Hola

Este fic participa en "El mini-reto del mes de Marzo: Drabbles" del foro de Inuyasha "Hazme el amor"

Inuyasha, su historia y los personajes que conforman el manga y el anime no me pertenece (¡que chasco!) Sino a Rumiko Takahashi. Yo me dedico hacer realidad las sandeces de mi sucia mente.

N/A: El personaje en el que se centra la historia es Ginta y se narra los pensamientos ocultos de este personaje. (Siempre pensé en su lado oscuro)

Las mujeres de Ginta

Allí la vi, preciosa y escultural: Ayame. No es un secreto para casi nadie de la tribu que desearía que Ayame y yo, tuviéramos… descendencia… osea que: Me gusta. Amo como es toda ella: pelirroja y alta, de brillantes ojos verdes y piernas… vaya que tenía piernas. Cuando ella volvió del seno de su abuelo, mi corazón se detuvo, ella, demasiado perfecta para ser real. Y no deja de mirarme con deseo y sé que quiere casarse conmigo pero tiene la obligación de casarse con Koga. Si yo tuviera su corazón, ¿creen que la dejaría ir?...

¡Sí!

La dejaría en menos de un segundo, si acaso, se sintiera infeliz conmigo yo iría hacia Inuyasha y secuestraria a Kagome. Poco me importa que Koga me persiga, y, tomen en cuenta que es el doble de rápido que yo y… pues, Inuyasha puede mover montañas, porque Kagome me ama. Con un poco de vista puedes ver como se me ofrece. ¡Vaya que me desea!

Y esa Sango, que intenta parecer indiferente a mí pero no puede negar que cuando me ve, se sonroja… Me ama y ese monje lo sabe y me odia por eso.

Rio con suficiencia mientras pienso ¿Con cuál me quedaré? Pobrecitas, me quieren tanto y yo no puedo tener más de una. Me acuesto en la hierba aprovechando que Koga y Hakaku fueron a cazar y uso los brazos de almohada. ¿Cómo no amarme? Soy casi perfecto: Hermosos ojos azules, cabello bicolor, cuerpo bronceado y… algo escuálido pero… ¡A las mujeres no les gusta los músculos en exceso!

Rio al pensar en Kagome con aquellas prendas diminutas, Sango que aunque con gruesas capas de ropa, se le notaba la figura y, Ayame… sin duda, la mejor de todas, con el mejor cuerpo, el cabello más sedoso y la piel más suave. La risa me sale de los labios que luego se hace carcajadas, hasta ser una risa casi estruendosa, pero no importa, estoy casi en la nada y nadie me escucha.

-¡Hey! ¿De qué te ríes? – Me sobresalto y paro de reír.

Inuyasha, el monje y su par de féminas, me miran con curiosidad. Koga que, abraza a Ayame de la cintura, me mira casi molesto, Ayame parece que va a reír y Hakaku, él que comparte mis deseos y ensoñaciones, estudia el cuerpo de las chicas con detenimiento y casi pe…

¿¡Está empezando sin mí!?

Fin

¡Gracias por leer!

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