Wolas a todos
Wolas a todos!!
Antes que nada, decir que esta historia, aunque se basa en personajes reales, no está basada en hechos reales ni nada que se asemeje, aunque tampoco me importaría que la mitad de este fuese verdad…xD
Por otra parte este es el primer fanfic que me decido a publicar y a la vez el primero que escribo sobre esta temática, así que perdonarme la falta de experiencia…ó.ò
Ahora sin más preámbulos os dejo con ella!! Espero que os guste y acepto reviews! p
Titulo: "Dolor Silencioso"
By Dayanee
Prólogo
Cada vez sentía que pasaban menos tiempo juntos. Que a pesar de formar parte de la misma banda, no tenían las mismas ocasiones de años atrás para conversar hasta bien entrada la noche. Ahora aunque en algunas ocasiones, durante las largas giras que les llevaban a recorrer el mundo entero, durmiesen en la misma habitación, ya no era igual, o al menos eso sentía.
A menudo esa cama de al lado estaba vacía y quien debía de dormir en ella, quizás estaba ocupando otra en algún otro lugar, pero otras veces no era así, bajo esas sabanas blancas de los tantos y diferentes hoteles en los que actualmente hacían vida, dormía esa persona en quien más confiaba, en quien confiaba desde que hizo uso de razón o quizás desde antes. Pero que había pasado con el paso de los años?? realmente seguía teniendo toda esa confianza en él?? Eso se preguntaba mientras permanecía sentado en su cama y abrazando sus rodillas.
Si me atreviese a decirte toda la verdad…- susurró Bill a la vez que Tom se giraba mirando hacia él y le asustaba. Ese susto provocó que enmudecía y su rostro se volviese pálido.
Por un instante le había parecido que esas palabras que habían salido sin querer de su boca y que en principio iban dirigidas a él mismo y a nadie más, habían conseguido despertar a su gemelo. Pero por suerte no fue así.
Volvió a la calma al ver que su reflejo dormía plácidamente. Esa era una de las pocas noches en las que Tom no había salido de fiesta con alguna fan o chica que se encontrase de frente. Pues a ojos de Bill, que a Tom se le insinuasen al menos una pizca podía ser causante de que se olvidase de todo por completo, pero sobre todo de él.
Quizás nunca dormía tranquilo, pues pensar en lo que Tom estaría haciendo le mantenía en vilo largas horas. Pero justo esas noches en las que el castaño si dormía a su lado, era en las que Bill terminaba por no pegar ojo hasta el amanecer, permaneciendo despierto durante horas y observando a su gemelo, la persona a quien más quería y de quien estaba seguro que llevaba años enamorado. Un amor tan secreto que ya era doloroso, pues al no atreverse nunca a decirle nada, padecía el tener que soportar como Tom se llevaba a diferentes chicas a la cama.
Pero, que iba a hacer?? Realmente sería buena idea decírselo?? Prácticamente ya lo había perdido o al menos eso sentía al verlo tan alejado de él, tanto que incluso las continuas y absurdas peleas que habían tenido lugar hasta a penas un año y medio antes, cuando aún tenía 17 años, habían desaparecido causando que todos pensasen que esos cambios eran porque habían madurado. Pero Bill no estaba del todo seguro.
Ahora con 19 años, su hermano estaba cada día con una joven diferente, algo que antes también solía hacer, pero a caso eso era madurar??
Y que era de él mismo?? Se preguntaba mientras negaba con su cabeza. Se había enamorado de la persona más importante y a la vez imposible para él, podría enamorarse de cualquier chica o incluso de cualquier chico, pero no fue así, su corazón tenía otro plan. Había preferido enamorarse de alguien con quien además compartía más que cualquier similitud en la personalidad. Pues a pesar de que sus ropas les hacían tan diferentes, sus estilos eran tan contrarios y él se maquillaba, no podía negarse que eran iguales. Justo debajo de esas mascaras que les cubrían por completo, justo ahí se encontraban 2 imágenes idénticas, 2 gemelos que siempre habían estado unidos. Pero en algún momento de su vida, mientras uno de ellos parecía que había dado un paso hacia adelante, el mismo Bill consideraba que él mismo, había quedado tras de Tom.
Ahora sí, cuando por un momento le parecía ver un pequeño claro de luz colarse entre las opacas cortinas de hotel, dirigió su mano hacia la mesita de noche y cogió su móvil.
Tenía intención de ver la hora, o al menos para eso se había molestado y dejado de abrazar sus piernas como llevaba haciendo durante horas. Pero en lugar de observar ese reloj, su vista se desvió hacia la foto que, un tiempo atrás, había puesto en su móvil.
Recordó que se la había echo Gustav a penas un año atrás, uno de esos días en los que estaban haciendo burla y Bill se había subido a cos coletas sobre Tom. Los dos sonreían, realmente lo pasaban bien para entonces. Pero que quedaba de aquello?? Desde que se habían hecho tan famosos por el resto del mundo, todo había cambiado demasiado!! e incluso esa foto que a penas tenía un año y su look y rostros eran tan similares a los que tenían ahora mismo, parecía que había sido tomada unos 3 años antes si no fuese porque para entonces aún no llevaba el pelo así.
Después de observar esa imagen por un par de minutos más, por fin desvió la mirada hacia el reloj que se encontraba en la parte superior de la pantalla. Eran las 6'34 de la mañana, al menos tenía que intentar dormir algo si no quería volar hacia Estados Unidos con unas enormes ojeras que serían imposibles de disimular por más maquillaje que utilizase.
Así que dando una pequeña tregua a sus pensamientos, soltó su móvil sobre esa mesita y se tumbó mirando hacia su gemelo. Durmiéndose lentamente, sin dejar de observar la figura de quien ocupaba su corazón.
&
Ya eran las 8 de la mañana cuando Tom despertó. Ese mismo día volarían hacia Estados Unidos después de su gira por Europa. De la cual se despedían en Inglaterra.
Se disponía a despertar a Bill, quien dormía tranquilamente acurrucado en un lado de la cama, cuando algo le vino a la cabeza. Esa imagen de su gemelo que le hizo sonreír al recordar una foto que Gustav y Georg les habían hecho una vez que les tocó compartir, a los 4, la misma habitación de hotel.
Él siempre dormía cruzado en su cama, espatarrado y atravesado, impidiendo que nadie más pudiese ni sentarse en esa cama ni ocupar más de 10 centímetros seguidos de la misma, mientras Bill siempre dormía recogido, acurrucado en un lado de esta y dejando espacio para que incluso el resto de la banda pudiese dormir en la misma cama.
Lentamente se acercó a él y le arropó con la sabana. Aún no hacía frío, pero comenzaba a notarse el fresco, sin duda ya estaban a las puertas del otoño. Mientras pensaba, sin querer acarició la suave piel del brazo que Bill tenía sobre la almohada. Su piel se erizó por completo, no recordaba ya que el moreno tenía una piel tan suave que si le tocabas con los ojos cerrados parecía la piel de un bebé o de una chica que tanto cuidado tenía utilizando cualquier crema.
Se apartó de él mientras lo observaba dormir tranquilamente. Había decidido dejarle dormir un rato más, lo suficiente mientras él se daba una ducha rápida.
Bill despertó. La alarma de su móvil sonó cerca de las 8'15 de la mañana. No había dormido ni 2 horas, pero pensar en todo o dedicar un tiempo a pensar en Tom le mantendría despierto. Aún así, no pudo evitar girar su mirada hacia la cama de su gemelo con la necesidad de encontrarle, pero descubrió que este ya no estaba. Solo el sonido del agua de la ducha al caer, le hizo darse cuenta de que su gemelo estaba en el baño.
Ya no te acuerdas de mí ni para despertarme…- murmuró Bill triste y mirando su reflejo en el espejo-…seguramente ya soy invisible para ti…- susurró mientras recordaba como años atrás siempre que uno se despertaba, despertaba al otro.
Lentamente se levantó de la cama y se acercó a ese espejo. Realmente estaba pálido y con mala cara, pero al mirarse al espejo, no solo veía sus rasgos, también veía los de Tom. Y solo con un poco de imaginación, de su ya larga y negra melena, hacía unas interminables rastas castañas.
Dejando volar su imaginación y sin querer, su mano derecha se dirigió hacia la cara de Tom, aunque no era más que el reflejo de él mismo con algunos cambios que su mente provocaba. Pues aunque el cristal era plano, sin textura ni calidez, Bill sentía como si tocase a Tom, como si esa cara que estuviese acariciando fuese la tez de quien amaba, observando incluso como ese reflejo cerraba los ojos. Tentándole a hacer lo mismo, bajo la mirada de quien ahora salía del baño con una toalla en su cintura y otra sobre los hombros.
(Continuará…)
