Cuando la Sangre Veela se impone
Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.
Sumario: El gran secreto de los Malfoy, que los lleva a ser hermosos, arrogantes, orgullosos y… que tengan el cabello tan rubio platino es que… tienen sangre Veela. Y como buenos alumnos/as todos sabemos que a los 16 años estas criaturas eligen la pareja que los acompañara para toda la vida. Y es así que Lucius Malfoy en su 6to año en Hogwarts, muy a su pesar, se da cuenta que es cierto castaño de ojos dorados de Gryffindor quien el destino (y su sangre veela) ah escogido como pareja. Totalmente AU de mi pareja favorita Lucius/Remus y sip, nuestro querido dragón hará su aparición estelar pero bajo el nombre de Draco Lucius John Malfoy-Lupin ñ.ñ
Parejas: principal Lucius/Remus, secundarias James/Lily (porque Harry tiene que nacer ¬¬) Sirius/con el resto del colegio y Severus/Narcissa Black. Para el futuro… Harry/Draco, Ron/Blaise, Neville/Theodore Nott y las que se me vayan ocurriendo por el camino ¬¬U
Aclaraciones: en este fic Lucius tendrá la misma edad que la de los Merodeadores (por razones obvias) no creo que las escenas de sexo sean muy especificas pero las habrá (ò.o no desesperen) es muy posible que los personajes sean OCC (ligero) sobre todo cuando aparezca Draco, porque teniendo un padre como Lupin no va a ser tan insoportable como en los libros XD ¡Ah! Y evidentemente va a haber embarazo masculino ;)
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Capitulo 1: ¡Maldita herencia!
No hacia ni una semana que el Sexto año había comenzado y Lucius Malfoy ya estaba deseando que terminara. El siempre supo que su sangre no era completamente pura y ese secreto no salía de la familia. Y por ese hecho (el de su sangre no-tan-pura) el estaba muy preocupado, de hecho estaba muy preocupado y lo peor de todo era que se le notaba. Su mascara de frialdad estaba decayendo de a poco. Y eso lo tenia de los nervios, por suerte nadie lo notaba, solo alguien que lo conociera mucho podría hacerlo. Y justamente…
-¿Lucius me vas a decir ya que te pasa?
El aludido dio un imperceptible respingo, estaba tan absorto en sus pensamientos (y mirando a cierta persona) que la pregunta lo tomo desprevenido. Ah… su querido amigo Severus, ¿Quién si no hubiera podido notar su estado? Solo él que lo conocía desde que tenía uso de razón. Pero no podía decirle lo que le pasaba, sería humillante.
-¿Que me pasa de que, Severus?- siseó enojado, entornado los ojos hacia la mesa de Gryffindor.
Snape bufó.
-No te hagas el desentendido conmigo, te conozco y has estado actuando raro desde que empezó el curso –dirigió su vista hasta donde la tenia su amigo- ¿Tiene algo que ver ese cuarteto de perdedores?
Malfoy lo miro ligeramente sorprendido. ¿Cómo había llegado a esa conclusión?
-Por favor Lucius, tú nunca le has prestado atención a esos idiotas. Ni siquiera cuando me hacen esas ridículas bromas –dijo un tanto dolido- Pero desde que pisamos Hogwarts no separas tu vista de ellos. – al ver como su amigo palidecía un poco agregó:-¿Me lo vas a negar?
-Yo nos los miro a todos ellos- siseó tratando de controlarse. No se había dado cuenta que era tan obvio con su escrutinio. Aunque Severus era bastante observador… esperaba que nadie más en Slytherin lo haya notado.
-¿Osea que miras a alguno en particular?- sonrió con satisfacción al darse cuenta del desliz de su amigo.
-¡No, Severus! ¡Y deja el tema! ¿Quieres?- respiró hondo, se estaba alterando. ¡Maldita herencia!
-Está bien… yo ya lo descubriré por mi cuenta.
-¡No hay nada que descubrir! –exclamó. ¿Desde cuando su amigo era tan curioso?- ¡Pareces un maldito Gryffindor intentando descubrir algo inexistente! Si te digo que no me pasa nada es porque…
Sin embargo no pudo continuar. Porque en ese momento una linda rubia Ravenclaw se acerco al cuarteto e intercambio unos pergaminos con Remus Lupin. Sirius Black y James Potter la miraron con lujuria. Lupin solo le sonrió como solo él sabe hacerlo, haciendo que la chica se ruborizara. Ante esto Severus Snape enarco una ceja, su amigo tenía los puños cerrados y sus ojos reflejaban algo que nunca creyó poder ver en esos orbes plateados… celos. ¿Pero celos por quien?
Severus carraspeó. Lucius parpadeo varias veces como saliendo de un trance, y tras lanzar una ultima mirada a la mesa de Gryffindor, de donde la rubia ya se alejaba, volvió su atención hasta su amigo.
-Ya… no te pasa nada. Entiendo- ironizó con una mueca sarcástica.
-Exacto, que bueno que lo has entendido.- dicho esto busco con la mirada a la rubia Ravenclaw.
Snape pensó que si las miradas mataran la rubia ya estaría muerta. Osea que ella no era. Al llegar a esa conclusión Severus se estremeció. ¿Podría ser que su amigo tuviera algún tipo de… sentimiento por alguno de aquel cuarteto de idiotas? Esperaba que no… eso sería… asqueroso. Meneó la cabeza. Tal vez solo estaba alucinando un Malfoy no podía permitirse ese tipo de sentimiento y muchísimo menos por un león.
-Bueno, Severus… tenemos ronda esta noche, te espero en la Sala de Prefectos – y con un movimiento elegante, digno de un Malfoy, se levanto de la mesa de Slytherin trayendo no pocas miradas. El ni se inmuto, demasiado acostumbrado a lo que su belleza causaba, muchísimo más ahora que ya había recibido su herencia.
Snape asintió en dirección a su amigo, sumido en esos desconcertantes pensamientos de hace un momento.
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Al llegar a la Sala de Prefectos Lucius deseo haber esperado su amigo. Se quedo varios segundos parado en la puerta mirando embobado a la hermosa figura frente a él. Remus Lupin se encontraba leyendo un libro de alarmante tamaño frente a la pequeña chimenea con las piernas cruzadas. Una encrucijada se presento para el rubio: entrar o no entrar. Su autocontrol había sido eficiente hasta el momento puesto que nunca se encontró con él a solas en una habitación. Pero ahora… sentía como su sangre empezaba a hervir de a poco. No, mejor esperaba a Severus afuera, o no sería conciente de sus actos estado a solas con él. No después de la conclusión a la que había llegado desde que cumpliera los 16 y su herencia se hubo manifestado. Con esa resolución se disponía a salir justo cuando Lupin levanto la mirada y sus ojos se conectaron.
-Malfoy- saludó el licántropo con un asentimiento de cabeza. Remus no sabía porque, pero Lucius Malfoy era casi el único Slytherin que nunca se metía con él. Tal vez piensa que ni siquiera valgo la pena, ese pensamiento lo entristeció un poco. Ya hace mucho que el sabía de su bisexualidad y tenía que admitir que Lucius era el chico más atractivo del colegio. (James y Sirius no contaban porque son sus mejores amigos y hermanos) Y, si era posible, podría jurar que esa belleza se había incrementado desde que había vuelto de las vacaciones. Pero para él Malfoy era tan inalcanzable como la cura para su licantropía. (N/A: será pesimista el chico ¬¬)
Ajeno a los pensamientos del castaño Lucius se sumergió en los ojos dorados del Gryffindor y ese sentimiento que lo venia aquejando desde que recibiera su herencia se hizo más notorio y sin siquiera notarlo entro a la sala cerrando la puerta tras él.
-¿Te pasa algo, Malfoy?- preguntó Remus frunciendo el ceño al notar como Lucius lo miraba… embobado.
Y siendo Lucius quien era un MALFOY, pestañeó varias veces meneando la cabeza, desconcertando al león por tal acto. Y su mascara de frialdad volvió a su rostro.
-No me pasa nada, Lupin. Y si así fuera no es de tu incumbencia, Gryffindor- escupió. Sonrió con desdén al león mientras se sentaba frente a él. Sin embargo por dentro su otra mitad no paraba de gritarle: ¡Idiota! ¡Idiota! ¡¿Cómo te atreves a tratarlo así! ¿No ves como su hermosa carita se vio apenada por tus palabras? ¡El solo trataba de ser amable! Lucius cerró los ojos tratando de tomar completo control de su cuerpo mientras pensaba: ¡Ven pronto Severus!
Y como si lo hubiese invocado Severus apareció en ese momento acompañado de la pelirroja sangre sucia de Gryffindor. Lucius se relajo en su asiento. Estando acompañado podía tener mas control sobre sus deseos.
-¿Te pasa algo?- inquirió Severus sentándose junto a su amigo. Ninguna de las reacciones del rubio se le había escapado desde que abrió la puerta. Y no podía estar más que sorprendido de lo que ello podría estar significando.
-No me pasa nada, Severus. ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir en el día para que me creas?- siseó irritado mientras su entrecejo se fruncía al ver como la pelirroja se sentaba demasiado cerca de Lupin.
La replica de Snape se perdió porque justo en ese momento la Profesora McGonagall, junto con los prefectos de Hufflepuff y Ravenclaw hacían su aparición. También llegaba la dichosa rubia de la cena a la que Malfoy ya estaba mirando receloso.
-Bien muchachos, estoy aquí para avisarles que vamos a formar parejas de diferentes casas para las rondas. Cada pareja durara una semana y después se irán rotando. Así que…
Lucius se desconecto de la charla. No le interesaba lo que esa vieja tuviera que decir. Solo esperaba que no le tocara esa rubia, porque con sus instintos apenas controlados no sabía si pudiera abstenerse de lanzarle una maldición. Y no quería tener una detención el fin de semana por atacar sin fundamentos.
-… y la última será Lucius Malfoy con Remus Lupin. Bueno chicos, hasta mañana- dicho esto abandono la sala dejando a un consternado rubio.
¡NO! ¡Maldición! ¡Todos menos él! ¡Maldita herencia!
Continuara…
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N/A: Bien… esta es mi primera historia de este genero SLASH/YAOI hace poco descubrí que me gustaba y me llego la inspiración. Tenía muchas ideas pero esta era la más concreta porque voy a poder incluir todas mis parejas favoritas en una sola XD Empezando como ya ven con Remus/Lucius.
Hasta dentro de una semana… Si Merlín quiere ¬¬´
