Capitulo 1: La Eterna Condena
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"Porque este es un error que nunca termina,
porque este es un amor avaricioso
porque este sueño, solo concibe la pesadilla
¡Oh! Corazón destrozado implora al cielo
por la triste venganza anhelada,
que en este mundo solo sentirás el odio."
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Los niños corrieron entre risas para llegar temprano a la quema.
El sol aun brillaba tenuemente en lo alto, pintando al cielo de un suave naranja, cuatro chiquillos se escabulleron por entre las piernas de los adultos para tener el mejor ángulo de la hoguera.
Las jovencitas pasaban presurosas con sus cestos repletos de raquíticas legumbres que la mala cosecha había dado, odiaban aquellos espectáculos tan burdos y exasperantes, los muchachos se reían de la belleza y despreciaban la bondad, burlándose de los lisiados, los ancianos y si tenían la dicha de encontrarse con algún animal lo mataban a pedradas o puñaladas, después de todo la carne algunas veces era lo que mas importaba. Los machos alardeaban de sus heridas, mostrando con sumo orgullo y pompa cualquier cicatriz, inclusive si esta fue hecha por un simple corte de un cuchillo descuidado, sin embargo la admiración y el respeto se guardaba para las mutilaciones. Si a un joven le faltaba parte de un dedo o quizás el lóbulo de la oreja podía llegar a ser venerado, por la cuadrilla, amaban y gozaban con la violencia, serian capaces de recorrer millares de pies por el simple hecho de ver una cruenta batalla, inclusive se sentirían mas culpables por perderse una ejecución que blasfemar dentro de una iglesia.
Un chiquillo saco de sus bolsillos una hoja de eucalipto comenzando a frotarla con la boca emitiendo un suave ruidito, repentinamente recibió un puñetazo en el estomago, otro de los chicos le había robado su hoja, frustrado por no poder hacer nada se reconforto lanzándole piedras a unas niñas que jugaban en la cercanía. Un perro comenzó a ladrar ferozmente y toda la gente de alrededor se reunió en torno a las hogueras.
Una pesada y burda carreta de madera llego hasta el lugar tirada por viejos y cansados corceles que no dejaban de bufar, la gente comenzó a insultar y escupirles a los presos, los pobres diablos apenas si se sostenían en pie, sus preciosas vestiduras ahora hechas jirones apenas les cubrían lo indispensable, uno era de cabellos negros azabache tan profundos y faltos de brillo como el petróleo crudo, su piel estaba teñida de sangre seca, llagas y magulladuras por todos lados, se recargaban en un malformado barrote de su cárcel, con sus ojos entreabiertos miraba tristemente como la gente le despreciaba.
El otro de cabellos entre cafés y grises por el polvo y la suciedad de su calabozo, el color de su piel era difícil saber, pues la tierra, la suciedad y la carroña la teñían de un café cenizo, tenia un brazo roto y varios dedos dislocados, a diferencia de su amigo, aun se sentaba lo mas erguido que sus dolencias le permitían y miraba orgullosamente a la muchedumbre con sus ojos profundamente negros.
Los soldados que custodiaban la carroza se apresuran a abrir esta, obligando a los acusados a salir por la fuerza arrastrándolos por los suelos.
"Blasfemos" grito una mujer con pocos dientes
Los ojos negros de un acusado se fijaron en la mujer que retrocedió de inmediato, como si hubiera visto al demonio en persona.
Subiéndolos al patíbulo ambos fueron amarrados entorno al palo que pronto seria rodeado por leña.
A través de sus ojos cansados, miraba al pueblo que una vez había amado tanto, por el cual había luchado y derramado sangre, era tristemente increíble que ahora el mismo pueblo y señores por los que tanto había luchado se volvieran en su contra.
"¡Culpables!" bramo un hombre a lo lejos
¿Culpables? . ¿De que eran culpables? De intentar ser libres, llevar una vida digna¿se era culpable de intentar llevar una vida normal? No claro que no, siempre y cuando esta no interfiriera con las ambiciones de los nobles. Culpable si, de tener más coraje que todos los demás.
Los pueblerinos se arremolinaron completamente excitados al ver llegar la carroza de los nobles, hombres y mujeres exquisitamente ataviados bajan delicadamente de sus transportes, para poder presenciar desde el mejor lugar el espectáculo, una joven se emociono hasta el borde del desmayo cuando un mozo lombardo le dedico una galante sonrisa.
"Estamos reunidos…." La gente comenzó a silbar y aplaudir presionando a los verdugos para que encendieran las piras, al pueblo no le importaba saber los pecados cometidos, el pueblo gustaba de ver, las torturas impuestas.
En las gradas reservadas para los nobles, catorce personas se comunicaban por lo bajo esperando que el espectáculo iniciara. El hombre de cabellos negros y telas azules dio la orden de encender la primera hoguera, el verdugo paso el fuego por la leña, comenzando a arder casi de inmediato, la multitud aplaudió fuertemente al verdugo, quien se apresuro a apagar su antorcha en la hierva.
Las llamas alcanzaron al primer desdichado que gemía débilmente, comenzando a agitarse y abrir la boca para tratar de aspirara el aire que se le escapaba, cuando las llamas comenzaron a lamerlo el joven lanzo un suave y agudo grito que inundo toda la plaza, a pesar de estar bien amarrado su cuerpo se doblo por la mitad, la mitra cayó a las entrañas de la pira, consumiéndose por completo. Una cortina de color gris lo envolvió repentinamente, cuando esta se disipo el joven ardía, agitándose y jadeando tratando de desprenderse del poste que lo sujetaba y vibraba fuertemente sobre su base, su compañero trataba de alentarlo con suaves llamados, su verdugo abanicaba con un mediano cartón avivando las llamas y atizando el lugar con un gran garfio de hierro.
Pronto el enjuiciado no era mas que bulto ennegrecido, crepitante, henchido de burbujas que se deshacía lentamente en cenizas.
Alguien de la nobleza dio la orden de encender la pira del segundo enjuiciado, el segundo verdugo encendió la hoguera casi de inmediato, aunque por inexplicables razones la leña se negaba a encenderse, con ayuda del primer verdugo la pira fue encendida levantando una enorme nube de humo gris terriblemente oscuro.
A pesar del cansancio y las heridas sufridas en las pasadas torturas el joven logro entreabrir una vez mas sus negros ojos para mirar fijamente a quienes le habían condenado, con irresistible fuerza, alzo una vez mas su tronadora voz que traspaso el ruido de la muchedumbre y la cortina de humo que se alzaba.
"¡Oh Oprobio! . ¡Condenan a inocentes a morir! . ¡Dios os juzgara!" las llamas flagelaron con feroz fuerza al muchacho, los cabellos cafés se achicharraban, sus ropas se encendieron velozmente, dándole al condenado un aspecto de demonio salido del infierno.
La gente de la plaza enmudeció llena de pánico al ver al condenado hablar con tal fuerza e ímpetu.
"¡Peste, peste a sus familias, muerte y traición a todos sus vástagos, yo os maldigo hasta el fin de su casta!" fue el ultimo grito que salio del rostro en llamas.
Despertó empapada de sudor, la noche era mortalmente oscura, la luna no brillaba en lo alto del cielo, las estrellas habían sido ocultadas por negras nubles, un viento frió azotaba haya afuera, el árbol mas cercano a su ventana golpeteaba con sus ramas los cristales insistentemente, giro su adormilado rostro hacia su derecha, el reloj digital marcaba las tres en punto, se paso una mano por la frente limpiándose el sudor, aun era demasiado temprano para levantarse, se recostó nuevamente, tratando de tranquilizar a su agitado corazón.
Había sido una horrible pesadilla la voz aun resonaba en sus oídos como lentos y graves martillazos, giro sobre si misma cerrando nuevamente los ojos, obligándose a pensar en las cosas que haría mañana por la mañana, el minutero cambio el 0 por un delgado 1 cuando un sonoro ronquido resonó en el cuarto, la muchacha se había quedado nuevamente dormida, sin embargo en su inconsciente aun resonaba la voz
"…yo os maldigo hasta el fin de su casta"
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Las jóvenes corrieron velozmente a los compartimientos cuando un feroz rayo cegó a los presentes, segundos después un estruendoso trueno resonó en sus oídos fuertemente, la lluvia que azotaba a todo Londres parecía no tener fin, desde hacia dos días no paraba y los impetuosos rayos se dedicaban a destrozar todo a su paso.
"Parece que esta apunto de empezar el Apocalipsis" dijo la muchacha agitando su varita para secar su uniforme
"Se llaman tormentas eléctricas y es un suceso natural" respondió su hermana
"Y aterrador" agrego la tercera "Esperen imaginen que en medio del caos, dos muchachos completamente ajenos el uno del otro, tropiecen iniciando una serie de eventos que les llevara a enamorarse, pasando por diversas dificultades, él…es un albino venido del norte" comenzó a parlotear sin parar la joven
Las otras dos muchachas se miraron asqueadas, ante el similar gesto, ambas inflaron los cachetes y miraron enfadadas hacia lados opuestos.
"…pero ella tiene una grave enfermedad, del corazón, no mejor algo de la sangre y entonces…"
"¡Idiota!" bramo la pelirroja de la derecha
"Lo…lo…lamento¿Liliana? . ¿Lilian? o ¿Lilia?" murmuro el chico desconcertado recogiendo sus cosas en el baúl que se había abierto al caer al suelo haciendo mover su cabellera castaña.
"Siete años y aun no entiendes miope que ella es Lilian" gruño la pelirroja de la izquierda.
"Es que se parece mucho a ti" se excuso el joven acomodándose los lentes de fondo de botella "Lilia"
"Liliana" le corrigió mordazmente la muchacha "¿Acaso me vez vestida con ropas estrafalarias?"
"Mis ropas no son estrafalarias" se quejo Lilia "Son…de onda retro" afirmo la chica sonriendo haciendo con ambas manos el símbolo de amor y paz "¿Estas bien Jawhar?"
"Creo que…" un grutal sonido salio de su garganta, un veloz destello de luz amarillo le dio de lleno en el pecho y su cuerpo se elevo varios centímetros del suelo.
"¡Ey estorbas!" dijo el joven a manera de excusa "Hola chicas, lindo corte de pelo Evans"
"Lumpen social, asquerosa serpiente rastrera" bramo la joven sin pudor
"Pero de culo y cuerpo hermoso" se defendió el joven sonriendo ampliamente "Hola Lilia, Liliana¿Qué tal les fue en el verano hermosas?"
"Eh, Sirius porque no me esperaste" chillo una voz a sus espaldas
"Y aquí viene el origen de todos los males" gruño la pelirroja de la izquierda
"Wow, ahora se porque llueve tan ferozmente haya fuera, las tres trillizas Evans juntas y no se están matando la una a la otra" dijo el recién llegado jugando con la corbata verde
"Hola James ¿Qué tal tus vacaciones?" le saludo la pelirroja de la izquierda haciendo un gesto mimoso
"¿Y yo que?" se quejo Sirius
"Vos eres mi amante y a ti te tocan los mimos en la noche corazón" dijo Liliana seductoramente
"¡Por eso te amo!" estallo Sirius abrazando a la chica
"Jey, vengan esas manos y ¡A partir culos de Gryffindors!" exclamo James alegremente
"Si es que no parten el tuyo primero" murmuro la pelirroja de la izquierda antes esfumarse por entre el abarrotado pasillo
"Lilian vino recargada ¿Qué no?" comento un tercer chico
"Hola Remus" saludo la chica de vestimentas hippies
"Lilia…lindas ropas" hablo Remus dubitativamente "Vamos a nuestro compartimiento chicos, Peter nos espera" el chico se acomodo la bufanda verde y plata del cuello
"Que espere todo lo quiera, mi sangre llama" dijo Sirius acomodándose la corbata de color verde y lanzándose hacia un grupo de chiquillas de cabellos rubios.
James y Liliana siguieron a Remus mientras que Lilia se puso a buscar a alguien con sus verdes ojos entre la gente.
Todos habían olvidado al chico que aun colgaba metros arriba del suelo y trataba de bajar al suelo.
"Me dan asco, siempre que los veo siento ganas de vomitar" chillo la chica abriendo la ventana.
"Calma Lily, es normal" dijo la mulata pasando una mano por su cabello negro
Una de las tres pelirrojas se sentó pesadamente en el asiento más próximo a la ventana.
"Recuerda que apenas comenzamos el año, Papesse"
Lilian exclamo un fuerte bufido "Solo por dos segundos Keara"
La joven de tez oscura rió divertida, Lilian Evans, era una de las tres trillizas Evans, físicamente las tres eran una copia exacta de la otra, era difícil distinguir una de la otra a simple vista, en cuestiones de actitud las 3 era completamente diferentes, siendo Liliana y Lilian las mas antagónicas.
Liliana Evans, la primera en nacer de las 3, perteneciente a la casa de Slytherin, era espontánea, original, dominante, diplomática, elocuente, con gran capacidad de convencer, pero también muy egocentrista y superficial, la mas material de las 3.
Lilian Evans fue la segunda en nacer, perteneciente a la casa de los Gryffindor, centrada, bastante tranquila, culta, inteligente, con sentido práctico, intuitivo y perspicaz, la capitana del equipo de Quidditch.
Lilia Evans, la ultima en nacer, una persona muy dispersa una mezcla de inteligencia y locura, es comprensiva, activa, elegante, amable, leal, sin embargo su pasión por las artes la convertía en una completa inestable, perteneciente a la casa de los Hufflepuff
Por tales características los merodeadores las nombraron conforme los 3 primeros arcanos mayores del tarot, Liliana era el mago (Le Bateleur), Lilian la papisa (Le Papesse) y Lilia la emperatriz (L´imperatrice)
"¡Keara!" bramo Lily "¿Escuchas eso?"
"Claro…un tren en movimiento" le tranquilizo su amiga "Iniciamos el viaje"
Lilian observo la estación desaparecer bajo una enorme cortina de humo y lluvia, un rayo zigzageo peligrosamente por el cielo dibujando una macabra figura, cuando el trueno resonó por el artefacto de metal un frió escalofrió le recorrió el cuerpo.
Diversos gritos resonaron por todo el tren "Las chicas son tan asustadizas" comento Keara "Eh estas vacaciones fui a Rumania con mi hermano, debiste verlo correr delante de los vampiros" se burlo la joven
Lily sonrió suavemente, Keara Aunay era la hermana de Jawhar, tan diferentes el uno del otro que era increíble que esos dos fueran hermanos, para principio de cuentas Keara era negra, Jawhar era blanco, la chica era valiente, impetuosa, imprudente con una fortaleza física y mental increíble, Jawhar, era cobarde, sosegado y prefería pasar desapercibido, sobre todo cuando los "merodeadores" aparecían. Lilian no entendía la manía que estos tenían contra Jawhar, era verdad que el chico no era una moneda de oro, pero de eso a molestarlo por el hecho de aparecer frente a ellos, había una tremendo trecho.
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Sonrió ligeramente al recordar su primer día en aquel mágico mundo, hizo su impresionante entrada al lugar burlándose de todos, junto con sus otras hermanas, nadie les conocía, por tanto no sabían que eran trillizas, la primera impresión que se llevaron todos fue, de que una joven pelirroja de exuberante belleza rondaba por el tren a una velocidad impresionante pues aparecía en un lado y al siguiente momento se encontraba metros del lugar, sin gota de sudor o agitación, un viejo truco que las jóvenes solían usar desde pequeñas.
De cualquier forma, la entrada a Hogwarts también marco su existencia, las tres quedaron en casas diferentes, con diferentes amigos y pensamientos. Era natural que comenzara a haber ligeras discusiones, sobre las calificaciones, los profesores, las casas, el quidditch, pero sobre todo, los chicos, el tener la misma imagen física se prestaba a que los chicos las confundieran una y otra vez, celos, ira, orgullo, fueron los sentimientos que destrozaron su integridad, mermando día a día su comunicación y unión fraternal.
Sobre todo con Lilian, quien no solo era su especie de géminis, a quien los chicos adoraban por su belleza natural, inteligencia y carácter generalmente tranquilo, a la cual guiada por la crueldad de ella y los merodeadores, la había orillado a refugiarse en el fructífero e increíble mundo de los libros.
Sus amigos, otro eterno punto de discusión con Lilian, los afamados merodeadores, hombres de sangre pura, chicos tan mimados como malcriados, tomando todo lo que se les plazca sin pedir permiso, los eternos oponentes a los Gryffindor, por consecuencia a Lilian y sus inseparables amigos, el dúo de la muerte Malfoy y Snape. ¿chicos malos los merodeadores? Podría el mundo decir, sin embargo en sus caras y palabras conservaban una suave inocencia que podían hacer creer al mismo papa que el demonio adoraba a Dios, y en verdad en ellos había inocencia, que solían mostrar solo entre sus allegados, pues estando en la casa de las serpientes, la bondad e inocencia, eran cosas inútiles.
"Hola linda¿un paseo?" dijo el moreno ofreciéndole el brazo galantemente
"Será un honor señor Potter" se mofo la joven mientras tomaba el brazo del joven "¿Fue bueno?"
"Se podría decir" meneo el joven la cabeza "Es solo el inicio"
Ambos jóvenes avanzaban firmemente por el pasillo en una dirección efímera "Nunca cambiaran"
"¿Lo arias tu?" cuestiono James, inmediatamente Liliana sonrió, eran quienes eran, y eso nadie lo cambiaria
"El Rey de Hierro" susurro Liliana
"¿Quién?" pregunto James quien no había escuchado la frase
"Nadie, una vieja historia que leía Lilian" remembro la joven, James hizo un gesto de desagrado
"Tu hermana me da asco"
"Al menos en algo estamos de acuerdo" dijo Lilian firmemente "¿Dónde esta el joven Anuay?"
"¿Tendría yo que saberlo?" asevero James arrogantemente
"Siempre que desaparece es por tu culpa" le culpo la joven "Solo dime donde esta"
"Creo que por fin esa torpe e inútil babosa a logrado sacar un poco de tu agrado Evans" siseo James mafiosamente
No era un secreto que Jawhar Anuay amaba a Lilian Evans, así como tampoco era secreto que Lilian no gustaba del chico.
"Su hermana Keara le busca, no me queda otro remedio" se defendió
"Seguro, pero delante de nosotros no tienes porque tener pudor Evans, sabemos que le amas hasta la locura" se burlo Sirius Black quien acababa de llegar
"Como tu amas a Bellatrix" escupió Lily
"¡Como te..!" bramo Sirius que tuvo que ser detenido por James
"¡Lilian!" protesto Liliana
"Lo respetare en la medida que él lo haga" declaro la joven "Por ultima vez donde esta Anuay"
"Búscalo" expreso Remus despreciablemente
"Siempre atacando por la espalda Lupin" dijo Lilian girando para poder ver frente a frente a Remus y Peter.
"¡Oh hola chicos! Escuchen esto, este año…" Lilia no termino de decir la frase pues sus ojos recorrieron de izquierda a derecha la escena "Ven conmigo Lilian, tengo algo que mostrarte"
"¡Jawhar!" grito Keara buscando a su hermano
Lilia comprendió de inmediato la situación, negó suavemente con la cabeza, al tiempo que suspiraba.
"No perdamos mas tiempo, hay que buscarle"
Los merodeadores giraron su vista hacia Lilia cuando un rayo cayó muy cerca de las vías haciendo vibrar al tren, todos los chicos se tuvieron que agarrar de lo más cercano que tenían para sostenerse.
"No, no toquen las laminas" grito Lilia desesperadamente "Puede ser peligroso"
"Loca caeremos todos al suelo" declaro Keara sosteniéndose de la puerta.
"Pe…" la joven no termino de decir la frase cuando el tren volvió a sacudirse violentamente, la mayoría de los jóvenes se pego a la pared del tren, Lilia trataba de mantenerse en pie sin tocar ninguna parte de metal, Lilian la tomo del brazo izquierdo evitando que cayera de sentón en la siguiente sacudida,
Afuera los rayos caían despiadadamente destruyendo la tierra y todo a su alrededor haciendo temblar el lugar.
Pocos segundos después el tren volvía a tener la estabilidad acostumbrada, inclusive James Potter tuvo la desfachatez de pasarse una mano por el cabello para desordenárselo.
"Emocionante no" aligero el ambiente el joven
"¡Suelta el metal!" bramo Lilia
James toco la pared del tren "¿Qué sucede si…?" la frase quedo a medias pues repentinamente todos sintieron como su cuerpo se estremecía de pies a cabeza, siendo sacudidos por una fuerza descomunal que les hizo sentir el cuerpo de gelatina.
El joven deseaba soltarse del metal sin embargo su mano parecía haberse pegado al artefacto, intensas y fuertes pulsaciones entraban a su cuerpo por la mano, profundas sacudidas se suscitaron en su cerebro, sintiendo como si de pronto alguien le tomara la cabeza y se la agitara como si fuera envase de jugo de néctar de calabaza y no quisiera ningún tipo de concentración.
Se vio caer a través de un sueño al suelo, alguien se acercaba a él, el olor a piel de dragón le inundo la nariz velozmente dándole un fuerte golpe a su cerebro, sus ojos se cerraron lentamente, perdiendo el control de sus sentidos.
La madera se aparto con un fuerte empujón de sus manos, un frió viento le golpeo la cara, sin embargo a pesar de la inminente tempestad tomo la silla de montar y se la coloco al corcel de color marrón.
El animal pateo el suelo suavemente, dispuesto a iniciar la marcha, acaricio el pelaje del hermoso semental por ultima vez, le susurro suaves palabras en un idioma que desconocía, sin embargo era su voz la que resonaba en el lugar.
Se coloco en el cinto una pesada y costosa espada, así como dejo reposar sobre sus hombros una gruesa capa de color negro, aquella ropa le obligo a bajar los hombros repentinamente, aun así se montón en el animal y logro controlarlo con bastante agilidad, presiono suavemente las costillas del corcel con sus botas de cuero y este salio al trote.
"No vayas, los fra…"
Sus oídos no escucharon el final de frase pues ya se encontraba a campo abierto bajo una fuerte ventisca que elevaba la capa con suma facilidad, las cosas pasaban a una velocidad bastante alta para ir montado sobre un caballo, el brincoteo que la cabalgata proporcionaba no le incomodaba en los mas mínimo, por el contrario parecía excitarle, pues su sangre hervía y su corazón latía a velocidades vertiginosas.
Algo le paso silbando por la oreja, miro hacia atrás sin perder el rumbo de camino, tres hombres de casacas azul claro, sombreros y cintos blancos, le seguían a unas cuantas leguas, el arquero volvió a empuñar su arco y le disparo a quemarropa.
Alzo la vista al cielo como si se burlara de los arqueros, vio la flecha surcar el cielo hasta que descendió mortalmente hacia él se aseguro del lugar en donde caería el arma, pocos segundos antes de su caída, el caballo zigzagueo espectacularmente por el camino dejando al arma caer al pasto, apretó las riendas del caballo obligándole a descender por una empinada vertiginosa, varias veces tuvo que echar su peso hacia atrás para no irse de boca al suelo.
Aquella empinada no desanimo a sus cazadores pues pronto una flecha le rozo la pierna izquierda, tiro de las riendas hacia la izquierda metiéndose en el bosque, tenia que perderlos para comprobar si eran ciertos los rumores, lagrimas descendieron por sus mejillas sin siquiera notarlo.
Un fuerte relámpago cayó sobe la tierra haciendo estremecer al bosque, el corcel se inquieto visiblemente, sin embargo la increíble fuerza del jinete le hizo seguir el camino, las ramas bajas le golpeaban la cara insistentemente, el sabor a hierva comenzaba a penetrarle por la boca, el viento soplo una vez mas antes de dejar caer el segundo golpe sobre un árbol.
El roble emitió un fuerte crujido partiéndose a la mitad en medio de una llamarada luminosa de color blanco incandescente cuyas ardientes chispas iniciaron un fortuito incendio en aquel lugar, sus ojos le dolieron ante el espectáculo, obligándole soltar una mano de las riendas, el corcel haciendo gala de sus instintos corrió desbocado hacia lo mas solitario del bosque, el joven trataba desesperadamente de recuperar la visión, mientras una nueva flecha le pasaba rozando por el hombro derecho.
Sacudió la cabeza vigorosamente tratando de ver mejor y que aquel escozor desapareciera de sus ojos, cuando volvió a tomar con fuerza las riendas del caballo un nuevo rayo caía a la tierra casi justo enfrente de él, el caballo se alzo sobre las patas traseras al tiempo que el le jalaba las riendas con fuerza hacia si.
Un fuerte pinchazo le quemo en la espalda repentinamente, soltó las riendas dejando caer su peso hacia abajo, sentía perder el equilibro del mundo, la cabeza fue la primera en recibir el golpe, un intenso dolor le invadió por completo, sus miembros tocaron suelo cayendo cuales sacos de papas inertes, sus ojos miraron al cielo que se cubría por la piel marrón de un semental, el brioso corcel caería sobre él aplastándolo y no podía hacer nada para evitarlo, un nuevo sentimiento le invadió por completo, el terror.
Sintió como el estomago se le reventaba del golpe y…
Se levanto tan rápido como el mismo rayo, gritando de dolor, se llevo las manos al estomago para intentar sofocar el dolor, sin embargo unas manos intentaban impedir su cometido¡Sus perseguidores! Buscando su espada velozmente se llevo la mano al cinto…
"¡Tranquilo señor Potter!" bramo la voz
El chico de cabellos negros miro hacia su alrededor completamente desorientado¿Dónde estaba su espada? . ¿Su caballo? . ¿Y sus perseguidores con casacas azul claro? Su pecho subía y bajaba velozmente, tardo varios minutos en asimilar que se encontraba en el castillo Hogwarts de magia y hechicería, que era James Potter un joven que vivía en el año 2050, se encontraba en la enfermería y quien le sostenía era su mejor amigo y hermano Sirius Black.
"Una pesadilla tan solo una pesadilla" y sin embargo le había parecido tan escalofriantemente real que aun podía sentir el sabor de la hierva sobre sus labios.
"Inicio de clases y ya estamos en la enfermería señor Potter" se dirigió a él afectuosamente Jin Pomfrey.
"Bueno he descubierto porque los rayos y yo somos incompatibles" bromeo James
La joven mujer de escasos treinta años rió ante la ocurrencia del chico "Te metió una buena sacudida"
"Yo prefiero a las bellas damas" halago el joven "Sobre todo si visten de blanco"
"Déjate de juegos James" se atrevió a tutearle Jin "Anda, tomate esto y ve a tu sala común"
"¿Qué hay del banquete?" pregunto James
"En unos cuantos minutos habrá terminado, además tu debes descansar" sentencio la mujer severamente "Tomate esta poción y puedes irte, sin prometes volver por la mañana para revisarte"
"Si te sueltas el cabello" trato de convencerla el joven
"Buenas noches" se despidió fríamente Jin
"Solo te falta coquetear con la profesora McGonagall" comento Sirius
"Nah, esa no te quita un ojo de encima a ti" exclamo James tirándose a la cama para comprobar que era real y que los caballos y las flechas pertenecían a la imaginación
Sirius le extendió la botellita de color ámbar que contenía la poción "Nos diste un buen susto"
"¿Qué sucedió?" pregunto James tomando el frasco
"No lo se, algo golpeo el tren, todos sentimos una suave sacudida, pero tú caíste al suelo semi-inconsciente" rememoro el joven "Remus se acerco pero parece que te dio un no se que, emitiste un raro sonido, después te pusiste todo rígido, fue algo aterrador" sincero Sirius
James asintió en silencio tratando de asimilar lo sucedido, se llevo una mano a la frente, gotitas de sudor se anidaban en esta.
"¿Te sientes bien?"
"Si, solo…tuve una pesadilla" aseguro el joven, para convencerse a si mismo.
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El gran comedor estaba abarrotado como de costumbre, era el primer día de clases y el caos gobernaba en aquel lugar, chicos y grandes se disputaban los mejores desayunos del día mientras otros luchaban por alcanzar los horarios menos arrugados.
"¡Ey, que tal James!" le saludo Peter afectivamente "Tremenda descarga ¿no?"
"Me encantaría repetirla en ti Peter" bromeo James
El rubio rió divertido mientras le extendía una fuente con los panes recién horneados.
"Tres horas de Defensa" dijo Remus sentándose a lado de Peter
"¿Quién será el nuevo profesor?" pregunto Sirius sentándose y poniendo los pies sobre la mesa
"Tres galeones a que dimite en menos de tres meses" aposto Peter
"Haré mi mejor esfuerzo Peter" menciono James orgullosamente
"Cinco a que me echan la culpa" aposto Liliana
"Siete a que esta noche duermes en mi cama" repuso Sirius
Los muchachos rieron divertidos ante la apuesta
"Diez a que Lily te corta las bolas" le amenazo la joven
"Uy, que horror, solo de que esa se me acerque se me ponen los pelos de punta" declaro James llevándose una manzana a la boca.
"¿Solo los pelos?" inquirió Remus
"Seria un suicidio probarla" declaro "Pero…¿Qué mayor placer que montar al enemigo?"
Otra carcajada general inundo el lugar, mientras la joven fruncía la nariz visiblemente molesta.
"No te pongas celosa cariño, tu me engañas con mi hermano, yo con tu hermana y asunto olvidado"
Liliana le soltó un servilletazo en plena cara, detestaba que metieran a Lilian en las conversaciones, tenia suficiente que lidiar con ella, para todavía escucharla nombrar de la boca de sus amigos, dio media vuelta y desapareció del comedor.
"Doce galeones a que esta en sus días" menciono Remus finalmente
Los chicos se encogieron de hombros, Liliana era completamente imprevisible, demasiado voluble para sus gustos, sin embargo con ella compartían las retorcidas ideas para molestar a los Gryffindor, ya que siempre podía aportar ideas bastante macabras.
Al termino del desayuno fueron al salón de clases comentando los hechos sucedidos la tarde anterior, la versión oficial decía que el tren había sido tocado por un rayo, gracias a que el tren era mágico y la cantidad de gente contenida en este, los estudiantes habían sufrido solo una suave descarga eléctrica, acto seguido cada quien comenzó a contar su propia experiencia, sin embargo James prefirió guardar silencio.
"Buenos días, soy su nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras" exclamo la mujer
El genero masculino se quedo completamente boquiabierto, era un suntuosa mujer de medidas casi perfectas, cabellos negros sedosos y brillantes, con chinos de curvas delirantes, tez bronceada, sus labios rojos y carnosos sonreían afablemente para todo el mundo.
"Siéntese chicos" dijo la mujer sonriéndoles a los estudiantes
Los merodeadores obedecieron dócilmente las órdenes de la mujer sin rechistar, tomaron las primeras bancas frente al escritorio, los ojos de todos recorrían lascivamente cada centímetro de la piel que conformaba la figura de la nueva maestra.
"Mi nombre es Nasya Artois, vengo de Francia" pronuncio pausadamente la mujer
"Es muy linda" comento Sirius a toda la clase indiferente
"Yeap" exclamo Peter
"Ustedes deben ser, los señores Black, Pettigrew, Lupin y Potter, culpables de la dimisión de la mitad de los profesores de defensa contra las artes oscuras" dijo la mujer perspicazmente
Los chicos se miraron unos a otros ligeramente sorprendidos, pero asintieron orgullosamente
"Se los advierto, no tolerare sus bromas infantiles, si les gusta estar haciendo juegos de niños tendrán que salir de clase y no presentaran examen" dijo Nasya indiferente "No me interesa saber sus protestas" replico firmemente dejando a los demás alumnos helados, ningún nuevo profesor les había pintado la raya de inmediato "Mi forma de trabajo es ochenta por ciento practica, iniciaremos con pequeñas practicas se enfrentaran en grupos de cuatro a trolls de montaña, veremos como lo hacen" la clase entera se emociono ante tal declaración inminente, era la primera hora y ya iba haber bastante acción, aquel año parecía anunciar ser un año bastante movidito.
"Demasiado bonita para ser real" se quejo Remus
"Si logro tener esas piernas en mis caderas en dos meses no se va" declaro Sirius
"Yo prefiero echarla de inmediato no vaya a cotizarse" opino James
La mole que era su troll estaba sentado en el suelo rascándose la cabeza.
"Uff, este no se a bañado en tres años" Sirius se abanico con su mano tratando de alejar el pestilente hedor de su nariz.
"Peter es todo tuyo" hablo James que se sentaba en un rincón del lugar
Remus por el contrario avanzo hacia la bestia, que con su expresión boba y estúpida le observo con cautela, el licántropo saco un dulce del bolsillo y se lo ofreció. La bestia pareció bastante contenta con el gesto pues le dio unas palmadas en la cabeza al joven tomando el alimento entre risas escabrosas.
"Creo que le gustas" bromeo Peter
Sirius se cruzo de brazos bostezando lánguidamente "Vamos a molestar a alguien"
"Y esta es nuestra herramienta" añadió Remus sacando un nuevo dulce.
"¿Y como es la academia de Beauxbatons?" pregunto Keara en un cuarto diferente al de los chicos
"Encantadora, los terrenos son mas pequeños que los de Hogwarts, pero con un toque mas…acogedor" contesto la mujer observando a Lilian y Liliana lidiar con el troll.
"¿Y hay quidditch?" inquirió una joven de cabellos castaños
"Claro, pero no es tan importante como aquí, se prefiere otro tipo de labores, como la danza o la música"
"Agh que horror" gimió Keara "La verdad es que…"
La conversación se vio interrumpida por agudos chillidos que provenían de lo lejos.
"Alguien esta teniendo graves problemas con el troll" exclamo la profesora alarmada, salio del cuarto de inmediato.
"Merodeadores" escupió Lilian molesta
"Ey lindo, vamos a dar un paseo" jugueteo Liliana atrayendo a la mola hacia la puerta
"¡No! . ¿Qué diablos piensas hacer?" se preocupo la joven ravenclaw de cabellos castaños
"Observa" le guiño un ojo Liliana divertida
En menos de quince minutos, tres de los cinco trolls que estaban en el colegio salieron de sus cuartos armando tremendo alboroto, James Potter iba montado en un troll de piel verde y ojos bobos, azuzaba al animal para perseguir a los demás alumnos de la clase, Remus alentaba al monstruo con golosinas que aventaba al aire, así mismo Sirius Black intentaba domar a un segundo troll junto con Peter Pettigrew.
"¿Dónde esta la profesora?" pregunto Keara evitando al tercer troll descontrolado
"Tratando de salir de la telaraña que hizo Peter "accidentalmente"" contesto Liliana entre risas pues unos Hufflepuff se veían en serios aprietos para escapar de James
"Cuando bajes Potter juro que…" gruño Lilian que estaba acurrucada en un diminuto espacio entre el pilar y el pasillo escondiéndose de las manos enormes del troll de Sirius y Peter
"Yo no te estoy molestando" argumento James desde los hombros de su troll
"¡Todo es tu culpa!" chillo Lily
"¿Ah si? Pruébalo" le reto James entre risas
El troll de James recibió un fuerte hechizo de aturdicion dejando caer al suelo a James, Remus le lanzo un maleficio de inmediato a Keara, Lily atento contra la belleza integral de Sirius, Sirius le lanzo un maleficio que reboto hasta darle al tercer troll descontrolado, este se volvió hacia los alumnos con una cara bastante huraña, comenzando con el verdadero caos.
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"Detención y doce puntos menos por cada uno" declaro Maia McGonagall
"Pero…" protesto Lilian
"Ya he hablado con el jefe de su casa señorita Evans, esta de acuerdo en que yo les imponga a todos el mismo castigo" afirmo la mujer severamente.
"Es lo justo Maia" dijo James cruzándose de brazos y reacomodándose en su silla
"Espero se sientan satisfechos con haber mandando a 4 inocentes a la enfermería" les reprocho la mujer
Cada uno de los presentes miro hacia diversas direcciones, Maia McGonagall los conocía desde primer año, sabia que aquellas palabras les entraban por un lado y les salían por el otro, nunca les había importado los daños que ocasionaban con sus desplantes, únicamente les interesaba hacerse los importantes.
"Si lo se, les importa un comino, cumplirán su detención juntos" sentencio la mujer finalmente
"¡Eso si es un castigo!" chillo Sirius tras salir de la oficina
"¿Qué es lo peor que puede suceder?" pregunto Remus sarcásticamente
"Que se maten el uno al otro accidentalmente" respondió Peter casi por inercia
"Os detesto" bramo Lily furiosa antes de irse corriendo a su sala común.
Odiaba a los merodeadores siempre metiéndose en su vida, estropeando todo lo que ella conseguía, les detestaba.
"¿Y bien Lily?" pregunto lánguidamente Snape
La joven se aplasto en el sillón fuertemente "Detención en grupo"
"¡Uy! Eso si que dolió" repuso Lucius
"Y me lo dices a mi" protesto Lilian "Es terrible"
"Gracias por dejarme" ironizo Keara
"Lo siento, pero…es que con merodeadores cerca" trato de disculparse Lilian
"Olvidas todo, a veces pienso que eres mas como que la joven enamorada" tercio Keara
Lily se levanto de su lugar completamente enojada "¡Eso es un insulto!"
"Tranquila Lily, era solo una expresión, una comparación" hablo Snape
"¡Es sucio y bajo!" siguió la joven molesta
"Hasta mañana" se despidió Keara
"¡Es monstruoso!" chillo Lily
"Ya nos vengaremos" aseguro Lucius sonriéndole a Lily mientras le pasaba una mano por la blanca barbilla
"Lo se Lucius, lo se" afirmo Lilian, tomándole a Lucius la mano y estrechándola con la suya
"Severus" le llamo Lucius
"Poción de la regresión, una sola inhalación y en tres segundos volverás a ser un australopithecus" afirmo el joven sonriendo
Lily sonrió ampliamente, los chicos mas arrogantes y fashionistas iba a ser convertidos en monos de la edad de piedra.
"Banana monito" murmuro Lilian entre risas "Son fabulosos"
"Es parte del feeling Gryffindor" exclamo Lucius encogiéndose de hombros
"Supongo que ya tienen el plan, así que me iré a dormir" comento Lily
Lucius y Snape asintieron firmemente
"Nos encargaremos de todo"
"¿Para cuando?" pregunto la joven ligeramente impaciente
"Regalo, por tus siete años en Hogwarts" se atrevió a guiñarle un ojo Lucius
"Son muy lindos" la joven beso al chico en la mejilla "Gracias" finalizo la joven besando a Snape
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"Vamos Jawhar dilo una vez mas" dijo Sirius sentado en la barda baja de los terrenos de Hogwarts
"No" murmuro el joven
"Vaciemos sus bolsillos" dijo James
Remus agito la varita ligeramente Jawhar pendía una vez mas de cabeza metros por arriba del suelo en los terrenos de Hogwarts.
"Ranas de chocolate" dijo Peter aventando los dulces al pasto
"Con razón la grasa en tu cuerpo es tanta, que hasta te tiene que salir por la cara" bromeo despreciablemente James
"Mas dulces y una nota" dijo Peter interesado
"¿Qué dice?" pregunto James
"Querida Lily:…" comenzó a leer Peter "Te escribo para decirte lo mucho que te quiero, que te adoro y lo valiosa que eres para mi, se que tu no me aprecias mucho…"
"¡Ja! Ella te desprecia" comento Sirius
"Pero quiero pedirte una oportunidad para entrar en tu corazón" siguió Peter
"Mi querido y buen amigo Jawhar, te voy a dar una recomendación" dijo James acercándose al joven "No seas el estúpido perdedor de siempre, a Evans no te la ganaras diciéndole cosas lindas" afirmo el joven "Yo conozco a las jóvenes muchísimo mejor que tu, es mas para que veas que soy bueno Remus baja al chico"
Remus miro a James desconcertado, James sonrió maquiavélicamente, asegurándole a Remus que sus intenciones eran aun mas perversas, el chico ayudo a Jawhar a levantarse.
"Evans, Evans" dijo James en un suspiro "Es de ese tipo de chicas que le gustan las cosas rudas, de esos amores pasionales y salvajes"
"¿Tu crees?" pregunto Jawhar
"Completamente" afirmo James llevándose una mano al pecho
"Si, es…toda una mujer llena de fuego y pasión" le respaldo Sirius, desconocía los planes de James, sin embargo quería ver que hacia el joven, con el tonto.
"Bueno ella…es un poco, de carácter fuerte" afirmo el chico "Pero algunas veces es tan pasiva y…"
"¿Pasiva?" ironizo James
"Solo es agresiva con ustedes, por ejemplo cuando lee libro" comenzó a relatar Jawhar "Se convierte en una dulce y delicada palomita" James contuvo las ganas de reír
"Si hombre, pero…tiene su picante" alego James "Este es mi consejo, sabio consejo" insistió el chico
Jawhar presto atención a las palabras del joven "Ve directamente hacia Evans, tómala por las caderas"
"¿Por las caderas?" pregunto Jawhar desconcertado
"¡Ábrele las piernas y cógetela!" finalizo James firmemente
"¡.¿QUE?.!" exclamo el chico azorado
"Excelente idea" aplaudió Peter "La mejor que he escuchado en toda mi vida"
"Pero…pero…ella no es…" tartamudeo el chico
"Oh mi querido amigo¡todas las mujeres aman el sexo!" declaro Sirius como si fuera una ley universal "Mas que a los hombres"
"Pero, pero…" insitito Jawhar
"Nada de peros, es todo lo que tienes que hacer, así…las chicas te amaran, por ejemplo, veme a mi" expreso James egocentristamente "Todas me aman"
"Todas las que no han estado conmigo claro" añadió Sirius
"Eso no puedo hacerlo" declaro Anuay
"¿Y porque no? Todos podemos¡Todos lo hacemos!" afirmo el chico "Excepto los clérigos que si…cubren sus votos, que son…el .0005 de la población mundial"
"Pero…pero"
"¿Acaso tienes miedo?" inquirió Remus
"Oh eres virgen" exclamo Peter
La cabeza de Jawhar se coloreo de un intenso rojo "Ehh…eg"
"No te preocupes, es solo cuestión de actitud, tienes que ser huracán y torbellino, no mariposa" hablo James
"Si, se…huracán, tifón, ciclón, no mariquita, mariposa" afirmo Sirius conteniendo las ganas de reír
"No, no se chicos…lo que proponen es…" murmuro el joven
"Por eso Evans no te quiere¡Eres un cobarde! Vaya tío" se decepciono James
"Es que…"
"Tómala, el espíritu dentro de ti lo pide...lo desea, ve por ella macho" le alentó Sirius
"Te aseguramos que después de eso, ella te amara por toda la eternidad" afirmo Remus
Jawhar suspiro profundamente, le parecía una decisión muy difícil de tomar. "Aah…lo intentare"
"¡No!" gruño James "¡Te valor y hazlo!" insistió el joven
"Ahh…ok" Jawhar asintió mas que por miedo que por convicción
"Repite conmigo" dijo James poniéndole una mano en el hombro al joven "Es mia, la quiero, la tengo"
"Eees mia…laa, laa qui" trato de decir el joven
"Fuertemente, cree en las palabras" insistió James
Jawhar suspiro hondamente tratando de convencerse a si mismo "¡Es mia la quiero, la tengo!" repitió el joven
"Eso, una vez mas" pidió James entusiasmado
"Es mia, la quiero, la tengo" grito Jawhar
"¡Tres veces!" ordeno James
Jawhar volvió a gritar la frase completamente alucinado
"Vamos macho¡Es tuya!"
"¡Es mia!" afirmo Jawhar
"¡La quieres!" proclamo James
"¡La quiero!"
"La tienes" siguió el joven
"¡La tengo!" finalizo Jawhar
"¡Ve por ella!" le ordeno James
Jawhar salio disparado hacia al castillo, cuando entro a este, James comenzó a revolcarse de la risa en el suelo.
"¡Es un completo idiota!" declaro el joven limpiándose las lagrimas de la risa "¿Pueden creerlo? . ¡Se trago el cuento!"
Peter y Sirius reían divertidos
"Vamos a tener graves problemas" anuncio Remus
"Nah que va, si logra ponerle un dedo a Evans encima es mucho" aseguro James
"¿Cuál es la idea James?" pregunto Sirius
"Ver correr a Evans" dijo James secamente
Los tres restantes merodeadores fruncieron el entrecejo.
"Solo imagínenla escapar de esa cosa empalagosa, que es el hermano de su mejor amiga" explico James
"Evans tendrá muchos problemas" aseguro Sirius
"Y aun me faltan pelograsiento Snape y totalmente rubia oxigenada Malfoy"
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"Me acabo de enterar" dijo la joven entusiasmada
"A mi no se me hace interesante" gruño Lilian
"¡Pero lo es Lily!" insistió
"Lilia, yo solo quiero salir de aquí, para olvidarme de todos" afirmo la joven
"Eso es triste" murmuro Lilia
"No para mi, tu no has tenido que soportar a esos pesados durante todos lo días" comento Lilian
"Son unos chicos simpáticos" dijo Lilia encogiéndose de hombros "Cuando se conocieron no se llevaban tan mal"
"No me agradan, insultan a mis amigos¡me hacen bromas pesadas todo el tiempo!" exclamo Lilian "¡Son los amigos de Liliana!"
"¿Ese es lo que mas te molesta?" pregunto Lilia
"En lo absoluto, podrían ser tus amigos y aun así me caerían de la fregada" afirmo Lilian
Lilia asintió suavemente "Eres buena chica" le acaricio el pelo a su hermana
"Tu también Lilia" dijo Lily alejando la mano de su hermana de su cabeza
"Creo que harías bonita pareja con Sirius" exclamo de pronto la joven
Lilian frunció el ceño sumamente molesta "Estas completamente…"
"¡.¡Lilian!.!" grito una voz bastante conocida por la joven
"Oh no…corre" pidió Lilian
"¿Po…?" Lilia fue jalada por su hermana repentinamente "¿Qué sucede?"
"¡Es Anuay!" exclamo Lily frustrada
"¿Jawhar?" pregunto Lilia
"No para de molestarme" chillo la joven
"¿Por qué no le das el si?" soluciono Lilia
"¡Porque es horrendo!" estallo Lilian
"Creí que la superficial era Liliana"
"Por favor no me pidas explicaciones, aquí" pidió la joven dando media vuelta
"¡Ay!" chillo Lilia
"¡Eres ciega Lilian!" gruño Liliana
"No era mi intención" afirmo la chica
"Tan torpe como de costumbre" dijo James molesto
"¡.¡Lilian!.!" volvió a llamarle la misma voz
"Otro día responderé" le advirtió la joven, Lily intento seguir su huida pero James le cerro el paso
"¿De quien huyes?" pregunto James tontamente, pues…ya sabia la respuesta
"Eso…"
"¡Lily!" insistió la voz
"¿Huyes de un cobarde como Aunay?" se burlo James
Lily apretó la quijada fuertemente "Otro día hablare contigo"
"¡Eres patética!" estallo James
La pelirroja iba a contestarle pero al ver aparecer la sombra del joven decidió salir huyendo.
"Hola Evans" le salio Sirius al encuentro
"¡Quítate!" le empujo la pelirroja furiosa
"Porque no hablas con él" sugirió Lilia "No quiero correr por todo el colegio"
"¡Lily aquí estas!" exclamo el chico contento
Sirius empujo a Lilian hacia Jawhar
El joven tuvo la delicadeza de evitar la caída de la chica al suelo, los brazos y las palabras comenzaron a temblarle de inmediato, sin embargo Sirius y James se encargaron de animarle a discreción.
"¡Eres mia!" bramo el joven poniéndola contra la pared
James comenzó a reír tras Liliana quien miraba la escena desconcertada
"Yo…yo te amo" declaro el chico tomándola por las caderas
"¡Que diablos!" bramo Lilian molesta aventando a Jawhar
"Te quiero" exclamo nuevamente el joven tratándole de volver a tomarla
Lily estaba apunto de soltarle un puñetazo directo a la cara cuando un poderoso maleficio salio volando directamente hacia Jawhar.
"Idiota, suéltala" grito el rubio golpeando al joven
"Gracias Lucius…estaba apunto de hacer lo mismo" dijo Lily acomodándose el uniforme "Buena maldición Severus" El chico sonrió a través de su pelo negro y seboso.
"Pobre estúpido" murmuro Sirius
Lilian miro a los jóvenes sumamente molesta, había sido su culpa, si la hubieran dejado seguir su paso, eso no había sucedido.
"Lilian quiero…" Keara miro el desastre que era su hermano, volviendo la vista hacia Lilian, los chicos, Liliana y los merodeadores "¿Quién fue?"
"Ellos" les acuso James
"¡Lilian! se que no quieres a mi hermano, pero…pero" dijo Keara conteniendo sus palabras
"Eh…uh, trato de tocarme" se defendió Lilian
"¡Por favor! Él no haría eso" aseguro Keara
"Pues lo estaba haciendo" insistió Lucius
"Vamos crees que me tragare ese cuento, son…son…" declaro Keara
Jawhar se levanto del suelo completamente desorientado "¿Lilian?"
Keara miro a su hermana de manera compasiva "Ya te había dicho yo que la olvidaras" comento la joven ayudando a su hermano a levantarse
"Es tan hermosa" murmuro Jawhar
Keara meneo suavemente con la cabeza "Voy a llevarte a la enfermería, mira como te han dejado"
"Yo solo…quería, los chicos dijeron que…" susurro el chico
"Los chicos ¿Que chicos?" pregunto Keara desconcertada "¿Tristán?"
James y Sirius notaron que era el momento de dar media vuelta y salir huyendo
"No…los merodeadores" contesto Jawhar
"¡.¡Los merodeadores!.!" Estallo Keara furiosa
La mirada de todos se fue hacia los chicos quienes habían intentaban salir del lugar de los hechos.
"¿Por qué no me sorprende?" murmuro Lilian
"¡Ustedes!" grito la joven
"No sabemos de lo que habla, esta moribundo" declaro Sirius
"Dijeron que…tenia que tomara a Lilian por las caderas, abrirle las piernas y…" continuo el joven
Lucius y Snape apuntaron sus varitas directamente hacia ellos
"Nunca nos ganaran asquerosos Gryffindor" afirmo James
"Crucio"
El grito de una joven jadeante en el suelo invadió el pasillo.
"¡Sucio! . ¡Cobarde!" bramo James furioso "Eso…eso…"
"Se paga con la misma moneda Potter" declaro Lucius "Atacaste a Lilian utilizando a Jawhar"
Sin duda la lógica de Lucius era cierta, pero…atacar a Lilian con Jawhar un debilucho que nunca lograría hacerle algo serio a un cruciatus…era tremenda la diferencia.
"Pagaras por eso" le amenazo Sirius, agitando fuertemente su varita
Seis maldiciones salieron volando por el aire, Lilia se tiro al suelo para no ser tocada por ninguna de ellas, Keara trato de salir del campo de batalla puesto que cualquier maleficio desviado podía tocarles y cuando esos se ponían a pelear, lo hacia bastante en serio.
La piedra caliza fue acariciada por diversos hechizos que rebotan a causa de los escudo de protección o bien en choque con otros hechizos o contra-hechizos, dejando en esta claras marcas de batalla, Severus agito la varita suavemente haciendo volar en pedazos la mesa mas cercana a los merodeadores, Sirius salio despedido hacia atrás con la onda de impacto, James apunto al suelo e hizo temblar el suelo bajo los pies de los otros tres chicos.
Liliana hizo un movimiento de varita sumamente complicado, apuntando a los grandes ventanales que Malfoy, Severus y Lilian tenia atrás, el cristal crujió de forma siniestra antes de comenzar a caer a pedazos, los tres corrieron hacia a delante sin pensarlo mucho tiempo, sin embargo Keara solo pudo gritar llena de terror aferrándose al cuerpo de su hermano.
Lo seis chicos pararon de lanzarse maldiciones los unos a los otros al ver a los dos chicos bajo aquellas grandes masas de cristal mal cortado que caían peligrosamente sobre ellos, un pedazo grande y afilado amenazaba con caer sobre la cabeza de Keara, ninguno de los seis tuvo la cabeza fría para agitar la varita una vez mas protegerles, por el contrario se quedaron completamente helados en sus lugares como si fueran estatuas de mármol.
Keara se resigno a su destino agachando la cabeza.
"Evanesco"
Los pedazos de cristal desaparecieron completamente desvaneciéndose como el humo, en una suave ventisca.
"¿Están bien?" pregunto una mujer excepcionalmente hermosa, de cabellos largos color plata, ojos azul claro y tez tan blanca como la nieve
"Si, gracias" susurro Keara en un hilo de voz
"Lleve al joven a la enfermería" le ordeno la mujer suavemente
La chica se levanto lo mejor que pudo sintiendo el cuerpo hecho de goma, sus rodillas se le doblaron fácilmente bajo el peso de Jawhar, Lilia se apresuro a ayudarle, así fue como los tres jóvenes salieron del pasillo.
"Por dios" susurro Lilian
Avanzo con pasos suaves y delicados hacia los jóvenes, su presencia era sumamente poderosa, como aterrante, parecía una muñequita de cristal, tan frágil y delicada que probablemente con la menor ventisca se destruiría, sin embargo, la firmeza y gracilidad de sus movimientos la hacían verse como una dama de hierro.
"Vendrán conmigo a mi despacho" dijo la mujer seriamente, ningún joven se atrevió a contradecirle
El trayecto lo hicieron en completo silencio, sentían que si hablaban ella podría hacerles algo aterrador, cuando entraron a su despacho cada uno sintió cosas diferentes, sin embargo compartieron un solo sentimiento, la pequeñez.
Terribles y acusadoras caras les observaban por todos lados, recuadros de interminables figuras labradas en piedra les miraba a través de sus vacíos y fríos ojos de roca.
"Tengo entendido algunos de ustedes ya están castigados" hablo la mujer fríamente
A su manera los jóvenes asintieron en silencio "Avisare a sus profesores de cada casa, de este nuevo altercado, quiero que su castigo sea que limpien la torre de adivinación, juntos de manera muggle"
Bueno…después de todo, no era tan terrible, era un castigo simple y muy fácil de cumplir.
"Pueden irse" finalizo "Les estaré vigilando"
Todos fruncieron el ceño, aquella declaración les era, morbosamente aterradora.
"Con su permiso profesora…" dijo Lilian
"Nahimana Artois, Profesora de Adivinación"
Los jóvenes salieron del lugar en silencio
"¿Artois?" pregunto Lilian desconcertada
"¿Acaso estas sorda?" bramo James molesto
"Artois…es el apellido de la profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras" reacciono Remus
"Mujeres…horribles" afirmo Peter
"Mira que ponernos a asear su salón, que truco tan sucio" se quejo Sirius
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Diez en punto de la noche, todos los jóvenes castigados estaban dentro del salón de adivinación, dispuestos a iniciar su castigo¿Qué tan difícil podía ser limpiar la redonda torre?
"Suerte" hablo ladinamente el conserje
Impulsados por el mismo sentimiento de aberración, los jóvenes se dieron una tregua en la cual cada grupo comenzó a trabajar limpiando el lugar.
Cartas de viejos mazos de tarot, huesos rotos, paginas olvidadas de textos sobre la quiromancia, todo tipo de cosas salían por entre los pliegues de las mesas de aquella estancia, al parecer aquella asignatura era tan tediosa que obligaba a los estudiantes hacer dibujitos sobre las paginas de textos sobre la lectura de hojas de te.
"Voy a limpiar de aquel lado, vamos Lilia" dijo Keara secamente señalando el estante en donde se guardaban las tazas de te.
La chica asintió sonriendo suavemente.
"Urano se posara sobre la décima casa, que provocara perdidas de dinero en todos aquellos que apuesten" leyó Sirius en voz alta "Que idiotez, como si esto fuera cierto"
"Algunas veces se acierta" protesto Lilia
"Se llama suerte" repuso Remus
"Una vez una mujer anciana me predijo catástrofes por mi vaguedad, ese semestre me fue mal en todas las materias" declaro la joven
"Eso es distracción y tu siempre estas distraída" aseguro Liliana
Lilia se encogió de hombros, puso sus manos sobre uno de los tablones viejos de la estantería, paso la mano limpiando el polvo del lugar, algo crujió suavemente, Lilia volvió a pasar la mano y esto volvió a crujir, realizo la acción otras cinco veces antes de hacerlo con mas fuerza.
Las tazas de porcelana cayeron una detrás de otra sin poder evitarlo, el estridente ruido les puso los pelos de punta a todos, el eco de aquello les pareció escabroso, cuando las tazas terminaron de caer, Lilia despejo sus manos de sus ojos observando su desastrosa obra.
"Lo lamento" murmuro mirándose la punta de los pies sumamente avergonzada
Los chicos suspiraron profundamente, tendrían que recoger todo aquello de la manera mas burda.
"Si que eres distraída" gruño James
"Torpe" le reprocho Liliana
"Fue solo un accidente" le defendió Lilian
Fueron suficientes palabras para disparar la tensión al aire, cada grupo se puso a la defensiva.
"Lo recogeré yo sola" declaro la joven evitando una nueva pelea
Liliana dio media vuelta sin decir ni una sola palabra, después de todo Lilia tenia que aprender a no estar tan distraída todo el tiempo y aun les faltaban cosas por limpiar
"¿Segura?" le pregunto Lilian
Lilia asintió sonriendo
"¿No quieres que Keara de ayude?" pregunto Lilian
"Puedo hacer esto sola" afirmo la joven secamente
Lilian se encogió de hombros y siguió su labor, Keara le dedico una mirada de soslayo antes de irse a limpiar el otro estante.
La joven comenzó alzar trozo por trozo las tazas rotas, teniendo cuidado de no cortarse con ningún trozo, había algunas que solo se había despostillado, otras que parecían no haber recibido daño alguno, pero la gran mayoría se había roto de una u otra forma.
Después de media hora, su labor de limpiar el desastre provocado, acabo, levanto la bolsa que contenía los pedazos de material roto, colocándola en el lugar en donde todo el polvo y objetos inútiles estaba apiñados unos sobre otros, prosiguiendo a limpiar el viejo y añejo estante que bien podría servir mejor como leña para el fuego, quito el tablón roto dejando al descubierto parte del fondo del estante, la cual parecía estar hecha de dos colores, uno de café oscuro y el otro de café claro.
Miro a su alrededor para asegurarse de que nadie le observaba, clavo las uñas en la separación de la madera y tiro con fuerza de este, después de cinco minutos de jaleo la joven logro desprender el viejo pedazo de madera, cayendo de sentón al suelo.
"¿Estas bien?" pregunto Lilian inmediatamente
"Creo" contesto Lilia encogiéndose de hombros
"¿Qué es eso?" cuestiono Keara mirando el pedazo de madera que pendía de las manos de Lilia
Antes de que volviera a cuestionarle la joven se puso de pie y observo con detenimiento el estante, estaba vació en su totalidad, lleno de polvo y gusanos que carcomían por dentro la madera.
"¡Que asco!" exclamo James al ver los gusanos blancos moverse en sus regordetes cuerpos
Lilia sonrió delicadamente asintiendo, con el pedazo de madera viejo golpeo la pared del estante haciendo caer a los gusanos.
"¡Por Dios…eso asqueroso!" se quejo Liliana
Se apresuro a meter todos los bichillos rechonchos que se movían insistentemente hacia diversos lados en un similar ritmo, tiro la bolsa al suelo ignorado las miradas de asco que los demás lanzaban. En la esquina inferior derecha había un gran variedad de larvas en vías de crecimiento, los huevesillos blancos de los gusanos se apiñaba unos sobre otros creando montecitos blancos, del lado contrario una negra y horrenda cosa hecha alguna vez de tela, sintiendo el asco atravesado en la garganta la chica lo tomo con la punta de sus dedos, debajo de la manta negra que le cubría había un pedazo de papel, era increíble que sobreviviera casi entero a pesar de haber convivido durante años, quizás siglos con aquellos gusanos.
Lo saco delicadamente del lugar era una escritura muy antigua, no entendía lo que decía, era griego, hebreo…tal vez latín, no lo sabia, tomo la hoja por la punta de la esquina, algo mas resbalo por el dorso de su mano hasta el suelo, frunció el ceño ligeramente, se agacho para tomarlo.
Era una vieja carta, la figura de la pica se dibujaba en el anverso insistentemente en todos dorados, ahora cobrizos apagados, el intenso color rojo del fondo se había ido opacando lentamente tras el paso de los años mostrando el ahora añejado vino, puso la mano de golpe sobre la carta, un raro cosquillo le recorrió el miembro, ignorando aquel suceso se dispuso a voltear la carta, algo golpeo a su cerebro inmediatamente pues un intenso mareo le sobrevino, fue como si una helada y fuerte corriente de viento le hubiera tocando el cerebro, en un desesperado impulso aventó la carta de nuevo al suelo, esta se elevo algunos centímetros, rodó sobre sus puntas, para volver a caer.
Iluminada por un tenue rayo de luz de luna creciente la aterrante imagen de la carta se vislumbro para sus ojos, en letras retorcidas y antiguas se leía con total claridad "Le Maison Diev"
Se levanto completamente desconcertada y ligeramente asustada del suelo, dio dos pasos hacia atrás velozmente logrando aventar con el impulso de sus talones la bolsa negra de los gusanos.
"Eres tu la que dejas todo desordenado, deberías de poner todo en un lugar" gruño Lilian
"¡Eso no es mió!" chillo el joven
"Claro que es tuyo ¡mira!" le regaño Lilian tomando la bolsa negra y aventándosela a la cara
Sirius logro desviar la bolsa en el vuelo haciéndola caer bastante lejos de él, desparramando los gusanos en suelo.
"¡Eres una torpe!" bramo Liliana furiosa
Con los ojos aun sobre la carta Lilia dio media vuelta para observar la pelea que comenzaba a iniciar, Gryffindor VS Slytherin ambos bandos se alzaban imponente los unos contra los otros, aun sin varitas se atacaban sin piedad defendiendo un supuesto orgullo y razón.
Los trapos y las escobas se alzaron como armas principales de aquel encuentro, los palos de dos escobas chocaron fuertemente, algo la impulso a cerrar los ojos, repentinamente una intensa luz le enfoco fuertemente, el viento soplo sobre su cara.
Un fuerte choque metálico se produjo cerca de ella, dos espadas se cruzaban brillando intensamente bajo el sol, el campo de batalla estaba lleno de cuerpos putrefactos, hacia muy poco que había iniciado la masacre, cada muerto desprendía de su cuerpo el olor de la avaricia.
Lucius tiro de Liliana fuertemente del brazo, ahora sus ojos vislumbraban una vieja y sucia cueva, el calor la sofocaba, alguien gritaba fuertemente desgarrando al viento y perforando las paredes de roca caliza, había una maquina de tortura en movimiento, un alma imploraba al cielo no ser justiciada por la locura del poder.
Severus y Remus discutían abiertamente, una nebulosa neblina le rodeaba, la finísima copa de cristal fue a estrellarse contra la pared, el vino tinto que había yacido en ella descendía vertiginosamente por la pared manchando telas y tapices sumamente caros, dejando en ellos el claro sentimiento de traición.
La puerta se abrió repentinamente, Lucius sujetaba firmemente a Liliana, Snape rebusco entre sus ropajes, la mujer se acerco a ellos con paso firme, una botella de cristal centello entre los dedos del joven, la mujer se acerco a los chicos que discutían con tablas de madera en mano, Snape aventó la botella hacia los merodeadores, todos los demás se taparon el rostro con las negras capas.
Un suave movimiento de varita atrajo la botella hacia la mujer, la botella resbaló de la mano blanca de la profesora, el contenido de desparramo sobre el suelo sin causar daño alguno, la mujer frunció el ceño molesta, agito nuevamente la varita para limpiar el lugar.
"Son…" su voz se vio opacada por un corto en el hechizo, la poción expulso un humo violeta que envolvió a la mujer, quien se llevo una mano a la cabeza.
Todos los jóvenes se taparon la nariz, olía a una mezcla de coles con repollo demasiado cocidas. El humo se disipo lentamente, estaban todos dispuestos a escuchar las quejas y regaños de la profesora de adivinación, sin embargo esta cuando abrió los ojos, les miro uno a uno atentamente, en un andar rígido y osco.
"¡Impíos!" bramo una grave voz "Caiga el vilipendio y la calamidad sobre los alevosos"
Sobraba decir que todos miraban a la mujer desconcertados ¿Qué la había puesto así?
"¡Os convoco ante el tribunal de la justicia!" siguió la mujer
Lucius dio un paso hacia enfrente para ayudar a la profesora a recobrar su verdadero yo
"No traten de huir, pues mis aldabas resonaran hasta el fin de las tierras, os emplazo de aquí a un año" afirmo la mujer fieramente "Que la mano del destino sea mi testigo, que de aquí a un año, todos estarán muertos"
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Las confesiones de Kirsche:
¡Si! Lo termine! Weeei, el primer capitulo de una….espero yo GRAN saga, iniciando como de costumbre con mas preguntas y dudas que respuestas XP¡Seeeiii! Espero que les haya agradado este primer interesantísimo capitulo, . Lo se u.u se que deberia estar trabajando en mis otros fincs (ya oigo las palabras de mis lectores de otros fincs XP) o de perdis estudiando sin embargo la idea me ha surgido en la cabeza y aquí me tienen, esclavizada a ella hasta terminarla XD.
Osh...casi lo olvido, el titulo ¡No atentare contra las creencias de nadie! es que...se me ocurrio y me encanto como sonaba (si tiene relacion con el finc, pero nada del otro mundo, mas adelante les explicare)
Pues espero Reviws! please no sean malitos ¡Dejen reviews!
-
MOS
