Prologo
¿Qué pasaría si todo por lo que has luchado, dado tu vida, resultara ser falso? ¿Y si estuvieras en el bando equivocado? ¿Buscarias venganza? Esta es una de esas historias donde el protagonista es utilizado por aquellos en quienes confiaba. Donde lo bueno no es tan bueno y lo malo tan malo.
La guerra entre Angeles y demonios esta en su máximo apogeo, aun asi la victoria parecia declinarse por los angeles hasta que por un error los demonios logran capturar a uno de los angeles guerreros, Gabriel, y llevarlo ante su rey Lucifer. Atado y sin la posibilidad de utilizar sus poderes para defenderse es llevado ante Lucifer, una vez en su presencia espera a su muerte pues sabe que el demonio nunca fue benevolente con sus enemigos, pero grande es la sorpresa cuando no solo no lo mata si no descubre la existencia de la mujer de Lucifer.
Pero lo mas sorprendente sin lugar a dudas es la hija de ambos, un hermosos ejemplar de hibrido capaz de expresar bondad y ternura e incapaz de dañar a nadie.
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El miedo se podia palpar en el ambiente, incluso algunos de los demonios retrocedieron para alejarse del angel que habían capturado, nadie quiso decir nada, es mas, no se atrevían por miedo a que su señor enfureciera pues todos sabían que Lucifer era cruel con aquellos que le enfurecían. Aunque en aquel momento no parecia para nada enfadado, mas bien relajado y tranquilo, como si hubiese sabido de antemano que aquello iba a ocurrir.
-Veo que por fin te has dejado caer por aquí Gabriel-dijo Lucifer sonriendo
Gabriel alzo el rostro sin demostrar el temor que sentía, si tenia que morir lo aria con orgullo y no humillado por los demonios. De repente la puerta se abrió y una mujer, a la que Gabriel reconoció al instante avanzo hacia ellos sin hacer caso a los demonios que le rodeaban. Gabriel quiso gritarle que se fuera pero maldición si algo le oprimía la garganta impidiéndole hablar. Tras unos segundos Valeria estaba al lado de Lucifer mirándolo con adoracion. ¿Adoracion?
-Bienvenida a casa cariño. Mira quien ha venido a visitarnos cariño-dijo Lucifer-El gran Gabriel.
-Dejale hablar-dijo Valeria mirándole con una sonrisa
El hechizo que le oprimía la garganta desapareció con un movimiento de la mano de Lucifer, ¿Qué estaba pasando alli? ¿Y por que Valeria actuaba asi? ¿Y que hacia ella con Lucifer? Era la pregunta que le rondaba por la mente en esos momentos.
-Es el mi compañero Gabriel-le respondió Valeria como si supiera lo que estaba pensando
-Eso es imposible…
-No es imposible-le aseguro Lucifer-¿Dónde esta Maika cariño?
-Venia detrás de mi, no creo que tarde-respondio Valeria mirando hacia la puerta
De nuevo la puerta se abrió, salvo que esta vez los demonios se apartaron formando un pasillo mientras bajaban la cabeza y murmuraban la palabra princesa. Gabriel se negó a mirar hacia atrás queriendo no comprobar la clase de demonio que Lucifer y Valeria habían engendrado.
-¿me has llamado papa?-pregunto alguien pasando por su lado
Gabriel fue capaz de oler el sutil perfume a fresas antes de que viera a la muchacha. De repente la boca se le seco y creyo estar ante un angel. De estatura mediana, pelo negro hasta la cintura y un rostro angelical.
-El no, yo-dijo un muchacho
Gabriel vio que al lado de Lucifer se encontraba un muchacho de gran parecido con este y que al ver a la muchacha abrió los brazos para abrazarla.
-¡Hermano!-grito alegre la chica
Su voz fue como una caricia para los oídos de Gabriel, incluso sintio la tentación de cerrar los ojos y disfrutar el sonido. Pero no lo hizo, siguió observando la escena sin moverse ni decir nada.
-Maika ven aquí-le ordeno Lucifer-Mira quien ha venido a vernos…
-El es un angel-dijo y su voz fue débil
-Si cariño, ¿quieres que lo mate?-le pregunto
