Nota Preliminar: Doraemon y todo lo relacionado son propiedad de la editorial Shogakukan y de los herederos del dúo Fujio F. Fujiko. Asimismo, esta historia se inspira ligeramente en el guión de la película Full Monty, cuyos derechos son propiedad de 20th Century Fox.

Doraemon: The adult age — Parte 1: FULL DORIE - Ep. 1

Algún año, en el futuro: Japón se encuentra en un grave receso económico ante la supremacía de las dos Chinas. La crisis es imparable, el índice Nikkei está por los suelos y los despidos se dan por doquier. La gente se pregunta cuándo acabará esto: y encima los ricos siguen haciéndose más ricos. Los pobres se abocan al paro en masa y es en una oficina de empleo donde nuestra historia empieza:

Era una mañana tempestuosa. La lluvia caía como goles a la portería del Nàstic de Tarragona, los rayos cegaban y los truenos ensordecían (como es natural). Un hombre avanzaba solo por la calle con un tupper en la mano. Su mirada era triste y tenía los ojos humedecidos bajo sus enormes gafas, pues no llevaba paraguas. Se movía arrastrando los pies, a paso de tortuga reumática. Se acercó entonces a una tienda, aún cerrada a esas horas intespestivas. Golpeó la persiana metálica:

"Gegant! Gegant! Despierta, coño, que nos cierran!"

De dentro de la tienda salió una voz ronca:

"Calla, jopela, que no eres nadie para despertar a la gente!"

La persiana se abrió, y Gegant apareció. Seguía estando gordo y siendo alto, pero ahora lucía una larga melena y enormes patillas. Llevaba un botellón de sake peleón en una mano y estaba desnudo.

"Pasa, Nobita. Los otros nos hemos pasado la noche ahogando penillas, pero estamos en condiciones"

La tienda de los Goda estaba igual, solo que en la puerta ponía "Opencor". Nada había cambiado del todo, pensó Nobita: en el comedor, Dekisugi, igual que siempre pero con perilla buenafuentera, bailaba con un libro de Hume en la cabeza y un Suneo de Armani, repeinado con gomina y con bigotillo falangista saboreaba un puro encendido por la parte de atrás mientras contaba lo bien que iba el negocio de su primo de Reikjavik, que pescaba directamente el bacalao en salazón y producía a Bjork y representaba a Gudjohnsen Jr. y… No, nada había cambiado.

"Hooooola, Nobita!" Dijo Suneo al ver a nuestro antihéroe "Como van las cosas por pobrelandia?"

"Calla, so facha" Contestó Dekisugi "Ya te gustaría a ti tener una mujer como la del pobretón este, pringao!"

Así iban pasando las mañanas: paseando por la calle, simulando ser los tíos más felices del mundo. Cuatro amigos sin trabajo - el ex-bombero Nobita Nobi, el pequeño empresario en ligera crisis Suneo Onekawa, el licenciado cum laude en física cuántica (Columbia University) Dekisugi Akegi y el tendero casi arruinado Takeshi Goda, alias Gegant - se dirigían al frío edificio del INEM japonés. En la cola, Nobita se sentó y abrió el tupper y se quedó helado: en lugar del sandwich de Nocilla con anchoas roñoso que se había hecho la noche anterior había un plato completo de udon al curry con su arroz. Bajo la cajita que contenía la comida, había un sobre. Nobita lo abrió y leyó la nota de su interior:

"Para mi héroe tontito, tan tontito que se conforma con "eso" para desayunar.

Nunca caminarás solo.

Te quiero, amor mío.

Shizuka"

Y había una marca de pintalabios, que se disolvió rápidamente al caerle una lágrima. La gente de la oficina de empleo no sabía que hacía ese hombre llorando con una expresión feliz en el rostro mientras se comía un plato de udon al curry de un tupper. Después, a Nobita le cogió un dolor de barriga porque se comió hasta el tupper, los palillos, las servilletas, la nota, el sobre, un tablón de anuncios que tenía a su espalda, un árbol y el retovisor de un coche. Y eso que no tenía hambre, y lo que iba a hacer era tirar el sandwich a un gato que pasaba por allí… Pero era igual. Lo que Shizuka manipulara se lo comía, tu.