo, herida de muerte; pero eso no le impidió tomar con lo que le quedaba de vida la flor entre sus manos, manchandola de sangre.

- Imbrem aureum… - fue lo último que sus labios pudieron pronunciar antes de que Severus pisara su mano para arrebatarle la flor, guardándola de nuevo entre sus ropas. Mientras que lo poco de vida que quedaba en esos ojos azules se perdía en los túneles negros que eran los ojos de Severus.

- Que desagradable, Incendio – El cuerpo de la mujer comenzó a arder.

Severus Snape alzó la vista y observó como los demás prisioneros ardían en fuego también.

Unos inclusive vivos.

Esto era algo que debía hacerse. No podía matar a la mujer con un simple Avada Kedavra, eso hubiera sido piadoso de su parte y un mortífago jamás era piadoso. Su alma yacía de toda emoción.

Entonces el Señor Oscuro blandió su varita y las cenizas de aquel cuerpo calcinado que hace unos momentos había sido una hermosa mujer, se condensaron en una nube de muerte que se introdujo como un fuego oscuro ardiendo dentro de el brazo izquierdo de Severus Snape.

- No me has decepcionado. - siseo Voldemort complacido con los ojos fijos en Snape.

Esa noche su destino había sido marcado… pero no era el único.


Bueno, ¿Que les ha parecido este primer capitulo? Siempre imaginé que la imposición de la marca tenebrosa tenía que ser algo verdaderamente impactante. También tuvimos un pequeño vistazo de nuestra chica.

Me he partido la cabeza a la hora de decir ramo de… ¡ugh! Azucenas es el nombre en español para la flor Lily, pero pensé que el significado podría no sentirse el mismo si usaba el termino "ramo de azucenas" para luego recordar a Lily. Así que espero que me disculpen puesto que utilizare el termino "Lilis"

Nota: Apreciaría mucho que me hicieran observaciones sobre mi forma de escribir, me encantaría mejorarla ya que no soy muy buena en cuestiones de gramática.

¡También agradeceré sus reviews sobre la historia, Hasta la próxima!