"Escúchame Dios
Y obra por medio de mi voz
Protégelos
A los niños cuídalos
No permitas que le pase lo mismo que a ella
Que sigue llorando en silencio para aguantar el dolor"
Capítulo 1: Autobiografía
Mi madre murió después de que yo nací, en el hospital, o por lo menos eso siempre fue lo que me dijo ese señor, al que nunca me atreví a llamarlo "papá".
Toda mi infancia viví con él, nunca supe de la existencia de otros familiares, tal vez me los ocultó todo el tiempo.
Era un hombre violento, grosero y machista. Desde pequeña, me trataba como quería, ni siquiera le importaba que fuera una niña, me trataba como una mujer grande, y además era su esclava.
Pero todos aquellos maltratos no fueron realmente tan importantes, porque lo que verdaderamente me marcó fue que desde los 7 años me obligó a trabajar.
Invitaba a sus amigos a la casa, borrachos y degenerados como él, yo me encerraba en mi habitación, pero él me decía que saliera, que me tenía una sorpresita.
Me convertía en el juguete sexual de un grupo de hombres, que al final de la noche, dejaban la recompensa: Una cantidad de dinero. Recuerdo que siempre me decía que hacer eso era necesario, que teníamos que sobrevivir, y que yo debía obedecerle, porque era mi padre.
No me sentía bien después de una noche como esa, volvía a mi habitación y empezaba a llorar. No entendía bien lo que pasaba, pero a pesar de mi inocencia, algo me decía que eso no era bueno.
Cuando tenía 12 años, me escapé de la casa, viví en la calle por un gran tiempo, sabía que lo que había hecho no era lo mejor, no tenía donde vivir, no conocía a nadie, pero estaba segura de que no quería permanecer más al lado de él.
Me empecé a dedicar a lo único que sabía hacer, lo único que él me había "enseñado".
Fui conociendo otras mujeres que vivían algo similar. Algunas tenían que recoger una determinada cantidad de dinero, y al finalizar el día, si no lo tenían completo, seguro sus padres se enojarían con ellas. También fueron utilizadas. Otras lo hacían como última opción, porque nunca estudiaron y nunca pudieron conseguir un buen trabajo.
Nuestro horario comenzaba a las 9,10, 11 de la noche, la hora de salida nunca estaba definida, eso dependía de la cantidad de clientes que llegaran.
Con 13 años, ya usaba tacones altos, ropa con escote y bastante maquillaje. Los hombres, al verme, siempre me confundían con niñas de más edad, al confesarles la realidad quedaban sorprendidos, pero tengo que aclarar que eso no era un obstáculo, al contrario, parecía volverlos locos la idea de que una niña pequeña aparentara ser una mujer grande y con experiencia.
Tenía cierta similitud con los trabajos de las personas normales. Tu recorrido hace tu sueldo. Una novata pedía poco dinero por las primeras noches, al pasar los meses y a los años, se convierte en una de las más solicitadas, y eso le daba el derecho de cobrar lo que quisiera.
A los 17, era buscada por hombres adinerados, casados que estaban cansados de sus esposas, o simplemente los que lo hacían por ocio. Llegaban a la misma calle solitaria de todos los días, sabían que allá me encontraban.
Así fue cómo logré tener una vida un poco más "digna", conseguí mi propia casa, y ante los ojos de mis vecinos, trabajaba como una secretaria en una empresa.
Estaba tan acostumbrada que seguí dedicándome a lo mismo, era un estilo de vida.
En mi profesión, puedes ser considerada entre alguna de estas categorías.
1. Trabajar en la calle, es una esquina, donde generalmente te vistes con ropa extravagante. El cual se consideraba el nivel más bajo.
2. Nivel intermedio: En un establecimiento, como stripper, acompañante, lo que él quisiera, el cliente decide.
3. Nivel superior: Discreción. No tienes que salir a exhibirte, ni hacer publicidad, eres una mujer normal, elegante y con estilo, que cuando llama la atención de un hombre importante, éste te ofrece una gran cantidad de dinero (son las más caras) y organizan un encuentro a escondidas.
En la actualidad, tengo 20 años, y pertenezco al grupo número 2.
No sé si entre mis planes esté subir al último nivel, soy consciente de que implicaría tener un trabajo adicional, ya que las citas no serían tan frecuentes.
Todas las noches estoy en un lugar llamado Casa de muñecas, un lugar donde los hombres van a buscar nuevas experiencias que seguramente sus mujeres, no estarían dispuestas a brindarles.
CONTINUARÁ
Esto fue una pequeña introducción ;)
