Disclaimer: HP no me pertenece.
Este fic participa en el minireto de abril para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Karm
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Era extraño, pues no recordaba muy bien cómo había llegado ahí. Sin embargo, poco importaba. Porque estando allí podía estar todo el día por esa cama, y aunque le molestaba que su dueño fuera el pelirrojo -además del más tonto de todos. Le hubiera gustado estar con los gemelos, le recordaban a su pasado, pero él no era sentimental, sólo se inclinaba por lo que le convenía- ese, no podía negar que lo trataba bien. Cuando el gato gordinflón de la sangre sucia lo perseguía, él lo defendía.
Pero al muy idiota se le había ocurrido llevarlo a el campo de Quidditch, porque según él, si lo dejaba en su habitación el gato gordo ese querría comerlo. ¡Podía cerrar la puerta! Ni él era tan idiota...
Entonces, lo había llevado allá y lo había dejado en las gradas de Gryffindor, dentro de una jaula. Bueno, no se quejaba, pues el problema había aparecido en cuatro patas, vestido de negro y mirándolo con sus ojos amarillentos.
Un puto gato.
Slytherin, por lo demás. ¿Cómo lo sabía? Su mirada hambrienta se lo decía. Pero el problema fue que el gato no podría sacarlo de ahí, así que con toda crueldad acercó su peluda pata a la jaula, y como esta estaba al borde de la grada -gracias al idiota pelirrojo- cayó hasta dar con el suelo del campo. Hasta Peter se preguntó como demonios es que no había muerto.
De todos modos, esto fue por unos segundos, porque luego vio al gato disponiéndose a bajar de ahí y un escalofrío le aviso: ¡Corre inútil!
...
¡Aleluya! Luego de correr por horas escapando de ese gato, había logrado llegar a la torre de Gryffindor y despistarlo. Siempre culpaba un poco a Ronald durante esa maratón que había hecho, pero en el fondo sabía que tenía toda la culpa. Porque de primera él lo había llevado al gran campo de Quidditch, en donde no podía hacer mucho siendo una rata.
Logrando entrar gracias a el tal Neville ese, el hijo de los que habían perdido la memoria gracias a la señora Bella. Al momento decidió largarse a la habitación de los chicos, en donde dormía su "dueño". Pero no podía ser tan fácil y antes de intentar subir, su mirada se encontró con la del gato gordinflón.
"Karma, ¿eres tú?..."
