Colina Funbari

Capítulo 1.- Nuevo.

A penas había llegado a esa ciudad el día anterior, no por decisión propia, le encantaba Izumo por su quietud, pero sus abuelos deseaban que estudiara en un mejor colegio, y qué mejor que el Colegio Privado Shinra en el Distrito de Saitama para darle una buena educación a su nieto, bueno, a sus nietos. Su hermano vivía en un lugar llamado Colina Funbari en esa vieja pensión desde hace un año, sus abuelos la habían rentado y lo habían enviado antes a estudiar en ese colegio, estaba completamente cómodo pues tenía toda una casa para él solo, y no le molestaba que ahora su hermano menor viviera con él, pero sabía que extrañaría un poco su soledad. Yoh Asakura y Hao Asakura, nacieron siendo gemelos pero siempre habían tenido gustos y mentalidades diferentes, incluso su apariencia era un poco diferente, a Yoh le gustaba el cabello al hombro y la ropa cómoda como los jeans y los pants, a Hao le gustaba el cabello tan largo como podía y la ropa casual pero elegante. Nunca habían sido muy unidos, llevaban una relación buena, pero no demasiado íntima, y ahora que sus padres habían enviado a Yoh a vivir con él, sabían que tendrían que convivir un poco más.

Así serán las cosas de ahora en adelante –dice el mayor de los gemelos con una pequeña sonrisa en el rostro- mañana comienza el nuevo año escolar, así que tendrás que hacer un esfuerzo enorme por levantarte temprano, la escuela queda un poco más lejos que la escuela de Izumo, y no podemos llegar tarde.

Por qué me dices eso? –dice el menor de los Asakura con un pequeño puchero dibujado en el rostro- soy capaz de levantarme temprano para ir a la escuela, no es necesario que me lo digas.

Lo digo porque te conozco hermanito –dice el joven de cabello largo esbozando una sonrisa- y sé que a pesar de tu edad sigues siendo el mismo niño perezoso.

No tengo 5 ¬¬, tengo 16 –dice el joven de cabello corto con una mirada de inconformidad- y soy un poco más responsable que antes.

Tú lo has dicho, un poco –sonríe el mayor de los gemelos y camina hacia su habitación- será mejor que hoy duermas temprano, no querrás asistir a clases aún con sueño, que descanses –el joven entra a su habitación cerrando la puerta corrediza detrás de él.

Ese era sólo el principio de su nueva vida. Ya comenzaba a extrañar la vida en Izumo, y no por vivir en esa enorme y lujosa mansión tradicional, ni por los lujos con los que se rodeaba su familia, sino porque Izumo era un lugar que le brindaba mucha paz, después de todo Colina Funbari estaba en la ciudad, aunque debía reconocer que siendo parte de la ciudad era un lugar agradable y hasta cierto punto pacífico. Si lo pensaba bien, extrañaría pocas cosas de Izumo, en la escuela donde estudiaba no había hecho amigos, por lo que siempre se la había pasado solo, antes de que Hao se mudara, era la única persona con la que conversaba en la escuela, y en ocasiones no podía porque, por su mentalidad, Hao siempre se había identificado con sus compañeros de mayor edad, y podía encontrársele con frecuencia conversando con ellos muy plácidamente. Al igual que Yoh, Hao no había hecho amigos en Izumo a pesar de sostener largas conversaciones con sus compañeros mayores, pero en ese prestigioso colegio había logrado hacer algunos, mayores que él y de su edad.

Pensando en todas esas cosas no midió el tiempo y se quedó dormido hasta tarde, por la mañana la alarma de su despertador sonó y el ruido era como un martillo golpeando su cabeza. De mala gana silenció el ruido infernal, y de la misma forma se levantó para arreglarse e ir a la escuela con su hermano, recordó que debía usar uniforme, en Izumo iba con ropa casual a la escuela, y ahora lo obligaban a usar un ridículo e incómodo uniforme. Cuando estuvo vestido bajó al comedor, donde su hermano ya tenía listo el desayuno, se sentía de nuevo un poco como cuando eran niños y se quedaban solos en casa, Yoh sabía cocinar también, pero a veces le daba tanta pereza que su hermano mayor cocinaba para ambos.

Apresúrate a desayunar –dice el mayor de los jóvenes mientras coloca un plato en frente de su hermano y se sienta sobre un cojín frente a la mesa- es el primer día y tenemos que dar una buena impresión.

No me importa qué impresión tengan de mí –comienza a comer un poco de arroz- yo siempre seré yo, piensen lo que piensen.

Jeje, sigues siendo un niño –bebe un poco de té con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro.

Terminando el desayuno se dirigieron lo más rápido posible hacia la escuela. Yoh seguía algo extrañado, aquél lugar era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, Izumo era un pueblo, en Saitama se sentía extraño porque había más ruido, más autos, más gente. No fue sino hasta que llegaron a la escuela que comenzó a sentirse un poco familiarizado, ver estudiantes, áreas verdes, profesores, las canchas deportivas, la alberca, el gimnasio, todo lo que veía lo hacía sentirse un poco menos incómodo, porque realmente no era de esos estudiantes que amaban la escuela o la sentían como su segundo hogar, la escuela le daba pereza, pero se mentalizaba pensando en que tal vez podría encontrar algo interesante en una escuela de la ciudad para hacer su estancia menos aburrida, incluso, en que podía hacer algunos amigos.

Se dirigieron al salón de clases 201-B, el menor de los gemelos entró con una actitud despreocupada y una expresión de aburrimiento detrás de su hermano mayor, Hao por su parte entró con una pequeña sonrisa en el rostro, parecía que buscaba con la mirada a alguien, saludó educadamente a algunos de sus compañeros dándoles los buenos días y éstos al ver a Yoh lo interrogaron por él, después de explicar quién era el joven pasó a su asiento, dejó su mochila y se dirigió al asiento de su hermano, que se encontraba tres pupitres detrás del de él.

El profesor te presentará con el resto del grupo –de pie frente a su hermano.

Da igual –dice el menor recostándose en el pupitre sobre sus brazos mientras cierra los ojos- tomaré una siesta hasta que llegue.

No querrás que te encuentre así el profesor –dice el joven de cabello largo de nuevo buscando con la mirada.

No me importa –aún en la misma posición, Yoh suelta un suspiro de cansancio y oculta su rostro entre sus brazos- sólo quiero dormir…

Por eso te dije que no te durmieras tarde –Hao continúa buscando con la mirada, y de vez en cuando desviando su mirada hacia la puerta- iré a otro salón, regresaré antes de que el profesor llegue, procura no roncar. –el joven deja escapar una pequeña risa y sale del salón de clases.

Parecía que el menor de los gemelos no había puesto atención a lo último que había dicho su hermano, pues ya sentía más pesados los ojos y comenzaba a perderse en un profundo sueño. El gusto le duró poco, pero esa pequeña siesta de diez minutos le había ayudado mucho. Cuando su hermano lo despertó ya todos los pupitres estaban ocupados y el profesor ya había llegado, saludó a los alumnos y anunció que había un nuevo estudiante en el Colegio, le pidió amablemente a Yoh que pasara al frente y así lo hizo.

Su nombre es Asakura Yoh –dijo el profesor anotando el nombre del joven en el pizarrón- él viene de Izumo como podrán ver es el hermano de su compañero Asakura Hao, espero que todos se lleven bien con él y lo reciban amablemente, cuando necesite algo ayúdenlo en lo más que puedan.

Yoh se dirigió a su asiento, no sin antes desviar su mirada hacia una persona que había llamado su atención desde que el profesor comenzó a presentarlo al grupo. Una joven rubia de ojos color miel que destacaba de entre todos sus compañeros era el objeto de su distracción. No la había visto, al parecer cuando llegó con Hao ella aún no había entrado al salón de clases, estaba sentada en medio de la fila de al lado, su dorado cabello un poco abajo del hombro, la expresión seria de su rostro, las largas pestañas que adornaban esos hermosos ojos claros…jamás le había pasado algo así, cada facción del rostro de la joven lo cautivaba, le parecía la mujer más linda que había visto, habían chicas bonitas en su escuela en Izumo, pero hasta ese momento no se comparaban en nada con aquella joven rubia.

Las clases comenzaron y para él no eran tan distintas de las clases de su antigua escuela, le parecían igual de aburridas, pero precisamente por ese aburrimiento, se daba el lujo de no poner mucha atención y desviar frecuentemente la mirada hacia la joven objeto de su distracción. Por lo que observaba ella no hablaba mucho con sus compañeros a excepción de algunos, entre ellos convenientemente su hermano. Parecía que sólo les dirigía la palabra para preguntarles algo de la clase, no hablaban mucho porque eso le molestaba al profesor, pero notó que uno de sus compañeros le hacía pequeñas bromas en ocasiones, las cuales a ella parecía no causarle mucha gracia. Y así pasó el resto de la clase hasta el receso, se puso de pie y le dijo a Hao que se adelantaría para pasar al baño, quedaron de verse en el patio de la escuela, en una de las áreas verdes en la que tomó asiento debajo de un frondoso árbol, recargándose en él con las manos detrás de la nuca y mirando al cielo.

Tú eres el chico nuevo de la clase, no? –preguntó una joven inclinándose un poco frente a él, quien sorpresivamente resultó ser la joven que llamó su atención.

E-Eh sí! –dijo el joven poniéndose de pie nerviosamente, temía que su compañera hubiera notado que la miraba mucho en clases- soy Asakura Yoh, mucho gusto –esbozó una peculiar y nerviosa sonrisa para la joven.

Soy Kyouyama Anna, mucho gusto –respondió al saludo del joven dejando mostrar una pequeña sonrisa que al menor de los Asakura le gustó, pero al mismo tiempo le sorprendió, pues a juzgar por la expresión de la joven en clase, le sorprendió que ésta pudiera sonreír- puedo sentarme?

C-claro! –se sentó de nuevo bajo el árbol sin quitarle la mirada de encima a la rubia, ella tomó asiento aproximadamente a un metro de distancia de él.

Trajiste algo de almorzar? –dice la joven mientras abre cuidadosamente su obento, una especie de caja de tamaño mediano en donde estaba su almuerzo perfectamente organizado.

No, en realidad no, pero tal vez mi hermano haya traído algo de comer –sin dejar de mirar a la joven.

Hao? –abre con cuidado un termo y sirve un poco de té en la tacita integrada en él- No, no suele traer almuerzo, casi siempre compra algo en la cafetería y come al aire libre –extiende el brazo con la taza en la mano hacia el chico nuevo- gustas?

No, muchas gracias, provecho –sonríe y la chica bebe un poco de su té- y… desde cuándo conoces a mi hermano?

Desde que llegué a ésta escuela, a mitad del año escolar pasado –bebe otro poco de té- él fue la primer persona que comenzó a hablarme, como verás, también fui la nueva hace poco.

En serio? –se endereza un poco- debió ser difícil al principio.

Sí, un poco, el cambio de ambiente es lo difícil –bebe otro poco de té- pero te acostumbras.

Cambio de ambiente? –mirándola con curiosidad.

Mi prima y yo nos mudamos de Aomori –mira un momento la pequeña tacita que sostiene- alguna vez has estado ahí?

Sí, mi abuelita es originaria de Aomori, cuando mis padres y mis abuelitos tienen negocios nos llevan –sonríe un poco- también hemos estado de vacaciones.

Bueno como ya sabes, es muy diferente a éste lugar –bebe un poco de té y su mirada se pierde en el horizonte- Aomori es un lugar mágico para mí, amaba vivir ahí, y ahora sólo podré estar de visita en vacaciones.

Entiendo, me siento igual desde que llegué aquí –mirando al frente.

Izumo también es un lugar especial –bebe un poco de té- tiene algo de magia, como el Monte Osore.

Vaya, veo que ya se conocieron –el joven castaño de cabello largo caminaba hacia ellos con dos almuerzos en las manos, extiende el brazo y le da uno a su hermano menor- toma, no acostumbro traer el almuerzo.

Compras en la cafetería y comes al aire libre –interrumpe con un tono alegre el menor de los gemelos.

Sí, te lo dijo Anna? –mira a la joven rubia con una sonrisa en el rostro.

Sí, ella me dijo –ríe un poco.

Je, es muy lindo de tu parte el ayudar a Yoh a integrarse –dice el joven de cabello largo mientras se sienta entre Yoh y Anna- siempre dije que debajo de tu apariencia escalofriante eras una delicada y amable princesa –coloca su brazo alrededor del cuello de la joven rubia mientras su hermano menor lo mira extrañado, esa clase de comportamientos no eran muy comunes para la gente de su país a menos que fueran muy cercanos- por eso te hice mi novia –mira a la joven con una sonrisa y le da un pequeño beso en la mejilla.

Su novia?... –piensa el menor de los Asakura mientras los mira confundido, y ciertamente decepcionado.

Basta Hao –retira el brazo del joven de su hombro con una expresión de molestia- no es correcto que nos vean así.

No importa, todos saben de nuestra relación –sonríe mientras abre su almuerzo- aunque a algunos no les parezca… -el joven cambia un poco su expresión mirando hacia lo lejos a un grupo de jóvenes jugando basket ball.

No discutiré sobre eso –la joven bebe otro poco de té- son mis amigos, y si tú y ellos no se llevan bien no es mi problema, yo tampoco le agrado a tus amigas pero no me meto con ellas.

Tranquila, tienes razón –dice el joven de cabello largo mientras abre una lata de té helado- no discutiremos por cosas así.

Ehh… -rompió su propio silencio el menor de los hermanos, con un tono algo nervioso- desde cuándo son novios? –expresa con una pequeña sonrisa, su rostro mostraba algo de confusión, nervios y decepción.

Desde hace seis meses –el gemelo mayor bebe un poco de su té y mira a su hermano con una sonrisa- mis abuelos y padres saben de Anna, tú no sabías porque, pues, no hablamos por teléfono jeje.

Ahh! jeje, ya veo –el joven abre su té helado también y bebe un poco para evitar hablar más, sabía que su hermano siempre había sido popular entre las mujeres, pero el que tuviera a una novia tan bonita, y que tristemente le había gustado a él, aún no podía digerirlo.

Haremos una fiesta en la pensión –dice Hao mientras abre una caja con arroz blanco- el viernes, para integrarte al grupo, no puedes andar por ahí solo y sin hablar con nadie en la escuela.

Q-Qué? Una fiesta? –el menor bebe otro poco de té- no lo sé…

Será divertido –la joven rubia lo mira y bebe un poco de su té- yo tampoco soy muy sociable que digamos, pero te presentaremos a nuestros amigos, el resto del grupo nos da igual.

E-está bien –el menor de los gemelos sonríe nerviosamente, pero alegre de que la rubia se preocupe por integrarlo.

El almuerzo se les había ido como agua, cuando menos lo esperaron ya había terminado. Seguía sin poder quitarle los ojos de encima a la rubia, pero se forzaba a sí mismo a hacerlo para evitar conflictos, recién había llegado y lo que menos quería era tener problemas con su hermano por una mujer con la que, tristemente para él, estaba desde hace seis meses. Era triste, pero si su memoria no le fallaba, nunca había tenido admiradoras como Hao, o una novia en toda su vida, y no envidiaba las admiradoras, para nada, a veces le parecía algo molesto, pero lo que si envidiaba era que su hermano ya hubiera tenido novias y él no, aunque tampoco quería tener una novia por tenerla, y en realidad nunca le había gustado una mujer como aquella rubia, Anna era la primera en quien se fijaba. ¿Qué tendría ella que no tuvieran otras? Sí, ya había conocido a chicas muy bonitas, pero no se había fijado en ninguna de ellas, todas le daban igual. Ese pensamiento le hacía creer que, como le había dicho su hermano, mentalmente aún era un niño, pero no le incomodaba, era feliz siendo como era, aunque no tuviera una linda novia como Anna.

Al final de las clases algunos de sus compañeros se acercaron a Anna, hablaban con ella y de vez en cuando miraban a Yoh, lo cual le incomodaba al chico nuevo, después de unos minutos la joven se acercó a él poniéndose de pie al lado de su asiento mientras él guardaba sus cuadernos.

Ven, te presentaré a mis amigos –Yoh se pone de pie y la sigue- ciertamente son más agradables que los amigos de Hao… -dice la joven en voz baja dejando escapar un suspiro antes de llegar al lugar de sus amigos- los presento oficialmente, él es Asakura Yoh, hermano de Hao.

Y son igual de odiosos? O hay algo rescatable de éste? –dice un joven de cabello azul cielo alborotado mientras mira a Yoh de una manera algo despectiva, lo cual incomoda al castaño.

Usui Horokeu! Muestra más respeto –regaña una joven de cabello negro y corto (arriba del hombro) con una diadema, al lado del chico de cabello azul- es nuevo, aún no lo conoces y ya lo estás juzgando.

Lo siento Damuko jeje –mira a Yoh- me disculpo por la actitud, pero en verdad tu hermano es un odioso jeje, soy Usui Horokeu, puedes decirme Horo Horo –le dice con una sonrisa mientras se señala a sí mismo con el pulgar.

Hola! –dice la joven de cabello negro de pie al lado de Horo Horo- Mi nombre es Kurobe Tamiko pero Horo Horo me llama Damuko, tú dime como gustes –sonríe- no dudes en llamarme si se te ofrece algo.

Mucho gusto –dice un joven de cabello y ojos verdes- mí nombre es Lyserg Diethel, sé cómo te sientes, hace dos años fui el nuevo, por eso si necesitas algo puedes decirme con confianza –termina de decir con una sonrisa gentil.

Yo soy Tao Ren –dice un joven de expresión seria, ojos dorados y cabello azul oscuro peinado en un piquito- llegué al mismo tiempo que Lyserg, mucho gusto.

Yo soy Oyamada Manta –Yoh escucha una voz proveniente casi del suelo, mira hacia abajo y encuentra a un joven muy bajo de estatura, con el cabello castaño claro y arriba del hombro- soy el presidente de la clase, cuando gustes y lo necesites puedo orientarte con los temas de la case –sonríe.

Mucho gusto a todos –dice con una sonrisa sincera el joven castaño- muchas gracias jeje.

Era un poco extraño para él, el hecho de que lo recibieran tan amablemente, que le ofrecieran ayuda, que le sonrieran, simplemente el hecho de que le dirigieran la palabra. Estaba acostumbrado a ser un cero a la izquierda, ahora que sus nuevos compañeros de clase se mostraban tan cálidos con él, era algo que no había vivido antes, era una sensación extraña, pero muy reconfortante.

Miró por la puerta y al verlos reunidos dudó en acercarse, con un gesto de fastidio, el novio de la joven rubia se acercó a aquél grupo de personas desagradables para él.

Nos vamos? –acercándose a su novia- Tamao dijo que te esperaría en la entrada, hablaba con sus compañeras.

Pues si va a esperarla, que se quede hasta que lo desee –el joven de cabello azul se dirige a Hao con un tono algo desafiante- seguro atiende asuntos de la escuela.

No creo que Tamao tarde tanto –dice el mayor de los Asakura con una sonrisa fingida- además regresan solas a casa y es peligroso para ellas…

Si ese es el problema podemos dejarlas en su casa nosotros –dice el joven de ojos dorados con una expresión seria.

Bien puedo hacerlo yo –sonríe desafiante mientras comienza a sentirse más tensa la atmósfera entre aquellos jóvenes- por algo soy su novio.

Basta, no pienso soportar esto diario! –la joven rubia toma sus cosas- nos vemos mañana –dirigiéndose a sus amigos para después caminar molesta hacia la puerta.

Anna espera –camina hacia ella el joven de cabello largo.

Nos vemos mañana, mucho gusto! –se despide animado el menor de los gemelos para seguir a su hermano, quien se ve algo angustiado por la actitud de su novia.

Anna! –toma del brazo a la joven rubia pero ésta retira su mano en cuanto la siente- Qué te pasa?

Qué me pasa? Hao es bastante desgastante que siempre tengan qué hacer lo mismo! –dice la joven molesta mientras el hermano menor de su novio observa detrás de él.

Tranquila, lo siento –toma de los hombros a la joven- prometo controlarme y evitar conflictos, no armemos un escándalo en la escuela.

Siempre dices lo mismo –da media vuelta y camina hacia la entrada de la escuela- apresúrate, Tamao debe estar esperando.

Y así era, una joven de menor edad con cabello corto y rosado, al igual que sus ojos, esperaba en la entrada de la escuela sosteniendo su mochila frente a ella. Su expresión era relajada, cuando vio a la joven rubia acercarse sonrió mientras esperaba, al mismo tiempo notó que había alguien más con su prima y su novio, alguien idéntico a Hao.

Es mi hermano –sonriéndole a la joven de cabello rosado- su nombre es Yoh, estudiará aquí también.

Hola, mucho gusto –mirando a la joven de cabello rosado- soy Asakura Yoh.

M-mucho gusto –dice tímidamente la joven pelirosa- soy Tamamura Tamao, prima de Anna.

Vámonos Tamao –dice la joven rubia con un tono tajante- tenemos que apresurarnos, tengo mucha tarea –comienza a caminar alejándose de su prima y los gemelos.

A-Anna-san, espera! –camina presurosa hacia su prima, pero el novio de la chica se adelanta y la toma del brazo.

Hao suéltame! –ordena volteando molesta hacia su novio, y no era para menos, espectáculos como ese los veía frecuentemente, y era algo que ella no podía soportar.

Anna espera! –sin soltarla- Ya te pedí una disculpa, no hagas esto más grande de lo que es por favor.

Más grande? –mirando molesta al joven- en verdad Hao, no sé si estoy dispuesta a soportar cosas como esa diario, y sabes que no sólo me refiero a sus miradas retadoras y a las pocas palabras que cruzan, siempre tengo que elegir entre estar con ellos o contigo, no tengo elección!

Y… -comienza una conversación el menor de los gemelos mientras no deja de mirar a su hermano discutir con Anna- así son siempre?

–la joven pelirosa suelta un suspiro- la mayoría del tiempo, Hao-san nunca se ha llevado muy bien con los amigos de Anna-san, y siempre discuten porque ella tiene que dividirse.

Eso es lamentable –aún mirando la escena- deberían hacer lo posible por evitar conflictos, vivir peleando no es vida jeje –la pareja baja la voz y la pelea se detiene, Hao habla unos momentos con su novia y se acerca a Yoh.

Yoh quiero pedirte un favor –mirando a su hermano menor- podrías llevar a Tamao a su casa?

Qué? –extrañado por la petición de su hermano.

Iré a hablar con Anna a un lugar más tranquilo –mira de reojo a la joven rubia y vuelve la vista hacia su hermano- llegaré más tarde a casa, podrías hacer eso por mí?

Eh… claro

Y así extrañado, caminó junto con la joven pelirosa acompañándola a su casa. No hablaron mucho en el camino, a penas se conocían, y la cabeza de Yoh iba ocupada pensando en su hermano y su novia, ¿a dónde habrían ido?

Eh…estamos cerca Yoh-san –dice tímidamente la joven.

Eh? –sale de sus pensamientos- "san"? Ahora que lo recuerdo, también te refieres así a Anna y Hao, qué a caso no tienen confianza?

N-no es eso, es que ya estoy acostumbrada a llamarlos así –dice con una pequeña sonrisa- después de todo, ustedes son mayores.

Qué edad tienes? –mirando con curiosidad a la chica.

Cumplí 13 éste año –sonriendo un poco.

Ahora entiendo jeje –mira de nuevo al frente llevándose las manos detrás de la nuca- no tienes que ser tan respetuosa conmigo, puedes llamarme Yoh.

Se lo agradezco joven Yoh –sonríe un poco nerviosa y mira de nuevo al frente- ya llegamos.

Vaya, no viven muy lejos de la escuela –mirando la casa- por la insistencia de Hao de acompañarlas creí que estaría más retirada.

No, el joven Hao es así desde que lo conocimos –caminando hacia la entrada- a veces siento que sobreprotege a Anna-san –abre la puerta- gusta pasar? Supongo que estará solo en casa algunas horas, puedo preparar algo de té y algo de comer.

Ah… no lo sé –pensando en que Anna podría regresar en cualquier momento y preguntarse qué demonios hacía él en su casa- no quiero causar molestias.

No es ninguna molestia –sonriendo- para mí es un placer cocinar.

Eh…creo que puedo quedarme un rato.

Su vista permanecía en la ventana desde que habían llegado, no había tocado el frappé que le sirvieron, deseaba saltarse aquella charla, no estaba ahí precisamente por gusto, eran tantos los problemas que había tenido en su vida que lo que menos deseaba era lidiar con otros más a diario, problemas que consideraba estúpidos.

Sé que estás molesta por mi actitud –dice el joven mientras mueve la cuchara dentro de su taza de café- pero prometo evitar problemas desde hoy…

Cuántas veces he escuchado eso desde que estamos juntos? –hablaba sin mirarlo, con la mejilla recargada en la mano, aún distrayendo la mirada con el exterior.

Anna, entiéndeme un poco también –mirando con insistencia a la joven- no soy el único que busca las peleas.

Eso lo sé perfectamente –aún sin mirarlo deja escapar un suspiro de pesadez- me molesta que no hagas el intento de llevarte mejor con ellos, o simplemente de no pelear, no haces el intento ni por mí.

Lo siento mucho –dejando de lado su taza de café, toma la mano de su novia- sabes que haría cualquier cosa por ti, pero esto no depende sólo de mí.

Claro –retira la mano- ellos también tienen la culpa, pero no me cansaré de decirles que los estúpidos problemas que hayan tenido en el pasado me importan un comino.

Anna tranquilízate, sabes que estoy siendo sincero contigo, haré lo que pueda… -mirando afligido a la joven.

Ahh… nos vemos mañana –se levanta se su asiento.

Espera, te llevaré a casa –se levanta.

No, quiero ir sola, gracias…

Vaya, suena reamente problemático ser presidente de la clase –dice el joven castaño para después sorber un poco de té.

Para los demás lo es, pero es algo que a mí me gusta –la pelirosa sonríe y bebe de su té.

Jeje, eso es para la gente inteligente y responsable de la clase, yo nunca sería presidente –sonríe- ese cargo me da mucha pereza.

A la mayoría jeje –sonríe la pelirosa.

Por cierto, tú no tienes novio? –pregunta con inocencia el joven castaño.

Eh? –la chica se sonroja ante tal pregunta, nunca había sido popular entre los chicos y, sobre todo, era demasiado tímida como para hablarles- n-no, me temo que sólo Anna-san.

Jeje, ya veo –bebe un poco de su té- supongo que aún eres pequeña para esas cosas, seguramente aún ni te interesan jeje.

Jeje –sonríe nerviosamente la pelirosa, no era que no le interesaran, simplemente aún no encontraba a alguien que le llamara la atención, hasta ahora…- y qué hay de usted joven Yoh?, claro, si puedo preguntar…tiene novia?

Yo? –mirando con sorpresa a la joven- no, me temo que no he tenido en toda mi vida jejeje.

En serio o.o?, creí que tenía.

No, aún no se da la oportunidad jeje –sonriendo.

Bueno, pero imagino que debe haber alguna chica que le interese –mirando con curiosidad a Yoh.

Eh? –el comentario de la joven lo hizo sonrojarse inevitablemente, ¡claro que le interesaba una chica!, pero no podía permitir que Tamao se enterara de que esa chica, era precisamente su hermosa prima- B-bueno, y-yo…

Ya llegué… -se escuchó una suave voz desde la entrada de la casa.

Bienvenida! –la pelirosa se pone de pie y camina hacia la entrada.

Oí voces, con quién estabas hablando? –camina con su prima hacia el comedor y ve al gemelo de su novio sentado.

Ah…hola Anna ñ n –dice nervioso mientras se rasca un poco la cabeza.

Yoh? Qué haces aquí? –mirándolo un poco sorprendida.

Se quedaría solo en su casa porque estarías con Hao-san –camina hacia la cocina- así que lo invité a tomar un poco de té.

Ya veo –deja su mochila en el suelo y se sienta en un cojín frente a Yoh.

P-pero imagino que Hao ya va camino a casa –se pone de pie nervioso- será mejor que me vaya, muchas gracias y disculpen las molestias.

Te vas tan pronto? –dice la joven rubia acomodando su falda.

E-eh, es que no sé cómo se ponga Hao cuando regrese y no me encuentre –mira a Anna algo sonrojado- si se entera que estuve aquí, no quiero que piense mal de mí.

Sobre qué? –la joven rubia mira a Yoh con una sonrisa pícara- temes que piense que viniste a cortejarme en su ausencia?

A-algo así, n-no quiero que piense mal! –agitando las manos en señal de negación, con la cara llena de un tono carmesí.

No te preocupes por eso –dice la joven sonriendo mientras busca algo en su mochila- si te interroga yo le diré que te invitamos a comer.

M-muchas gracias, pero no quiero que tengan conflictos por mi culpa –dice con un tono serio y algo desanimado.

Más de los que ya tenemos, no creo –suspira y lo mira de nuevo- Tamao es buena cocinera, qué dices?, te quedas a comer?...

Percibía que las intenciones de la joven eran buenas, pareciera que le interesaba mucho integrarlo, tal vez porque ya había pasado por esa situación y quería hacerlo sentir cómodo siendo el "nuevo" de la escuela. Ante su sincera invitación, Yoh no pudo rechazarla y se quedó a comer con sus nuevas compañeras. Nunca se había sentido tan bien, el recibimiento de sus compañeros, incluyendo la invitación de Anna y Tamao a comer, eran cosas a las que no estaba acostumbrado, pero a pesar de que todo aquello era algo nuevo para él, se sentía muy bien, al final sentía que encajaba en un lugar, y por fin sabía lo que era tener amigos, o por lo menos buenos compañeros.

Continuará…