Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen, son de J.K. Rowling.

Nota: Este fic participa en el Reto #14: "Amortentia al azar" del foro Hogwarts a través de los años.

Advertencia: Slash. Relación homosexual. Como quieran decirle. OoC (Out of Character/ Fuera del personaje). Semi-AU (Semi Alternative Universe/Semi Universo Alterno). Falta de lógica, incoherencias. Y un montón muchas otras cosa. Si no te gustan este tipo de fics estas a tiempo de marcharte. Yo a avise.~

Aclaraciones: Lucius y Remus cursan Hogwarts al mismo tiempo, teniendo ambos la misma edad. Este fic está relacionado con mi otro fic Camino de Aromas, de forma leve, por lo tanto no es necesario leer CdA.

Nota: Y gracias a Hime-chan Natsumi por los arreglos. ¡Gracias, amiga! Sabes que te quiero, cariño~

¡Mi segunda participación! ¡Yei!

Y a Marsha se le ocurrió tirarse al abismo con una pareja nueva…


Mi Amortentia Eres Tú.

Primer Aroma: Verbena.

El castaño claro observó el Gran Comedor con curiosidad, emocionado pero a la vez inseguro, escondido entre el grupo conformado por los demás primeros años. En Hogwarts, había magos y brujas por montones, sangre pura o nacidos de muggles, y ciertamente la discriminación estaba a la vuelta de la esquina, por lo tanto debía ser cuidadoso, evitar a toda costa que alguien siquiera sospechara de su condición como licántropo.

Lo admitía, estaba aterrado.

Con nerviosismo, Remus observó como la profesora ponía un taburete con un viejo sombrero encima, y desenrollaba un gran pergamino amarillento, comenzando a llamar por orden alfabético para iniciar con la selección.

Y fue allí cuando lo sintió.

Era un aroma nuevo, desconocido, el que llegó hasta su nariz y le sacó una tímida sonrisa, era extraño pero en cuanto más aquella fragancia lo envolvía, una calidez se instalaba con ahínco en su pecho y su lobo se removía feliz, porque sentía que no debía temer, porque a pesar de estar en un terreno desconocido todo estaba bien ya que había algo, o alguien, que lo protegía.

Que iba a ser así por siempre.

Por eso, cuando la bruja mayor pronunció su nombre para ser seleccionado, Lupin con un sonrisa tímida pero con paso firme se dejó ver.

Pocos fueron los que se sorprendieron al ver al castaño en Gryffindor.

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Meses después, en una clase de Pociones en conjunto con los Slytherin de su mismo año, fue que el niño de ojos de un suave color verde se enteró que aquel aroma que tan bien le hacía pertenecía a la verbena. Debían preparar una poción sanadora – quién supiese de qué – que tenía un gusto horrible, en donde utilizaban verbena para darle un aspecto aceptable y esencia de lavanda para que tuviera una aroma agradable.

—¿Y la verbena, Sirius? —cuestionó el león a su compañero de banco.

El castaño oscuro sonrió nervioso, encogiéndose de hombros y el licántropo suspiró, resignado. Confiando en que el mayor de los Black no haría estallar su caldero, Remus caminó en dirección del armario donde se encontraban los ingredientes para las diferentes pociones, agarrando la planta que le hacía falta, acercándola a su nariz para olfatear levemente, sorprendiéndose al notar que aquel aroma a pesar de ser el mismo, lo sentía diferente; y se dio media vuelta para volver a su lugar, o era la idea, hasta que chocó con un rubio de orbes plateadas y mirada frívola.

Atónito por segunda vez en menos de cinco minutos, Lupin abrió los ojos como platos, mientras aquella conocida calidez se instalaba en su pecho, su lobo se removía feliz y esa fragancia hacía picar su nariz.

—Lo siento, Malfoy. —susurró con timidez y un leve rubor en sus mejillas.

Lucius por su parte arqueó una ceja, antes de fruncir el ceño.

—Ten más cuidado, Lupin. —dijo inexpresivamente, caminando en dirección del lado de las serpientes y sentándose al lado de Snape.

Aun perdido en sus pensamientos, la criatura magica volvió a su lugar, intentando concentrarse mientras controlaba lo que había hecho el otro Gryffindor hasta el momento y comenzar con lo suyo.

—¿Estás bien, Remus? —inquirió el de ojos grises.

—¿Qué? Eh…sí, sí. Mejor sigamos con la poción. —contestó, sonriendo levemente.

El sangre pura sólo asintió, no muy convencido.

Mientras tanto, el chico dueño de unas orbes de un suave verde seguía metido en sus pensamientos. Era imposible que aquel aroma que lo hacía sentir tan bien, protegido, a salvo y lleno de calidez viniera de un Slytherin, más aún de Lucius Malfoy, ¿Verdad?


¿Qué si estoy loca para meterme otra vez en el reto del que acabe de salir ayer? Sí, y además, la gente necesita distracciones en la vida~

Lo de siempre, perdonen cualquier error. Gracias por los reviews y demás :')

¡Ya saben comentarios, consejos, criticas y demás [MIENTRAS SEAN DE BUENA MANERA] Bienvenidos sean!~