¡Hola a todos!

Esta es mi primera fanfic, espero que les guste.

Decidí hacer un crossover de The Loud House y Tokyo Ghoul porque no había visto uno de esos por aquí y me dije a mi mismo "¡¿PORQUE NO?!"

Por ahora voy a usar la terminología de Tokyo Ghoul en español pero si lo prefieren puedo usarla en japonés, no tengo ningún problema con ello.

Si tienen alguna crítica constructiva, sugerencias en cuanto al rumbo de la historia o simplemente me quieren decir que no tengo talento son libres de hacerlo mediante los medios que proporciona

Sin más preámbulo los dejo con la historia.

Godspeed!

La Cita

-¡Vamos hermano llegaremos tarde!

-¡Maldición Luna caminas muy rápido!

Eran las 3 de la tarde de un viernes en Royal Woods y este par de hermanos iban caminando rápidamente por el centro de la ciudad mientras hablaban pues como había dicho Luna, la hermana mayor de 19 años de edad, iban llegando tarde a una cita doble que ella planifico a último momento y que, para su mala suerte, seria al otro lado de la ciudad.

-¡Espera un momento!- dijo el quinceañero mientras se detenía para recuperar un poco en aliento -al menos podrías decirme quien es la chica con la que arreglaste una cita -dijo Lincoln, ahora un poco más calmado- simplemente llegaste y me dijiste que me vistiera para salir, ya tenía planeado ir al arcade con Clyde.

-Tranquilízate hermano, esto será más divertido que ir a arcade con tu aburrido amigo. Además, esta es una oportunidad única- dijo Luna con un tono más relajado -¿enserió?- respondió Lincoln en un tono sarcástico –como aquella vez que me arreglaste una cita con esa "chica única".

-¡V-Vamos, ya me disculpe por eso!

-¡La conociste en un bar gay Luna!- dijo Lincoln, cruzándose de brazos mientras miraba fijamente a Luna -no voy a moverme ni un centímetro más hasta que me hables de nuestra cita- ante el tono fulminante de Lincoln, Luna no tuvo más opción que contestar con un gruñido y un "de acuerdo", procedieron a caminar un poco más despacio, lo suficiente como para mantener una conversación pero no demasiado para no perder en paso.

-Las conocí esta mañana en el café de la universidad, hablamos un rato, una cosa llevo a la otra y cuando les mencione que tenía un hermano ellas tuvieron la idea de la cita doble- decía Luna, mientras se sacaba el teléfono del bolsillo de su chaqueta.

-Espera, ¿las conociste en la universidad?, no son entonces… ¿mayores?- dijo Lincoln con un tono algo preocupado mientras seguían caminando a lo que Luna respondió -¿uh? Sí, creo que son mayores que nosotros pero descuida, no es como si unas chicas algo mayores deban intimidarte ¿no es así, grandulón?

En cierto sentido Luna tenía razón; mientras que los otros chicos de su edad lidiaban con acné y erecciones involuntarias, la pubertad golpeo a Lincoln como un meteoro. A sus 15 años de edad, Lincoln ya había superado en estatura a sus hermanas y empezaba a superar a su padre por un centímetro o dos, los tratamientos faciales de Lori habían hecho que básicamente se saltara las preocupaciones que un montículo rojo en el rostro provocaba en los adolescentes, el sentido de la moda de Leni le aseguraba un guardarropa siempre al día con las últimas tendencias del mundo de la Pasarella, el duro (y a veces cruel) régimen de entrenamiento de Lynn le había dotado de un físico envidiable y el discreto aparato dental que le había puesto el dentista de Luan le iba rectificando día a día su característica sobremordida. Todo esto y muchas otras cosas prometían que el joven se convertiría en un apuesto individuo en un futuro cercano.

-Aun así… oye Luna ¿no deberías romper con tu actual novia antes de comenzar a salir con otras personas?- pregunto Lincoln con algo de preocupación a Luna quien caminaba distraídamente por la calle mientras revisaba su teléfono.

-Oh ¿hablas de Sam?, nah viejo, hemos tenido problemas estos últimos meses, no creo que podamos llegar hasta el final del mes- dijo la aun distraída con su teléfono Luna -¿oye aun practicas con tu bajo? Voy a necesitar un nuevo bajista en mi banda si rompo con… ¡la encontré!- luego de gritar en el medio de la calle, Luna pego la pantalla de su teléfono a su pecho con una mano mientras que con la otra tomaba a Lincoln del cuello para bajarlo a su nivel -¿recuerdas que te dije que era una oportunidad única? ¡Pues mira esto!- dijo Luna mientras ponía la pantalla de su teléfono a solo unos centímetros del rostro de su hermano.

-¡Woah! ¡¿Enserio son…?!- pregunto un sorprendido Lincoln.

-¡Así es!- respondió una sonriente Luna.

En la pantalla del teléfono, yacía una foto de la que sería sus citas del día, un par de chicas que, salvo por algunas diferencias insignificantes, eran exactamente idénticas; Eran gemelas. Ambas chicas llevaban su larga cabellera negra que les llegaba hasta la cintura peinada a diferentes lados, sus curvilíneas figuras eran acentuadas por sus atuendos ajustados que parecían consistir de jeans y blusas que dejaban una buena parte de escote a la vista.

-Las escojo bien ¿no?- dijo Luna mientras continuaban caminando –se llaman Tina y Nina, no estoy segura de cual de cuál ni a quien le toca quien pero cuando lleguemos al lugar lo sabremos. Es más, con un poco de suerte y algunos tragos podríamos convencerlas de invitarnos a donde ellas vivan y…

-Luna, no me agrada la idea de hacer eso frente a mi hermana.

-Tranquilo Lincoln, yo solía cambiarte los pañales y limpiarte cuando mojabas la cama, ya te lo he visto.

-¡Luna! E-eso fue antes de que… creciera.

-Tranquilízate grandulón, tenemos un par de dulces pies de cereza esperándonos, ¡relájate!

-¿Dulces pies de cereza? ¿Creí que ya no te gustaba hablar en letras?- dijo Lincoln mientras reía.

-¿Qué te puedo decir hermano? Estoy de buen humor.

Luego de su charla de hermanos y de acelerar el paso, los jóvenes llegaron al punto de encuentro acordado en el cuál se encontrarían con sus citas. Sin embargo, para su sorpresa, ellos serían los primeros en llegar. El lugar en cuestión era nada más y nada menos que una plaza al otro lado de la ciudad la cual, como esperaban, se encontraba casi vacía. A pesar de ser un viernes por la tarde en aquella plaza solo se podían divisar un par de docenas de personas caminando por el lugar o simplemente pasando el rato.

-No hay mucha gente por estos lugares- dijo Lincoln con un tono algo preocupado -aunque no me sorprende, considerando las desapariciones y los avistamientos Ghoul que ha habido por estos lados.

-Tranquilízate hermano- respondió Luna en un tono más relajado -hay Guardianes haciendo sus rondas por el lugar y las desapariciones han sido solo en parejas, muy pronto vamos a estar en un muy atractivo y sexualmente activo grupo- reafirmo mientras arqueaba sus cejas, llevándose consigo una mirada de repulsión por parte de su hermano.

-¿Guardianes huh…?

Mientras que Lincoln pasaba el tiempo junto con su hermana en la plaza no pudo evitar pensar en la que tal vez era la más peligrosa profesión en la ciudad, la de Guardián. Los Ghouls, a lo largo de la historia siempre fueron objeto de terror para la humanidad en todas partes del mundo y cada país tuvo que desarrollar una manera de proteger a la población, en Japón por ejemplo se creó el CCG a finales del siglo XIX y en Estados Unidos se creó el Bureau Federal de Contramedidas Ghoul o FBGC por sus siglas en ingles. Esta organización creada a finales del siglo XX se creó con el propósito de detener, capturar y contener a aquellos monstruos devora humanos y sus agentes, mejor conocidos como "Guardianes" usualmente llevaban a cabo esta tarea mediante todos los medios a su alcance. Apropósito, la razón por la cual a los agentes del bureau tenían el apodo de "Guardianes" era porque además de su reglamentaria Quinque y uniforme gris llevaban también un escudo redondo hecho del mismo material que las balas Q lo cual les daba una imagen que recordaba a un caballero con su escudo y espada, de hecho, a los oficiales de mayor rango se les apodaba "Caballeros" y a los nuevos reclutas, quienes solo llevaban con ellos un escudo un poco más pequeño y un rifle semiautomático cargado con balas Q eran apodados "Escuderos".

Aunque era imprudente de su parte, cada vez que salía Lincoln secretamente deseaba que los atacara un Ghoul y que al mismo tiempo lo salvara un Guardián solo para ver a sus héroes en acción. Aquellas figuras de autoridad que idolatraba desde que tenía 9 años de edad eran lo más parecido a un superhéroe de la vida real y Lincoln desde que escucho acerca de sus hazañas se dio como meta en la vida ser un agente de la FBGC por lo cual estaba más que feliz el soportar el sádico régimen de entrenamiento de su hermana mayor como preparación para su futuro entrenamiento de agente.

-Lincoln, oye Lincoln, ¡Lincoln!- decía Luna mientras sacudía de un hombro a su hermano -¡despierta Lincoln! No es momento para tus fantasías suicidas.

-¡Cállate Luna! ¡¿a quién llamas suicida?!- respondió Lincoln con algo de molestia ante las palabras de su hermana.

-Como sea hermano, mira hacia allá, ya llegaron- tal y como lo dijo Luna, sus citas habían llegado al lugar. Caminando hacia ellos yacían dos jóvenes chicas vistiendo vestidos cortos idénticos, una de ellas tenía el cabello recogido en forma de coleta mientras que la otra llevaba el cabello suelto dejándolo ondear en el viento. La vista de estas voluptuosas gemelas pavoneándose por el parque robaba la mirada de cuanto transeúnte se encontraba en los alrededores independientemente de su género tanto hombres como mujeres volteaban para poder hacerse de una imagen mental de aquella vista -de nada- le susurro Luna a Lincoln con un tono de orgullo comparable al de un cazador presumiendo de la captura de una gran presa.

-¡Hola Luna!- exclamaron las gemelas al unísono -¡lamentamos la tardanza! Es que queríamos vernos bien para la cita.

-Tranquilas chicas, mi hermano y yo acabamos de llegar. Por cierto este es mi hermano Lincoln- presento Luna a Lincoln tratando de ocultar la emoción en sus palabras mientras que Lincoln contestaba con un tímido "hola".

-Hola yo soy Tina- dijo la chica de la coleta.

-Y yo soy Nina- dijo la chica con el cabello suelto.

-Así que tú eres Lincoln- dijeron las dos al mismo tiempo mientras lo miraban de arriba abajo.

-heh, si… soy Lincoln.

Ante la tímida respuesta de Lincoln las gemelas soltaron una risita entre ellas -dime Luna- dijo Tina -¿dijiste que nos llevarías a un bar?

-¡Oh sí! Es el bar de un amigo, el solía ayudarme con las cosas pesadas de mis presentaciones pero tuvo una lesión y decidió abrir un bar cuando el doctor le dijo que ya no podía levantar cosas pesadas, está a un par de calles aquí.

-¡Genial vamos!- dijeron las gemelas mientras que al mismo tiempo se colgaban de los brazos de los hermanos, Nina colgándose del Brazo de Lincoln y Tina colgándose del brazo de Luna resolviéndose a sí mismo el problema de la división de las citas

El bar "Stitches" era un bar que se encontraba a pocas cuadras de la plaza en la que el grupo se encontró, era el clásico bar que servía cerveza artesanal con mesas de pool y un pequeño escenario en el que músicos (Luna principalmente) se presentaban para proveer de música en vivo a los clientes, sin embargo lo que hizo este bar el lugar de la cita fue el hecho de que este bar le pertenecía al amigo de Luna, Chunk.

Luego de lastimarse la clavícula cargando uno de los amplificadores de Luna, su doctor le prohibió realizar trabajos en los que tuviera que cargar mucho peso, así que Chunk decidió abrir el bar y desde entonces este se ha convertido en el lugar favorito de los Loud que aún no llegan a la edad legal para beber. Los mayores (y Lincoln) tenían pase libre gracias a Chunk y podían disfrutar del placer de beber bebidas alcohólicas antes de los 21 años, sin embargo no podían quedarse tanto tiempo como les gustaría, debían irse del bar a las 10 en punto ya que a las 10:30 era la hora habitual en la que los Guardianes llevaban a cabo sus rondas y debido a su apariencia de jóvenes (Lynn principalmente) corrían peligro de ser arrestados.

Ellos se encontraban en una esquina del bar conversando mientras disfrutaban de sus tragos. Luego de conversar por un largo rato decidieron gastar algo de tiempo con un duelo amistoso de pool en el cual serían los hermanos Loud contra las gemelas Tina y Nina y luego de ser totalmente derrotados por las gemelas decidieron regresar a su esquina a hablar de todo y nada al mismo tiempo.

La conversación de los jóvenes fue tan fluida que las horas pasaron volando y en menos de lo que se lo esperaban ya era cerca de las 11 en punto de la noche, hora durante la cual los Guardianes habían decidido hacer su ronda de la noche, entrando una pareja de ellos al bar las gemelas no pudieron evitar mostrarse notablemente incomodas.

-¿Sucede algo chicas?- pregunto Luna con un tono de preocupación.

Las gemelas se miraron entre sí y con algo de dificultad respondieron -¡oh sí! estamos bien… es solo que…- respondió Tina -hemos tenido malas experiencias con Guardianes en el pasado- continuo Nina.

-¿Qué clase de… malas experiencias?- pregunto Lincoln con algo de duda

-Una vez…- hablo Nina -Tina y yo estábamos saliendo del cine cuando un par de Guardianes se nos quedó viendo y…

-Vinieron hacia nosotros- hablo Tina -nos pidieron nuestras identificaciones y todo lo usual pero luego nos hicieron apoyarnos contra una pared y nos dijeron que nos iban a "revisar". ¡Todo lo que hicieron fue tocarnos!- termino de hablar con ira en su voz.

-Cielos…- respondió Luna tratando de ocultar la ira de su voz -¿enserio?- dijo Lincoln incrédulo de que un Guardián fuera capaz de hacer tal cosa.

-Si… ¿podríamos irnos? Realmente no quiero ni siquiera estar en el mismo lugar que ellos desde ese entonces- dijeron las gemelas.

-Déjame ver- mirando hacia los lados, Luna tomo la primera oportunidad para llamar a Chunk quien estaba en la barra y luego de una señal con la mano este les proporciono una distracción a los jóvenes al ofrecerles tragos a los agentes y aprovechando la distracción el grupo se escabullo y salieron del bar.

Saliendo del bar los jóvenes caminaron un par de cuadras lejos del lugar, con las gemelas tomando la delantera y guiando el camino mientras hablaban entre ellas, los hermanos Loud odiaban lo incomodo que se había vuelto todo desde que dejaron el bar pero sin embargo no se animaban a hablar de lo sucedido.

Llegando a una esquina las gemelas se detuvieron y voltearon a mirar a sus citas, Lincoln y Luna se detuvieron y un poco ansiosos esperaron a que ellas hablaran.

-Lamentamos aquella escena en el bar- dijo Tina.

-Es que ENSERIO odiamos a los Guardianes- termino Nina.

-No tienen por qué disculparse- explico Lincoln -sabemos que esto era algo delicado para ustedes y no es su culpa así que…

-¡Pero queremos compensarlos!- lo corto Tina -Nina y yo estábamos pensando en que tal vez…

-Podríamos ir a nuestro apartamento…- hablo Nina.

-Y continuar la cita allí- termino Tina en un tono provocativo.

-Umm…

-¡Sí! ¡Si, por supuesto que nos gustaría continuar con la cita!-hablo Luna sobre Lincoln prácticamente saltándole encima para que no hablara.

-¡Bien! entonces sígannos- dijeron las gemelas mientras lideraban el camino.

Tras ellas se encontraban los hermanos siguiéndolas ciegamente por las calles. Luna apenas podía esconder su entusiasmo mientras que a Lincoln se lo podía ver algo incómodo, claramente a él todavía no le entusiasmaba la idea de tener relaciones sexuales frente a su hermana, aunque considerando la situación en la que se encontraba, no tenía otra opción más que seguir la corriente para no matar el ánimo de las chicas "ya pensare en algo" se decía a sí mismo en su cabeza.

Mientras caminaban Lincoln se tomó la molestia de mirar alrededor y observar el camino que estaban tomando. Pudo notar el como a cada momento se alejaban más y más de los lugares más públicos y se adentraban en una especie de lugar de construcción. Miró a su hermana para verla felizmente ignorante de sus alrededores mientras tarareaba Rebel Yell de Billy Idol, viendo esto, decidió romper el hielo aclarándose la garganta un poco.

-Ahem entonces… ¿Dónde dicen ustedes que viven?

Casi inmediatamente al decir esto las gemela se detuvieron, esto causo que los hermanos también se detuvieran y miraran a las gemelas con confusión en sus rostros. Casi inmediatamente los hermanos comenzaron a sentir escalofríos, comenzaron a temblar de manera descontrolada, sus sentidos se agudizaron tanto que Luna casi podía escuchar la sangre fluir por las venas de sus orejas y Lincoln casi podía oler la ausencia de desodorante en las axilas de Luna.

Tardaron un poco en darse cuenta pero más temprano que tarde notaron que estas reacciones de sus cuerpos no eran más que sus instintos de supervivencia gritándoles que huyeran y casi tan pronto como lo descubrieron lo hicieron, voltearon y comenzaron a correr, pero el paso les fue impedido por un enorme tentáculo de aspecto escamoso que tumbo un montón de vigas y escombros frente a ellos parándolos en seco.

Ambos titubearon al principio pero luego de tragar un poco de saliva reunieron el valor de voltear sus cabezas y lo que vieron les hizo helar la sangre. Dos pares de ojos con las escleróticas negro brillante y las pupilas carmesí, Nina tenía un par de alas liquidas saliéndole de los hombros mientras que Tina tenía dos enormes tentáculos escamosos saliéndole de la cintura, Lincoln y Luna estaban siendo atacados por Ghouls.

Ambos estaban congelados, mientras que el par de bestias devora hombres se acercaban a ellos con el sonido de sus pasos y el chillido del metal encima de ellos siendo el único sonido en el lugar los hermanos no tenían adonde ir y todo lo que podían hacer era esperar a su final. Tal vez fue el sentimiento de que no tenía nada que perder pues en un acto desesperado Luna tomo un tubo de metal que yacía a sus pies y balanceándolo hacia sus atacantes grito con todas sus fuerzas.

-¡AAAAAAAAAHHH!

-¡LUNA ESPERA!- justo cuando Lincoln trato de advertirle Luna fue lanzada hacia su posición original con un latigazo del enorme tentáculo de Tina -patético- dijo Nina en lo que sus alas se endurecían. Sintiendo sus intenciones, Lincoln se abalanzo frente a la tumbada Luna protegiéndola de los trozos de musculo líquido cristalizado que en su lugar fueron enterrados en su espalda.

-¡AAAAH!- el alarido de dolor de Lincoln bien pudo haber sido escuchado por toda la cuadra pero lo que alerto a las personas que pasaban por el lugar no fue el grito del joven sino el fuerte sonido de las vigas que colgaban precariamente sobre ellos caer, aplastando a las gemelas volviéndolas victimas de su propio descuido.