Autor: Lukia Hanajima.
Fandom: Lovely Complex.
Claim: Koizumi/Otani.
Notas: Algo que tenía escondido por ahí, le di una revisada y aquí lo tienen.
Ni la serie ni los personajes me pertenecen. El fic y sus errores son míos.
Frases Tontas.
Mirando de reojo a la chica, sintió cómo sudaban sus manos a pesar de estar congeladas, y volvió a guardarlas en la chaqueta marrón que llevaba puesta. Era indeciso, mentalmente se lo recriminaba. Sentía un bochornoso deseo de que ella se lo pidiera, pero sabía que era poco factible. Sentía el aire helado pegarle en la cara, y se alegró un poco de tener una excusa para el rojo de sus mejillas. Volvió a mirarla, hizo una mueca y ella volteó la cabeza un segundo. Quiso decirle uno de sus típicos comentarios sarcásticos, pero desistió.
La temperatura baja provocaba que la nariz de la chica estuviera roja, sus mejillas un poco pálidas y sus ojos entrecerrados, como adormecidos. Así mismo, sus manos estaban resecas y temblaban como todo su cuerpo; un poco más disimuladamente, y él sabía que lo hacía a propósito. No las metía en las bolsas de la chaqueta, como pretendiendo no tener frío. Una indirecta silenciosa. Estaba nervioso. Sacó la mano izquierda, la metió, y la volvió a sacar.
Él no hacía las cosas bobas que los novios melosos hacían, ni decía frases tontas con una sonrisa acaramelada. Él era un poco más simple. Hasta frío. Ella tampoco era demasiado femenina ni dulce en su trato, y sonrió ligeramente al notar la pareja tan graciosa que formaban. En cierto modo se complementaban, y eso lo hacía feliz. De acuerdo, lo haría, sólo porque hacía mucho frío y ella no se dignaba a calentarse las manos. Sacó ambas manos y tomó la derecha de ella, que se sobresaltó un poco.
"Te dará hipotermia en las manos".
Rápidamente y en un susurro la frase se perdió, y sólo quedó la sonrisa de ella mientras él sostenía con firmeza su mano derecha, para después pasar a la izquierda. Ella murmuró un suave gracias y él adivinó que no diría algo sarcástico como que no da sólo hipotermia en las manos. Levantó la mirada, apenado, él no solía hacer ese tipo de cosas amorosas.
Con la imagen de Risa sonriendo ampliamente, hasta le dieron ganas de decir frases tontas. Pero por el momento, metió una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta. Ella tuvo que agacharse y él casi se arrepintió del arrebato que tuvo.
Espero que hayan disfrutado la lectura :)
