Espero que esta historia sea de su agrado y espero leer sus Reviews, Les recuerdo aunque muchos ya lo saben los personajes no me pertenecen, los tome prestados de una de las mejores mangakas del mundo Rumiko Takahashi :3
Nota: «pensamientos» ; Cursiva POV Kagome
Capítulo 1. Una boda arreglada.
- Niña Ahome tiene que comer, en tres días es su boda, cada vez está usted más delgada.
- Largo de aquí no quiero comer, me gustaría morir -Decía Ahome mientras lágrimas se cristalizaban en sus orbes.
- Pero niña no diga eso .
- Kaede para que quiero vivir, si tendré que casarme con un hombre al que no amo.
- Niña con el paso del tiempo aprenderás a amarlo, tienes que intentarlo... él te ama.
-¡Pero yo a él no!
- Dale una oportunidad...
Toc...Toc...Toc...( Tocan a la puerta de la habitación de Ahome)
- ¿Se puede?
- Es él Kaede, no quiero verlo.
- Niña haz el intento, por lo que más quieras, tu sabes su situación, sus padres fueron quienes aprobaron esto, él no tiene la culpa.
- Esta bien Kaede lo intentaré, yo sé que él no tiene la culpa, aunque verdaderamente no se la razón de apresurar todo.
Ahome aún estaba en su cama envuelta en las sábanas, tenía una bandeja con deliciosa fruta picada y un jugo de naranja, ella no sabía si comer o no.
- Adelante esta abierto .
- ¿Cómo amaneciste el día de hoy hermosa?
Diciendo esto el hombre entró en la habitación y llegó hasta ella plantándole un beso en la frente.
- ¿Apenas comenzarás el desayuno?
- Eh sí, es que con los nervios de la boda casi no me da hambre.
- Te entiendo hermosa, estoy igual de nervioso, casarme con la mujer más bella del planeta tiene que quitarme el apetito.
- n/n Me sonrojas, no es para tanto.
- Desde hace mucho tiempo deseo que seas mi esposa, solo espero que puedas llegar a amarme como yo a ti.
Ahome bajó su mirada, él sabía que su boda era un acuerdo entre ambas familias y él amaba a Ahome desde hacía un tiempo atrás.
- Yo...Ban...
- No tienes que decirme nada, yo lo entiendo, sé que fue un arreglo de nuestras familias, si no estuviera en esta situación y las cosas fueran diferentes, no te pediría que te cases conmigo, pero dadas las circunstancias creo que sería lo mejor.
- Prometo que haré mi mayor esfuerzo, eres un hombre muy bueno así que te prometo que lucharé con todas mis fuerzas para amarte.
Después de esas palabras ambos se abrazaron, Kaede los miró por un momento y luego se retiró para darles privacidad a los futuros esposos.
El día de mi boda, se supone debería ser la mujer más feliz del universo, pero no es así...Casarme con alguien a quien no amo, todo para que mis padres no se quedaran en la ruina, y los padres de él quieren un nieto, ni siquiera sé si seré capaz de estar con él alguna vez.
Es cierto que él y yo nos conocemos desde que éramos unos pequeños, aun así nunca he podido verlo como hombre, una vez jugamos a los novios y me divertí, aunque cuando intentó besarme terminé llorando, siempre me has tratado muy bien y me defendías cuando alguien trataba de propasarse conmigo, ¿por qué no puedo amarte?, debo intentarlo por nuestro bien.
Mañana es el día de nuestra boda, me han hecho la prueba del vestido una y otra vez y terminan cociéndolo nuevamente porque he dejado de comer, yo sé que él se ha dado cuenta pero no quiere presionarme, tengo 24 años y estoy a un día de casarme, mis primos ni siquiera podrán estar conmigo, están en el extranjero y no disponen de mucho dinero para hacer el largo viaje.
Ahome caminaba por el gran jardín de la casa, su piel lucia pálida, sus intensos ojos chocolate no tenían tanto brillo, su cabellera color azabache era movida por el viento. Desde el segundo piso en una de las habitaciones alguien la miraba a lo lejos, contemplando su belleza, contemplando su mirada.
«Ahome este tiempo será lo más hermosos de mi vida, lo disfrutaré al máximo, si no llegaras a amarme creo que sería lo mejor para ti, cuando te enteres de todo probablemente me odiarás, pero el tiempo que estemos casados quiero disfrutarlo al máximo.»
El gran día había llegado, el jardín lucía espectacularmente elegante, hermosas sedas en color blanco cubrían el lugar, una enorme mesa de regalos era adornada en el centro por un enorme pastel de bodas, cada mesa para invitados tenía un centro de mesa con flores reales, además los cubiertos y vajilla eran de plata y porcelana respectivamente, un gusto exquisito para los invitados.
En la iglesia se encontraban los invitados, esperando a la novia, el novio por su parte se encontraba frente al altar esperando por la llegada de ella, en ese momento ella hizo su triunfal aparición, la mirada de todos los invitados estaban posadas sobre ella y el novio aún estaba más embelesado que todos ellos juntos.
Ella caminaba hacia el altar, del brazo de su padre, Ahome estaba asustada por el paso que daría pero ya había prometido dar su mejor esfuerzo y no podía echarse para atrás en ese preciso momento.
Ahome lucía hermosa, tenía un vestido de novia que estaba ceñido a su cuerpo pero era un corte amplio de la cintura para abajo, llevaba el cabello recogido con una peineta y usaba un collar de perla, su ramo era de rosas rojas naturales, le habían quitado las espinas y estaban unidas las rosas por un hermoso listón blanco.
Tres miradas tenían una especial atención en ella, se veía verdaderamente hermosa aunque en su mirada no se notaba.
- Hija recuerda que esto que estas apunto de hacer nos hará felices a todos.
Ahome no respondió a su padre, sus ojos se cristalizaron, ella no quería llorar, ahí no, mucho menos frente a su futuro esposo, quien no tenía culpa de nada al igual que ella.
Cuando llegaron al altar, él le ofreció su mano para sujetarse, ella lo acepto, ellos se encontraban frente al altar ante el sacerdote, estaba muy nerviosa, pero ya no había marcha atrás.
- Estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a estas dos personas que se aman mutuamente, es mi deber preguntar si hay alguna razón, o algún impedimento para que esta boda no se lleve a cabo.
Nadie dijo nada, todos permanecieron en total silencio, Ahome ya sabía que nada sucedería era su destino casarse con él, Luego de varios sermones el momento tan esperado por todos llego.
- Señorita Ahome, acepta amar y respetar a este hombre, en la salud y en la enfermedad ante cualquier adversidad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe.
Ahome guardo silencio por un momento, mientras miraba al hombre que tenía frente a ella, sus ojos estaban completamente cristalizados pero ella respondió.
- Sí, Acepto.
- Y tu Bankotsu aceptas amar y cuidar a esta mujer en la salud y en la enfermedad ante cualquier adversidad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe -
- Sí, Acepto.
El no tardó en responder, así que las últimas palabras del sacerdote los unirían hasta que la muerte los separase.
- Entonces por el poder que me concede la iglesia, yo los declaro marido y mujer...Que lo que Kami ha unido no lo separe el hombre, puedes besar a la novia.
Bankotsu era el hombre con el que se había casado Ahome, un joven muy apuesto de familia acomodada, excelente partido para cualquier chica, pero él estaba enamorado únicamente de Ahome desde hacía muchísimo tiempo, la boda tendría que llevarse a cabo en menos de un mes, ya que así lo exigía la familia de él, algo no andaba bien, pero solo ellos sabían acerca de ello.
Una lágrima se escapaba de los hermosos ojos color chocolate al momento de ser besada por su ahora esposo.
- No llores hermosa, prometo amarte hasta el último de mis días.
- No repitas eso Bankotsu.
- Es la verdad hermosa, te voy a amar hasta mi último aliento.
Una de las rosas del ramo parecía tener espinas, el dedo de Ahome fue perforado por ella, al levantar su mano para ver su dedo una gota de Sangre cayó sobre el pulcro vestido blanco.
El hermoso color blanco del vestido había sido manchado por una gota de Sangre, Kaede vio cuando la gota caía sobre el vestido.
«Mal augurio mi niña, espero que no sufras demasiado, este matrimonio puede significar mucho más de lo que te imaginas, pero la felicidad te será arrebatada espero puedas entenderlo antes de que sea demasiado tarde, sé que te enamoraras nuevamente...»
Al terminar la misa, todos los invitados irían a la recepción que sería en la mansión de los Sakamaki, es decir la residencia de Bankotsu.
- ¿Estas bien, hermosa?
- Sí, solo que una de las rosas tenía espina, me he picado el dedo pero es solo eso.
- Ok está bien hermosa, entonces vamos a la recepción, nuestros invitados ya están en camino.
- Sí, como tú digas.
Bankotsu ayudo a su ahora esposa a subir a la elegante limosina blanca, con decorado de rosas rojas, tal y como el arreglo de Ahome, al llegar a la recepción todos los invitados les aplaudieron al verlos llegar juntos, para abrir el baile, la pareja de recién casados tenía que abrir la pista, así que ambos se situaron al centro de la pista y comenzaron a bailar.
- Escucha esa canción hermosa, quiero dedicártela, cuando la escuches y yo no este quiero que siempre pienses en mí .
- Bankotsu ¿Por qué hablas así? ¿Qué es lo que sucede? siempre me hablas como si te estuvieras despidiendo ¿Es que planeas irte a algún lugar?
- No me hagas caso hermoso, no me iré a ningún lado, te amo demasiado como para hacer eso, en todo caso... Gracias por aceptar ser mi esposa.
La mirada de todos los invitados estaba centrada en la pareja de recién casados, Ahome tenía su mano en el hombro de él y cuando escucho las palabras de Bankotsu lo apretó fuertemente mientras recargaba su rostro en el pecho.
«Kami-Sama ayúdame para que pueda amarlo como es debido, él me ha cuidado y me ha respetado, es un buen hombre y me ama, ahora que soy su esposa quiero esforzarme, quiero amarlo, quiero...»
- ¿Me permites bailar con la novia?
- Entonces yo quiero bailar con el apuesto novio.
Ahome reaccionó al escuchar esas voces tan familiares.
- Sango, Miroku ¿Dijeron que no podrían venir?
Los ojos de Ahome se abrieron como platos, estaba a punto de llorar de la emoción, frente a ella se encontraban sus primos, Sango era su prima de sangre y Miroku era el esposo de ella.
- Así es, pero un pajarito muy generoso que quería que estuviéramos en el día más importante de tu vida contigo a tu lado nos hizo posible este viaje.
Ahome dirigió la mirada rápidamente hacia su recién esposo, él la miro y le sonrió.
- Gracias mi amor.
Diciendo esto Ahome se lanzó a los brazos de Bankotsu, él estaba sorprendido era la primera vez que lo llamaba diferente y con tanto afecto. Ahome se dio cuenta de lo que había hecho y se separó un poco de él, ella tenía las mejillas pintadas con un ligero tono carmesí, Miroku aparto suavemente a Ahome de él, mientras que Sango poso su mano sobre el hombro de Bankotsu.
La melodía que él le había dedicado a Ahome aún seguía sonando, estaban separados por los primos de Ahome, pero ella miraba a Bankotsu mientras bailaba con su primo político.
- Así que estas felizmente casada, puedo darme cuenta que lo amas, además él te ama demasiado, pago nuestro viaje y trajimos a un amigo con nosotros, el pago sin decir nada, nuestro amigo está en la mesa que nos asignaron como familiares.
- U/U Si, él es un hombre muy bueno, él...Él se merece todo.
Ahome no dejaba de mirarlo y Bankotsu también la miraba, había momentos en que sus miradas se encontraban y ella se sonrojaba, el únicamente sonreía.
- ¿Sango como estuvo su viaje? entiendo que en tu estado el viaje debe ser desgastante -
- Estuvo muy bien, además el viaje fue placentero gracias a que nos patrocinaste un viaje en primera clase, te lo agradecemos, quería estar en este momento tan especial en la vida de Ahome.
- Si lo sé, por eso quería que estuvieras aquí, además cuando se entere de tu embarazo ella se pondrá muy feliz.
- Espero que ustedes igual hagan la tarea y tengan un bebé para que mi pequeñito no este tanto tiempo solito.
- Deseo que eso suceda pronto Sango...
CONTINUARÁ...
