¡Hola! He vuelto a las andadas del fanfic, aunque esta es otra temática, (los que siguen mi otra historia, tranquilos/as, que estoy trabajando en ello). Tenía esto en mente así que decidí hacerlo realidad.

El universo Avatar le pertenece a Michael Dante DiMartino, a Bryan Konietzko y a Nickelodeon.


LIBRO UNO: EL BIEN EL MAL

CAPÍTULO UNO: NUEVOS TIEMPOS, NUEVO AVATAR


-"¡¿5000 yuanes?! ¡Tienes que estar bromeando!"- gritó el adolescente de pelo castaño mientras intentaba recuperarse del shock.

-"Son piezas de repuesto de un Satomóvil Modelo X5, Larik, ¿qué es lo que esperabas?"- dijo el vendedor con indiferencia.

-"Pero casi nadie los usa hoy en día, ¿por qué los vendes a tan alto precio?"-

-"Una palabra: Coleccionistas. Estas cosas son buscadas y compradas por ellos como si fueran oro mismo, tienes suerte de que Industrias Futuro aún me autorice a vender sus repuestos sobrantes"-

-"Bueno, me tengo que ir en un rato, si no, mi padre se va a molestar"- dijo Larik mientras se dirigía a la salida de la tienda.

-"Mándale saludos a tu padre de mi parte y dile que su reserva de reposición semanal le llegará pasado mañana"- dijo el vendedor.

-"Le diré, hasta otra"-

-"Te diría "hasta pronto", pero, ¿quién sabe?"- dijo el vendedor mientras Larik salía de la tienda.

-"Ba Sing Se no es tan mala, aunque me muero por ver Ciudad República. Según mi tío Jonzu, la ciudad es impresionante, pero sigue sin compararse a la belleza tradicional de Ba Sing Se"- pensó Larik mientras se subía a Rorka, su caballo avestruz.

-"Vamos chica, vamos a casa"- dijo mientras se subia al animal.

Rorka lo dejó en frente de una mansión bastante lujosa, hasta se podría decir que era un palacio. Pero bueno, era el hogar del actual presidente de la República Tierra, la cuál había sido instaurada hace ya varias décadas.

Al entrar escuchó varias voces provenientes del despacho de su padre, entre ellas, el ya mencionado.

-"Jarem, él ya creció, ya es tiempo de que siga con el ciclo, no puedes retenerlo aquí por siempre"- dijo alguien al cuál reconoció como su tío.

-"Sé que te has preocupado por él desde qué Talia murió, pero ya que creo que lo estás sobreprotegiendo. ¡Tiene 17 años y tan solo sabe controlar el fuego!"- dijo una voz desgastada y femenina, la cuál le parecía familiar, pero no lograba reconocer.

-"Pero..."- dijo la voz de su padre.

-"Nada de peros, lo acordamos y el también lo aceptó, se irá mañana en la mañana"- dijo su tío Jonzu.

-"Así que es eso de lo que hablan..."- pensó Larik, adivinando la causa de la discusión. Su padre siempre había sido sobreprotector con él, al menos hasta que tuvo 15 años.

-"El Loto Blanco ha estado esperando demasiado, sabemos que estás asustado, pero tiene que seguir su entrenamiento en Ciudad República, cómo dijo tu hermano, esto ya lo habíamos acordado"- dijo la voz femenina.

-"Esta bien, ¿porqué no pasas, Larik?"- dijo su padre, sorprendiendo a los otros dos presentes y al mencionado.

-"Hola padre, hola tío Jonzu, y hola... em..."-

-"Dime Asami, niño"- respondió la anciana con una sonrisa maternal.

-"Espere, ¿Asami Sato? ¿La Embajadora de Ciudad República?"- la reconoció de la televisión, pero no era por eso que le parecía tan familiar.

-"Y la esposa del anterior Avatar"- agregó su padre.

-"Por eso me era tan familiar..."- pensó Larik, sumamente sorprendido.

Larik sabía que era el Avatar desde que tenía 5, cuando casi quema su fiesta de cumpleaños. Desde entonces estuvo practicando Fuego Control con su tío aunque no tan seguido como debería haber sido, ya que su tío tenía deberes como Capitán del Ejército de la República Unida.

El Loto Blanco los encontró un tiempo antes de empezar a entrenar con su tío, el cuál llego junto a la Orden. Pero debido a la sobreprotección de su padre, el entrenamiento fue sumamente lento.

El hecho de que él era el Avatar no se mantuvo en secreto mucho tiempo en el interior de la ciudad, ni tampoco en el resto del mundo.

-"Bueno hijo, supongo qué ya sabes lo que sucederá"- empezó su padre -"mañana en la mañana partiras a Ciudad República en un transporte aéreo junto con tu tío y la embajadora Sato, ahora ve a dormir que te levantaras bastante temprano"- dijo su padre bastante serio, aunque se le notaba la preocupación en los ojos.

-"¿Puede Rorka venir conmigo?"- preguntó el joven antes de salir, preocupado por su amiga.

-"No tengo ningún problema con llevarla en el transporte, pero es decisión de tu padre"- dijo la embajadora con una suave sonrisa.

-"Puedes llevarla, pero asegúrate de cuidarla bien, ahora ve a dormir"-

Con una sonrisa, Larik se dirigió a su cuarto, aunque su padre seguía discutiendo con los invitados.

-"Sabes porque me preocupo Jonzu, él no esta listo para el mundo"- dijo su padre con una voz más calmada.

-"Porque tu nunca los preparaste, Jarem"- replicó la embajadora saliendo del despacho seguida por su tío Jonzu.

A la mañana siguiente ya estaban todos en el aeropuerto, listos para partir.

-"Bien, supuse que este día llegaría, dale saludos a tu hermana"- dice su padre dándole un abrazo, el cuál Larik corresponde.

-"Cómo si a ella le importara que tú o yo la saludemos"- responde algo dudoso.

-"Bueno, al menos inténtalo"- le responde su padre abrazandolo más fuerte.

-"Te quiero papá, te prometo que te visitaré"- dice Larik entre sollozos.

-"Primero termina tu entrenamiento, es más importante"- dice Jarem mientras se separa de su hijo, al hacerlo, Rorka se la acerca y lo lame con cariño.

-"A ti también te extrañare, creo..."- respondió acariciando la cabeza del animal.

-"Bueno, suficientes despedidas por hoy, es hora de irnos"- interrumpió Jonzu.

-"Cuida de él Jonzu, confío en ti"- dijo su Jarem colocando su brazo en el hombro de su hermano.

-"Sabes que lo haré Jarem, es mi sobrino después de todo"- respondió este con una sonrisa.

-"Bueno, mejor nos vamos, la Orden nos está esperando, fue un gusto volver a verte Jarem"- dijo la embajadora estrechando su mano.

-"Siempre será un gusto, señora Sato, espero que el destino nos vuelva a juntar"- respondió estrechandole la mano de vuelta.

El transporte era bastante pequeño en comparación con los otros presentes en el aeropuerto, el cupo no superaba las 10 personas, y actualmente habían 5 personas y un animal en el vehículo; Larik, Jonzu, la embajadora Sato, Rorka, y dos integrantes de la Orden del Loto Blanco.

El viaje no duró más de 5 horas, y al bajar, lo que primero notó Larik fue el hecho de que habían muchos más rascacielos (así los había bautizado Industrias Futuro) que en Ba Sing Se, aunque el ambiente era bastante reconfortante.

-"Se tardaron"- dijo una mujer bastante robusta de pelo castaño con una voz bastante autoritaria en frente de ellos, aunque estaba mirando hacia el otro lado.

-"El Aéreo-Transporte tuvo algunas dificultades, pero llegamos lo antes posible, Jefe Toph"- respondió la embajadora con una sonrisa bastante alegre.

-"¿Hubo dificultades? Para mí el viaje fue bastante rápido"- pensó Larik, sorprendiendose ante lo dicho por la diplomática.

-"¿Por qué no nos mira?"- le susurró Larik a su tío, el cuál puso una cara bastante nerviosa.

-"Porqué heredé la ceguera de mi bisabuela, niño"- dijo la mujer dándose vuelta.

-"Larik, te presento a Toph Beifong II, la hija de Bolin y Opal Beifong, nieta de Suyin Beifong, y bisnieta de Toph Beifong"- le dijo la embajadora con la sonrisa que había mantenido durante todo el viaje.

-"¿Beifong? ¿Eres una maestra tierra?"- dijo Larik con emoción, desde niño, siempre había querido conocer a un integrante de los Beifong.

-"No todos los Beifong son Maestros Tierra, niño, yo soy una Maestra Aire, al igual que mi madre"- respondió Toph con el mismo semblante.

-"¿Qué es lo que haces aquí?"- preguntó Larik, con curiosidad.

-"Ella esta aquí para asegurarse de que no quemes la ciudad en tu primer día aquí, tontito"- dijo una joven de la misma edad de Larik saliendo por detrás de Toph.

-"¿Y tú qui-quién eres?"- preguntó Larik, impresionado por la belleza de la joven.

-"Soy Zania Beifong, ¿cómo es que no me conoces?"- dijo la joven sorprendida.

-"¿Debería?"- preguntó Larik, algo confundido.

-"Por supuesto, ¡soy la capitana de los implacables "Huracanes Espirituales!"- exclamó con orgullo la joven.

-"¿Huracanes Espirituales? No me parece conocido"-

-"Emm... ¿el famoso equipo casi invencible del Torneo de Pro-Control?"- persistió desesperadamente la chica.

-"¿Pro-Control? Lo siento, no soy muy fanático, nunca he visto un combate, ni siquiera en televisión"- respondió el joven.

-"¡¿QUÉ?! ¡Vendrás conmigo inmediatamente, y me asegurare de que te informes de la manera debida! ¡Y el Avatar dices ser!"- exclama la chica agarrando a Larik del brazo y llevándolo a la ciudad, siendo perseguidos por Rorka.

-"Tengo un mal presentimiento sobre esto"- dijo Toph, y empezó a correr en la dirección por donde se fue el par de adolescentes, llamando la atención de los presentes.


Bueno, espero que hayan disfrutado este inicio, nos vemos luego.

Atentamente, DocSalas.