autor: angel-Utau

dissclaimer: Vampire Knight no me pertenece, sino a Matsuti Hino, solo me pertenece la historia y sus respectivos OCs

palabras:1549


Capítulo 1: La llegada y un encuentro inesperado


Aidou paseaba por la calle principal de la ciudad; había salido con Akatsuki para encargarse de un nivel E y, aunque tenían ordenes explícitas de Kaname-sama para volver de inmediato se negó, por una vez a obedecerlas y una vez logró que Kain se fuera entró en su cafetería preferida ,se dejó caer en uno de los bancos del fondo del local y suspiró sonoramente.

Necesitaba espacio, no es que le molestara tener que hacer esa clase de trabajos si era lo que Kaname-sama quería, pero a veces su constante melancolía y su frío carácter le ponían nervioso, por no hablar de los problemas amorosos de Akatsuki con Ruka, y los de Ruka con Kaname, y la extraña relación de Rima y Shiki, el único que se libraba de esa tortura era Takuma, pero el solo estaba presente en el de sus dos amigos más cercanos, el debía de estar con Kaname-sama y con sus primos. Por eso le gustaba tanto ser el centro de atención de las chicas de la clase diurna, ellas estaban enamoradas de él, pero ninguna emoción aparte del orgullo a su persona estaba presente en Aidou, y de vez en cuando necesitaba un descanso de tanta fama.

-¿Perdone? ¿Va a tomar algo?- una voz femenina le sacó de sus pensamientos, logrando que abriera los ojos y la mirara. Morena con el pelo largo hasta la mitad de la espalda, un poco ondulado, de ojos azules, piel ligeramente bronceada, con algunas pecas entorno a su nariz, de estatura media.

-Si claro...una copa de helado de chocolate- tras el leve aturdimiento del principio logró dar una rápida respuesta y la vio alejarse a atender a otros clientes; debía de estar muy perdido en sus pensamientos para no haberse percatado de su presencia hasta haber escuchado su voz.

-No me lo puedo creer, atendiste a Aidou-sempai, pero que cara tienes, acabas de llegar y ya te permites estos caprichos.

-¿Ca-caprichos? solo he hecho mi trabajo... ni siquiera se...

-Te advierto Mei de que Aidou es mío, ni pienses siquiera en acercarte a él.

-¿Qué? No me interesa una persona con la que solo he compartido cinco palabras, pero tranquila aun puedes llevarle lo que ha pedido, todo tuyo...

La conversación de las dos chicas llegó hasta sus oídos y sonrió levemente de medio lado; era cierto que Akane mantenía alejadas al resto de sus compañeras de el cada vez que se encontraba de servicio y cuando ella no estaba, Yumi hacía exactamente lo mismo; ¡vamos!, el era Aidou Hanabusa, era completamente comprensible que todas las trabajadoras del local estuviesen locas por el, pero mantenían más las distancias que las alumnas de la clase diurna.

Esa chica... sería divertido hacer que se enamorara de él; sin prestarle la más mínima atención a Akane se dedicó a seguir deliberadamente los movimientos de esa tal Mei y ahora que estaba solo nadie podía impedir que se acercara a ella.

-Hanabusa- o eso creía hasta que Kaname apareció por la puerta y se acercó con la mirada mas impenetrable que había mostrado hasta ahora- creo recordar que te ordené volver de inmediato.

-S-ss-si yo etto... je je je- una risa histérica empezó a salir de su garganta acompañada del tartamudeo y la expresión de miedo y disculpa, hasta que otra mirada más dura por parte de Kaname hizo que bajase la cabeza-si, mis disculpas Kaname-sama.

-Vamos- y acto seguido salió del local seguido de Aidou, que, en el último instante, se giró para darle una última mirada a esa chica; se encogió de hombros apenado por tener que posponer su juego, pero volvería a por ella.


Con duda atravesó la verja principal de la Academia cross, tan nerviosa que los nudillos de la mano que sujetaba la maleta estaban blancos por la fuerte tensión que estaba ejerciendo sobre dicho agarre; localizó a un chico en la lejanía que parecía estar descansando y con cautela se acercó a el.

Cuando estaba un metro, el chico abrió los ojos y la miró con aire amenazador poniéndose en pie sin apartar su mirada de ella; cabellos plateados, ojos malva, alto y de buena constitución, mostrando, pese a sus ojos, tranquilidad. Estaba a punto de sermonearla cuando reparó en la maleta que sostenía.

-¿Eres la nueva estudiante verdad?

-Si, perdón por importunarte, pero no se como ir a la oficina del director y esperaba que alguien pudiese ayudarme...-

-tsk, ese idiota... no se molesta ni en dar indicaciones, siempre tengo que hacerlo yo todo... sígueme.

Anduvieron unos minutos en silencio hasta que harta de este decidió hablar.

-¿Qué es eso que llevas en el brazo?-señaló la banda blanca

-Es un elemento de distinción para los vigilantes, de modo que no se nos pueda confundir con el resto de alumnos.

-Entiendo ¿y que hacen exactamente los vigilantes?

-Velar por la seguridad de la academia, controlar que los estudiantes no se salten las normas, respeten el toque de queda y ayudar a los de la clase nocturna para que las de la diurna no los maten cuando van de los dormitorios de la luna a las aulas.

-¿Eh? ¿Clase nocturna? Había oído algo acerca de una pero no lo comprendo ¿Porque no pueden dar las clases de día?

Zero se maldijo interiormente ¿Cómo podía haberse ido tanto de la lengua? Era esa chica, estaba convencido, emanaba paz, no sentía sed de sangre hacía ella, ni siquiera podía ver o sentir sus venas, su sangre corriendo con cada bombeo del corazón. Sus ojos le miraban interrogante, esperando que le hablara de la clase nocturna,suspiró, el se había ido de la lengua, el tenía que arreglarlo .

-Hay una clase nocturna porque a la academia asisten un grupo de personas de élite, no se si me entiendes, de alta clase, famosos por así decirlo; imagínate el revuelo que se armaría si se juntasen con gente normal, prácticamente no se podría dar clase...

-Si habría un gran revuelo jajaja

-Exacto- sonrió levemente, la actitud de esa chica era contagiosa.- Por eso estuvieron dispuestos a cambiar sus horas de sueño para poder estudiar agusto; aun así todos los días, los de la case diurna esperan ante los dormitorios de la luna para poder verlos, es algo insoportable- su cara de fastidio mezclada con cinismo la hizo reír descontroladamente.

-Su-supongo jaja que a los vigilantes os debe de molestar bastante.

-Si... ¿Cómo es que has ingresado en la mitad del trimestre?- hablar con esa chica era agradable, se sentía cómodo, por fin podía hablar con alguien sin tener deseos de saltarle a la yugular, así que dejó salir a relucir su curiosidad por una vez.

-Hubo un accidente en mi escuela, un incendio, y después de un mes buscando un colegio mientras estudiaba en casa encontré la academia cross... y me gusto, tenían algunas plazas libres todavía así que me admitieron gracias a mis altas calificaciones pero aún así tuve que hacer un examen algo apresurado.

Llegaron ante la puerta del despacho casi sin darse cuenta y una vez allí se despidieron, no sin antes quedar para el día siguiente para que Zero pudiese enseñarle la academia.

Llamó suavemente y entró con un poco de miedo en la estancia; un hombre con gafas y una coletilla rubia cubierto con una manta verde revisaba papeles con aburrimiento mientras soltaba largos suspiros.

-Ejem- hizo un pequeño ruido con la garganta para captar su atención.

-¡Bienvenida! ¿Debes de ser la nueva alumna verdad? Yo soy Kaien Cross el director mucho gusto, ya he ordenado todos tus papeles, aquí esta tu habitación, el horario, las normas y un plano de la academia- le fue entregando un taco de papeles, uno detrás de otro- tu uniforme esta en tu habitación esperando junto con tu nueva compañera de cuarto. Un placer tenerte en la academia, cualquier duda que tengas puedes consultárnoslas a mi o a los vigilantes: Yukki, mi hija, y Zero, mi otro hijo aunque este se niega a serlo- acto seguido empezó a llorar como una fuente-¡MI HIJO NO ME QUIERE!

-Ya conoces las normas Hanabusa no puedes...-la puerta se abrió dando paso a el pura-sangre y al noble rubio, logrando hacer que el director reaccionara.

-¡OH! KANAME - se levantó como un resorte de su asiento y agarró del brazo a la chica poniéndose frente a ellos- esta es la nueva alumna de la clase diurna Mei Hiroto.

-Un placer Mei yo soy Kaname Kuran el presidente de los dormitorios de la luna.

-Igualmente- hizo una pequeña reverencia y tras enderezarse sus ojos se abrieron inmensamente tras posarse en los del rubio que estaban de la misma forma.

-¡TÚ!- el grito de ambos jóvenes resonó en el despacho dejando al vampiro pura-sangre y al ex-cazador de vampiros totalmente confusos.


Bueeeno, hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado, es mi primer fic de esta serie y no se que tal me habrá quedado...

el caso es que gracias por leer ha todos los que habéis llegado hasta aquí n.n jeje

un saludo:

angel-Utau