Capitulo 1

Una noche

Hacía mucho frío para la época del año que era. Una chica de ojos avellana estaba recostada en su habitación, pensando, cosa que le gustaba mucho. Hacía mucho que no tenía esa paz y pensaba aprovecharla para tener un momento de claridad. Sus padres estaban haciendo una fiesta de adultos en el piso de abajo, Hermione no soportaba esas fiestas de señoras desconocidas así que obtó por descansar en su cuarto.

Casi se quedaba dormida, hundida completamente en sus pensamientos cuando oyó un quebrar de ventanas que provenía de abajo. -"¿que podría ser?"-pensó mientras se incorporaba sacudiéndose el sueño y se dirigía a la puerta entreabierta. Lo que oyó la dejo completamente desconcertada: unas voces que gritaban algo y otras que gemían…luego pasos rápidos y ágiles pero desesperados que huían de aquel lugar. Subían. A Hermione solo se le ocurrió esconderse en un closet. Deseaba que lo que pasara terminara ya. ¿Pero como sabría si ya había terminado? ¿Y si se equivocaba? ¿Y si salía antes de tiempo y la atrapaban? no sabía de que huía, esto le pareció algo estúpido de su parte, pero aun así no tuvo el valor necesario para salir. Estaba decidiendo entre salir o no cuando la puerta del closet se abrió y de ella entro una figura cerrando tras de si la puerta. Hermione estuvo apunto de gritar, pero la figura le tapo la boca y le susurró:

-Silencio. No te preocupes soy yo.

Esa voz era la de su Madre. Le dio de repente una calma y tranquilidad como si el solo hecho de tenerla ahí fuera a cambiarlo todo

-mamá ¿Qué esta pasando ahí abajo?

-Hermione debes ser fuerte, pero lo primero que debo decirte es que no soy lo que tú crees-

-mamá ¿Por qué hablas así? ¿Que ocurre?

-Hermione nos están atacando

-¡¡¿Qué! ¡¡¿Quién!

-Voldemort y sus mortífagos, te están buscando, debes huir.

-¿me están buscando? ¿De que hablas?

-Hermione no somos tus padres, no somos muggles, allá abajo un grupo de mortifagos te está buscando. DEBES IRTE!

-Por que solo yo? No te puedo dejar aquí.

-Yo me tengo que quedar a pelear con….-dudo un poco-bueno con tu padre huye tu sola, podemos darte tiempo

-Mama- Hermione no quería llamarle de otra forma- No puedes sacrificarte así!

-Si puedo y lo haré por ti, aunque no seas mi hija, te quiero como tal. No te atrevas a desobedecerme, es probable que no pase a mañana y esté es mi último deseo

-pero…

-Tus verdaderos padres no viven más, por eso te dejaron a nuestro cargo .Nos hicimos pasar por simples muggles para no levantar sospechas. Grandes magos fueron.

-cual es tu verdadero nombre?-apenas pudo tartamudear por la confusión

-Jodelin Manther-le contestó con los ojos cerrados y murmurando algo extraño, apenas audible

-¿que haces? Espera ¡no! ¡Aun no!-lo que hacía era hacer un conjuro de transportación ajeno, para que Hermione se fuera de ahí. Contra su voluntad. Sin que lo pudiera evitar.

-Adiós…-le dijo Jodelin mientras terminaba el conjuro con una lágrima silenciosa que se deslizaba por su mejilla

Todo pasó muy rápido para Hermione después un remolino de colores…Se sentía mareada…pero después de la tempestad, la calma: Era una calle linda y callada, pocas casas seguían iluminadas y casi todas con flores. Se le ocurrió que podía pedir ayuda en alguna de esas casas, pero, ¿Qué iba a decir? ¿Qué un mago peligroso y malo había atacado su casa? Seguro que nadie le creería y la podían echar de ese lugar, al que Jodelin le había enviado. Seguro que existía una razón por la que ella esté ahí, porque su mama adoptiva la había mandado a ese lugar en específico. Talvez solo lo escogió al azar, pero algo le decía que no era así. Mejor se quedaba.

En cuanto se recostó en la hierba notó lo cansada que estaba, vio el reloj 12pM. Casi al instante se durmió, abrazándose las rodillas hecha bolita para conservar el calor y tratando de analizar, porque lo que le estaba pasando era simplemente ilógico. ¿Qué quiere Voldemort con ella? Todo lo que había pasado le pareció un sueño "una pesadilla" se dijo para tratar de convencerse"pronto despertaré en mi habitación de nuevo".Se sentía tremendamente desdichada.

"Todo saldrá bien" resonó una voz en su cabeza que no era la suya. Después una lechuza blanca como la nieve se posó sobre su brazo. ¿Qué hacía ahí?

Harry estaba totalmente abatido. Toda esperanza que tenía se había esfumado. Todo por la muerte de Dumbledore, ni siquiera la invitación a la boda de Bill, el hermano de Ron, le alegraba. Consultó el reloj 11 PM. Faltaba una hora para su cumpleaños número 17, pero eso ya no importaba…No importaba nada ya ahora que Dumbledore estaba muerto. Pero lo iba a vengar, el mejor mago de todos los tiempos no iba a ser asesinado así como así. Iba a destruir todas las piezas de alma de Voldemort y después lo mataría a el.

Se volvió hacia la ventana y miró la luna. Pensó en Hedwig, que no había regresado aún de su vuelo nocturno, que de hecho comenzó desde la tarde. Esto le preocupó, ya que jamás se había tardado tanto. Hacía frío y esto le preocupó aún más. Hedwig se había vuelto muy amiga suya desde la muerte de Dumbledore, como si a ella también le pesara tanto como a él.

Los Dursleys dormían, así que decidió dar un paseo nocturno en busca de su lechuza, sabía que era peligroso, por la época que era, en que los mortífagos le estaban buscando, pero ya no le importaba nada. Se puso una chamarra y salió silenciosamente. Hacía frío, pero el lo encontró agradable. Prive Drive estaba más pacifica que nunca. De repente una luz salió desde detrás de un arbusto. "¿que será?" pensó. Caminó hacia el final de la calle, que era de donde había salido la luz. Fue cuando la vio: ¡Hedwig! Estaba volando hacia la luz ocultándose después detrás de los arbustos. Corrió hacia ellos, "bueno que la luna alumbra como mediodía" se dijo, ya que si no era así se abría tropezado con algo.

Al llegar donde los arbustos, revolvió un poco y ¡menuda sorpresa la que se llevó!

-¡¡¡¿¿HERMIONE!-gritó. Y era ella, que estaba recostada y temblando de frío- ¿q haces ahí? ¿Pasó algo? ¡Hermione por favor contéstame!-dijo desesperado y aún sorprendido.

Hermione fue abriendo los ojos lentamente, pero después volvió a cerrarlos. "que hace aquí Harry?" pensó para después volverse a dormir. Por alguna razón estaba muy cansada.

A Harry sólo se le ocurrió quitarse su chaqueta y cubrirla con ella. No la podía dejar ahí. Intentó cargarla, despertarla de nuevo, e inclusive arrastrarla, pero nada funcionó. Optó por quedarse ahí con ella hasta que amaneciera y ella despertara. El cansancio lo venció y se quedó dormido.