Buenos días o noches a todo/as bueno como podrán ver soy nueva en esto de publicar fics, así que por favor no sean tan rudos conmigo (a menos de que sea completamente necesario ya que soy un asco :D) bueno esta es una pequeñita historia sobre esta pareja que me encanta *-* (viva el erenxlevi :D) espero les haga justicia :3.

Eeeeen fin... Tanto la historia original como los personajes son propiedad del grandioso Hajime Isayama.

Siempre contemplándolo de reojo, observando cada uno de sus movimientos, en cada entrenamiento, en cada comida, en cada reunión del escuadrón, siempre al pendiente de él, de sus afilados ojos verde oliva que podían helar hasta los huesos al más aterrador de los titanes pero a su vez derretir esas míticas montañas de hielo que relatan los libros de texto, de sus delgados labios que con cada palabra invitan a probar su calidez, de su pálida, perfecta e inmaculada piel de porcelana que parece irradiar luz propia en las noches más obscuras.

Siempre admirado y embelesado por su grácil y a la vez fuerte figura, despidiendo con cada paso altas dosis de respeto, superioridad y un toque de petulancia; pero que al mismo tiempo no dejan de ser sensuales, eróticos y un tanto femeninos a la medida justa para el placer de la vista y del libre deseo mental que poco o nada ayudan a mi limitado auto-control.

Siempre en las sombras, siempre en el fondo, siempre oculta mi admiración hacia él, que de a poco se ha ido convirtiendo en algo más grande, si no es que ya no era lo suficientemente colosal, para dar paso a algo más que solo un inmenso respeto a uno de mis héroes de la infancia, sino un deseo ferviente y descomunal que desencadena un ciclón de pensamientos que de apropiados tienen poco, pero a la vez un cariño desmesurado que hace que mi mente y corazón solo tengan oportunidad de reaccionar hacia él de manera sincera, tímida, impulsiva e incontrolablemente nerviosa.

Sin embargo siempre permanecerá así relegado a un rincón de mi alma donde jamás verá la luz de la esperanza, donde al fin y al cabo seguirá aumentando hasta el punto de doler insoportablemente sin poder hacer nada más que disimular y seguir con el día a día de la manera más habitual posible, pensando en lo que podría ser si estos sentimientos fueran correspondidos pero que finalmente solo terminan siendo fantasías de un mocoso por su superior.

Pero siempre estarán presentes, de incógnito en cada suspiro, en cada palabra, en cada mirada, en cada sueño, en cada pensamiento hasta que el último día de la humanidad tenga comienzo.

-Buenos días Heichou.

-Buenos días Eren.

Siempre…