¡Maldición, se cayó la conexión!

Descripción: Syaoran sabe que tiene un problema obsesivo con el internet y no lo acepta hasta que el internet falla, del mismo modo Sakura comienza a tener una vida social más estable.

I
Bendito sea el internet.

Sakura says

El respaldar del asiento de madera me perturbaba a más no poder, ya que era una silla improvisada para la computadora, la había robado del comedor el día que llegó el internet con esa dichosa computadora que iba más rápido que la velocidad del sonido; bien, quizás no tan rápida, pero si lo suficiente para amarla en lo que concierne a video juegos.

-Aléjate de ese monitor al menos quince minutos, es muy tarde niña.
- SHH, silencio. – acallé a mi hermano desde el asiento, él no se movió del marco de la puerta. – te puedes ir si es lo que estás esperando que te diga.

-Tú no tienes remedio.

Mi hermano suspiró en el umbral y vi de soslayo como entornaba sus ojos, yo hice un gesto con la mano de que le proveía poca importancia a lo dicho. Ambicioné retomar la conversación agregando que la hora no era tan tarde, pero cuando la vi en la esquina inferior del monitor hasta yo me alteré, así que di por terminado el juego y me levanté de la incómoda butaca. Mi hermano se fue del cuarto a paso lento, mientras yo apagaba el artefacto como "quién no quiere la cosa", si él supiera. Era tarde y las esperanzas de levantarme a una hora prudente para llegar a tiempo para las clases se habían reducido a nada, aún con 18 años no iba a llegar a ningún lado ni teniendo auto. Apagué la luz del pasillo y al final me acosté en mi cama. La luz del "power quality control" de la computadora seguía encendida, desde la cama arrastré mi cuerpo por el suelo y lo alcancé con la mano, supe que estaba apagado cuando las luces dieron por acabado su brillo fluorescente contra mis ojos. Suspiré y volví a rastras a la cama, me arropé hasta sumirme en mi propio sueño.

Syaoran says

"Meiling! dice: ¿Vas a venir a Hong Kong para vacaciones?
X-Syaoran dice: Es posible, no lo sé aún, prefiero quedarme en casa haciendo nada.
Meiling! dice: Mi tía te extraña.
X-Syaoran dice: No me presionen. Me voy a dormir, hablamos luego Meiling.
Meiling! dice: Está bien, buenas noches Xiaolang."

Y así concluyó el molesto diálogo familiar con mi prima, miré la pantalla por unos segundos observando el fondo de pantalla color azul y la flechita ligeramente inclinada a la izquierda de color blanco. Al final me levanté para recorrer el solitario pasillo oscuro hasta el congelador, tomé un vaso y le agregué agua hasta el punto de casi rebosar; volví a la habitación y limité mí vista al infinito que me mostraba el ventanal. Volví la vista al computador para cliquear el juego que había descargado hace unos cinco meses aproximadamente, mientras mi computador pensaba me aventuré a echar un vistazo al calendario de exámenes unido a la cartelera de corcho, justo en la pared frente mío; tenía dos exámenes al día siguiente. Miré la hora en la esquina inferior derecha en el monitor que me indicaba que eran las dos del día de las pruebas. Y luego de quejarme en mis adentros apagué la computadora desconectándola de la toma corriente.

Buenas noches a mí y buena suerte en el examen, porque no estudiaste nada.

-PFF- articulé antes de adormecer.

Sakura says.

7:30 am… 7:31 am… cinco minutos no hieren a nadie… pensé para mis adentros, el entusiasmo de esos cinco minutos se pasmó en cuanto recordé que la alarma sonaría…

¡BIP BIP!

... Justo ahora. Era de esperarse que antes de volver a repicar, lanzara el reloj fuertemente en una trayectoria desconocida, hasta que impactó contra la pared y oí a mi hermano gritar maldiciones puesto que lo había despertado en su día libre, escuché sus pisadas estables y seguras hasta mi habitación, seguido por la puerta abriéndose de golpe y por último el terrible sol.

– ¡Touya! ¡No la persiana!

– ¡Levántate AHORA!

–Pero si yo t…
– ¡Tu nada! – obstaculizó mis palabras y me quitó la sabana de encima exponiéndome al frío mañanero– Me hiciste madrugar el único día de trabajo libre en casi cuatro meses, Sakura habíamos hablado de esto hace dos días, por favor ¡deja de lanzar el reloj y todo lo que tienes cerca! –ahora su voz era más fría que la mañana, ¿cómo no acceder?

–Ya me levanto, ¡lárgate!

Esto no era todas las madrugadas, porque de ser así me hubiese largado yo hace cuantiosísimo tiempo, asimismo de que nada ni nadie me aseguraba de que iba a tener internet en mi otra locación, así que era mucho mejor no aventurarse en este caso.

Y a pesar de la hora me vestí con algo de rapidez para llegar a tiempo a clases, tomé mi PSP y lo guardé en mi mochila para partir de casa con el desayuno pegado de las paredes de mi garganta, no resistí al llegar al portón así que retorné por el vaso de jugo.

–Sakura, no te lleves el vaso… – dijo mi mamá antes de que cerrara la puerta principal de la casa.

Miré el vaso por un minuto y cuando me volví mi mamá abrió la puerta con una sonrisa cruzándole los labios, le pasé el vaso y le di un beso en la mejilla y ella me acarició el cabello antes de retomar mi viaje al instituto.

–Regresaré tan rápido como pueda, nos vemos luego mamá.

–Cuídate cielo.

Ya a lo lejos de mi casa abrí el bolso para sacar la consola portátil, la conexión a internet era algo débil hasta la siguiente cuadra puesto que tomaba el internet de la conexión inalámbrica más próxima, descendería y subiría la señal según la cercanía, cuando me acercaba a sitios de comida rápida era mucho más potente, exactamente justo cuando pasaba para toparme con Eriol camino a el instituto.

"clac, clac, clac" oí aproximarse a cierta velocidad unas zapatillas, así que apagué con prontitud el aparato para depositarlo en el bolsillo de mi falda escolar. Volví la vista para ver unos ojos marrones, cabello hasta los hombros marrón, una contextura delgada y una figura algo plana he de aclarar, en su rostro traía unos lentes grandes y redondos. Mi compañera de clases Naoko se aproximaba con celeridad hacia mí. Suspiré de alivio.

– ¡Naoko me diste un susto! Incluso me forjaste a apagar el PSP.

–Lo siento Sakura, no era esa mi intención, ¿llegaste al nivel 23?- emitió, marchando al mismo ritmo.

–Aún voy por el 15, –suspiré– Tomoyo intentó ayudarme a subir el nivel pero fue prácticamente imposible, me quedaré en ese nivel por el resto de mi vida. – añadí mientras fruncía los labios, Naoko rió por lo bajo.

– ¿No se quedó en tu casa anoche?

–No, mi tía apareció a buscarla; quedé de platicar con ella hoy referente a otros temas más escolares, a ti es a la única que le da tiempo de hacer todo simultáneamente.

– ¡Mira! Es Eriol, – fue entonces cuando la sonrisita maquiavélica de él nos atravesó, Naoko se le colgó del cuello en un abrazo, dejándola lejos unos cuantos centímetros del suelo, puesto que mi amigo actualmente era más alto que nosotras. – ¡Buenos días Eriol! Gracias por el bono extra de ayer, me sirvió de mucho –Obvio… a todos los ayudaban, menos a mí, Naoko tocó el suelo con los pies nuevamente– ¿Cómo te va?

–No me quejo, todo en orden… ¿Cómo estás Sakura? – Suspiré cuando preguntó por mí.

–Hablemos más de ti, mi humor anda por el suelo. – él y mi amiga rieron adjunto a mi oración. – No es para burlarse, Es inadmisible que sea la única en el nivel dieciséis entre nosotros.

–Tomoyo te puede aconsejar, es buena dando lecciones– dijo con un doble sentido tan obvio que hasta yo capté.

–Eriol… tu vida sexual con mi prima no me interesa – sumé, el muchacho en cuestión rió nuevamente –Y ya le pedí ayuda, pero según ella es como si me tuviesen bloqueado el nivel en especial a mí.

–Puede ser posible – agregó Naoko con voz dubitativa.

Ahora que lo pensaba bien en nuestro camino sigiloso al colegio, podía ser que si me hayan tendido un engaño, una trampa; porque de haber sido así era mucho más simple crear una cuenta nueva y seguir –o más bien comenzar– desde cero.

¿En qué período me había transformado en una jugadora compulsiva? ¿Era eso malo?, entonces fue cuando mi celular vibró, sostuve mi bolso sobre mi hombro derecho para poder conseguirlo con más facilidad. El mensaje era de Tomoyo

"Tienen que llegar rápido.

-T, D."

– ¿Por qué la prisa? –Dijo Eriol en voz alta, por un momento pensé en la posibilidad de que estuviese husmeando por encima de mi hombro, pero cuando lo percibí de soslayo, él también sostenía su móvil, volteó su rostro a mí y sonrió – Diría que quiere verme, pero si te envió el mismo mensaje… significa que mi cielo quiere dejar ciertas cosas en secreto.

Tomé una piedrita en el camino y se la lancé a la cabeza, Naoko no chistó y comenzó a carcajearse mientras Eriol aún con su sonrisa en los labios, se sobaba la cabeza.

– ¿Cuál es el motivo de la agresión? Yo no te he dañado.

–Psicológicamente si, deja de pensar en tu novia de ese modo ¿quieres? – agregué entre risas.

Una vez en la puerta del instituto, Naoko se despidió anunciando que tenía un asunto pendiente con el profesor referente a la tarea, –claro está que ella fue la única que la hizo– mientras yo anunciaba buenos días a el resto de las compañeras de clases en el campus.

– ¿Dónde está Tomoyo? –preguntó Eriol a Syaoran Li, el niño que se sentaba detrás de mí en clase, este alzó los hombros en signo de que no tenía ni idea, le sonreí a modo de saludo y este hizo lo mismo. – Gracias de todos modos, Li.

–Descuida, si la llego a ver le informare que la buscaban.

–Gracias – le dediqué mientras caminaba junto a Eriol camino al salón. Él respondió con un gesto con la mano.
– ¡Sakura! – chilló la voz de Tomoyo a unos metros, a nuestras espaldas Syaoran Li rió ligeramente.
–Creo que la encontré, Man– agregó mientras se afirmaba del hombro de Eriol, pero este estaba ensalivando el suelo por la llegada de su novia de frente.

Una vez unidos en ese trecho Syaoran se retiró del hombro de su compañero para abrirle paso al abrazo y beso de su pareja, y a pesar del baboseo y la duración era uno de los contactos afectivos más dulces en la tierra, Eriol alargaba esos besos cuanto podía, pero esta gimió dentro de su boca para pedirle autonomía, miré el rostro de Syaoran antes de que Tomoyo hablara, su expresión era una mezcla de desasosiego y tristeza, con una pizca que casi pasa desapercibida… envidia. Si así se veía él… ¿Cómo me habré visto yo?

–Sakura…– interrumpió la chica el hilo de pensamientos y el del chico también.

– ¿ah? ¡Ah! ¿Para qué enviaste el mensaje? ¿Alguien murió?

–…Qué graciosa tu. No, creo que descubrí un modo de que pases al siguiente… año escolar.

–Mis calificaciones no son tan infernales T… ¡ah! Sinceramente necesito ayuda… ¡Nos vemos luego Syaoran!

Entonces comencé a correr con Tomoyo hasta el aula. Dejamos a Syaoran y Eriol muy atrás, cosa que no era tan necesaria con respecto al último, puesto que él estaba al tanto de mi adicción a los video juegos en línea. El timbre sonó justo cuando subíamos los escalones al segundo piso, en las cuales por poco sufro una lesión de no ser por mi coordinación que rara vez funcionaba, esta vez gracias al cielo… funcionó.

– ¿De verdad Tomoyo?…

Esperé su respuesta instantánea, la aludida asintió con la cabeza rápidamente y la abracé al acto. Subir ese nivel para mi vislumbraba el mejor de los logros para mí en lo que tenia de tiempo dentro del videojuego.

–No creo que me vaya a salir muy económico, pero se hace lo que se puede – Agregó la muchacha con sus ojos azules puestos en mi.

Mientras yo a la par deslizaba la puerta del aula. Yo me detuve en seco antes de mi asiento.

– ¿Por qué hablas de costos? ¿No eres tú acaso la que va a arreglar mi problema? – temí por la respuesta.

–Lo siento Sakura pero pasé toda la mañana intentándolo por mí misma, y la respuesta fue negativa, –ella se sentó con tranquilidad en su puesto, me invitó a sentarme en el mío luego de ello – así que una chica en el nivel me dijo que había un muchacho, muy apuesto a decir según ella, que sabia desbloquear ese tipo de trucos.

– ¿Trucos? Es decir que me…

–…Bloquearon, por diversión o simplemente porque alguien te detesta, mira el lado bueno, cuando subas de nivel tu experiencia será superior a la de nosotros tres veces– ella rió ante su idea.

–Lo de graciosa viene de familia ¿no? – añadí algo irritada, ella siguió riendo y asintió con la cabeza.

A lo que transcurrió la clase lo único que hice fue mirar el reloj esperando que estampase la manecilla pequeña en la hora de salida. Me salvé de puro milagro la distracción que me pudo costar la vida ya que la profesora me miró fijamente haciendo una interrogante con sus labios, cosa a la que tampoco presté atención, justo cuando tomé el impulso para ponerme de pie, escuché la silla detrás de mi correrse, seguido de la voz de Li contestando a la maestra, los ojos de la misma se alzaron a medida que supuse sería Syaoran poniéndose de pie; me quedé petrificada sobre el puesto y la profesora dijo "Muy bien", haciendo referencia a que el muchacho no se había equivocado. Al finito de ello me relajé sobre el puesto y suspiré, era de esperarse el susto a tal acontecimiento, después de todo para vernos a Syaoran Li o a mí persona, la visión desde el frente no tenía que recorrer mucha distancia y de no ser por la mención de nombres nos confundiríamos constantemente. Un taco me sacó de mis pensamientos, el papelito enroscado venia del otro extremo del salón, apuntaba:

"Un poco más y te pescan, préstale más atención a clases.

-Chiharu."

Giré la cabeza a la derecha, Ryu se sonreía mientras yo me mimaba el costado de la cabeza donde había lanzado con fuerza el taco, Chiharu también reía ligeramente y articulaba con los labios un "disculpa" por parte de ambos.

Suspiré, era lo único que podía hacer… estúpidos hackers.