Drabble

El pelirrojo miró su reloj y desistió de su propósito. La interferencia se escuchaba otra vez. Lentamente se dirigió de nuevo hacia su apartamento, preguntándose si podría volver a ver a sus viejos amigos. Deseaba quitarles de encima las garras del mundo en el que estaban, sin otro propósito más que entretener.

Se recostó en su cama observando al techo, pensando en sus amigos. Pensaba que era sumamente injusto que fueran utilizados como diversión, confinándolos a ser marionetas por siempre. Deseaba que fueran libres como él lo era ahora. Sonó el teléfono. Su jefe le ordenó presentarse al trabajo inmediatamente.