Parte I

Esperando su llegada, Sakura Haruno se encontraba desde muy temprano en la entrada de la aldea, estaba ansiosa, Naruto le había enviado una carta, diciéndole que Sasuke, iba de regreso a la aldea, aún sin matar a su hermano pero que ya lo había decidido…

La carta había sido enviada un par de semanas a tras, y la pelirrosa, ahora se encontraba nerviosa, sus compañeros y su maestro Kakashi regresaban a la aldea, ya debían de estar por llegar, sonreía al recordar que por fin iban a estar todos juntos nuevamente.

Y vio las siluetas de un equipo que se acercaba lentamente a la aldea, sonrío abiertamente mientras agitaba la mano hacia los lados, sobre su cabeza, esperando la llegada de aquellos que habían partido hace ya poco más de un mes, Kakashi, vio como el Ninja copia aceleraba su paso y en cuestión de minutos llegó a su lado.

Y el tiempo se volvió anciano, su lentitud como si quisiera jugarle una broma, vio el rostro cansino de Kakashi, su rostro liberado de aquella mascara y con ojeras tan oscuras que le daban un aspecto aterrador, como si no hubiera dormido desde que se había ido.

¿Qué pasaba…? ¿Por qué Kakashi-sensei se encontraba en aquel estado?

Y vio como los demás se iban acercando, buscó con su verdosa mirada a Naruto y a Sasuke pero…

No encontró ni a uno ni al otro…

¿Dónde están, Kakashi-sensei? –preguntó la pelirrosa, Kakashi la abrazó inmediatamente al escuchar aquellas palabras, la pelirrosa sintió entonces, un profundo y oscuro vació dentro de ella…

"no te preocupes, Sakura-chan, todo estará bien…" murmuraba un rubio a su oído, pero ella no lo escuchaba, no podía verlo, no podía sentirlo…

Lo siento Sakura… Naruto y Sasuke…están muertos.- las palabras de Kakashi se clavaron en su corazón como si fuera un Kunai, sintió ese grueso nudo en la garganta y las filosas lagrimas caer por sus mejillas.

"…Sakura…" le nombró un moreno a su lado, pero ella no escuchaba, no podía verlo, no podía sentirlo.

Sakura.- le nombró Kakashi al ver el pálido rostro de su alumna, no hacía ni decía nada, solo podía ver como las lágrimas salían de sus ojos sin control alguno…

Muertos…

Naruto y Sasuke… estaban muertos.

Mentira.- soltó Sakura con amargura, mirando a su maestro con odio, Kakashi cerró sus ojos y suspiró.

Sakura yo no…

¡Mentira! ¡lo que pasa es que el idiota de Naruto quiere jugarme otra de sus bromas! ¡ya basta Naruto, puedes salir de donde sea que estés! –gritó la pelirrosa mientras se zafaba de su maestro y miraba para todos lados, buscando una pista del rubio.

"Sakura-chan… estoy aquí…" – y el nombrado se acercó a ella.

¡NARUTOOOOOOOOOO! –gritó la muchacha, Kakashi la abrazó por la espalda mientras esta intentaba soltarse del abrazo, quería encontrar a Naruto y golpearlo tanto por haberle jugado tal broma de mal gusto.

¡Sakura! –gritó Kakashi, la joven lloraba fuertemente, no podía creer lo que había escuchado.

"…Ya basta Sakura, no seas molesta…" – ahora intervenía el moreno, mirando tristemente aquella escena, pero Sakura no podía verlo ni a él, ni a Naruto…

Estaban muertos, y los muertos, muertos estaban.

Mentira, Kakashi era un mentiroso, Naruto ni Sasuke podían estar muertos, ellos eran los más fuertes, no podían haber muerto, debía ser un error, debía ser un error.

No te miento Sakura… ¿Cuándo te eh engañado? –y la pelirrosa se quedó en silencio, las lagrimas se habían secado en el rostro, sintiendo la cara pegajosa…

No creeré en nada hasta que los vea… ¡Debe ser un error! – la pelirrosa se abrazó, sentía un ligero frío en el cuerpo…

"No es una broma Sakura-chan… Kakashi-sensei no está mintiéndote" –le decía el rubio mientras la abrazaba.

"Dobe…" –murmuró Sasuke mientras se acercaba a Sakura y le tocaba la mejilla.

Los demás llegaron hasta donde Sakura y Kakashi, se detuvieron al ver a una Sakura llorosa, sorprendida…

Y sus rostros evadieron su mirada, ya sabía que Sakura estaba buscando una respuesta en sus ojos, fue Neji quien no apartó la mirada, Sakura se acercó a él, pues entre el Hyuuga y Lee, llevaban una camilla… la pelirrosa se acercó y observó al Hyuuga.

Kakashi-sensei… si esto es una mala broma… te mataré.- dijo la joven mientras Neji y Lee dejaban la camilla en el suelo, la pelirrosa respiraba agitadamente, mientras levantaba la sabana entre sus blancos dedos.

Y el viento se convirtió en su enemigo en ese momento, su rosado cabello se mecía a los lados, mientras el rostro de Sasuke Uchiha, descansaba bajo aquella manta blanca…

Sasuke-Kun.- murmuró la pelirrosa mientras pasaba su mano sobre su mejilla, fría, pálida… y molida a golpes…

"Kakashi-sensei, detenla… ¡que no siga viendo!" –gritaba el fantasma de Sasuke, el Ninja copia se acercó a Sakura y recargó su mano sobre el delgado hombro de la chica.

Sakura… por favor.- pidió el Jounin.

¡NO, POR FAVOR NADA! – gritó la pelirrosa mientras se arrojaba al pecho inerte del Uchiha, soltaba el llanto desconsoladamente, mientras Ino y Tenten le miraban con las lagrimas en el rostro, Hinata estaba abrazada a Kiba, durante el camino de regreso a Konoha, la Hyuuga no había dirigido la mirada hacia aquella camilla… donde el cuerpo de Naruto descansaba.

Tsunade se lanzó hacia la entrada al recibir el mensaje de los guardias, no podía creerlo ¿Qué el Uchiha y Naruto estaban muertos? Mentira ¡eso era mentira!

Y la rubia se detuvo en la entrada al ver a Sakura abrazar el cuerpo de alguien, la Hokage cayó al suelo de rodillas, no era verdad… no era verdad. Naruto… quien le reemplazaría el puesto algún día… el futuro Rokudaime de Konoha había muerto antes de ocupar su lugar como el Hokage.

CONTINUARA…