DISCLAIMER: Todos los personajes y/o lugares conocidos del mundo de HARRY POTTER le pertenecen a la maravillosa escritora J.K. ROWLING. Sólo la trama es mía.


Este fic es regalo de cumpleaños es para mi hermana Tooru Hally Beelia FrikiPotter.


PRIMERA NOTA DE LA AUTORA: Este fic es una continuación del la historia "Un año más" de mi hermana menor JessyRiddleFriki o eso intente dado que no salió lo que había pensado inicialmente.

AGRADECIMIENTO: Quiero agradecer a Jessy por permitirme hacer esta pequeña continuación de su historia, aunque no estoy segura que lo sea. XDDD Aun así lo intente.

A LA CUMPLEAÑERA: Sinceramente jamás pensé que tendría una amistad tan especial como la que tengo contigo y con Jessy. Ya me he acostumbrado a testearnos en las mañanas deseándonos los "buenos días" y en las noches deseándonos las "buenas noches". Eso sin contar todas las consultas que nos hacemos. Para mi ambas son mis amigas y mis hermanas.

Deseo de todos corazón que hoy sea un día muy especial para ti. Que Dios te colme de muchas bendiciones y que todas las metas, deseos y sueños que tienes se logren. Como también deseo que está amistad perdure para toda la vida.

Este es un poema anónimo que encontré para felicitar a una chica en otro foro, pero como me encantó, también quiero dedicártelo.

Para tu cumpleaños deseo que recibas estos regalos especiales:

Felicidad, en lo profundo de tu ser.

Serenidad, con cada amanecer.

Éxito, en cada respecto.

Sinceridad, de amigos que te quieran.

Amor, que sea eterno.

Recuerdos entrañables, de momentos del ayer.

Un presente esplendoroso repleto de bendiciones.

Un sendero, que conduzca a un hermoso mañana.

Anhelos, que se conviertan en realidad.

Y reconocimientos, de todas las cosas maravillosas que hay en ti.

¡Que tengas un cumpleaños muy Feliz!

Y luego de TODAS las notas aclaratorias por haber les dejo con el fic


UN AÑO DESPUES


POV: Isla Black

I

De vuelta a casa y planes trazados

Baje del Expreso de Hogwarts con la mente más clara, que cuando me había subido en la estación de Hogsmeade. Ya tenía un plan trazado de lo que haría en el día y al día siguiente. Aun así tenía la pesadez de que ese iba a ser el último día que compartiría con mi familia, porqué como le había dicho a Bob el año anterior, solo estudiaría mi último año en Hogwarts y luego me casaría con él.

Mis sentimientos por Bob no habían cambiado, como él creía que pasaría, ni tan poco los deseos de comenzar una vida junto a él, pero no podía negarme que me dolía profundamente no volver a ver a mi familia. Sería el segundo miembro de la familia Black repudiado por no compartir sus ideales, pero debía buscar mi propio camino y los trazados por mi familia no eran los que quería para mi. Porque a pesar de llevar con orgullo el apellido Black y de ser una hija digna de la casa de Salazar Slytherin, no compartía sus ideales narcisista en contra de los muggles. Amaba a Bob y no me importaba que fuera un muggle.

Sabía que mis decisiones me traerían una vida sencilla, humilde, sin magia y lejos de mi familia; y aunque me entristecía que las cosas fueran de esa manera, no veía la hora de comenzar a emprender ese viaje, siempre y cuando fuera con mi amado Bob. El chico que desde el primer día me había robado el corazón y posiblemente la cordura.

Cuando llegue a la mansión volví a sentir la misma desolación que me había oprimido el pecho cuando comencé a planificar mi huida, pero como una buena Black no deje que mi rostro reflejara el tumulto de emociones que sentía por dentro. Mi familia no era precisamente caracterizada por ser un libro abierto y mostrar las emociones a flor de piel. Tampoco era que yo lo hubiera sido en un principio, pero Bob me había enseñado a ver la vida de otra manera y amar libremente. Con él me sentía una persona diferente. Libre. Y eso era lo que quería para mí. Libertad para amar, expresarme y vivir sin estar el yugo contante de una familia elitista que lo único que valoraba era el poder y la sangre.

Luego de saludar a mi familia, como lo hacía siempre que regresaba de Hogwarts, me encerré en mi habitación a empacar en una bolsa de cuentas todo lo que me importaba. Encante la bolsa con un hechizo de expandimiento y guarde las únicas cosas que quería llevarme. Mis libros, fotografías y algunos juguetes que alguna vez me había regalado la abuela y que me habían llenado de alegría, pensando en los futuros hijos que tendría con Bob.

En la noche bajé al comedor a compartir lo que sería la última cena con mi familia. Verlos a todos sentados allí juntos me hacía dudar sobre mis planes, pero recordar los planes y los sueños que compartía con Bob, era suficiente para seguir adelante con el plan.

—Ya te hemos encontrado un buen esposo, Isla. De una buena familia sangre pura como nosotros –dijo su madre con el mismo tono frío que nunca me había gustado, pero como buena hija obediente lo único que hice fue a asentir, a sabiendas que los planes que mis padres habían trazado jamás se cumplirían.

Por primera vez, desde que había trazado mi plan, no me sentía culpable. Iba a comenzar mi vida con un marido elegido por mí y no un idealista narcisista igual que mi familia, con los mismos ideales arcaídos en contra de los seres no magicos. El futuro con Bob era mucho más prometedor que el que mis padres me habían trazado. Y ese futuro no iba a cambiarlo por nada, ni por nadie, así tuviera que maldecirlos a todos para huir.


Desperté temprano un poco soñolienta. La noche anterior había tenido pesadillas. Repase mentalmente todo lo que debía hacer ese día. Desayuné con mi familia con el mismo pensamiento desolador de que ese sería el último desayuno que tendría con ellos. Por un momento me volvieron a entrar las dudas. ¿Estaba haciendo lo correcto?

De repente la voz de mi padre interrumpió mis pensamientos.

—Está noche vendrá la Familia Flint para celebrar el compromiso de Isla con Marius Flint, el hermano de Úrsula –dijo su padre orgulloso.

Sentí un hueco en el pecho. Marius Flint no era ni por asomo el protótipo de marido que hubiera pensado para mí. Mis padres comenzaron hablar sobre la cena, los invitados y yo me centré en enumerar mi plan nuevamente para esa noche.

Al parecer mis padres no perdían ni la más mínima oportunidad para seguir emparentando con los Flint. Ya mi hermano Phineas se había casado con Úrsula y ahora querían casarme con el déspota y horrendo hermano mayor de Úrsula, pero eso era algo que no pasaría jamás. Podía ser que no compartiera sus ideales, pero eso no quitaba que era una Black de pies a cabeza. Una serpiente venenosa cuando era necesario y mis padres no iban a manejar mi vida a su antojo.

Mi padre con esa cena me había dado la excusa perfecta, no solo para los planes de ese día, sino el momento propicio para escaparme en la noche y como buena Slytherin iba aprovechar con astucia lo que mi propia familia me daba en bandeja de plata.

—Padre, disculpe que lo interrumpa, pero me gustaría preguntarle si me permite ir al callejón Diagon. Me gustaría comprarme una túnica para la ocasión. Quiero que usted y Marius se sientan orgullosos de mí –dije educadamente con toda la vanidad y orgullo Black.

Mi padre sonrió de medio lado y asintió orgulloso.

—Que te acompañe tu hermana Elladora.

Después del desayuno, mi hermana Elladora me acompaño al callejón Diagon. La primera parada fue el banco de los magos, Gringotts. Allí fui a la cámara familiar y tome todas las monedas de oro que pude meter en mi bolso de cuentas encantado. Si mi hermana Elladora vio algo, jamás lo dijo.

Luego fuimos a la tienda más exclusiva de moda femenina del callejón Diagon. Me compré la túnica más hermosa que encontré. Larga, estrecha, de ceda hecha por las Hadas y bordada con hilo de plata. Digna de toda una Black. Compré un corsé piedrado con esmeraldas y perlas. Lo complemente con una capa color perla fina y muy elegante . Lo primero que pensé fue ¿qué pensaría Bob si me viera con esa túnica? Y no pude dejar de sonreír.

Después de las compras, Elladora y yo regresamos a la mansión y solo me quedo esperar la noche. Para encontrarme con mi amado Bob.


SEGUNDA NOTA DE LA AUTORA: Bueno no me considero una gran escritora, pero Tere espero que te guste la historia. Pensaba hacerla en un one shot, pero dado que me estaba quedando demasiado larga, he decidido hacerte un mini fic. Hasta el momento son cinco capítulos. Solo me falta terminar el último.

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