-FAVOR DE LEER-
Este Fanfic está basado en el libro de Hush Hush, es una novela juvenil publicada en el año 2009 por la autora estadounidense Becca Fitzpatrick. Los nombres fueron modificados para que encajaran con los de la serie ¡Free! La novela será YAOI, así que si no gustas del género puedes pasar de este fanfic.
Cuando se refieren a "El Chico" se refieren a Sousuke Yamasaki.
Pareja: SouMako
Advertencias: Muerte de algunos personajes excepto los que conforman la pareja.
Los personajes pertenecen a la serie Free!
Esta novela fue publicada sin fines de lucro. Todos los derechos reservados.
[¿Quejas? Comunicarse con mi amiga que es la que esperaba este fanfic.]
HUSH HUSH
Valle del Sakura, Osaka.
Noviembre 1565.
Haruka estaba con el hijo de un granjero en los bancos de hierba del rio Sakura cuando llego la tormenta, y habiendo dejado que su montura vagara por la pradera, no tenía más que sus píes para que lo llevaran de vuelta al castillo. Arrancó la hebilla de plata de su zapato, la coloco sobre la palma del chico y lo vio marcharse, escurridizo. El barro manchándole las faldas, después se coloco bien las botas y salió de camino a casa.
Llovía a cantaros en la campiña oscura que rodeaba el castillo de Nanase. Haruka caminaba con facilidad sobre las tumbas hundidas y el humus del cementerio; incluso en la niebla más espesa podía encontrar su camino de vuelta a casa desde aquí sin perderse.
Esa noche no había niebla, pero la obscuridad y la arremetida de la lluvia engañaban lo suficiente.
Haruka percibió movimiento por el rabillo del ojo, y giro de repente la cabeza a la izquierda. Lo que a simple vista parecía ser un gran ángel coronando un monumento cercado se irguió hasta alcanzar plena altura. Ni de piedra ni de mármol, el chico tenía brazos y piernas. Su torso estaba desnudo, sus pies también, y pantalones de campesino colgaban bajos de su cintura. Salto del monumento, su pelo negro goteando la lluvia. Esta corría por su cara, que era oscura como la de un español. La mano de Haruka repto lentamente hasta la empuñadura de su espada.
-¿Quien anda ahí?
La boca del chico dibujo una leve sonrisa.
-No juguéis con el duque Nanase- Advirtió Haruka –He preguntado vuestro nombre. Dadlo.
-¿Duque?-El chico se apoyo contra un álamo retorcido -¿O bastardo?
Haruka desenvainó su espada.
-¡Retiradlo! Mi padre era el duque Nanase. Yo soy el duque Nanase ahora.-
Añadió torpemente, y se maldijo por ello.
El chico sacudió su cabeza perezosamente.
-Tu padre no era el antiguo duque.
Haruka Bulló de furia ante el escandaloso insulto.
-¿Y tu padre?- Exigió extendiendo la espada. Todavía no conocía a todos sus vasallos, pero estaba aprendiendo. Se grabaría el nombre de la familia de ese chico en la memoria – Te preguntare una vez más- Dijo en voz baja, restregándose una mano contra el rostro para apartar la lluvia – ¿Quién eres?
El chico se adelanto y aparto el filo a un lado. De pronto parecía mayor de lo que Haruka había presupuesto, tal vez incluso un año o dos mayor que Haruka.
-Uno de la prole del diablo.- Respondió.
Haruka sintió un vuelvo de miedo en el estomago.
-Eres un maldito lunático- Dijo entre dientes –Sal de mi camino.
El suelo debajo de Haruka tembló. Explosiones de oro y grana aparecieron detrás de sus ojos. Encorvado, con sus uñas clavándose en sus muslos, alzo la vista al chico, parpadeo y jadeando, intentando comprender lo que estaba pasando. La cabeza le daba vueltas como si ya no estuviera a sus órdenes.
El chico se agacho para ponerse a la altura de sus ojos.
-Escucha con atención. Necesito algo de ti. No me iré hasta que lo tenga. ¿Entiendes?
Apretando con fuerza los dientes, Haruka sacudió la cabeza para expresar su incredulidad. Su desafío. Intento escupirle al chico, pero la saliva corrió por la barbilla, su lengua negándose a obedecerle.
El chico apretó sus manos en torno a las de Haruka; su calor le abrazo y grito.
-Necesito tu juramento de lealtad. –Dijo el chico –Póstrate sobre una rodilla y júralo.
Haruka ordeno a su garganta a reírse ásperamente, pero su garganta se constriño y se ahogo en el sonido. Su rodilla derecha cedió como si le hubieran dado una patada desde atrás, aunque allí no había nadie, y cayó hacia delante sobre el barro. Se cayó de lado e hizo arcadas.
-Júralo- Repitió el chico.
El calor subió por el cuello de Haruka; hizo falta toda su energía para doblar sus manos en dos débiles puños. Se rio de sí mismo, pero allí no había humor. No tenía ni idea de cómo, pero el chico estaba infligiendo la nausea y la debilidad en su interior. No se irían hasta que hiciera el juramento. Diría lo que tenía que decir, pero en su corazón juro que destruiría al chico por esta humillación.
-Señor, me convierto en vuestro hombre- Dijo Haruka con voz envenenada.
El chico puso de pie a Haruka.
-Encuéntrate conmigo aquí al comienzo del mes hebreo de jeshvan. Durante dos semanas entre las lunas nueva y llena, necesitaré tu servicio.
-¿Una…quincena? – Todo Haruka tembló ante el peso de su furia – ¡Yo soy el duque Haruka Nanase!-
-Eres un nephil.- Dijo el chico con un atisbo de sonrisa.
Haruka tenía una réplica profana en la punta de la lengua, pero se la trago. Sus siguientes palabras fueron dichas con un veneno helado.
-¿Que has dicho?
-Perteneces a la raza bíblica de los nephilim. Tu verdadero padre era un ángel que cayó del paraíso. Eres medio mortal.- Los ojos azules del chico se alzaron, entrecortándose con los de Haruka- medio ángel caído.
La voz del tutor de Haruka llego desde los más recónditos recovecos de su mente, leyendo pasajes de la biblia, hablándole de una raza, desviada creada cuando ángeles expulsados del paraíso se aparearon con mujeres mortales. Una raza terrible y poderosa.
Un escalofrió que no era exactamente de repulsión se extendió a través de Haruka.
-¿Quién eres?
El chico se dio la vuelta, marchándose, y, aunque a Haruka quería ir detrás de él, no era capaz de hacer que sus piernas sostuvieran su peso. Arrodillado allí, parpadeando a través de la lluvia, vio dos gruesas cicatrices en la espalda del torso desnudo del chico. Se estrechaban para formar una V al revés.
-¿Eres…caído?- Le grito - Tus alas han sido arrancadas ¿Verdad?
El chico –Ángel– quien quiera que fuera, o se dio la vuelta. Haruka no necesitaba confirmación.
-Este servicio que voy a proporcionar.- Grito – ¡Exijo saber lo que es!
El aire resonó con la risa grave del chico.
Sin más que agregar por el momento espero les guste esta historia, que es una de mis favoritas. Pronto subiré el primer capítulo de la saga ya que este es el prologo solamente.
Apoyen el original, si les gusta.
¿Review?
