Disclaimer: Los nombres de los personajes no me pertenecen sino a RM Y FOX, y esta maravillosa historia pertenece a la impresionante Gerri Hill.

Capitulo 1

"¿Quieres abrir una tienda en tu ciudad natal? ¿En Lima?, Creo que eso es grandioso" dijo Santana mientras le entregaba a Rachel una copa de vino tinto.

Rachel asintió en agradecimiento "La ubicación es completamente idea de Noah. Al menos nos dará la oportunidad de estar con nuestra madre, mientras estemos levantándola y gestionándola. Y luego nos permitirá atenderla a ella con mayor frecuencia, si tenemos una tienda ubicada allí".

"¿Así que no vas a moverla después de todo al centro de ayuda especial?" preguntó Brittany mientras se unía a ellas en el patio.

"Ese era el plan original, pero si tenemos una tienda allí, estaremos alrededor más de lo que hemos estado ahora. Ella ciertamente no estaba muy emocionada con esa opción" dijo Rachel "Noah ha estado yendo allí una vez a la semana. El cáncer todavía está en remisión, pero realmente hizo mella en ella la segunda vez. Mamá está agotada. Hay tantas cosas que ya no puede hacer" tomó un sorbo de su vino y dejó la copa sobre la mesa "Mientras estamos levantando la tienda y arrancándola, me quedaré con ella. Eso me dará la oportunidad de ver cómo le está yendo realmente. Sigo diciéndome a mí misma que setenta años no es ser viejo".

Pero ellos necesitaban tomar algún tipo de decisión. Su hermano había asumido el papel de cuidador el último par de años. No es que Rachel se hubiese negado. Era sólo que no se atrevía a pasar más de un día allí a la vez, por temor de encontrarse con Quinn. Santana la miró por un momento y Rachel se preguntó si estaba cayendo en su papel de psicólogo.

"Has sido muy vaga en cuanto al por qué rara vez vas a cuidar de ella" dijo Santana.

Rachel le sonrió "¿Estás intentando ponerme en tu sofá, Dra. López?".

Santana negó con la cabeza "No. Prometí que nunca haría eso" sonrió. "Sin embargo serías un excelente modelo de estudio. Simplemente tenía curiosidad por saber si había algo que te mantenía aquí o había alguna razón en particular por la que evadías ir allá".

"¿Qué es lo que estás pescando, doctora?".

Santana se echó a reír. "Brittany y yo te hemos conocido por seis años, Rachel. Sin embargo, sigues siendo un misterio".

"No soy un misterio" insistió. No intencionalmente, por lo menos.

"¿Por qué no has traído a Marley?" preguntó Brittany "Aún están saliendo ¿no es así?".

Rachel alcanzó la botella de vino, añadiendo un poco más a su copa antes de contestar. No había visto a Marley en dos semanas y no había hablado con ella en por lo menos seis o siete días ¿Aún estaban saliendo? "He estado muy ocupada" dijo evasivamente.

Santana le dió su lenta sonrisa que decía que sabía que estaba mintiendo "Y otra que se escurre".

Rachel se encogió de hombros "No era serio, como sabes".

"Nunca lo son ¿o sí?".

"Ella nos cae bien" dijo Brittany.

"Sólo porque ella y Santana pueden hablar de cosas de doctores" Rachel levantó una ceja. "¿Realmente las he conocido durante seis años?".

"Seis años e innumerables cenas, sí" dijo Santana. "Pero aún sabemos muy poco acerca de tí".

Rachel se detuvo, su mirada iba entre sus dos mejores amigas "¿Qué más quieren saber?".

"¿Por qué evitas ir a casa? ¿Por qué es tu hermano quien insiste en que abras allí una tienda y no tú?" Rachel se echó hacia atrás, preguntándose por qué nunca les había contado de Quinn. La verdad era que no le había contado a nadie acerca de Quinn.

"Evito ir a casa por temor a encontrarme con Quinn. Quinn Fabray" decir el nombre en voz alta trajo una oleada de recuerdos.

"¿Una antigua amante?" supuso Brittany.

"Sí".

Santana también se relajó en su silla, una leve sonrisa en su rostro. "Cuéntanos tu historia".

Rachel no sabía por dónde empezar ¿Cinco años atrás cuando había visto a Quinn por última vez? ¿Diez años atrás? ¿La universidad? ¿La secundaria? ¿Su primer beso? ¿La primera vez que se conocieron? "Los Fabrays eran la familia más rica de la ciudad" dijo, "Vivían en una gran mansión en las afueras. Bueno, en las afueras en aquel entonces. Ahora la ciudad ha crecido en torno a ellos y es una verdadera finca. En fin, mi madre trabajaba para ellos. Ella comenzó como empleada doméstica y luego se convirtió en cocinera y terminó supervisando al resto del personal para el momento en que se retiró".

"¿Así que Quinn era alguien que conocías desde niña? "preguntó Brittany.

"Sí. Después de la muerte de mi padre, estábamos luchando. Mi madre no podía pagar el alquiler. Noah era 10 años mayor que yo y se había unido al ejército, así que no estaba allí para ayudar. Éramos sólo mi madre y yo. Los Fabrays fueron lo suficientemente amables para permitirnos mudarnos allí. Habían cuartos para el servicio en la planta baja fuera de la cocina principal" dijo, recordando las cuatro pequeñas habitaciones que había compartido con su madre "Yo tenía diez años"…

"Es tan grande" susurró, mirando a la mansión mientras estaba de pie junto a su madre.

"Es sólo una casa" Rachel agarró la mano de su madre y la siguió hasta la parte trasera, todo el tiempo mirando por encima de su hombro a la enorme construcción.

"Sra. Berry, veo que lo logró finalmente".

"Hola, George. Sí. Mi coche está lleno hasta el desborde. Me temo que voy a tener que hacer un viaje más".

"Te ayudaré a descargarlo" él se puso de pie "¿Y quién es esta bella dama?".

Rachel levantó la mirada hacia él "No soy una dama" dijo, "Tengo diez".

Él se rió y se inclinó hasta su nivel. " Bueno, entonces ¿cómo debo llamarte?".

Rachel se movió nerviosa y agarró la mano de su madre, un poco más fuerte "Rachel" dijo.

"Bueno, Rachel, ese es un nombre muy bonito. Nunca te llamaré dama otra vez".

"Gracias, señor".

"Puedes llamarme George".

Rachel miró a su madre por permiso y fue recompensada con un guiño y una sonrisa. Entraron en la cocina más grande que jamás hubiese visto. Se detuvo y miró a su alrededor con los ojos muy abiertos.

"Rachel, no toques nada" advirtió su madre. Se dió la vuelta, corriendo tras su madre. Por un corto pasillo, George mantuvo una puerta abierta para ellas. Su madre entró, pero Rachel permaneció en la entrada.

"¿Es aquí donde vamos a vivir?".

"Sí. Tendrás tu propia habitación" dijo su madre.

Se mordió el labio "Ya tenía mi propia habitación".

"¿Tenías un televisor en tu habitación?" preguntó George. Rachel negó con la cabeza. "Bueno, entonces. Apuesto a que puedo arreglar que tengas una aquí" dijo.

"¿Puedes?".

"Ey, George, no vayas por allí prometiendo cosas" dijo su madre. "No puedo permitirme otro televisor y la señora Fabray puede que no quiera…"

"Shelby, la señora Fabray dijo que hiciera que te sintieras en casa. Si adicionar un cable de TV en la habitación de tu hija ayuda, entonces no hay problema. Y resulta que sé dónde puedo conseguir un televisor de repuesto".

Rachel miró desde el hombre hacia su madre, esperando con ojos optimistas. Otros niños en la escuela tenían televisores en sus habitaciones. Ahora podría ser genial tener una como ellos.

"Bueno, supongo que si no es mucha molestia" concedió su madre.

Rachel sonrió alegremente hacia George "También puedo ayudar. Mi papi me enseñó a hacer todo tipo de cosas. Incluso conozco todos los diferentes tipos de destornilladores" dijo con orgullo.

"¿Es eso cierto? Bueno, entonces tal vez puedas ser mi ayudante".

"Rachel, George me va a ayudar a traer las cajas, entonces podrás comenzar a desempacar ¿está bien?".

"Está bien, mamá" dijo.

Antes de irse, su madre se volvió hacia ella "No vayas arriba. Los Fabrays son lo suficientemente buenos como para permitir que nos mudemos aquí, pero allá arriba es su casa. No se te permite estar allí ¿entiendes?".

"Sí, señora" dijo ella, sin entender realmente. Tan pronto como su madre estuvo fuera de la vista, Rachel regresó a la cocina, todavía sorprendida por el tamaño ¿Quién necesitaba dos cocinas y dos refrigeradores? Más allá de la cocina estaba otro pasillo, éste mucho más amplio que el que la llevó a sus nuevas habitaciones. Ella fue hacia él, notando una escalera en la parte trasera. Sus ojos siguieron su longitud, y jadeó cuando su mirada curiosa fue recibida por otra igual de curiosa. Una niña de su edad estaba de pie en la parte superior, observándola. Su cabello rubio era largo y lucía sedoso y Rachel se le quedó mirando. La niña finalmente se movió, descendiendo hacia ella.

"¿Dónde está Shelby?".

Rachel permaneció de pie a los pies de la escalera "¿Quién eres tú?".

La niña puso las manos en sus caderas "¿Quién eres tú?".

"Rachel Berry" dijo ella.

"Soy Quinn Fabray. Vivo aquí".

Rachel sonrió "Yo también".

La niña frunció el ceño "No, no es así".

"Si es así".

"¿Rachel?" su madre llamó y Rachel sonrió. "¿Ves? Esa es mi mamá".

"¿Shelby es tu madre?".

"Sí".

"Pero Shelby no vive aquí".

"Ahora sí" dijo Rachel y se apresuró a regresar a sus nuevas habitaciones. Se sorprendió al descubrir que la niña le seguía.

"Vaya, señorita Quinn ¿qué la trae por aquí?" preguntó George.

Quinn miró alrededor de George, hacia donde Shelby que ya estaba desempacando una caja "Tenía hambre y quería un bocadillo" dijo "¿Qué estás haciendo?".

Shelby le sonrió "Vamos a vivir aquí ¿Tu madre no te lo dijo?" Quinn negó con la cabeza. "Bueno, de esta manera, voy a estar aquí todo el tiempo, no sólo durante el día…" dijo Shelby "…en caso de que necesites algo tarde en la noche, entonces estaré aquí para tí".

Quinn miró a Rachel "¿Y ella estará aquí también?".

"Sí. Rachel tendrá una habitación aquí, también".

Quinn sonrió. "Bueno. Entonces vamos a ser amigas", tomó la mano de Rachel y tiró de ella hacia afuera "Te voy a enseñar mi patio de juegos".

Rachel volvió a mirar a su madre por confirmación. "Sí, está bien. Ve afuera" Rachel asintió y siguió a Quinn, sólo para darse la vuelta al escuchar la voz de su madre. "No te metas en problemas".

"Ella siempre dice eso" murmuró Rachel.

"¿Por qué?".

"No lo sé" luego sonrió "A veces las cosas se rompen".

"No puedes hacerte daño aquí afuera" dijo Quinn, echando a correr cuando rodearon la esquina del garaje trasero. Rachel se detuvo en seco. El patio era tan grande como el de su escuela. Y todo para una sola persona. Wow. "¿Quieres columpiarte?" Rachel asintió con la cabeza, uniéndose a Quinn. Se empujó con los pies, notando cuan sucios lucían sus zapatos en comparación con los de Quinn.

"Tenemos casi el mismo color de cabello" dijo Quinn. Rachel miró su hermoso cabello y negó con su cabeza "El mío se oscurece cada año" dijo.

"¿Por qué?".

"No lo sé. Mi mamá dice que voy a tener el cabello castaño como ella".

"Oh ¿Cuántos años tienes?".

"¿Cuántos años tienes tú?".

"Nueve".

Rachel sonrió "Yo tengo diez años. Mucho mayor que tú".

Quinn se echó a reír "Eso no es tan mayor".

"Es demasiado".

Quinn dejó de columpiarse y la miró fijamente. Rachel le devolvió la mirada, su mente joven maravillada del color de los ojos de Quinn. "Está bien. Si quieres decir que eres mucho mayor, puedes hacerlo. Aun así vamos a ser amigas".

"Soy más inteligente también" dijo Rachel con confianza. Esta vez Quinn sonrió.

"Pero yo soy más bonita" Rachel la miró parpadeando y dijo "Mi mamá dice que soy bonita".

"Lo eres. Solo que no tan bonita como yo" dijo con una sonrisa dulce.

Rachel asintió y empujó con sus pies, columpiándose nuevamente "Está bien, eres más bonita".